La fábrica de juguetes estaba muy atareada, y no hay una fábrica de juguetes sin los duendes. Shippo y Kirara, los cuales no eran elfos por excelencia, se conformaron con disfrazarse de duendes, pues no era necesario hacer dilemas por asuntos élficos. La fábrica ocultaba un secreto, un secreto que Shippo y Kirara querían descubrir. Pues, desde su llegada al Polo, quisieron resolver la incógnita ¿Por qué Inuyasha Santa Claus tenía que llevar siempre puesto su gorro?

Quisieron preguntarles a las elfos estrellas Kagome y Kikyo, pero no lograron sacarles palabra. Quisieron preguntarles a Sango y a Miroku, los que más juguetes hacían en la fábrica, pero como siempre estaban peleando, tampoco tuvieron éxito. Naraku, el que empacaba los juguetes, estaba distraído en sus planes de iniciar un chanchullo para cambiar de trabajo, cosa que no logró. Querían preguntarle a Sesshomaru (el cual había sido apodado el Grinch), pero antes de preguntarle les surgió otra incógnita.

– ¿Por qué te dicen el Grinch?
– Porque odio la navidad
– ¿Y por qué odias la Navidad?
– Porque me dicen el Grinch - responde fastidiado.

Parecía el secreto de la fábrica irresolvible, pero aún tenían el plan B. Un día mientras los distraídos duendes seguían con sus tareas. Shippo y Kirara entraron a la oficina de la fábrica a escondidas, y ahí pudieron resolver el misterio. Un pequeño arbolito de navidad crecía de la cabeza de Inuyasha Santa Claus.

– ¿Por qué no te lo quitas?
– Porque sino ya nadie vendría a preguntarme ¿Por qué llevas siempre puesto el gorro?