41. Revelaciones
Disfruten del capítulo.
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-¿Qué quieres decir con que no la encuentras, Alexa?
-No se dónde esté, llevo días sin localizarla. No ha ido al taller, sin mencionar que sus amigas no saben nada.
-No puede ser, tenemos que hacer algo.
-Ya estoy en ello, Jimena.
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Por Natalia
<<Horas antes en la oficina>>
Las puertas del edificio se abrieron, por donde uno girase había gente exparciéndose por todos los alrededores.
Menos mal que solo venía de visita.
Después una mañana donde por poco me atrapaban con Jimena, recibí la llamada de mi asistente para informarme sobre los pendientes de hoy. La reunión particular con la jefa de planeación en la empresa tenía que efectuarse al medio día. Relaje mi rostro pues no quería estar en el mismo sitio que la novia de Jimena.
Sabía de antemano que esa relación se debió a algo precipitado por ella y del cual no existía ningún sentimiento de amor. Aunque no me agradaba el hecho de engañar a las personas, ni mucho menos mostrarme como la amante.
La secretaría me pidió esperar en la sala de reunión donde se llevaría a cabo. Saque mi celular y envié un par de mensajes a Jimena.
Esa mujer en verdad me hacía feliz. Una
sonrisa se esbozó en mi cuando mencionó que hablaría lo más pronto posible con Tatiana para terminar con su relación. Eso daba paso a una nueva oportunidad para nosotras.
Y no está dispuesta a volver a perderla
-Buenos días. -Menciono una mujer entrando se trataba de Tatiana, respondiendo su saludo también.
Todo transcurrió de lo más normal hasta que terminamos de hablar de negocios y comenzó a preguntarme sobre otros temas.
-¿Te gustaría una copa de vino?
Negando de inmediato pero tras su insistencia tuve que aceptarlo.
-Gracias no me gusta tomar sola, Naty.
-Descuida. -¿Naty? No le había dado autorización para que me tutee en ese momento.
-Y cuéntame ¿vives aqui?.
-Sólo por una temporada.
-Es una lastima, me hubiera gustado tenerte aquí más tiempo.
-Tengo negocios en otras partes.
-Comprendo aunque, bueno la ventaja es que aún te tengo aquí. -tomando distraídamente parte de mi mano en un leve rose.
Esa acción puso alerta mis sentidos. Lo que claramente ella desconocía era que yo sabía a la perfección que tenía novia. Así que... Quise tantear la situación para ver hasta dónde era capaz de llegar. Al menos así tendría una excusa de terminar con Jimena.
-Si, es una ventaja.
-Dime quisieras ir a beber una copa.
-Estamos haciendo eso ¿no?
-Me refiero a salir a un lado para conocernos mejor.
-Claro... aunque en estos momentos tengo mi día ocupado.
-Descuida, tratándose de un bombón como tú, puedo esperar el tiempo que sea necesario. -Respondiendo con una sonrisa falsa.
-Vaya era toda una conquistadora. Pensé
Más tarde en mi despacho mientras trabajaba recibí un mensaje de un número desconocido, al abrirlo me percaté que se trataba de Tatiana. Esa mujer era muy insistente cuando se lo proponía, pero yo también tenía lo mío y tenía mis pies bien puestos. Mi corazón pertenece a una sola persona y no existe nadie que me pueda hacer cambiar de opinión.
...
-En resumen eso fue lo que sucedió cariño. Tatiana no es quien tú crees.
-mmm... No sé qué decir al respecto. Podría decir que me lo imaginaba, pero realmente no. Siempre tuve una imagen de ella que ahora que me comentas eso, se ha caído totalmente.
-Si te dije esto fue para que aquello que le vayas a decir o que te tenga planeado decir lo veas de la manera más atenta y si es que intenta retenerte actúes muy acertiva.
-Si, así lo haré. Gracias por apoyarme Naty. Sé que esto tampoco es fácil para tí, por eso de verdad te agradezco que estés a mi lado.
-Solo quiero lo mejor para ti amor. Tomes la decisión que tomes, la aceptaré.
-Gracias...
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Por Jimena
La reunión término temprano y sólo hacia falta completar la papelería que se entregaría.
Hoy en la tarde pasaría a recoger mi auto de la agencia. Tuve que escoger a final de cuentas algo más económico a lo que me hubiera gustado pero era necesario conseguir uno para poder moverme por la ciudad.
Tengo que ahorrar para comprarme algo similar a lo que tenía. -Pensé.
Tan pronto concluí mis actividades salí de la oficina, horas más tarde ya estaba en casa con el auto en puerta. Fuí un rato a dar la vuelta, aún era un poco temprano así que no abría problema en pasar por algo de comida.
Natalia había salido a ver a sus padres, luego de nuestra salida y de haber hablado nos sentimos mejor. Aunque me dió mi espacio para pensar mejor las cosas. Saber que la persona a quien nunca has dejado de amar tiene un nuevo amor es muy difícil de sobrellevar. Después de todo habíamos creado historia y debía decidirme sin lastimarlas.
Aunque claro está a que con Isabel ya no tenía futuro debido a que ya había encontrado alguien más.
Por otro lado estaba el tema de Tatiana, no podía creer que fuera capaz de querer seducir a Natalia. Eso era el colmó y sólo me demostraba que no había cambiado.
Aparque el auto en un negocio de comida y baje por algo que comprar. Me senté cerca de la barra para esperar mi pedido. Revisaba algunos mensajes de mi celular cuando escuché una voz que se me hizo conocida.
Observé a la mujer mejor, haciendo que sintiera mi presencia y en efecto era ella, la que se suponía es la novia de Isabel, Alexa creo.
-Qué tanto me miras. -pregunto un poco molesta.
-Eres tú la novia de Isa... -no termine de hablar cuando una mujer ajena a nosotros se acercó a ella y la abrazo preguntando que había ordenado.
-¿Cariño ya ordenaste?
-Si, amor en un momento voy, sigue al auto.
-Esta bien. -Paso una vista rápida a mí, y yo solo le sonreí cortésmente. No lo podía creer esa perra estaba engañando a Isabel.
-Vaya vaya, no lo puedo creer. -hable.
-¡Qué cosa!. -Preguntó observandome tratando de recordarme ya que al parecer no me identificaba.
-Es increíble, como puedes estar haciendole eso a Isabel. Ella no merece que la engañen.
-¿De que habl...? - al momento que caía en cuenta quién era yo y que me refería. -Mira yo...
-No no no, No tienes que darme explicaciones a mí, es a Isabel a la que le debes una disculpa.
-No, escúchame.
-Vaya que eres lo peor tú...
-Puedes bajar la voz y escuchar.
-No, es que no me vas a convencer de algo que acabo de ver... Le estás viendo la cara a Isabel.
-Te puedes calmar. Isabel y yo no somos novias.
Frene de seguir cuando escuché aquello que me dejó confundida. -¿Qué? ¿Cómo que no son novias, explícate?
-Bien lo dije, y es todo lo que diré. Ella me pidió mentir ese día que nos viste. No le pareció que le hayas mentido con lo de "tú compañera de trabajo" y aún mucho más importante que hayas desconfiado de su palabra cuando te decía que ella y yo solo eramos amigos.
-Entonces tú y ella no...
-No no somos nada, por ella solo siento un cariño de amistad. Mi corazón le pertenece a la mujer que acabo de salir y que seguramente debe estar molesta por tardarme mucho así que si me disculpas.
-No, espera una cosa más. Sabes si ella aún sigue sintiendo algo por...
-Querida, eso es algo que deberías de preguntarle a ella. Las dos necesitan hablar y aclarar sus cosas.
-Comprendo, gracias. -Me agaché deprimida por lo que había escuchado. Sentí su mano en mi hombro y voltee a verla.
-Mira se que no debo de meterme en lo que no me incumbe pero realmente ella te ama como loca. - dicho eso salió del establecimiento.
...
Me movía de un lado a otro de la cama, esa noche no pude conciliar el sueño, las palabras que había escuchado de Alexa seguían retumbando mi corazón. Isabel seguía amándome, saber que estuvo sufriendo por mí este tiempo solo me hacía pensar más en ella...
Debía hacer algo al respecto.
Salí muy temprano en dirección a la casa de Isabel, debía hablar con ella. Toque un par de veces pero nadie respondió. Subí al auto a esperar si alguien llegaba, mientras marque su número pero tampoco recibí respuesta.
-¡Donde estás Isabel! -pose mi frente en el volante mientras dejaba salir el aire. Escuché mi celular sonar y no me inmute en ver el número sólo respondí rápido para no perder la llamada.
-¡Isabel, amor soy yo Jimena!
-Eh... No soy tú amor, soy Joel.
-Ah... Lo siento. ¿Qué pasa Joel?
-Bueno creo que al parecer estás intentando arreglar las cosas eso es bueno.
-Si, necesito hablar con ella, pero no la logró localizar.
-Según tengo entendido ellas había salido con sus amigas de vacaciones por unos días pero... Luego de hablar con ella dijo que regresaría antes para ir a verte. Pensé que ya lo había hecho.
-¿Qué? ¿Cómo que hablaron? ¿De que o qué?
