XL
Kendrick
La tarde comenzaba a hacerse larga entre tantas cosas que ordenar. Llevábamos semanas revisando las cuentas; las inversiones, el capital aportado por los socios de cada complejo que se había construído de un par de años atrás, a la fecha; revisamos ingresos y egresos. Estábamos trabajando en volver a revisar y dejar todo claro en los libros contables; hasta la compra de un jodido lápiz, si era necesario. Aún no teníamos idea de en dónde se encontraba el hoyo negro. Los proyectos eran muchos y el manejo de dinero, una locura. Estábamos hablando de millones y millones de dólares. Pero estaba seguro de que cada día nos acercábamos más al responsable.
No pude mantener más tiempo a raya a Nathan, después de todo, él era de los que más conocimiento tenían en el área contable y administrativa; así que tomé el riesgo. Decidí que era momento de ponerlo al tanto de la situación así que esa misma mañana nos habíamos encerrado en mi oficina durante un buen rato. Realmente pareció sorprendido, cuando le comenté lo que sospechaba pero aún así no me fiaba de nadie.
Era verdad que Nathan llevaba años siendo mi amigo, desde la universidad, para ser exactos y siempre lo había considerado como mi segundo hermano. Me apoyó cuando más lo necesité, me apoyó cuando Astrid murió y después, cuando lo de Ulrik. Sin embargo, sabía que la duda era mi mejor arma en aquel momento, y es que, en ocasiones, de la persona que menos lo esperas, es de quien recibes la puñalada en la espalda.
El vaivén insistente del pie de Tessa comenzaba a crispar mis nervios. En cuanto Nathan se marchó de mi oficina ella se internó sin intenciones de salir, si no era para que fuéramos a comer. En ese momento se encontraba sentada en uno de los sillones, con su tableta en mano y las piernas cruzadas, meciendo su pie que quedaba en el aire.
No encontraba la manera educada decirle que la quería fuera de mi oficina.Ya había intentado de todo; que tenía mucho trabajo (Lo cual era cierto), que no creía poder despegarme del escritorio por el resto del día, que estaba esperando una llamada importante (Que también era verdad); en fin, nada parecía dar resultado.
Suspiré con hastío.
Todo lo que pasaba últimamente me estaba rebasando y luego estaban esas jodidas fotografías que quién sabe quién había filtrado a las revistas de chismes. Sabía muy bien que la había cagado al invitarla a cenar la otra noche, me estaba comportando de una manera estúpida, sólo por tratar de no pensar en Milena.
Supuestamente había llevado a Tessa al Royal, porque era un lugar íntimo, donde todos los asistentes conocían las reglas (O al menos los que sabían del verdadero giro del lugar, que era la mayoría) y la más importante era la privacidad. Estaba seguro que eso era cosa de alguien que quería joderme.
Pero yo no tenía enemigos, al menos no que fueran de mi conocimiento. Los únicos que podrían buscar hacerme mierda eran los familiares de Astrid, pero eso sólo sería posible si conocieran la verdad, lo cual podría jurar que no era así.
¡Maldita sea!
El caso es que las estúpidas fotos, sólo habían servido para alentar la insistencia de Tessa y eso sólo le afectaba más a ella, pues yo estaba a nada de mandar todo a la chingada y no quería lastimarla ni que pensara que sólo jugaba con ella. Maxwel era una excelente relacionista pública y diseñadora, una profesional intachable y una buena amiga; era una mujer bella, sin duda; pero en mi cabeza, en mi corazón (Aunque suene ridículo) y en mi vida, ya había una mujer y difícilmente iba a cambiar. Aún si mi destino era mantenerme lejos de ella.
—Señor...—La voz de Susan me sacó de mi burbuja.
Oprimí el botón en el intercomunicador para responder.
—Dime, Susan...
—Llamó el piloto. El avión ha aterrizado sin contratiempos. —informó.
Relajé un poco mi postura. De reojo ví a Tessa reacomodarse; levantó la vista de su tableta, poniendo toda su atención en las palabras de mi asistente.
—Excelente, Susan. Gracias. —Me limité a responder.
—¿Qué avión? —La rubia se puso de pie y se encaminó hasta quedar a un lado mío —¿El de Ulrik y... Ella?
—Correcto —apunté.
—Bueno, espero que Rochester sepa hacer bien su trabajo. —La forma despectiva en la que hablaba cuando se refería a Milena, no me hacía ni un ápice de gracias.
—Hasta ahorita no ha habido ninguna queja ¿O sí? —Enarqué una ceja.
Se encogió de hombros.
—Todo es perfectible, Kendrick...
¡Carajo! Lo que menos necesitaba era escuchar los comentarios sisañosos de esa mujer.
—¿Por qué decidiste no ir con ellos? —Apoyé los codos sobre los reposabrazos de mi silla, entrelazando los dedos a la altura del abdomen—. Vas a necesitar las fotografías para la campaña de lanzamiento —Continué hablando —. Pudiste aprovechar ese viaje y coordinar con el fotógrafo.
—Aún tengo bastantes cosas que hacer aquí, antes del lanzamiento, Kendrick. — Rodó los ojos, exasperada.
Asentí.
—Bien —Me reincorporé en mi asiento, volviendo toda mi atención en la pantalla de la computadora —. Entonces no quiero ser el causante de que la campaña se atrase, Tessa. Ve a comer, para que puedas continuar avanzando con los pendientes. Yo, definitivamente, no voy a salir hoy —dije lo último mientras ojeaba algunos papeles, fingiendo buscar algo en especifico, aunque la realidad era que su presencia y sus comentarios me irritaban en ese momento y no pretendía seguirla oyendo.
—¿Acaso crees que todo este tiempo me he estado rascando el ombligo?—preguntó ofendida. Volví a poner toda mi atención en ella, con mi mejor cara de indiferencia —. He estado adelantando bastantes cosas, a decir verdad. — Agitó la tableta que aún llevaba en la mano, con algo de dramatismo.
—Excelente —dije con voz plana —. Continua con eso, entonces —Apunté rumbo a la salida.
Su expresión inicial fue de sorpresa; pero de inmediato se recompuso, fulminándome con la mirada. Abrió la boca para reclamar lo que sea que se le estuviera cruzando por la mente, pero la volvió a cerrar sin decir ni una sola palabra. Bufó, dio media vuelta y por fin, desapareció de mi oficina.
***
El jueves por la mañana, Nathan, Russell y yo, nos encontrábamos en la sala de juntas. Al parecer, O'Neal había encontrado la punta para tirar del hilo; un par de números de cuentas reflejadas en algunos movimientos de la empresa. El primero aparecía dentro de los abonos a los fondos de inversión de los proyectos, ¿Lo extraño?... Aparecía con el registro de una empresa distinta, en cada depósito, además de que las cantidades de dinero eran pequeñas, en comparación con las que solían manejarse. El segundo número de cuenta también aparecía con nombres distintos, todos de proveedores de insumos para el corporativo o materiales para construcción; en ese caso, las cantidades que se transferían de Arquitech a esa cuenta, eran considerables.
—Kendrick... —Nathan se quitó los anteojos que solía usar cada vez que utilizaba la computadora y se frotó los ojos, liberando un suspiro. Dudó un poco — Además de Ulrik, tú y yo ¿Alguien más tiene acceso a las contraseñas de las cuentas de la empresa?
Arrugué la frente.
—¿Qué? Por supuesto que no —Lo analicé un momento—. Bueno, probablemente Tessa.
Lo ví tragar saliva un tanto nervioso. Asintió con la vista perdida en la nada. Russell se mantenía en silencio, sopesando la situación y, posiblemente, ideando la acción legal más óptima para el caso.
—Eso reduce las posibilidades, entonces...—musitó Nathan.
Una punzada aguda se centró en mi pecho. Sabía lo que mi amigo estaba pensando en ese momento, y me negaba rotundamente a creerlo.
—¿Alguien, además de nosotros y el área contable conoce la situación de Arquitech? —Fue su siguiente pregunta.
—Únicamente Ulrik...—respondí cortante —. Deja de pensar estupideces, O'Neal, ¿Está bien? —Me negaba a querer ver lo que, aparentemente, era obvio.
Asintió, pero esa mirada de desconcierto no desaparecía. Seguramente yo estaba igual. En ese momento me sentí culpable por haber desconfiado del hombre que estaba sentado a mi lado, por dejar que mi paranoia me gobernara y no haber recurrido a él desde el inicio.
Pero aunque Nathan no tenía nada que ver, al final resultó que no estaba del todo equivocado; alguien cercano, alguien en quien había depositado mi entera confianza, estaba tratando de joderme. Tessa Maxwell.
—Tranquilo Kendrick —Se puso de pie, comenzando a recoger sus cosas —. Permítanme hacer unas cuantas llamadas para investigar realmente a quién o quiénes pertenecen estas cuentas— Alternaba su mirada entre Greco y yo—, así nos será más fácil comenzar a atar cabos...—Hizo una pausa, para después dirigirse a mí —. No te voy a mentir, amigo; la situación es muy delicada.
—¿Crees que no lo sé, Nathan? ¿Crees que no sé lo que esto significa? —gruñí, frustrado —. Pero creeme que no voy a pagar por las porquerias de otra persona. Cuando compruebe que esa mujer es la que está detrás de todo esto, no me voy a detener. La voy a refundir en la cárcel —Mi nudillos blanquearon de la fuerza que estaba ejerciendo. Quería salir en ese momento y ahorcarla con mis propias manos.
—No te adelantes, Kendrick — Me cortó. —Aún no estamos seguros de nada. Es posible que alguien haya conseguido las contraseñas de alguna otra forma. Las cuentas —dijo, levantando el folder que tenía en la mano —. Las cuentas nos van a decir todo —Kendrick... —Dudó nuevamente —. Creo que deberías considerar salir del país mientras todo esto se soluciona...
—¿De qué estás hablando muchacho? —Intervino Greco —. Ese sería el peor error que pudiera cometer.
—¿Pero si te das cuenta que en cuanto el gobierno descubra esto, van a venir por él?—Espetó Nathan —Kendrick, esto no va a tardar en salir a la luz. Estos números ya no se pueden ocultar, te tienen hundido hasta el cuello. Van a congelar tus cuentas y las de todos los socios, Arquitech quedará incautada, seguramente nos van a investigar a todos; pero tú eres el dueño, tú vas a ir preso inmediatamente mientras comienzan las averiguaciones. Yo sé que no es la mejor solución, pero...
—Por supuesto que no es la mejor solución —Interrumpió Russell, nuevamente —. Por el contrario, eso complicaría todo. Lo que necesitamos en este momento, es conseguir todas las pruebas para comprobar la inocencia de Kendrick. Hijo —Se dirigió a mí —, esto es una bomba de tiempo y está a nada de explotar; y no hay nada que podamos hacer al respecto, más que comenzar a prepararnos para el juicio y no esperarnos a que nos agarren desprevenidos. Muchacho —Le habló a Nathan —, investiga todo lo que puedas de sobre esas cuentas y vamos a necesitar cualquier documento que contenga las firmas de Kendrick, también; autorizaciones, requisiciones, todo de todos los proyectos en los que estén inmiscuidas esas putas cuentas.
—De acuerdo —dije.
—Voy a darme prisa con esto —comentó Nathan, para después salir apresurado rumbo a su oficina.
—Bien...—Russell suspiró pesadamente —Voy a comenzar a armar el caso. Todo va a estar bien, Kendrick. —Me dió un ligero apretón en el hombro.
—Gracias, Greco.
Recogió sus cosas y salió de la sala de juntas.
Aflojé mi corbata y el cuello de la camisa. Me sentía asfixiado. Sólo quería que esa pesadilla terminara. Regresé a mi oficina a buscar directamente un vaso de whisky para relajarme. Tomé mi teléfono y marqué el número de Holt, quien respondió enseguida.
—¡Colleman! Que gusto escucharle. ¿En qué te puedo ayudar?
—Necesito que pongas a algunos de tus hombres a vigilar a una persona —apunté.
—Seguro, ¿Cuál es su nombre?
—Tessa Maxwell
—¿Cómo? ¿A tu novia?— preguntó, sorprendido.
Rodeé los ojos. Putas fotos.
—Sabes en dónde encontrarla —comenté sin más. No iba a detenerme a darle explicaciones.
—Claro, de inmediato envío un par de hombres para allá— aseguró.
—Perfecto.
Lo siguiente que hice, fue reunir hasta el último documento de los desarrollos involucrados en ese desmadre. Me disponía a ir a la oficina de Nathan para analizarlos juntos, cuando la voz de Susan se hizo presente a través del conmutador.
—Señor, unos agentes de la Unidad de Inteligencia Financiera, están aquí...
La bomba acababa de explotar.
***
¡Hola, preciosos lectores!
Ya sé lo que están pensando. "Cada vez más tarde" jejeje, 😅 me disculpo por eso, y de una vez les comento que es probable que el capítulo de mañana también lo esté publicando a esta hora más o menos 👉👈
weno, weno... Ahora sí vamos a sección de preguntas:
Ahora sí las cosas se pusieron color de hormiga para nuestro Kendrick... 😥😓
¿Qué pensaría este hombre, si supiera que mientras él está tratando de resolver esta broncota, la Mile anda besuqueando a su hermano? 🤭🤭
¿Qué creen que descubra Nathan?
¿Habrá modo de sacar a Kendrick de esta?
Este capítulo ha sido uno de los que más trabajo me han costado, la verdad. Espero no haberlos decepcionado. 😬
Me despido, guapísimos.
Iré a leer un rato y luego a dormir. 😴😪
Les mando un beso. Bonita noche.😘😘
Nos leemos mañana. 😉
D.Hill
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro