Hashire sory yo~ kaze you ni~ tsukimihara wo~ Padoru padoru~!.

Capitulo especial
espero les gusté.

The Loud house no me pertenece, es propiedad de Nickelodeon.

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"Ok mujer, sólo ve hacia el y hazlo!", Maggie estaba frente a la casa Loud dándose ánimos a si misma

"Estas en todo tu derecho y nadie puede oponerse", hoy era el día de Navidad y sólo quería un regalo que ni Santa ni nadie podía darle, excepto...

El, su novio, Lincoln Loud.

Sus mejillas se sonrojaron como luces navideñas, a pesar de haberlo hecho antes, cada vez que lo hacían la pelinegra quedaba llena de sentimientos felices y cálidos que la dejaban hecha toda una feliz boba.

Un besó, algo que para algunos era algo no muy especial, para Maggie era lo mejor en lo que podía pensar al ver su conejito.

" jeje~ mi conejito~", terminó por sonrojarse aún más, eso sumado a su ropa de invierno terminarían por causar que la niña terminará derritiéndose.

Sabía que sólo debía acercarse a la puerta, golpear, esperar que alguien abriera y obtener algo aún más dulce que cualquier golosina navideña de los labios de su novio.

Aún así los nervios, como cada vez, la hacían sentirse nerviosa y bastante cohibida de besar a Lincoln con toda la familia de este en la casa.

Sin darse cuenta, y aún parada frente a la casa, una sombra se acercó a ella.

Lucy había estado afuera, esperando que la imagen de los árboles sin hojas y de apariencia oscura debido a las nubes que flotaban sobre la ciudad le diesen alguna inspiración para un poema nuevo.

Así que fue leve su sorpresa al ver a la novia de su hermano acercarse a la casa y luego... Quedarse congelada y con un rostro cada vez rojo murmurando sola.

Aunque, el que uno de los pasatiempos de ella y sus hermanas fuese estar al tanto de la relación entre la chica de grandes atributos y su hermano, le dio una idea de lo que ocurría.

Ya habían visto esa actitud en la chica anteriormente.

Acercándose sin sonido alguno Lucy decidío darse a conocer.

"Hola".

"Aahhh!", Maggie con el corazón a mil y ahora no por los pensamientos románticos, se dio vuelta y vio quien era.

"Oh, Lucy, h-hola, vaya que me sorprendiste".

"Puedo ver que tus deseos carnales perturban tu corazón evitando que te acerques a la fuente de tales deseos".

"Deseos carnales...? Que! Lucy por favor no días esas cosas!", ahora más tranquila la niña mayor se sintió un tanto incómoda al verse descubierta junto a lo que pretendía lograr.

"*suspiro* sabes, incluso si entras y vas con Lincoln, tendrás que vocalizar tus deseos, es mi hermano y lo amo, pero aún así es bastante...", Lucy sintio un poco de pena por Maggie.

La verdad sea dicha, a pesar de que su relación llevaba un tiempo, Lincoln seguía siendo bastante denso de a la hora de ser romántico, Maggie terminaba siendo quien diera pasó a cosas como abrazos y besos en la relación.

Maggie sólo soltó un suspiro que enorgulleció a Lucy.

"Lo se, y está vez vine preparada con algo especial, que de seguro hará que sea el quien me bese esta vez", metiendo la mano en el bolsillo de su abrigo la joven saco un lápiz labial nuevo.

Claro que además del delineador de ojos no era de usar maquillaje, pero cuando su madre le dio el labial y comento como este no sólo resaltaría sus labios sino que también era uno de esos afrutados, y que de seguro Lincoln no podría resistirse a ella.

"Ya veo, creo que tendrás suerte, no sólo por eso, mis hermanas están en sus habitaciones cada una con sus regalos, y creo que Lincoln sigue en la sala frente al televisor, ven conmigo y entremos".

Maggie asintió con aprobación y siguió a la pequeña gótica hacia el interior.

El interior de la casa estaba adornado con toda clase de adornos navideños, aún así Maggie no prestó atención a ello, buscando con la mirada y encontrando en la sala de estar frente al televisor a su objetivo.

Lucy le deseo suerte y se marchó escaleras arriba.

Maggie tomo aire y aprovechando un pequeño espejo cerca de la puerta, se colocó el lápiz labial.

Sus labios ahora brillaban de un lindo color rosa y de ellos flotaba un atrayente olor a frutas dulces.

Y así decidió acercarse a Lincoln.

"Vamos, vamos sólo un poco más y pasaré al siguiente nivel", el albino estaba más que concentrado con el nuevo videojuego que Santa le había dado esta Navidad.

Así que cuando Maggie apareció a su lado de repente, no noto el brillo en sus labios.

"Maggie, hey! No te escuche tocar", a pesar de la presencia de Maggie, Lincoln volvió a ver a pantalla frente a él.

"Bueno, es porque Lucy abrió la puerta, así que como estuvo tu día?", era gracioso para cualquiera que viera a Maggie, ya que esta, tratando de hacer ver el labial exageraba ligeramente el movimiento de sus labios.

Mientras Lincoln contestaba y contaba algunas cosas graciosas ocurridas durante la cena de la noche anterior o la pequeña guerra con sus hermanas a la hora de abrir regalos, una espía observaba la escena.

Lucy había ido a su habitación, vio a Lynn hablar por teléfono con cierta persona y se dispuso a buscar algo que de seguro podría ayudar a Maggie.

Una vez lo encontró, se acomoda en las escaleras y observo a su hermano y su novia interactuar.

Vio a Lincoln y Maggie hablar acerca de sus regalos, compartir algunas bromas, planear lo que harían durante el resto de sus vacaciones entre otras cosas.

Mientras la pareja hablaba, ocurrian dos cosas, Lincoln se distraía con su juego y Maggie trataba de llamar su atención con gestos labiales un tanto exagerados.

Lucy estaba segura que el objeto en su bolsillo sería de ayuda ahora, ni siquiera Lincoln podría pasarlo por alto.

Pero como colocarlo sobre ellos?.

"Sabes Maggie, yo, eh, tengo un regalo para ti, pero lo dejé en mi habitación, si quieres podemos ir por el, o puedes esperarme aquí", ahora era el turno de Lincoln de verse un tanto nervioso.

"Un regalo? Oh vaya Lincoln, no debiste", a pesar de sus palabras Maggie estaba completamente feliz de que el le diera algo especial.

Lucy vio como su hermano se levantaba del sofá y su novia decidía acompañarlo, y así supo donde podría colocar el objeto en su bolsillo.

Lincoln y Maggie llegaron a la habitación de el chico, Maggie se sonrojo levemente al estar en la habitación de su novio y completamente solos.

Lincoln abrió un cajón de su escritorio y de el saco un rectángulo envuelto en papel de regalo.

"Recuerdo que lo viste durante nuestra cita en el centro comercial, y bueno, aunque dijiste que no era lo tuyo, creo que te quedará muy bien", después de hablar le dio el obsequio a Maggie.

Esta abrió el paquete y adentro vio una diadema negra con un pequeño moño rojo en uno de sus lados.

"Espero que te guste", Lincoln estaba algo nervioso era la primera vez que le daba un regalo a Maggie y esperaba haberlo hecho bien.

Maggie sólo sonrió, tal vez no era un beso pero definitivamente le gustaba su regaló.

"Claro que me gusta, gracias Lincoln", con una feliz sonrisa y mejillas sonrojadas se colocó la diadema.

Lincoln sonrió y tomó la mano de Maggie, ambos salieron de su habitación, pero cuando abrieron la puerta.

*sonidos de cascabel*

Ambos vieron hacia arriba, sobre el marco de la puerta de Lincoln, un muérdago con un par de cascabeles sonó.

Ninguno noto como una de las puertas cercana se cerró.

Lincoln vio a Maggie y sonrió.

"Creo que es hora de otra costumbre navideña", con ternura tomo ambas manos de Maggie y besó a su novia suavemente en los labios.

Pasados unos segundos se separaron.

Maggie sólo vio a su novio lamer su labio inferior y...

"Oye, que sabor es el de tus labios?", Lincoln pregunto inocente.

"Qu-que tal si vuelves a besarme y lo averiguas?".

Lincoln  sonrió.

"Creo que lo haré, ah u feliz navidad Maggie~".

Y mientras volvían a juntar sus labios para un beso más largo y amoroso, Maggie sólo pudo pensar en dos cosas.

Lo bien que se sentían los labios de su novio y lo genial que eran los muérdagos.

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Un especial algo corto mientras terminó el otro capítulo.

Pensaba publicarlo mañana pero no creo estar consciente :V

El moño a futuro a quien podría pertenecer?*guiño guiño*

Votar, comentar y compartir motiva a seguir escribiendo.

Sin mas.

Felices fiesta para todos.

Auf wiederssehen.