Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

42. Tú eres mía.

Andamos cerca de la recta final.

Disfruten del capitulo.

––––––––––––––––––––––––––––––––––––

–Entonces entiendes cuando digo que lo nuestro ya no puede ser.

–Por supuesto Jimena, después de todo somos adultos y entiendo que ese tipo de cosas a veces pasan, ¿No?

–Si y por amor, si es que lo hay, las personas suelen cometer en ocasiones locuras.

–¿Ah si? ¿Qué tipo de locuras?

– No lo se, tal vez mentirle para que termine odiando a alguien.

–Ya veo...

–––––––––––––––––––––––

Por Jimena

Dos días habían pasado y aún ningún rastro de Isabel.

Esto ya se estaba poniendo critico.

–¡Maldita sea! ¿Como que aún no tienen ningún rastro de ella?

–Así es señorita, por desgracia no logramos hallar ninguna pista contundente. La trata de blancas es algo que en estos casos podríamos inferir, dado que los secuestradores no se han intentado comunicar para pedir dinero por su victima.

–Joder, tienen que ser tan directos. –Respondió Alexa al policía.

–Siento que sea así, pero no hay motivos para que tengamos que mentirles.

–Bien, entonces continúen averiguando. –me limite a decir.

–En eso estamos.

–¿Lograste comunicarte con tus padres Irma? –Pregunto Linda.

–Si, están al tanto de todo, están tratando de regresar lo mas pronto de donde se encuentran. Y les agradecen lo que están haciendo, y yo también.

–Descuida, lo hacemos por que la amamos. Lo importante ahora es seguir buscándola, no podemos quedarnos cruzadas de brazos.

–Si, muchas gracias chicas.

–Descuida, ahora es preferible que vayas a la casa con Sofia y Linda e intentes descansar, por favor. –Mencione a la hermana de Isabel quien se le notaba cansada.

–Claro y de nuevo muchas gracias, Alexa y Jimena.

Las amigas de Isabel se habían llevado a Irma para que descansara. Mientras tanto Alexa y yo seguimos buscando, preguntando por doquier si alguien la había visto, pero todo era inútil.

Tan pronto se hizo de noche, todas regresamos a casa para descansar un poco y retomar la búsqueda al día siguiente.

–Si, tiene días que no sabemos nada de ella. –Hable.

–Pero, ¿La policía esta haciendo algo? –Pregunto Natalia preocupada.

–Si ellos también la esta buscando.

–Jimena, puedo, puedo ir contigo a la casa y hacerte compañía.

–Gracias Natalia, eso me haría bien.

(Fin de la llamada)

Pasando la media noche, Natalia hacia llegado a casa. Ambas permanecimos en la sala hablando toda la noche hasta que el cansancio nos venció. Al menos a mi en primer lugar, por que no me di cuenta que me había llevado hasta la cama para que descasara mejor.

–No deberías de descuidar tu salud Jimena, aun no te repones de tu accidente al cien porciento y permanecer así de esa manera, podría traerte graves consecuencias.

–Lo se, pero es inevitable no sentirme de esa forma. Es decir, ella por que a ella. –Hable llorando. –Le tiene que pasar esas cosas. Si la hubiera escuchado cuando me lo pidió, si la hubiera detenido para que me escuchara, las cosas no serian de esta manera.

–No, no lo serian pero no podemos vivir de las lamentaciones.

–Debemos de ser fuertes para cualquier cosa que suceda, ¿Lo comprendes Jimena?

–Si.

Mi celular vibro recibiendo un mensaje de la persona que menos quería saber en ese momento.

–Cariño, he regresado.

–Ah... que bien. –respondí de mala gana.

–¿Sucede algo?

–No, nada.

–Bueno creo que estas molesta.

–Ya te dije que no lo estoy.

–Okay, creo que mientes pero en fin. Solo quería decirte que regrese bien del viaje, mi camioneta se arreglo y no paso nada malo después de todo.

Trate de serenar mi ira, recordar todo de lo que me había enterado acerca de ella me ponía mal. Pero si quería hacer bien las cosas y atraparla en su propio juego. Era el momento perfecto para hacer algo.

–Lo siento Tatiana. Perdón por desquitarme contigo, no ha sido un día bueno pero creo que salir me haría bien. –Escribí.

–Descuida amor, comprendo. Y si ese es el caso entonces te propongo vernos. ¿Por que no vienes a mí casa?

–¿Ahora?

–Si, ¡por que no!

Y si quería acabar con esto, debía hacerlo, ya.

–Okay, esta bien. Solo pasare a dejar algo a la oficina y salgo para allá.

–¡Espera! –Escribió inmediato. –Mejor ven primero y luego vamos juntas allá. Eh... es que tiene tiempo que no te veo y necesito verte.

–Okay. –Se me hizo rara su petición pero termine aceptando.

–Bien, te veo en un rato más.

Natalia me vio extrañada. Le comente que saldría en ese momento para ver a Tatiana y ponerle punto final a ese teatrito de relación que nos unía.

–¿Estas segura que quieres ir sola?

–Descuida estaré bien. Solo iré ha hablar con ella.

–Bueno cualquier cosa no dudes en marcarme.

–Si y gracias Naty, te he metido en todo esto. –Me reí de mi misma. –No soy digna de tu amor, tu siempre estas para mi y yo solo...

–No, Jime. –toco mis mejillas. –Tú eres la única en el mundo por quien daría todo... hasta mi vida, con tal de verte feliz. Y si tu felicidad esta con Isabel, entonces... quiero que sea así.

–Yo... no se que decir...

–No lo hagas, no digas nada. –acaricio el contorno de mis labios y en un tierno beso lleno de sentimiento, me expresó todo el amor que sentía por mi. –Siempre, mi bonita. Siempre te amaré.

Sus palabras hicieron sacar un hilo de lagrimas que por muy extraño que fuera aquello lo sentí como una despedida.

–Esa sensación de nuevo. – Pensé.

Al poco rato estaba camino a la casa de Tatiana, meditando, uniendo fuerzas de donde sea que fuera, para terminar con eso de la manera mas pacifica posible y no irme encima de ella para golpearla.

Las puertas automáticas abrieron. Estando adentro me sorprendió un poco el no toparme con todo el personal de servicio que acostumbra a estar en esas áreas, pero le tome poca importancia en ese momento.

–¿Hola? – pregunte observando a los alrededores ya que visualmente no encontraba a nadie en la sala.

–¡Jimena que bueno que llegas! –menciono Tatiana quien venia bajando de las escaleras con apenas una bata puesta que alcanzaba a cubrir algunas partes de su estilizado cuerpo. –Pasa por favor.

–Gracias. –Hable incomoda. –Oye ¿Por que no hay nadie?

–Ah eso. Le di vacaciones a todo el personal. Como estos días eh estado ausente, no eh requerido del mantenimiento. –Descuida mañana vuelven al trabajo. ¿Te sirvo algo?

–Eh... no, gracias.

–mmm... segura. Yo tomare jugo.

–Bueno, esta bien. Solo un poco.

–Vale, no tardo.

Regreso con dos vasos de jugo, que acepte agradecida.

–Eh... entonces ¿Se pudo arreglar bien la camioneta? –Pregunte mientras bebía el jugo.

–Si, todo quedo bien, pero... dudo que quieras hablar de eso Jimena. Por que no mejor me dices lo que realmente me quieres decir.

Aunque quería que eso fuera de la manera mas sutil posible, era fácil para ella identificar cuando alguien ya no se encontraba bien.

–Okay –Termine de beber mi jugo. –Tatiana se que nuestro noviazgo de alguna manera tuvo su lado eh... bueno pero no, no creo que esto deba seguir. –Hice una pausa.

–Si, continua.

–Tal vez la convivencia que tenemos sea mejor dejando del lado la parte romántica, ¡tu sabes! pienso que funcionamos mejor en el trabajo y no como algo más.

–Comprendo.

¿Lo hacia? ¡Vaya! Eso si que era nuevo.

–Entonces entiendes cuando digo que lo nuestro ya no puede ser.

Se tomo un tiempo para hablar y se levanto del sofá para dirigirse a su mini bar.

–Por supuesto Jimena. –Giro a verla. –Después de todo somos adultos y entiendo ese tipo de cosas a veces pasa, ¿No?

–Si y por amor, si es que lo hay, las personas suelen cometer en ocasiones locuras...

–¿Ah si? ¿Qué tipo de locuras? –Pregunto curiosa mientras se servía una copa.

–No lo se, tal vez mentirle para que termine odiando a alguien. –Me levante del sofá para acercarme más a ella y cuestionarla.

–Ya veo... –Se giro a mi sentido y bebió de su copa.

–Y dime... ¿crees que las locuras que se hacen por amor no cuentan para llegar al corazón de alguien?

–¿Llegar al corazón? –Me llene de rabia. –No cuando terceras personas salen heridas. –Termine por decirle todo –Tú sabias perfectamente lo que siento por Isabel y aun así te atreviste a engañarnos, y separarnos.

–No creí que lo descubrirías tan tarde.

–Si lamento haber estado segada por tus mentiras. ¡Pero ya no!, esto lo quería hacer de la manera más sencilla posible, pero me doy cuenta de que contigo no es así. –Empecé a sentir mi cuerpo caliente. –Quiero que en tu vida no me vuelvas a dirigir la palabra, la única relación que tendremos por el momento será laboral. Eso hasta que termine ese proyecto que nos une.

–¿Que quieres decir? –Pregunto confundida.

–Una vez que concluya, me iré de la empresa. –Tan pronto lo mencione, comencé a caminar hacia la salida para irme de ahí.

