18. A placer
Sin reeditar de aquí en adelante, lamento errores de redacción y demás.
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Por Tatiana
Mi palabra nunca se ha puesto en discusión, por ello todo lo que diga se tiene que cumplir. En el trabajo tengo a mucha gente cumpliendo mis ordenes, no me gustan las cosas a medias y detestó la ineptitud.
No suelo generar amistades, considero que todo aquel que te rodea cumple una función; o sirve para ti o quiere algo de ti. Entonces establezco mis barreras y pongo mis reglas, si la gente las acepta se quedaran sino, no me interesa nada de ellas.
Pero... Las cosas fueron un poco diferentes cuando conocí a Jimena. Esa chica siempre saltaba esas reglas llegando casi a pleitos por ver quien tenía la razón, por supuesto ambas generabamos argumentos concretos que hacían que nuestro trabajo fuese impecable, por ello él jefe de la constructora la integro en mi equipo de trabajo dado su dominio y conocimiento de muchos proyectos en los que hiba incluyéndose.
Para mi ella representaba una gran molestia dado el choque de carácter. Pero, eh de admitir que eso me agradaba siendo la única persona que ha representado un verdadero reto tanto profesional como personal.
La primera vez que la vi creí que solo era una de esa niñas que a la primera infracción se hiba corriendo pero no, al contrario siempre mostró valor para afrontar cosas y aunque era nueva siempre mostraba que todo lo tenía bajo control. Quizá eso era lo que me molestaba, que existiera otra persona capaz de sacar las garras si fuera necesario para defender lo suyo.
Los primeros acercamientos con ella como lo mencione antes fueron meramente pleitos de la manera más profesional que existiese. Aunque por otro lado me atraía de otra manera, es muy linda, el porte y su carácter la hacer ver sumamente sexi, más de uno se le ha acercado para invitarla a salir los cuales han sido rechazados. Quizá nunca me hubiera atrevido a estar de otra forma con ella si no hubiera sabido que le gustasen las chicas.
...
En una ocasión tuve que salir más tarde de lo habitual por una junta de último tiempo, estando fuera del estacionamiento, vi a Jimena cruzar las puertas principales mientras hablaba por teléfono. Tuve una oportunidad de ir con ella y llevarla a su casa pero justo cuando me hiba acercando un auto se estacionó frente a ella. Creí que se trataba de su novio o un amigo pues quien bajo fue un hombre algo mayor, pero al observar más la escena aquel hombre sólo mostró un gesto de respeto hacia Jimena y luego abrió la puerta del copiloto donde bajo una chica algo joven y de inmediato se lanzo a los brazos de Jimena, esta la recibió con un beso que poco a poco se fue tornando más pasional. Luego de ello ambas subieron y se marcharon del lugar.
Dias después escuche una conversación telefónica de ella, al parecer diciendo que tendría mucho trabajo y no podría ver a quien quiera que fuese la otra persona esa noche, posiblemente la otra chica se había molestado porque note que le corto la llamada. Pero lejos de eso cual fue mi sorpresa encontrarme esa misma noche a Jimena en el mismo bar que yo, bailando muy sensual con una chica diferente de aquella vez que la vi.
Entonces lo supe, -¡Jimena era una perra!, igual que yo. Me atraía demasiado, la deseaba desesperadamente pero, no sabía como acercarme. Se suponía que el trato que ambas tenemos es simplemente de trabajo, pero ella cada vez que la veía entrar a mi oficina tan... demandante, tan... dominante, me hacía quererla aún más. No buscaba ninguna cursilería sólo calmar aquel deseo pasional por ella. Entonces si quería que eso pasara tenía que actuar.
...
La fiesta de la empresa, ese tenía que ser la excusa perfecta para hablar con ella. No se si lo haya notado pero ese día lleve el traje que mejor hacia resaltar mis atributos, tuvo que haberlo notado porque tenía a toda la oficina comiéndome con la mirada. Esa noche se acerco a la barra de bebidas donde me encontraba, se sentó a mi lado sin darse cuenta de mi presencia. Pidió una bebida la cual le entregaron al mismo tiempo que me daban la mía siendo exactamente el mismo trago. Volteo a verme y extendió una cálida pero sensual sonrisa, que hizo también devolverle el saludo. Pronto ambas nos encontrábamos charlando de cualquier tontería o para ser más especifica de nuestros enfrentamientos laborales por ver quien tenía el dominio, me sorprendió lo fácil que era hablar con ella nada que ver por como se comporta en el trabajo. -"Aquí lo que sea, allá lo que importa" - fueron sus palabras señalando que se comporta tal cual el lugar. Eso me agrado, demuestra el profesionalismo que tiene. Pasó la noche y decidimos salir del lugar obviamente evitando que nos vieran juntas, todos en la oficina sabían de la relación que ambas teníamos así que teníamos que seguir conservando eso, odio mutuo y todo profesional si es que quería algo más con ella y así evitar los chismes.
-Y... ¿Tienes novio Tatiana?
-¿Qué?, no por supuesto que no. Y tú, ¿tienes?
-¿Qué, novio? Jajaja no, no me van los chicos.
-Entiendo, ¿Entonces novia o a alguien?
-No, nada de ello. Por ahora sólo busco divertirme y pasarla bien.
-¡Vaya coincidencia Jimena! Tampoco me van ellos y sólo quiero pasarla bien. - ladeando mi sonrisa y viendo fijamente sus labios mientras viajábamos en mi auto conducido por mi chofer. Ella no se inmutó e hizo lo mismo que yo pero a diferencia de mi, se lanzó a mis labios devorándolos como si no hubiese un mañana.
Llegamos a un hotel y nos hospedamos en una suite, esta de menos decir que no fuimos precisamente a dormir. Desde esa noche muchas cosas en ambas cambiaron, el sexo con ella era otro nivel el dominio que tenía en la cama me excitaba demasiado. En el trabajo la relación era la misma de lucha, pero comenzó a ser difícil puesto que la quería conmigo a toda hora. Perdí la cuenta de las veces que lo hicimos en mi oficina a costa de que alguien nos sorprendiera. Cada quien seguía con su vida normal, ella salía con chicas, yo también lo hacía. Pero a comparación de ella que lo veía como sólo sexo, yo estaba empezando a sentir cosas. Traté a toda costa de evitar eso desde el principio pero fue imposible, la quería sólo para mi.
Una noche que teníamos planeado reunirnos para obvias razones la invite a cenar y ahí le dije lo que estaba sintiendo. Ella se sorprendió un poco por mi declaración, pero de inmediato expreso que no se sentía de la misma manera, si era verdad una cosa, yo le gustaba pero no tenía ese sentimiento de amor por mi y por nadie. Ahí había entendido muchas cosas, aunque no me daría por vencida tan fácil y seguí aceptando los términos que nos unió. El sexo continuaba pero más que eso fui acercandome más a su vida personal, ambas nos sentíamos bien y podría jurar que ella se estaba enamorando de mi.
Hasta hace un tiempo en que repentinamente dejo de frecuentarme, me evitaba mucho y más de una ocasión me cancelo por "compromisos", luego de eso llego el evento la cual nuestra empresa fue invitada para presentar proyecto, decidí llevar aquel donde Jimena tenía mayor participación y así fuera conmigo. Sabía que algo pasaba, el comportamiento de ella era diferente se había vuelto un poco más dócil y me evitaba a toda costa. Debía descubrir que era lo que ocurría.
Estando en la convención el primer dia una chica permaneció con ella en un foro, note como veía Jimena a esa chica pero no le di importancia, tarde o temprano regresaría a mi, pero más de una ocasión no durmió en la habitación, dejándome siempre con las ganas.
Una noche recibí la peor noticia de mi vida, me estaba pidiendo distancia, me estaba hablando de una relación que recién iniciaba por lo que según esto "la respetaba". Quería decirle tantas cosas pero decidí reservarlas para algo que le tenía planeado, si bien debía mostrar madurez y evitar a toda costa sobresaltos de mi parte que ya en más de una ocasión me había visto hacer.
Alguien había pasado por mi mente y si mal no recordaba aquella niña con la que la vi podría ser la "noviesita" de mi Jimena.
Detestaba la idea, el simple hecho de que fuera feliz con alguien más que no era yo me hacia enfurecer. Ya tenía planeado un momento para nosotras y si todo salía bien ambas lo disfrutariamos como en los viejos tiempos.
La cena de clausura fue la indicada para reunirnos, actúe cautelosa y mostrando que no me había afectado en lo absoluto lo que me dijo. Sencillamente esa noche la pasamos de maravilla pero si quería mi bono tenía que actuar ¡ya!
Nos servían en la barra pero a diferencia de mi que mi copa sólo contenía refresco pues al chico se lo pedía como "encargó especial" poco a poco Jimena se empezaba a relajar más y era entonces momento para poner en acción la fase dos. La última copa que le sirvieron contenía una droga afrodisíaca que hace que la persona comience a tener deseo sexual, debía actuar pronto y sacarla de ahí por que el efecto era muy fuerte. La quería para mi sola no para que se armé la urgía. Llegando al hotel subimos a una habitación especial que había reservado para esa noche, por supuesto le pague una muy buena cantidad de dinero al personal para que dijeran sólo lo que Jimena necesitaba oír. -"Tuvo los que llevarla cargando a su habitación por lo mal que se encontraba". Una vez dentro le di una última pastilla para que se animará y aguantara toda la noche.
-Tengo un poco de calor Tatiana.
-Dejame ayudarte. -al momento que bajaba su cierre y comenzaba a darle castos besos en el cuello.
-¿Qué haces? - preguntó queriendo resistir un poco.
-Sólo quiero bajar tú... Nuestra calentura. - y así sin más giró a mi dirección arrinconandome en la esquina de un mueble donde comenzó a besarme intensamente, con cada beso que me daba me transportaba a las ocasiones donde ambas lo deseábamos con desesperación. En sus ojos podía ver a la Jimena que disfrutaba dominarme y quien era yo para negarle ese deseo. Ni siquiera se tomo el tiempo para desabotonar el vestido, lo rompió a la mitad dejando a la vista mi lencería. Continuó besandome tomando con una mano mi cabello y con la otra acariciando mi pierna.
Dedicó un tiempo en observarme como saboreando aquel helado que estas a punto de probar. Antes de que dijera algo abrí rápidamente la puerta del mueble donde me encontraba y saque un maletín colocándolo encima y mostrando su contenido.
-Este es tú regalo, has lo que quieras con él. -sus ojos primero fueron de impresión pero de inmediato supo que es lo que debía hacer.
-Entonces por que no los estrenamos. -viendo que podría usar primero dado que en ella se encontraban toda clase de juguetes sexuales y accesorios. Saco unas esposas, me jalo hasta estar cerca del sofá hincandome frente al respaldó. Tomó mis manos y me las esposo con la perilla del mueble quedando mi parte superior en el aire. Separo ampliamente mis piernas hincándose atrás de mi.
-Entonces dime... ¿Qué es lo que quieres? -pegando su cuerpo a mi espalda haciendo que quede más colgada.
-Ahh... -tratando de articular palabra cuando mis gemidos comenzaban a florecer.
Al notar que no respondía recibí una nalgada haciéndome excitar aún más.
-Te he hecho una pregunta. -Menciono jalando ahora mi cabello para que la observara aunque por la posición en la que me encontraba me era muy difícil, mientras sentí como lentamente empezaba a masajearme la entrepierna donde ya estaba más que mojada.
-Coge...me.
-¿No te he oído?... -frenando abruptamente
-Cogeme...! -casi gritando por haber frenado.
-mmm... Lo que tú digas cariño. - bajando mis bragas y dandome el mejor orgasmo de mi vida.
Aquella noche la había disfrutado tanto, uso sino es que todos los juguetes conmigo y... aunque se que no recordará nada, no pierdo las esperanzas para que este nuevamente conmigo.
...
Sólo diré algo, se esperar y tarde o temprano ella regresará a mi y esta vez para siempre mi adorada Jimena.
-Te amo Jimena. -besando su espalda desnuda mientras dormía.
Nos leemos luego
(°ロ°)☝ಠ_ಥ
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