Como no me gusta verlos sufrir, aquí está un capítulo más.

*[A V I S O]*

Recién inicie una nueva historia.

"La amante perfecta"

Eh aquí un pequeño resumen.

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Renata una chica con grandes deseos de superación y éxito. Silvana una mujer tan fría y cerrada con sus sentimientos, que lo único que busca es el poder.

El primer encuentro que tuvieron no fue como lo desearan.

De la nada Renata soltó un beso a Silvana haciendo que está solo reaccionara con una bofetada.

Pronto las circunstancias las vuelven a unir de una forma diferente. Silvana piensa equivocadamente de Renata y la trata de la peor manera.

¿Cómo conseguirá Renata la aceptación de Silvana?

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Ahora sí, continuemos con el capítulo.

Disfrútenlo 😘

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Por Tatiana

Me sentía tan realizada después de escuchar la palabra "novia", sobre todo viniendo de los labios de Jimena.

El último empujón dado, había abierto de una vez por todas la posibilidad de tener algo con ella.

Llegué a tener mis dudas acerca de si quisiera intentar algo conmigo. Teniendo el carácter que tiene era posible que me dijera que no.

Pero, el escuchar que la ingrata de Isabel no se había aparecido en el hospital en todo este tiempo fue la gota que derramó el vaso para ella y no dudo en refugiarse en los brazos de alguien más.

Debo admitir que no me agrada ser el pañuelo de los demás pero no podía desaprovechar está oportunidad. Ella se encontraba tan vulnerable, muy probable que de no haberle propuesto eso, hubiera caído en una depresión, y eso no lo podía permitir.

...

Le pedí a la secretaria agendar una reunión con la ingeniera a cargo del proyecto... Natalia creo que se llama, no lo recuerdo muy bien.

Mientras, inicie atendiendo otros pendientes que se fueron acumulando luego de que Jimena estuviera incapacitada.

-Te has enamorado Tatiana. - Pensé. Por qué al menos en mi sano juicio no estaría trabajando de más. No en algo que no me correspondiera.

Salí por una taza de té a la cafetería, me encontraba cansada, luego de trabajar por lo menos cinco horas sin parar, era comprensible.

Aproveche en marcarle a Jimena para saber cómo se encontraba, cual fue mi sorpresa que al oírla noté un leve grado de alcohol circulando en la forma de su habla.

-Cariño te encuentras bien.

-Mejor que nunca.

-Eso puedo escucharlo.

-¿Quieres venir a la casa? -sonando en un tono algo coqueto.

-Eso suena muy bien cariño pero aún no salgo de la oficina.Esto no es lo mismo sin ti.

-Lo se, soy muy necesaria. -alzando su ego más de lo que frecuentemente lo hacía.

-Bueno, no te adornes tanto. Sabes que, me convenciste alístate que te iré a ver en un rato. Sabes a lo que me refiero... -Y colgué.

Querer aprovecharme de una chica alcohólica no solía ser mi estilo, pero querer aprovecharme de mi novia cuando traía unas copas de más, eso sí valía la pena intentar.

Se a la perfección que su estado se debía a la  situación emocional por la que estaba pasando, el refugiarse en el alcohol podría traer consigo serios problemas en un futuro pero por ahora no quería recriminarle eso.

Volví a la oficina para recoger mi bolso y unos papeles que terminaría de revisar más tarde, estaba ansiosa por llegar a casa de Jimena y disfrutar de su hermoso cuerpo que aunque estuviera un poco lastimado no dejaba de serlo.

Nadie en la oficina sabía de nuestra relación aunque esperaba que con el tiempo esto cambiara, es probable que supieran de las preferencias sexuales de ambas, al menos por algunas relaciones de Jimena que llegaron a formar parte del tema de conversación de muchos aquí, uno muy importante fue el de la hija de uno de los socios con el que estuvimos trabajando.

La niña se había encaprichado con Jimena al grado de querer atosigarla todo el tiempo, por suerte no pasó a más, dado que el padre de esa chica envío a su hija al extranjero y nunca más volvimos a saber de ella. Por fortuna Jimena supo librarse bien de eso y no afecto los intereses laborales con el socio.

Salí de la oficina no sin antes verificar mis pendientes próximos con la secretaria. El más cercano, la reunión con la ingeniera de la constructora, como no quería hacerlo tan formal recomendé que fuera en un lugar tranquilo, cerca de nuestra zona se encuentra un restaurante-bar por lo que la reunión se llevaría acabo ahí.

Próximo a salir al estacionamiento me interceptó el jefe quién quería que volviéramos a su oficina para revisar unos documentos que de última hora le habían llegado.

-Tatiana necesito un reporte detallado para mañana a primera hora, así que trabaja en ello.

Sali de la oficina echa una furia, el maldito me hizo perder una oportunidad de oro con Jimena y ahora tendría que trabajar de ser posible toda la noche en este documento.

...

-Lo siento cariño no podré ir a tú casa hoy, tengo mucho trabajo y no creo poder terminar pronto. -fue el mensaje que le envié.

Pasaron cerca de cinco minutos y sólo había respondido con un simple "Ok", se había molestado (yo también lo haría).

Regrese a mi oficina con una taza grande de café y me dispuse a trabajar.

Salí del edificio cerca de las 3 de la mañana, el único que se encontraba aún era el vigilante quién amablemente me escoltó hasta el estacionamiento, sino fue eso, simplemente quería ver mis piernas gracias a la corta falda que llevaba.

Tenía la intención de llegar con Jimena pero me sentía tan cansada que decidí ir a la mía.

...

Al día siguiente me levanté muy temprano y conduje llegando con Jimena. Salí del auto y toque el timbre esperando esperanzada que me contestará pero nunca sucedió. Decidí retomar el camino hacia la oficina.

Pase a la cafetería y bebí una taza de té caliente puesto que aún me quedaba tiempo de sobra para ingresar. Revise un momento mis pendientes que la secretaria había enviado a mi correo y me encontré con la sorpresa de que tendría que viajar la siguiente semana para seguir con los pendientes del otro proyecto.

Eso sólo significaba una cosa, estaría lejos de Jimena por un tiempo. Mi día no podía ir peor.

...

La tarde transcurrió sin novedad. Por suerte salí temprano y no ví para nada la cara del jefe.

Saliendo de la oficina me fui directo a la casa de Jimena, esta vez sí salió a recibirme. Se notaba algo mejor al menos eso pienso.

-¿Quieres beber algo? - preguntó mientras sacaba una botella de whisky

-Solo una copa de vino. - respondí -Como sigues amor- pregunté

- Creó que ya estoy mejor. Necesito incorporarme ya al trabajo o me moriré de aburrimiento.

-Si aunque el doctor te pidió reposó. Deberías de aprovecharlo sabes.

-Para nada. Me siento ya bien. 

-De hecho te tengo que decir que el jefe quiere que trabajemos en un nuevo proyecto de la mano con otra empresa.

Terminé por contarle todos los detalles del nuevo proyecto en que trabajaríamos, se le veía entusiasmada y ansiosa por comenzar. Además de decirle que viajaría la siguiente semana a donde habíamos estado para seguir monitoreando el trabajo. 

-Me agrada la idea, y estoy ansiosa por ponerme en marcha con ello.

-Si, esta semana me reuniré con la encargada de la otra oficina, sólo fijaremos acuerdos..

-Me gustaría acompañarte.

-Aunque eso me encantaría también prefiero que descanses y te repongas al 100%. Primero está tu salud.

-Ah... De acuerdo. -virando sus ojos. -Pero por otro lado, estarás fuera ¿Cuánto tiempo?

-Aún no lo sé. -observe una leve molestia en su rostro. Sin embargo no quise darle mucha importancia a eso. -Te estaré avisando después.

-De acuerdo.

Tomé mi copa de vino y camine hacia el sofá en que se encontraba Jimena, no se inmutó en separarse y abrió un espacio para sentarme a su lado.

-¿Te gustaría ver una película? -Pregunto

-mmm... No, la verdad no. Aunque me gustaría ver algo mucho mejor. -Respondi

-¡Ah sí! - preguntó en tono coqueto. - ¿Qué te gustaría?.

-Bueno me gustaría... -acercandome a sus labios. -Probar un postrecito. - uniendo sus labios con los míos, que debido al vino adquirían un sabor embriagador. 

Deje la copa en la mesita y me incorpore de nuevo a sus labios está vez lo hice más intenso. Me encantaba sentir la humedad de estos, recorriendo cada línea de principio a fin de los míos.

Baje un poco mi mano derecha hacia la comisura de su blusa, eso dió luz verde para encender a Jimena, quién ahora se apartaba de mi para dejar su copa también y sentarse en un rápido movimiento sobre mis piernas que en ese momento se encontraban desnudas por la falda ejecutiva que yo usaba.

-mmm... ¡Qué lindas piernas! -menciono acariciando un extremo de mis muslos y volviendo a besarme, ahora ella tomando el control de la situación.

Jimena era del tipo único que le excitaba sentir que tenía el control durante el sexo, tal vez eso era lo que más me encantaba de ella.

No pude resistirlo más y como pude le retire la blusa de una teniendo acceso ahora a su blanquecina piel. Continuamos besándonos y antes de que comenzara a quitarle el brasier, mi celular comienza a sonar.

-No contestes -menciono

-No lo haré. - Respondí

Siguieron insistiendo hasta que terminaron en artarme por lo que tuve que separarme de ella para poder contestar (más valía que fuera importante)

- ¡Qué quieres, ya no estoy en la oficina! - explanee a la secretaria siendo la que me llamó.

-Lo siento ingeniera es sólo que el jefe está pidiendo una reunión de última hora hacía todos los encargados de departamento.

-¡Qué! ¿A qué hora?

-En treinta minutos. Cómo usted salió un poco temprano tuve que avisarle ya que la mayoría se encuentra en la oficina.

-Ok voy para allá. -colgue

Jimena sólo bajo de mis piernas y se fue directo a la cocina, se había molestado. Lo único que hice fue seguirla darle un beso en la mejilla e irme.

No sé porque, pero sentía que una fuerza sobrenatural estaba en nuestra contra, para ser más específica no encontraba un momento en paz y a solas con ella.

Estuve en reunión por más de hora y media, nada relevante sólo lo que ya sabía respecto a los nuevos proyectos y grupos de trabajo que habría en este ciclo.

Además rectifiqué que estaría lejos dos semanas haciendo mi relación más complicada.

...

Este jueves de llevaría a cabo la reunión con la ingeniera, para mí suerte después de eso, me tomaría el día para quedar con Jimena eh ir de compras o simplemente hacer algo.

Llegué diez minutos antes al restaurante, mientras esperaba revisaba la carta y ordene una copa de vino. Enseguida la persona de recepción llegó a mi mesa acompañado de una persona.

Me levanté para recibirla y cuál fue mi sorpresa encontrarme con una mujer sumamente hermosa, la primera impresión que tuve antes de reunirme con ella, es que tratándose de alguien tan importante pensaba que fuese una mujer mayor de edad, que aunque esa ropa y maquillaje le subía un poco los años en el fondo veía que estaba cerca de los treinta años.

-¿Ingeniera Natalia? -Pregunte para rectificar

-Si, usted es la Ingeniera Tatiana.

-Asi es, es un placer. Por favor solo dígame Tatiana

-Un placer Tatiana, de igual forma sólo Natalia.

-De acuerdo Natalia.

Ambas tomamos asiento, era una mujer poco común ver por esta zona. El porte que engala es superior al de muchas chicas que eh conocido. Me gustaría tratar de intentar algo con esta chica pero no sabría cómo reaccionaría. Tendría que trabajar en ello.

- Bueno Natalia cómo usted sabe, tanto la empresa de usted como la de nosotros estará trabajando por un periodo determinado. Necesitamos revisar todos los rubros entre otras cosas que puedan requerir ser aclaradas.

-Comprendo. De hecho traigo aquí unos papeles que son necesarios llevarle a su jefe para que los revise y con base a eso tomemos decisiones.

-Bien, me gustaría que revise estos documentos y que exponga su punto de vista.

Debo admitir que la encontraba muy interesante, algo estirada y fría pero nada de eso le quitaba lo hermosa que se veía. Podría decir que estaba igual de linda que Jimena. Su castaña cabellera le desbordaba con una cascada sobre su ajustada blusa que envolvía sus pechos y que le hacía entallarlos a la perfección.

Aunque había algo que no me terminaba de gustar de esta mujer, cosa del cual no hiba a mortificarme.

...

-Es todo, lo demas lo revisaremos en reunión.

-Perfecto. -Respondi

-Bueno Natalia, hemos terminado dime... te gustaría beber algo.

-No gracias tengo trabajo. Si no te importa me tengo que ir.

Ambas salimos del lugar y antes de que dijera algo tomó su auto y se marcho, vaya que había quedado impresionada con esa mujer por suerte estaríamos trabajando en conjunto así que no había excusa de querer probar algo o... a alguien.

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Nos leemos luego

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