Aquello no se lo esperaba, escuchar de mi boca que me alejaría de ella era algo que traería consecuencias que no note de inmediato hasta que ella comenzó a hablar.

–Entonces ¿Te vas? –Pregunto mientras seguía caminando. –Y... no piensas despedirte de tu amada Isabel.

Sus palabras me hicieron detenerme, voltee a verla y cuando lo hice sentí como tomo mi cuerpo se empezaba a entumecer.

–De... ¿De qué estas hablando?

–Ah... solo digo que si te quieres ir de mi vida, también deberías hacerlo del de Isabel. Digo por aquello de que esta perdida, o extraviada, o no se como decirlo. –Se rio.

–¡¿Donde esta?! –Me inmute a decir. –¡¡Habla carajo!!

–Descuida, ella... ¿Esta bien? –Se cuestiono así misma. –Veamos... Ahora mismo debe estar atada de manos y piernas, gritando y... suplicando por que la liberen.

–No, no serás capaz. –Mencione impactada.

–¡Soy capaz de eso y mucho mas! –me vio fijamente.

En ese momento sentí por completo mi cuerpo tambalearse, mis manos, piernas e inclusive mi boca no reaccionaban.

Me había desvanecido en el suelo sin alguna posibilidad de movimiento aunque estaba consiente de lo que ocurría a mi alrededor, aun.

–Después de todo... –Se agacho al suelo y poso su vista a mi. –Tú eres y siempre serás mía Jimena.

¡Maldita la hora en la que me enrede con ella!, ¡maldito el momento en que acepte que fuéramos novias!, ¡maldito!, ¡maldito todo!. ¿Cómo nunca me di cuenta de la clase de persona que era?

¡Soy una idiota, mil veces idiota!

Estaba a su merced y ni siquiera podía gritar, solo la observaba.

Y lo que veía era repugnante.

Tenia miedo.

Esa mujer estaba completamente loca, al grado de mantener a Isabel secuestrada con tal que no interfiriera entre ella y yo.

–Bien Amor. Aquí estaremos mas cómodas. –Hablo cuando me dejo recostada en la cama.

Solo la podía observar, trataba de ver por todos lados, intentaba con todas mis fuerzas en mover mi cuerpo, pero todo era inútil.

–Será mejor que me deshaga de estas cosas cariño, no quiero que alguien nos vaya a interrumpir.

–¿Pero de que esta hablando? –Pensé.

Vi que estaba esculcando mis bolcillos para sacar mi celular, cartera y algunas otras cosas más que tenía. Todo eso lo metió en una caja fuerte donde alcance a ver que estaba el bolso de Isabel.

–NO... ¡¡Esta loca!!

Regresó su vista a mi, ahora con una sonrisa maliciosa que causo cierto repelús en mi corazón.

–¿Qué pensaba hacerme esa mujer?

–Jimena... –se acerco a mi, tocando delicadamente parte de mi vientre. –No sabes las ganas que tengo por que vuelvas a ser mía, como aquella vez ¿Te acuerdas? –Pregunto como esperando a que yo le respondiera.

–No sabia a que se refería.

–Ese día, después del la cena de clausura en la convención. ¡Ah... estabas tan caliente!, tu cuerpo, nuestros cuerpos se deseaban tanto. –Dijo mientras desabotonaba mi camisa.

–¿De qué demonios hablaba? ¿La convención? ¿Hablaba del viaje?

–Esa noche, me hiciste tocar el cielo toda la noche, estabas imparable y era obvio, después de que te di esa bebida. ¡Dios te convertiste en fuego!

–¡Qué! ¿Habla en serio?.– abrí los ojos de sorpresa. –¡Ella me había drogado!

–Sorprendida, verdad amor. –Observo divertida mi expresión. –La misma cara me hiciste poner cuando me dijiste que te irías de mi. –Se torno triste. –Pero sabes una cosa. –Me observo cuando por fin logró retirarme la camisa. Estaba sentada en mis piernas. –Tú nunca te iras de mi lado. Mil veces prefiero verte muerta a que estés pensando en estar con alguien más que no sea yo. Nunca lo permitiré. Te lo dije y te lo volveré a repetir las veces que sea necesario. –Se quito la bata, dejándola totalmente expuesta. –¡Tu eres mía Jimena! –Atacando mis labios con su asquerosa boca.

–––––––––––––––––––––––––––––––

Siento mucho estar desaparecida en esta historia. Hay momento en los que no sabes que seguirá y estando ya en los últimos capítulos se torna difícil decirle adiós.

La única cosa que puedo decir en este momento es...

¡¡¡Por un carajo, alguien ayude a Jimena!!!

Muy pronto subiré la continuación.

Pd: Mientras pueden pasarse a mi otra historia "La amante perfecta"

Las cosas se están tornando interesantes en la vida de Renata. Y... como pequeño spoiler; Está a punto de pasar algo que cambiará la vida de nuestras protagonistas.

Espérenlo!

Nos leemos Luego.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro