34. Reencuentro
Por Jimena
Pasaron unos días luego de haber salido del hospital, no me encontraba con los ánimos suficientes para quedarme en casa, eso solo me deprimiría aún más.
Hoy quedé con Tatiana para salir a algún lugar luego de su reunión claro.
Me emocionaba el hecho de trabajar en algo nuevo y que por supuesto el jefe me contemplará en esos planes. Eso me daba más ánimos para seguir esforzándome.
Pero por otro lado, no sabía en sí que quería hacer con Tatiana, ¿Había tomado una decisión muy apresurada? Estaba de más decir que no la amaba, le tenía apreció y cariño por todo lo que ha pasado, pero no tenía ningún sentimiento de amor hacia ella.
Aún así no sabía cómo hablar de esto con ella al respecto.
...
Luego de un largo día regresamos a mi casa, se le veía algo cansada, así que solo paso a dejarme y casi de inmediato se fue. Tampoco es como si tuviera el interés de que se quedará a dormir conmigo que aunque dió esa sugerencia antes le mencioné que lo mejor sería que fuera a su casa y nos viéramos después.
Luego de dos intentos fallidos en tener sexo con ella, había perdido el interés de eso y prefería evitar cualquier tipo de acercamiento.
Me costaba mucho trabajo seguir con mi rutina diaria, lo único que tenía en mi mente era... Claro a Isabel.
Me lamentaba todos los días que ya no estuviera conmigo, tan poco le importaba mi existencia que ni siquiera un mensaje me había envíado solo para saber de mí salud.
No sé cómo es que no mori en aquel accidente, al menos estaría en paz y al lado de mis padres que tanta falta me hacían.
Esos pensamientos suicidas no te traen nada bueno, decía mi subconsciente.
Pase a la cocina por una botella de whisky por desgracia mía la última que tenía se había acabado.
Aún era un poco temprano, por lo que tome mis llaves y salí a comprar cerca del centro de la ciudad donde se encontraba un pequeño bar que suelo o más bien solía frecuentar.
No demore mucho en llegar, llegué a la barra y pedí un par de copas, las bebí tan rápido que sentí perder la noción de mi tiempo. Mi cuerpo se estaba acostumbrado a esta sensación de relajación infinita aunque fuera por un corto tiempo.
Pase un momento al baño, la verdad es que ya me tambaleaba un poco. Abrí una de las puertas de los inodoros y me quedé un momento ahí, no me importó en lo mínimo el bajo grado de salubridad del sitio.
Personas entraban y salían del lugar. Decidí hacer lo mismo, pero antes pase a una tienda cercana para comprar algunas reservas de alcohol. En lo que llegaba mi pedido, algo llamó mi atención, una voz muy conocida que se discipo tan pronto salió del lugar, aquella persona iba hablando por teléfono, algo de unos asuntos legales no se bien. Pero tenía la sensación de conocerla, salí lo más rápido que pude del ahí, ni siquiera recuerdo si me regreso mi cambio el cajero. Cruce la avenida para poder alcanzarla, pero era difícil seguirle el paso, la ví cruzar el parque central así que deje mis bolsas cerca de un árbol y me aventure a seguirla. Corrí pero fue inútil cuando la ví subir a un taxi alejándose de mi entorno visual.
-Esta voz... -pensé -No, no podría ser ella. -Me dije a mi misma. -No, no podría ser Natalia. -Reafirme
...
Regrese a casa sin bolsas ni nada por que alguien amablemente se había llevado lo que había comprado.
Me metí a la tina y relaje mi cuerpo. Sentí como de golpe regresaban aquellos recuerdos de felicidad que viví al lado de mi primer amor. Me dolían los ojos de soportar ver tanto sufrimiento en mi, que sin inmutarse comenzaron a desprenderse lágrimas de una esperanza vacía por volver a ser feliz como lo fui antes.
Me recosté en la cama, aún con el cabello húmedo me dormí tratando a toda costa de no seguir pensando en ellas.
...
-Cariño, se me hace tarde para llegar al aeropuerto.
-Tienes todo listo.
-Si.
-Entonces vamos.
Esta mañana acompañaría a Tatiana al aeropuerto, tengo entendido que por órdenes de el jefe la quiere en ese sitio el tiempo suficiente para poder acabar cualquier detalle ya que luego de eso, estaremos enfocados a otros asuntos.
Admito que sentía un alivio por qué ella estuviera lejos este tiempo, al menos me daría un espacio para pensar cómo decirle que esto no podía funcionar. No quería lastimarla pero estar unidas así lo hacía aún peor.
-Me tengo que ir cariño. Te amo. -menciono cuando unió sus labios en un beso de despedida.
-Cuidate mucho. -Respondi
-Lo haré. -mientras se alejaba entrando a la sala de espera próximo a abordar.
¿Te amo? Qué tan difícil es decir unas palabras, ¿Por qué no pude responder de igual forma?. -No, no podía hacerlo, ya que ese sentimiento no es mutuo. - Pensé.
...
De regreso aliste mis cosas, tome un taxi y me dispuse a ir al trabajo, aunque sea unas horas. Pase nuevamente por el mismo parque de aquella vez esperanzada en encontrar indicios de Natali pero no tuve éxito.
- Jimena, me da gusto que ya te encuentres mejor. Poco a poco te estarás incorporando por lo mientras espero ya te hayan informado del trabajo que estaremos haciendo en este periodo.
-Estoy al tanto de eso.
-Bien, por el momento quiero que revises estos documentos, más adelante te diré que te reúnas con las personas de la otra constructora.
-Claro
...
Salí directo a casa, por fortuna el jefe era considerado y dado que estaba asistiendo sin autorización medica. Me permitió por lo menos hacer trabajos aunque fueran mínimos.
Para la tarde recibí una llamada del jefe diciendo que habría una reunión mañana y que sería importante que fuera.
Terminé de revisar los documentos, hice unas anotaciones para luego irme a dormir. Quería estar fresca para mañana pues dado que Tatiana no se encontraba yo era como la segunda a cargo en dar una opinión o recomendación.
Por otra parte me sentía ansiosa de que fuera mañana, desconocía cuales eran los motivos si siempre he participado en este tipo de situaciones. Pero algo me decía que mañana sería único.
Desperté super tarde, por desgracia no había podido conciliar el sueño hasta hace un par de horas.
Me vestí tan rápido como me permitía mi estado actual de salud, tome una ligera taza de café y pedí un taxi, el cual tardo demaciado en llegar.
A veces pienso que todo se pone en tú contra con momentos así, pues un viaje de 15 minutos se sintió como de una hora.
Para cuando llegue al edificio ya habían pasado 10 minutos de la hora establecida. -El jefe me mataría. -pensé.
Le pedí a la chica de recepción una carpeta con documentos necesarios. Subí por las escaleras hasta el cuarto piso, por desgracia mía el elevador estaba saturado de gente.
Antes de entrar a la sala me acomode bien la camisa blanca que estaba usando, por fortuna no tenía rasgos de haber hecho hasta lo imposible por llegar tarde.
-Siento la tardanza. -mencione al ir entrando.
-Pasa Jimena aún faltan unas personas más.
Tome uno de los lugares en la parte de enmedio, al perecer no era la única que llegaba tarde así que ya podía relajarme, mientras aproveche en ordenar mis documentos que por las prisas estaban todas revueltas.
"Buenos días" dos palabras tan básicas y sencillas que me hicieron temblar cuando fueron pronunciadas.
-Disculpen la tardanza, el tráfico es muy pesado en esta Ciudad.
-No se preocupe, al parecer ya estamos todos aquí así que podemos dar inicio a esta reunión.
Ya no encontraba forma de dejar de sentir este miedo, está nostalgia, este odio por la persona que tenía sentada al lado mío.
Quería que la tierra me tragara y me llevará a algún otro continente lejos de la presencia de ella, quién se notaba tan sorprendida como yo de estar este día, en la misma sala, juntas.
-¡Es en serio, Natalia! -pense
_________________
Qué les pareció, reaparece alguien importante para Jimena...
Comenten, den LIKE y compartan
Por cierto feliz día del Amor y la Amistad
🎈😍😍🌹
Nos leemos luego.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro