14♡
—Voy a mandar una carta a tu casa, lamento decir esto, pero confío en ti, te iras cuando alguien de tu familia venga por ti. —Dijo Minho a Jisung, este leía un libro en su habitación.
—Está bien, —aceptó Jisung, —y ¿A quién le escribirás?
—A tu padre, —dijo Minho con tranquilidad.
—¿Qué? —Jisung se vio obligado a seguir a Minho, el alfa bajó las escaleras y caminó a la puerta principal, el caballo negro ya le esperaba. —¿Qué vas a decirle a mi padre?
—La verdad, —dijo Minho cuando subió al Caballo, Jisung tomó la correa impidiendo que el caballo avanzara.
—No le digas, por favor, mi padre está enfermo, podría recaer, —Jisung trató de convencer al alfa.
—No deberían mentirle tan cruelmente, le escribiré a él y punto. —Minho jaló la correa y Jisung tuvo que soltarla, el caballo relinchó el omega se asustó tropezando con una carreta, esta se voltio dejando a Jisung en el suelo con el pesó de algunas tablas encima, Minho bajó del caballo de inmediato, —¡Jisung! —el alfa se apresuró a ayudar a su omega. —¿Estás bien? Lo siento Jisung, lo siento tanto.
Jisung contuvo el dolor en su cadera, las tablas dieron justo a su espalda, —me duele la cadera, —informó a su esposo, que no esperó más para levantarlo en brazos y llevarlo al dormitorio.
—Agua caliente y vendas de manta, —pidió Minho al entrar a la casa, como si Jisung no pesará nada, subió las escaleras y llegó al pasillo de las habitaciones, fue suave y cuidadoso al dejar a Jisung en la cama, el omega se acomodó boca abajo. —Las tijeras, —ordenó Minho a Tzuyu que llegaba con el agua y las vendas, la mujer asintió buscando lo pedido. —Lo lamento Jisung, pero tendré que cortar tu ropa.
—Está bien, —aceptó el omega, Minho cortó una parte de la camisa y comenzó a atender el área afectada, no era demasiado grave, pero podría causar mucho dolor si no se atendía.
Las manos de Minho eran suaves y delicadas al tratar su piel, el doctor alfa se aseguró de dar un masaje que relajara los músculos para después aplicar un ungüento desinflamante. Jisung podía sentir la delicadeza de Minho para atenderle, la dedicación y preocupación en su toque, el omega se encontró disfrutando de las carias a su piel, Jisung lo disfrutaba.
—Con esto debe ser suficiente, tal vez duela mañana, pero no será muy fuerte —Minho arregló la ropa de Jisung después de dejar un trozo de manta en el golpe como si fuera un parche, —lo siento Jisung, no era mi intención lastimarte, me siento tan bruto, yo-
—Está bien, fue un accidente, —habló el omega acomodándose mejor en la cama.
—Le escribiré a tu madre, a ella sí le puedo decir la verdad así que supongo que estará bien.
Jisung se sintió aliviado, —gracias Minho.
El alfa se despidió con un gesto y salió de la habitación. A los minutos llegó Tzuyu con una bandeja de bocadillos.
—Mi señor ha pedido que se le consienta joven, también me pidió que le dijera que por favor no se levante de la cama, que yo le haré compañía, —Jisung sonrió sincero, Minho es tan atento y considerado, —joven ¿El señor le asustó con el caballo apropósito?
—¡No! No Tzuyu, que dices, él jamás me haría daño apropósito, —se apresuró a explicar, —fue un accidente, además ya ordenó que se me atienda en todo, me cuida, —"si, nos cuida, porqué nos ama".
...
—Para llegar a Ganan faltan un par de kilómetros, —dijo Hyunjin a Jeongin, —los mercaderes que nos trajeron nos dejaron en el cruce de la entrada de Busan, estamos cerca.
—¿Qué haremos al llegar?
—No sé, pedir trabajo, estando en Ganan será más fácil encontrar a Jisung y hablar con él, solo debemos planear nuestro escape y por fin podré tener a mi omega, —decía Hyunjin mientras caminaban entre las gramas, escogieron el camino de los campos porque podrían estarlos buscando.
—Estamos cerca de un pueblo de paso, podemos descansar allí esta noche, —comentó Jeongin, Hyunjin asintió.
Siguieron el camino de los campos hasta dar con el pequeño pueblo, parecía que había malas noticias porque había muchos campesinos tristes.
—¿Qué pasó? —preguntó Jeongin a un beta frente a un bar.
—La alianza rebelde perdió la batalla en la frontera de Daegu, el ministro Ki mando a la horca a los líderes del pueblo, —dijo el hombre con la tristeza en su rostro, Hyunjin y Jeongin entendían ahora porque tan tristes, el pueblo es en su mayoría de campesinos, personas que simpatizan con la alianza rebelde.
—Vaya ambienta arrasador, —dijo Jeongin.
—Esto es bueno para nosotros, el ministro se mantendrá alerta por lo que no gastará recursos en buscar a dos fugitivos, podemos estar más tranquilos.
—Tienes razón, pero tampoco debemos confiarnos, si te soy sincero me siento triste de que los rebeldes perdieran, la frontera de Daegu es un territorio importante.
—Solo espero que Pionyang se mantenga estable, allí tengo unas tierras en las que podremos vivir cuando Jisung esté conmigo.
Jeongin asintió de acuerdo, no podía hacer más, los sentimientos en su corazón y la forma tonta en la que su alfa pide al otro la reprime con una media sonrisa, entiende que Hyunjin solo tiene ojos para Jisung y que, aunque no fuera así, lo que siente no podría ser, después de todo los dos son alfas.
...
Por la mañana Jeongin despertó primero, no llevan equipaje por lo que solo pudo lavar un poco su cuerpo, despertó a Hyunjin y a los minutos partieron de camino a Ganan.
Jeongin luchaba con su alfa, se sentía tonto por fijarse en otro alfa, habiendo tantos omegas y betas hermosos, él debía fijarse en el imponente alfa enamorado del omega de cuna de oro, trataba de imaginar cómo podría ser una relación con Hyunjin, él debería de adoptar la posición de delta porque sabe que aunque quisiera no podría vencer a Hyunjin, pero su alfa no se incomodaba con la idea de someterse a Hyunjin y eso lo hacía sentirse más tonto.
"Estúpido alfa débil"
"Humano cobarde"
Y así era la relación con su alfa, a veces le encantaba que el alfa fuera tan diferente a lo que Jeongin imaginaba, si no fuera como es nunca se habría cruzado con Hyunjin, después de todo fue su alfa quien lo guió a la celda de Hyunjin.
—Después del siguiente cruce, estaremos en el territorio de Ganan, —habló Hyunjin.
"Me gusta su voz"
Chilló el alfa de Jeongin, este solo rodó los ojos.
El cañón de un rifle resonó en los campos, ambos ex soldados cayeron en la grama para protegerse, se movieron pecho tierra hasta que dieron con los dueños de aquel disparó, unos bandidos acababan de matar a un hombre, la bala dio justo en la frente, el pobre hombre yacía frío sobre la grama mientras los ladrones le quitaban hasta los zapatos, menos mal lo dejaron vestido.
Ambos alfas se mantuvieron mirando en silencio y bajaron a ver el cuerpo cuándo los bandidos ya llevaban varios metros por delante.
—Ya me parecía raro no toparnos con algo así, —habló Hyunjin poniéndose de pie para ver el cuerpo.
—Parece que es un hombre de buena posición, yo jamás podría usar unas prendas tan suaves, —dijo Jeongin asegurándose de que no había nadie mirando.
Hyunjin registró al hombre y encontró una carta, la abrió y sus ojos brillaron de felicidad, la Diosa Luna lo bendice.
—Ayúdame a desvestirlo.
—¿Por qué?
—Es el nuevo administrador de Ganan, me haré pasar por él, así podré ver a Jisung más rápido.
Jeongin maldijo en su mente, su alfa se removió incómodo, pero decidió seguir a Hyunjin hasta el final.
...
—Otro robo mi señor, esta vez fueron veinte animales entre vacas y borregos, —informó Mingi.
—No puede ser posible que me sigan robando, soy el líder, esos animales son para darle de comer al pueblo, —la furia en Minho era mucha, pero lo era más la decepción, aquellos que no lo querían en el mando lo estaban jodiendo.
—Si me lo permite señor, yo ya tengo algunas sospechas de quienes podrían ser, pero debo ir a la frontera con Busan para confirmar, si me lo permite, —opinaba Mingi.
Minho lo pensó un poco, Mingi era de sus seguidores más fieles, no quería arriesgarlo, pero tampoco podía permitir más robos, —está bien, puedes ir, pero debes cuidarte mucho, perderte sería peor que perder más recursos.
Mingi asintió halagado por las palabras de su líder, se despidió con una reverencia y comenzó a prepararse para su viaje.
—¿Otro robo? —preguntó Felix, en el marco de la puerta.
—Los malditos protegidos del ministro Ki siguen haciendo de la suyas.
—¿Cómo sabes que son ellos?
—El Rey Wang es un buen Rey, pero su gobierno es una mierda gracias al ministro Ki, ese tipo solo quiere joder a los que simpatizan con la alianza rebelde.
—Y tú esperas que los rebeldes ganen, —afirmó el rubio.
Minho sonrió, —los rebeldes sería mejores gobernantes, sus ideas liberales son más igualitarias, el ministro Ki quiere que los alfa dominen todo.
Felix asintió de acuerdo con Minho, lo siguiente fue revisar algunas cosas sobre el hospital, la escuela y el orfanato, un día muy pesado para el líder de Ganan.
...
—¿Minho está en la casa? No ha venido a verme, —preguntó Jisung a Tzuyu.
—Mi señor ha estado muy ocupado Joven, el jefe de los peones llegó esta mañana con la noticia de que robaron unos animales que servirían para alimentar a los empleados de la casa grande y algunos de los más pobres del pueblo.
—Entiendo, ¿Cómo lo viste? ¿Está bien?
Tzuyu sonrió al notar como Jisung parecía empezar a preocuparse más por Minho.
—El joven Felix se aseguró de que desayunará bien, el señor está ocupado, pero bien, no se preocupe.
Jisung disimuló la incomodidad al escuchar que Felix también se encarga de Minho, se siente algo culpable por que le habló muy fuerte el otro día.
—Tzuyu, ¿Podrías decirle a Felix que venga a verme? —Tzuyu asintió y salió de la habitación.
Minutos después Felix pidió permiso para entrar en la habitación, Jisung ya se encontraba fuera de la cama, después del accidente pasaron dos días en los que Minho no lo dejaba levantarse, Jisung ya estaba perfecto.
—Felix, quería disculparme por lo del otro día, no debía hablarte así de fuerte, tu eres muy importante aquí, lo siento, —el omega fue sincero.
—No hay problema, sé que fue un mal entendido lo de aquel día, —respondió Felix muy amable, dio unos pasos hacia la puerta, —pero no vuelva a desautorizarme frente a los empleados, Minho me puso al mando de la casa así que no intervengas, me despido Joven Han, yo si tengo cosas que hacer. —Felix se fue.
Jisung se quedó abrumado por las declaraciones, Felix no solo le dijo que no tiene autoridad que su casa, "si, su casa", sino que también lo llamó inútil además de que usó el apellido de su familia y no el de Minho.
—Así que ofreces guerra insolente omega, pues guerra tendrás.
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