06♡
Por la mañana Jisung no le miró, viajaron en un carruaje, Minho habló con Sohyun sobre los cuidados que Jisung debía recibir por sus heridas y se despidió diciendo que volvería días más tarde.
Sohyun estaba feliz, todo parecía indicar que Jisung estaba olvidando al alfa mediocre que pasaría el resto de sus días en prisión y todo por que el actual coronel del cuartel le debía un favor a la beta, Jinyoung también hizo un buen trabajo dándole a Hyunjin drogas que alteraban sus feromonas, así lograron que esa omega recién marcada oliera a él como si hubieran estado juntos, tuvieron que usar parte del préstamo que Minho les dio para pagarle a la omega, pero lo valía si Jisung se casa con Minho.
—Jisung, bebé, —llamó su padre, —ese alfa que te corteja, —dijo el hombre con más fluidez, aquello le recordó a Jisung que Minho prácticamente salvó a su familia, —¿Te trata bien? ¿Él te agrada?
Jisung lo pensó un poco, Minho era un alfa fuera de lo común, siempre amable y complaciente con él, platicador y atrevido.
—Si, es agradable, —respondió sincero, su corazón se estremeció al recordar a Hyunjin y su traición, aún no quería creer en todo eso, pero estaba rindiéndose.
—Quiero conocerlo, tu madre dice que es el alfa perfecto para ti, —dijo con gracia su padre, —pero también dijo que Choi Soobin era perfecto para Ryunjin y tu hermana no lo quería, —su padre fue bajando la voz, Jisung se levantó del pecho de su padre.
—Ryujin estará bien, eso es seguro. —Quiso darle seguridad a su padre, pero él tampoco estaba seguro.
—Entonces, ¿Qué te parece si invitas a ese alfa a cenar mañana?
Jisung asintió, sabía que su padre no estaría de acuerdo en que se casara solo por conveniencia, pero su madre no quería arriesgarse a perder la mansión de nuevo y aunque ahora tenían algo de dinero para pagar los medicamentos, la cosecha aún necesitaba fertilizante.
...
—Al menos debes saber que le gusta al hombre Jisung, no creo que seas tan inútil, —habló Sohyun.
—No sé, ni me interesa saber de él, —respondió Jisung a la defensiva.
Sohyun suspiró y salió de la cocina, Jisung estaba rebelde desde que había vuelto de la mansión Lee.
—Señora Kim, —llamó el jovencito a una omega mayor, su pelo blanco nieve, —¿puedes preparar tarta de cerezas?
—Claro que si mi niño, lo que quieras, —concedió la mujer y Jisung sonrió.
Salió de la cocina y al llegar a la sala se apresuró a correr a las escaleras, su padre ya se sentía mucho mejor, tanto que quería andar caminando por ahí.
—Con cuidado coronel, —decía Jisung, el hombre sonrió, caminaron hasta la sala y Jisung atendió bien a su padre para ponerlo cómodo.
La puerta principal se abrió recibiendo a Lee Minho.
—Líder Lee, —habló Sohyun como saludo, —pase por aquí, mi esposo le espera en la sala, —Jisung vio a Minho tan radiante y hermoso que su omega quiso controlarlo de nuevo, pero Jisung no lo quería de vuelta, odia que su omega se refugiara fácil en Minho ante la perdida de Hyunjin.
—Coronel, es un placer conocerlo, —saludó Lee.
Jisung vio a su padre sonreír, Minho y él comenzaron a hablar de diverso temas, Jisung incluso se sintió molesto que de su padre se llevara tan bien con el alfa.
—¿Tú que opinas Jisung? —preguntó de pronto Minho.
—¿Ah? —dijo le omega sin entender nada por estar perdido en su mundo.
—Sobre la lucha de los rebeldes, —comentó Minho. —¿Crees que está bien lo que quieren?
—Yo no creo que pueda dar una buena opinión sobre el tema, soy omega, —respondió sin mirar a Minho.
—Exacto, esas cosas de política son cosa de alfas, nosotros no debemos opinar sobre eso, —comentó Sohyun, Jisung asintió a su madre, así fue como lo educaron.
—Me disculpa señora Han, pero no me parece que eso sea adecuado, omegas alfas y betas, somos iguales todos, si yo tuviera a mi omega siempre querría saber su opinión así sean temas de política, —comentó Minho ganando la aprobación del coronel Han.
—Líder Lee, que hombre tan liberal es usted, —halagó el alfa mayor.
Jisung se removió incómodo.
—Entonces, Jisung ¿Qué piensas de los rebeldes? —ahora fue su padre quien preguntó.
—Bueno... yo... creo que tiene una buena causa, digo... luchan por la igualdad, quieren que seamos vistos por igual ricos y pobres...
—Omegas, betas y alfas, también, —comentó Minho, —los rebeldes también luchan para lograr el respeto a los betas y omegas, para que ya no sean únicamente educados para las labores del hogar.
—En definitiva, los rebeldes pelean por lo justo, —concluyó el coronel.
—Mi señora la cena está lista, —avisó una sirvienta.
La cena terminó bien, Jisung se despidió de Minho sin acercarse mucho a él, y el alfa le prometió visitarlo pronto.
...
—Hey, lunarcito, —Hyunjin escuchó esa voz que le hablaba en los últimos días, —te mandaron tu primer desayuno y... no esta mal, —comentó el joven militar, un oficial de la prisión, un alfa.
—Yang... —susurró Hyunjin, —me duele, —se quejó tratando de levantarse.
Yang se acercó rápido para ayudar al pobre alfa.
—Te dije que debías portarte bien con el teniente, —le reprendió Yang Jeongin.
Hyunjin fue llevado frente al teniente Park, se suponía que le dirían cual había sido su delito, pero solo le dijeron que ya había sido condenado a pasar su vida entera en prisión, Hyunjin enloqueció loco de tristeza, su omega no tenía idea de lo que le había pasado y necesitaba avisarle, sabía que Jisung le rogaría a su padre para que mínimo le ofrecieran un juicio justo.
Como castigo por tratar de golpear al teniente, lo golpearon hasta desmayarse de dolor y le dejaron dos días sin comer, lo que una vez fue un alfa fuerte y fornido era un demacrado estropajo sucio ahora.
—Venga, tienes que comer, recupera tus fuerzas. —Alentó Jeongin.
—Ya no tengo nada por lo cual luchar, mi omega debe pensar que lo abandoné, —lloró Hyunjin.
Jeongin le miró triste, el joven oficial sabía que Hyunjin era inocente, todos lo sabían, pero así se deshacían las familias de ricos de los que les estorbaban, Jeongin se dio cuenta cuando Hyunjin le habló de su lindo y fino omega de sociedad.
—Te tengo una buena noticia, —dijo Jeongin ganando la atención del ex militar. —Pero debes comer todo esto, —señaló la bandeja, Hyunjin asintió y comió todo entre suspiros y respiraciones pesadas.
—Bien, dame esa buena noticia.
—Mañana iré al cuartel a entregar algunos paquetes, si me das bien la dirección de la casa de tu omega, puedo ir y llevarle una carta, —ofreció el alfa más joven entregándole unas hojas en blanco, pluma y tinta.
Hyunjin sonrió feliz, aunque su rostro estaba hinchado, escribió una muy descriptiva carta y se la entregó a Jeongin con la ilusión de que el oficial pudiera entregarle la carta a su Jisung.
...
—Y dices que quieres mejorar el hospital del pueblo, —repitió Jisung, Minho le hablaba de las cosas que deseaba hacer en su pueblo.
—Si, también quiero habilitar una construcción abandonada que mi padre usaba como bodega para que sea una escuela, el pueblo de Ganan es muy pobre en de educación, por ello los de aquí nos llaman salvajes.
Jisung asintió, corto las espinas de un par de rosas y se movió hacia otro rosal para cortar rosas blancas, Minho detrás de él como fiel guardián.
—Es perfecto líder Lee, —dijo de pronto Jisung con felicidad —es lo mejor que puedes hacer, las nuevas generaciones ya no serán considerados ignorantes, poco a poco veras mejoras en tu pueblo, —Jisung aceptaba que le parecía fascinante que Minho fuera tan liberar y confiado, que no le importara lo que otros pensarán, comenzaba a creer que estaría bien pasar la vida con alguien así.
Minho le sonrió feliz, pero su sonrisa fue perdiendo fuerza, —Jisung, yo... volveré a Ganan mañana.
—¿Tan pronto? —la pregunta salió sin permiso.
Minho le tomó las manos, —Jisung, por favor dime si tu sientes algo por mí, así sea algo pequeño, quiero saber si debo volver por ti, —dijo Minho, —el pueblo me necesita, pero yo no quiero hacerlo solo y si tu estás a mi lado sería perfecto, sé que aún nos falta mucho por decirnos, pero prometo que cuando ponga en marcha mis proyectos volveré para seguir el cortejo adecuadamente.
Jisung se volteó no queriendo mirarlo los ojos llenos de ilusión de Minho.
—Si, si siento algo Minho, —fue lo único que el omega dijo, se alejó rápido con las rosas en sus manos y se metió a la gran casa.
Jeongin se encontraba frente a la mansión cuando vio al omega con otro hombre, no sabía quien era, pero por su porte parecía alfa, Jeongin elevó una mirada al cielo pidiendo que alguien ayudara al pobre hombre inocente en prisión, tocó el timbre de la puerta principal de la casa Han, la sirvienta se asomó pronto.
—Traigo una carta especial para el joven Han Jisung, —dijo firme.
La sirvienta asintió, pero cuando iba a tomar la carta alguien más la tomó.
—Joven Han, —dijo la sirvienta con una reverencia... Jeongin miró la escena con la boca seca.
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