La media noche llegó con un aire a tristeza, Hyunjin estaba en negación, Seungmin había despertado después de permanecer a su lado toda la tarde, Jeongin no se alejaba ni un solo segundo del omega y a Hyunjin le resultaba incómodo, normalmente toda la atención del alfa menor era para él.

Minho les había explicado a los tres todo a profundidad.

Aquella omega que había padecido la misma enfermedad de Seungmin también había estado a punto de morir cuando encontró a sus alfas, era como una reacción de defensa del omega, como si deseara llamar la atención de sus alfas, por ello jugaba con el cuerpo de su humano, en especial con el corazón.

Jeongin entendió rápido e incluso parecía feliz, Minho le permitió quedarse con Seungmin, pero Hyunjin no quería aceptarlo.

Llegó a la capilla arrastrando los pies, Jisung ya estaba allí.

—No, —dijo Jisung cuando Hyunjin quiso acercarse para abrazarlo, Hyunjin se detuvo solo porque sintió el olor de Minho impregnado en todo Jisung, el olor es fuerte, Hyunjin recuerda que Jisung no podía acercarse mucho a los alfas con olores fuertes porque terminaba mareado, por ello el olor peculiar de Hyunjin era atrayente, un olor suave, dulce como la miel pero con un toque cítrico. —Solo te diré una cosa Hyunjin, —Jisung mantenía su mirada firme, —vete, y lleva a Seungmin contigo.

Hyunjin sentía su cuerpo débil.

Negó con la cabeza, —no me pidas eso, no quiero irme sin ti.

—Tienes un omega en tu destino y no soy yo, Hyunjin no hagas las cosas más difíciles, no sé cómo Minho podría perdonarme esto. —La mirada de Jisung se volvió preocupada. —Debes irte, ve con Jeongin y Seungmin, cuida bien de Seungmin.

El omega se dio la vuelta dispuesto a irse.

—¡No me iré sin ti! —gritó Hyunjin.

Jisung respiró profundo, sentía dolor en el pecho, pero extrañamente no era por Hyunjin, sino por Seungmin, el omega tendría que soportar que Hyunjin aún está enamorado de él.

La culpa lo domina, ahora que puede decir que lo que sentía por Hyunjin es solo un bonito recuerdo de un amor prohibido y fugaz que se ha ido, su mente se llena de Minho, de todo lo que el alfa ha hecho por él, la forma en la que lo trata, lo dócil y atento que es, el deseo que tiene hacia él.

Regresó a su habitación sorprendido de ver a Minho despierto.

—¿A dónde fuiste? —preguntó casual el alfa mientras se colocaba su pijama, Jisung se apresuró a ayudarlo.

—Fui a tomar algo de aire fresco al jardín, hoy fue un día intenso. —explico con una mentira.

Minho asintió hipnotizado por el rostro de Jisung, este se mantiene concentrado acomodando cada botón de la camisa para dormir de Minho.

—Escuche un rumor en la cocina hace un momento, —comentó el alfa.

—¿Sobre qué?

—Me felicitaron porque pronto tendré a mi primer hijo, —el tono de Minho es sensual.

Jisung enrojeció, había olvidado que su tía le advirtió sobre lo que dijo para ganarle a Felix.

—Ahhh... Je —sonrió nervioso y evitó la mirada coqueta del alfa, —mi tía dijo algo sobre eso... hoy... es que estaba discutiendo con Felix y se le... escapó la mentira. —Explicaba el omega jugando con la seda de su pijama.

Minho le tomó la mano, —bueno, podemos arreglarlo...

Jisung le miró confundido, Minho le tomó de la cintura con su diestra mientras que su siniestra se posó sobre el abdomen plano del omega.

—Hagamos que la mentira se vuelva real, —le dijo al oído.

Jisung cerró los ojos, —no-no estoy en celo, —excuso más no se negó.

Minho sonrió, —no importa, podemos intentarlo así, ¿Sabes lo orgulloso que estaría si pusiera un cachorro aquí sin ayuda del celo? —dijo acariciando el estómago del Jisung.

El omega sonrió y le dio un ligero golpe en el hombro, —atrevido...

—Eres mi omega, mi esposo, solo falta que seas la madre de mis hijos y con ello mi vida estará completa, —declaró con convicción, Jisung se sintió tan halagado y feliz, el omega en su pecho saltó lleno de vida, de felicidad.

—¿Entonces cuantos cachorros serán? —Minho sonrió y tomando la mano derecha de Jisung, ambos caminaron hasta la cama para recostarse listos para dormir.

—Por ahora solo uno, en un par de años podrían ser otros dos, y luego otros tres y después... -

—Espera, espera, ¿Serán tantos?

Minho le beso la mejilla, y lo abrazó a su pecho, —estoy seguro de que te verás hermoso con el cachorro en tu vientre, rellenito y radiante, será adictivo verte, por supuesto que tendremos muchos hijos.

Jisung comenzó a reír ante la declaración. Llevó sus labios a la mejilla del alfa y la besó.

Minho se alejó solo para poder mirarlo a los ojos, —te amo Jisung.

Jisung sonrió, aún no podía decir lo mismo, pero si podía corresponder el sentimiento, —yo... creo que comienzó a amarte... —dijo tímido.

