En cada uno de sus cumpleaños Sophia decide que hacer y su madre o padre le proporcionarán el dinero y el tiempo para organizar su fiesta. La última fiesta de cumpleaños que tuvo fue en su país natal, Francia, ella y sus amigas se fueron de vacaciones a la ciudad más romántica del mundo, París. Fue por mucho el mejor cumpleaños que Sophia ha tenido en toda su joven vida.

Sus padres aunque estén divorciados y tengan sus diferencias tratan de hacer un gran trabajo para llevarse bien y ayudar a organizar la fiesta de su única hija, con el único propósito de hacerla feliz.

Este año con dos semanas de anticipación Sophia los Reunión en la sala de la casa de su amado padre.

Cuando mamá llegó a la reunión, papá lo recibió con un cariñoso beso en la mejilla y acompañado de un suave piropo disfrazado de saludo. Su madre respondió con una media carcajada y un ligero movimiento de cabeza en negación.

Sophia siente que las comisuras de sus labios se ensancharán un poco con dicha escena.

-Queria hablar con ustedes con respecto a mi fiesta de cumpleaños

Sus palabras los sacaron del pequeño escenario que ambos habían formado, fue cuestión de segundos para recordar que ambos ya no son pareja y fingirieron que no pasó nada hace menos de un minuto, ocuparon un lugar en cada lado de la pequeña Sophia. Algunas veces se robaron una que otra mirada de ilusión.

-Por supuesto

-¿Al fin te decidiste por Italia como en un principio habíamos acordado? Yo tengo un amigo que te puede ayudar a conseguir hospedaje por un precio muy económico.

Ofrece su padre y su madre se muestran complacidos con la propuesta. Sophia agradece el entusiasmo que demuestra su padre pero ella niega suavemente con la cabeza, logrando sacar una mueca de confusión en el rostro de ambos adultos.

-Estaba pensando en algo más pequeño. íntimo

-¿Te refieres a una fiesta de solo tu y tus amigas?. Podemos alquilar un restaurante solo para ustedes.

Fue su madre quien sugirió esa idea y su padre estuvo de acuerdo. Sophia la miró sacar su teléfono para llamar a alguien pero ella nuevamente los interrumpió

-Es una buena idea madre pero me gustaría pasar mi cumpleaños solo con ustedes dos 

Cuando terminó la oración la habitación se inundó en un abrumante silencio y las únicas dos figuras de autoridad en la habitación se comportaron como dos adolescentes enamorados y frustrados que no soportaron estar en la misma habitación que su amor platónico.

-Yo no tengo ningún problema, ¿y tú?

Sophia miro casi suplicante a su madre, sabe de sobra que el no disfruta de estar cerca de su padre. En un principio Templar no quiso asistir a su pequeña reunión familiar y Sophia le rogó con lágrimas falsas que lo hiciera. Eso fue suficiente para convencer a su mamá.

Ahora su madre parece titubear con su respuesta

-Yo tampoco tengo problema

Sophia salto de su asiento y junto a ambos adultos en un abrazo el cual fue correspondido por ambas partes.

-Entonces yo les mandaré por mensaje lo que necesitaremos para la fiesta- Exclamó con emoción.

Los tres comieron juntos y después de unas horas Edouard regresó a casa. Aprovechando la ausencia de su madre en la casa, su padre le pregunto por que quería dicho cambio en su fiesta de cumpleaños, Sophia no lo detecta como reclamo por el tono de voz que empleo su padre, es más bien incertidumbre

-Todos mis cumpleaños han sido maravillosos, cada uno es mejor que el anterior pero- Sophia hace un gran esfuerzo para reprimir las lágrimas que amenazan con salir, pero falla en el intento- pero en ninguna de esas fiestas están ustedes

Sophia no lo dice como reproche, conoce que sus padres necesitan trabajar para cuidar de ella y cumplir cada uno de sus caprichos pero muchas veces ha querido pasar un tiempo de calidad en familia, uno donde estén solo ellos tres disfrutando del momento y olvidando las indiferencias. de los adultos.

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Llegó el día más esperado por Sophia. Ella y su madre llegaron a la casa de su padre. Iniciaron con la comida y después la tarta y los regalos para Sophia, los regalos aunque eran muy costosos no se comparaban con este hermoso momento, después de 15 años al fin pudo obtener su momento en familia.

Mientras Sophia modelaba el vestido rojo escarlata que le regalo su madre, el se acercó por la espalda y con voz de amor y nostalgia dijo

-Mirala Cecilia, nuestra princesa es muy hermosa- se acercó a su joven rostro y depósito un amoroso beso en su mejilla izquierda

-Sí, ella es muy hermosa. Te puedo hacer otro si quieres- Respondió con un tono de voz suave y amoroso y acompañado de un fuerte contacto visual. Sophia casi olvida que es una insinuación

Templar deja escapar una media carcajada y con dificultad logra decir

-Eres una idiota

-Pero me amas

-Piensa lo que quieras

Termino la fiesta de cumpleaños y Sophia regreso a la casa de su madre. Su padre los llevo en su auto y en el camino ambos adultos iban platicando sobre un viaje a Italia que Sophia quería hacer entre los tres. Sophia puede decir que este es por mucho el mejor cumpleaños que ha tenido.