Continuación

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Esa noche, Isabel sentía que tuvo un sueño que se tornaba entre realidad e ilusión, era muy confuso y tenía severos problemas para recordar mejor. Algo referente a Jimena, no estaba segura, pero la sensación de que en alguna parte de la noche la llegó a ver era muy presente.

Intentó retomar el sueño cuando despertó asustada al verse envuelta en una cama que no le pertenecía o conocía.

Además, el dolor de cabeza no ayudaba para nada y se intensificó más por el susto que sufrió.

¿Donde carajos estoy? -se preguntó interrogante, hasta darse cuenta que no se encontraba sola.

Delante de ella, una chica sacaba ropa del armario, se retiró la camisa de la pijama para colocarse la ropa del día.

Esa chica era... ¿Jimena?

-Oh, despertaste. Buenos días Isabel -soltó su cabello para cepillarlo.

Rápidamente se escondió bajo las sabanas, notó que usaba otra ropa, lo que le hizo pensar que ella se había atrevido a vestirla.

-¿Donde estoy? -preguntó enseguida-Acaso tú y yo... -abrazó las sábanas en un intento por esperar una respuesta negativa.

Jimena la observó interrogante hasta caer en cuenta de lo que Isabel decía.

Qué linda -pensó.

-mmm... Veamos Isabel. Acaso ¿No recuerdas nada?

Ella negó con la cabeza.

-No -suspiró-, lo último que recuerdo es que fuí al baño en ese lugar, luego de eso no sé. Estoy en blanco con lo demás.

-Creo que no deberías de beber así, estuviste en peligro y eso es grave. Por favor prométeme que no volverás a tomar sin moderación o por lo menos sin perder la noción de tu noche.

Asintió. -Pero, aún no respondes a mi pregunta.

Sonrió por la insistencia. -Tranquila, no paso nada entre nosotras, si es lo que te preocupa. Mmm... Digamos que ayer pasamos una noche divertida.

-¿Qué? ¿A qué te refieres? -respondió angustiada.

Por más que se esforzaba en recordar no lograba hacerlo.

-Jajaja... No seas mal pensada -habló burlona.

-Estamos en mi casa, te traje aquí porque no había nadie en la tuya. Y luego de que... vomitaras tuve que cambiarte de ropa.

-Ay -se tocó la cabeza-, que pena contigo.

-Descuida.

Jimena comenzó a contarle sobre lo acontecido en ese lugar. Lo primero que se le vino a la mente cuando escuchó delntipo que intento besarla fue ir ha buscarlo y darle unos buenos golpes en la cara.

Mientras Isabel pensaba, Jimena se recostó al otro lado de la cama colocando ambas manos bajo la cabeza.

-Entonces, Isabel, dime ¿En verdad no recuerdas nada de nada?

-No, nada -y un gesto de tristeza se dibujó en el rostro de la otra chica. Se levantó de la cama para salir de la habitación-. Jimena sólo una última cosa.

-Dime -regresó la vista.

-Tú... ¿Dormiste conmigo?

Volvió a sentarse en la cama y trás observarla mejor respondió.

-¿Te preocupa que haya dormido contigo?

El rostro de Isabel fue poesía cuando la chica le cuestionó, ¿Le molestaba? Para nada, se dijo pero tenía miedo de mostrar esos sentimientos y que Jimena no le correspondiera como lo deseara.

Un silencio tétrico se formó, y le tomo unos segundos entender que la había intimidado. Esbozó una sonrisa mientras colocaba una mano sobre la cabeza de la asustada chica.

-Descuida Isabel. Yo dormí en la sala y tú en mi habitación para que descansarás bien -respondió, luego de eso, se levanto para dirigirse a su armario y colocar un cambio de ropa en la cama ofreciéndole a Isabel para usarlo.

-Toma, espero te quede sino es de tu agrado puedes disponer de la ropa que gustes aquí -señaló al armario-. Iré a preparar el desayuno, toma tu tiempo. De acuerdo.

-Gracias Jimena -respondió con una sonrisa.

Aún con lo explicado, seguía muy confundida sobre la noche anterior. Le era difícil creer muchas cosas, en primera ¿Porqué había tomado tanto? Y sobre todo, de entre todas las personas con las que se podía encontrar en una situación similar, Jimena era la última.

Después de tomar un baño y vestir con la ropa que Jimena le escogió, bajo a la cocina para ayudar con el desayuno.

Desde los escalones se percibía el aroma a hotcakes recién preparados.

-Eso huele muy rico -mencionó cuando iba entrando en la cocina.

-Ah, gracias no es la gran cosa, espero te gusten.

-Si que me gustarán.

-Isabel, tú celular sonó hace unos minutos.

-Oh, enserio, iré a ver.

-si.

Al sacar el celular de la bolsa, notó que tenía una llamada perdida de su amiga Sofia.

-Hola, Sofia.

-¡Isabel...! Dios me tenías con el pendiente. ¿Llegaste bien a casa?

-Si, descuida, estoy muy bien. Me encuentro en... en mi casa -respondió rápidamente.

-Que bien. Oye y ¿Quién es tu amiga? No la conocíamos y estábamos inseguras en dejarte ir, pero cuando vimos que estabas muy cariñosa con ella accedimos en que te llevará a casa.

-¡¿Qué?!... quiero decir. Si, se llama Jimena, es una... amiga nada más.

-Oh entiendo. Entonces ¿Te veremos hoy?

-No creo, mejor que me quedare en casa a descansar. Las veo el domingo.

-De acuerdo, cuidate y descansa. -mencionó Sofia al momento que terminaba la llamada.

Así era mejor, no le diría a Sofía que no se encontraba en casa, mucho menos que estaba con Jimena.

-¿Todo bien? -preguntó la otra chica mientras ponía dos platos en el comedor.

-Si, todo muy bien -dijo en dirección suya.

-El desayuno está listo, ven -tomó asiento mientras servía el café-. Luego de desayunar te pasaré a dejar a tú casa.

-Y si quiero estar contigo... -soltó sin querer, pero fue demasiado tarde para retractarse porque Jimena la pudo escuchar.

-mmm... en ese caso, puedes acompañarme a mis clases de piano -respondió con una coqueta sonrisa.

-Ah... bueno... yo, quise decir.

-Vamos, al parecer no tienes nada que hacer. Sólo un rato -reafirmó la invitación.

-Esta bien. Te acompañaré a tus clases -habló con timidez mientras que por dentro se moría de la emoción.

Después de lo acontecido se sentaron a desayunar, probaron todo lo que Jimena preparó y entre pláticas de la universidad y cosas de su vida comenzaron a conocer mejor una de la otra.

La compañía de alguien que no involucrara su trabajo o una relación esporádica se sentía bien, Jimena, por primera vez sentía que podía ser como siempre fue, antes de que su vida por cosas del destino acabaran mal.

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De vuelta actualizado.

¿Qué le ha parecido hasta el momento?

Las protagonistas comienzan a formar lazos.

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Nos leemos luego.