-Hay algo que debes saber Jimena, Tatiana no es quien dice ser.
-¿A qué te refieres?.
-Aquella vez del hospital. Cuando le pedí que contactará a Isabel al parecer no lo hizo.
-¿Qué? Pero si tú me dijiste que hablaron por teléfono, tú estuviste presente.
-Si, pero nunca marco sólo simuló la llamada.
- No, no puede ser verdad.
-Lo es.
Maldita, me había mentido. Sentí arder mi sangre, una rabia tremenda difícil de describir estaba surgiendo en mi. Sabía, una las cosas que más odió en la vida es que las personas me mientan y Tatiana lo había hecho.
-¿Jimena me escuchas?
-Eh... Si, te dejo tengo que ir a hablar con alguien.
-Si, tranquilízate lo mejor es que mejor hables primero con Isabel.
-Eso será después, tengo que ir a arreglar unas cosas antes.
(Fin de la llamada)
Pise el acelerador, tan pronto me incorpore a la avenida principal marque al número de Tatiana pero me enviaba directo a buzón. Insistí un par de veces más hasta llegar a su casa, baje de inmediato del auto y toque incistentemente su puerta. Nadie salía ni siquiera alguno de sus empleados. Volví a marcar pero está vez a la oficina, ahí me dijeron que aún no regresaba dado que había salido de última hora al proyecto que estaban vigilando o al menos eso sabían.
Regrese a casa a esperar no tenía caso andar dando vueltas para encontrarla, tarde o temprano aparecería.
Pasaron un par de días y nada aún. Eso ya se estaba poniendo raro.
Regresando del trabajo por fin logré comunicarme con Tatiana, según me comentó ya venía llegando a la ciudad pero el auto se le había averiado y tuvo que quedarse en un hostal mientras lo reparaban.
No quise enfrentarla por teléfono, aguardaría a que llegara para poder hablar con ella.
Le seguí el juego de novia preocupada y me mantuve al pendiente para el momento que ella llegue.
Mi celular volvío a sonar y esta vez de un número desconocido pensé dos veces antes de contestar pero al final terminé por hacerlo.
-¿Quién eres?
-¿Jimena? Soy Alexa.
-Ah... Sí, que sucede.
-¿Oye haz estado con Isabel?
-Eh... No, no la he logrado localizar.
-Es muy raro, no he podido encontrarla en casa.
-¿Qué quieres decir con que no la encuentras, Alexa?
-No se dónde esté, llevo días sin localizarla. No ha ido al taller, sin mencionar que sus amigas no saben nada.
-No puede ser, tenemos que hacer algo.
-Ya estoy en ello, Jimena. Eh llamado a la policía y están haciendo lo suyo.
-Aún así, no podemos quedarnos sólo con eso, debemos de salir y buscarla.
-Muy bien, iré a inspeccionar junto con las amigas de Isabel algunas calles que ella frecuenta, centros comerciales, bares del sur...
-Bien yo buscare por el norte. Mantenme al tanto de cualquier cosa que sepas.
-Claro.
-Fin de la llamada.
Subí por una chamarra de inmediato a la habitación, tome las llaves del auto y conduje por unas horas entrando a tanto establecimiento o parque encontraba pero fue inútil, no había rastros de ella.
¿Donde estás Isabel?
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-Veamos... Llamadas pérdidas... Ajá ajá amigos, número desconocido, ajá... Alexa, ajá... Jimena. Ah... Así que también te está buscando mi novia.
Tatiana saco la llave de su bolso y abrió la puerta donde se encontraba Isabel atada de manos tu piernas en una silla a un costado de la cama.
-¡Sueltame maldita! -pronuncio cuando al fin le había retirado el pañuelo de la boca.
-Nop, no lo haré, así que deja de gritar que aquí nadie te escuchará. Estamos como a 20 kilómetros fuera de la ciudad. Así que ahorrate el esfuerzo.
-¿Por qué haces esto?
-Preguntas porque, te metiste con lo mío y es algo que no puedo tolerar.
-¿Qué? Hablas de Jimena, ella no es de tú pertenencia, no es un objeto. ¡Ella no te ama!
-¡Cállate estúpida! -soltando una cachetada al rostro de Isabel. -Ella me ama y se quedará a mi lado. Y si se niega, bueno... Tal vez tenga que hacerte compañía mientras veo que hacer contigo.
-¡Qué! No no te atrevas, no por favor a ella no... ¡No lo hagas...! -gritando mientras veía a la mujer salir de la habitación. -¡Estas loca Tatiana, suéltame!
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Se acerca el final.
Espero disculpen la tardanza, a veces la inspiración es difícil de encontrar.
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Nos leemos luego.
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