Creyó que no sería suficiente, que tal vez el alfa esperaba lo mismo, pero se equivocó.

Minho se apresuró a besarle los labios, el primer beso que se sentía bien de verdad.

El alfa llevó sus manos al cuerpo del omega deslizándose suave, odia no poder moverse bien, pero sin importar el dolor en su hombro, el alfa se alzó sobre el omega y con mucho cuidado se acomodo entre las piernas de este. El besó llegó a su fin.

—Minho, podrías lastimarte, —dijo Jisung con preocupación.

El líder negó, se inclinó sobre el omega y llevó sus labios al cuello de este, Jisung cerró los ojos enterrando sus dedos en el cabello del Minho, un suspiro de placer se escapó de sus labios y otro más sonoro se escuchó cuando el alfa simuló una embestida.

La risa orgullosa de Minho hizo a Jisung avergonzarse.

—Para, no podemos... tu herida aún no sana. —pero Minho hizo oídos sordos y frotó de nuevo sus intimidades, Jisung se mordió el labio, —Seungmin está aquí a lado Minho, podría escucharnos.

Minho bufó, y paró el movimiento, miró a su omega y le dio un beso corto, para después volver a su lugar en la cama volviendo a abrazar a Jisung a su pecho.

—Mañana moveremos a Seungmin a otra habitación, debemos apresurarnos a hacer real la mentira de tu tía, —dijo juguetón, Jisung volvió a reír.

...

—Deben irse pronto ¿Cierto? —preguntaba Seungmin a Jeongin.

El joven alfa estaba sentado en un sillón junto a la cama de Seungmin.

—No podemos irnos, aun estás débil, —replicó el alfa.

Seungmin sonrió enternecido con la actitud del alfa.

En las horas que ha podido mantenerse despierto, Seungmin aprendió sobre Jeongin, el alfa es dos años menor que Seungmin, por lo que tiene 21 años, el chico prácticamente es un desertor del reino por haber ayudado a Hyunjin a escapar, se enamoró de Hyunjin mientras viajaban juntos en busca de Jisung y ha tenido que guardar sus sentimientos por miedo al rechazo del alfa mayor.

Jeongin aprendió que Seungmin es hijo del segundo matrimonio de la expareja del antiguo líder de Busan, su medio hermano es el líder actual, y ya que es hijo del segundo matrimonio de su madre, el pueblo lo ha tratado como si fuera un bastardo, bueno lo hacían hasta que Changbin llegó a ser líder, Jeongin también aprendió que Seungmin es más comprensivo de lo que parece y que no fue educado como todos los demás omegas de sociedad.

Ambos se mantienen en un ambiente relajado, hablan libremente de lo que sea, y es como si ya se tuvieran toda confianza.

—¿Crees que él... pueda aceptarnos? —preguntó de pronto Jeongin.

Seungmin le miró a los ojos y sonrió, —si no lo hace no pasa nada, solo moriremos...

Jeongin soltó una risa falta de gracia, —claro, no pasa nada.

—Ya estoy acostumbrado creer que moriré pronto, pero espero que él nos acepte. —Seungmin extendió su mano a Jeongin y este la tomó subiendo a la cama para sentarse junto a Seungmin, —haremos que nos acepte. —Afirmó el omega recibiendo un asentimiento del alfa.

—Pero... no podemos quedarnos, van a descubrirnos.

—Si, primero debemos hacer que acepte irse con nosotros.

—¿A dónde iremos? —el alfa quería saber que planeaba el que es su omega por destino.

—A la base central de la alianza rebeldes, —Jeongin le miró confundido, —mi padre pertenece al ejército rebelde, es un señor de sociedad por lo que es discreto, pero siempre trata de conseguir información, —se apresuró a explicar, —sé que es un golpe para ustedes que era militares, pero no tenemos otro lugar a donde ir, ustedes son fugitivos y en Busan no podríamos escondernos por mucho.

—Unirnos a los rebeldes es mucho más peligroso, tendríamos que pelear si la guerra estalla y-

—Innie tranquilo, —apaciguó el omega, llevó su mano derecha a la mejilla de Jeongin y la acarició, el alfa cerró los ojos disfrutando de la caricia, se sentía tan cálido y agradable, las manos del omega son suaves y delicadas, no como las suyas que son ásperas pero con olor a pólvora, bueno eso es lo que Jeongin siente, y tiene miedo de acariciar a Seungmin porque aunque el alfa sea un exmilitar joven una vez tuvo que ir al frente y disparar su rifle contra los rebeldes, es joven, pero ya lleva en sus manos el peso de la muerte.

—No será bueno para ti unirnos a los rebeldes, podrías empeorar, —explicó su aflicción, y Seungmin sintió su corazón latir enternecido una vez más tan solo esa tarde.

—Ahora los tengo a mi lado, mi corazón será fuerte, no tienes que preocuparte, —se permitió ser atrevido y le dio un beso en la mejilla.

El joven alfa lo miró con una sonrisa perfecta que hacia pequeños sus ojos, Seungmin sentía a su omega sentarse a admirar al jovencito. Un impulso más y sus labios rozaron los de Jeongin, un roce tan corto que apenas y pudo sentirse.

Jeongin no tenía idea de cómo reaccionar así que optó por sonreír otra vez.