Capítulo 31.
Capítulo 31.
- ¡Cami! - abrace a mi amiga una vez que nos vimos en la puerta de la facultad.
- ¿como andas? ¿Las vacaciones? Ay, ¡tengo tanto las contarte!
- yo también, y te van a gustar las nuevas noticias - sonreí y Cami abrió su boca en forma de sorpresa.
- ¿que...?
- después - dije mientras sonaba la campana - tenemos que ir a clase.
- ¡no me dejes con la intriga! - yo reí y entre al aula.
_____
- ¿como como como como? - dijo Cami una vez que le conté toda la historia desde que ella se había ido a visitar a su familia.
- sip, después de eso, nos seguimos viendo a escondidas.
- ¿pensas que Harrison sabe algo?
- creo que no, o eso espero. Pero si sabe algo, seguro nos dice y empieza a gritar.
- se lo tienes que decir igual, Jenn.
- lo sé, pero quiero estar lista. Además, Tom y yo no hemos formalizado nada. Primero queremos estar seguros.
Cami asintió - bueno, me parece perfecta y madura esa decisión. Aunque te diría que no esperes tanto, y que no sea que se entere por otra boca, o peor, que los agarre besándose. Eso si que no va a mejorar nada - yo asentí.
________
- todavía me debes la prenda que hicimos antes de navidad - le dije a Tom mientas tomábamos un café en una cafetería cerca de mi trabajo.
- tienes razón, si consigo coserle a una remera un patrón, gano. Si no, gano vos.
- tienes una hora para hacerlo.
- ¡¿una hora?!
- si, eso es facilísimo. Te tengo que poner tiempo. Y no vale que practices antes, solo puedes saber cómo se hace, pero sin práctica.
- está bien.
- ¿hecho? - le estire la mano.
- hecho - y estrecho mi mano, y después sin soltarla las entrelazo. Le sonreí y miré su reloj en su muñeca.
- me tengo que ir a trabajar.
- no vayas.
- ¡Tom!
- lo sé, lo sé. Es que esta semana no nos hemos visto mucho.
- lo sé, ahora que volví a la facultad no tengo mucho tiempo. Pero ey, no te preocupes. Tenemos una hora después, antes de que Harrison llegue.
Tom asintió y nos levantamos de la mesa, pero Justo por la puerta entró alguien que no pensaba cruzarme para nada.
- ¿Lucas? - éste se giro hacia mi y su cara cambio completamente.
- Jenn... - note como Tom se acercó más a mi pero no dijo nada.
- ¿como has estado?
- bien, conseguí un empleo en Nueva York hace unos meses. Al principio no quería irme, pero pensé que iba a ser lo mejor. Y ahora vengo a visitar a mi familia. ¿Vos? - miro por dos Segundos a Tom pero después volvió a mi.
- bien, ya sabes, facultad y trabajo - Lucas asintió y volvió a mirar a Tom. No sabía descifrar que decía su mirada, pero felicidad hacia Tom, seguro no era - bueno, tengo que ir a trabajar. Ojalá nos veamos luego, Lucas - lo salude con la mano y Tom me siguió a la puerta.
Bueno, eso si que fue incómodo.
______
Todo el trabajo había pensando en el momento con Lucas, se lo notaba distinto. Por ahí había sido Nueva York, no lo sé. Pero no parecía el mismo chico de hace unos meses.
Si claro, las cosas no habían terminado bien entre nosotros dos. Pero tampoco para cambiar de personalidad, no le había roto el corazón en pedazos, ¿o si?
Jenn, si el nene grande no puede con un corazón roto, no es tu culpa.
Ya se, pero no me hace sentir bien saber que la que se lo rompió fui yo.
Es lo suficientemente grande como para seguir adelante. Además, él es que perdió tu amistad, no vos. Déjalo.
Esta vez, te voy a escuchar conciencia.
Ya era hora, mujer.
Llegue a casa y me acosté en el sillón. No podía más. Cerré los ojos y de inmediato sentí unas manos en mi cintura.
- ¿Jenn? - me levanté enseguida y vi a Tom mirándome.
- ¿que pasó?
- te dormiste.
- ¿que? Acabo de llegar.
Tom rio - no, Jenn, llegaste hace media hora.
Entrecerré mis ojos y me froté la cabeza. En serio necesito dormir.
- ¿está todo bien?
- si, si. Solo necesito dormir - bien, se lo tengo que decir - no pude evitar sentirme mal por... Lucas hoy.
- ¿por que?
- no lo se, lo vi diferente. ¿Y si le pasó algo?
- él es el idiota que perdió tu amistad. Que se joda. Además, seguro fue allá para hacerte sentir mal. El sabe que trabajas ahí.
- Tom, no hables así - éste me miró y suspiro. Se levantó del sillón y se dirigió hacia la cocina.
- ¿que pasa?
- decime Jenn, ¿sentís algo por él?
- ¿que? ¡No! ¿Por que pensar eso? - me acerque a él.
- ¿y entonces por que te preocupas tanto por el?
- ¡no lo se Tom! lo vi mal y me sentí mal, fui yo la que le causé sentirse así.
- no fue tu culpa que no te gustara.
- lo sé Tom... - suspire y note algo - espera, ¿me estás haciendo una escena de celos? - sonreí un poco y Tom me miró.
- claro que no.
Yo asentí - si, como digas. - sonreí y lo abrace por atrás - Tom tiene celos, Tom tiene celos - empecé a cantar.
Tom se giro y unió nuestros labios - está bien, si tengo celos. Pero solo porque estoy locamente perdido por vos, Jenn.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro