Capítulo 28.

- Tom... - dije yo al ver el lugar pero él sin escucharme salió por la puerta del piloto y se dirigió a abrir la mía.

Tomo mi mano y me dirigió hacia la puerta del lugar, dijo su nombre al hombre que estaba en la entrada, éste asintió y nos dirigió hacia una mesa de afuera, con la mesa ya preparada.

- ¿te gusta el lugar? - Tom habló una vez que ya estábamos sentados.

- ¿que si me gusta? Tom... esto es lo más lindo que he visto en mi vida.

- Ey... - Tom se hizo el ofendido - pensé que yo era lo más lindo que habías visto.

Rodé mis ojos y sonreí.

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- ¡te lo juro! Cuando tenía 10 años mentí en el colegio sobre mi nivel de inglés sólo para estar con mis amigas.

- una niña problemática desde chica - Tom rió.

- ¡Ey! No soy problemática.

- claro, dile eso a Harrison cuando te tuvo que ir a buscar a una fiesta porque te habías olvidado la llave de tu casa y te encontró borracha.

- tienes que conocer la historia completa para entenderme- me defendí.

- tenemos todos el tiempo del mundo.

- dije que la tenes que conocer para entenderme, pero no es necesario que me entiendas - reí.

- si me cuentas, yo te cuento una historia mía.

- no me digas, el Tom Holland que yo conozco se ha puesto borracho alguna vez, ¿como? - reí - está bien, fue cuando tenía 18, y como ya era legal tomar, me fui un poco por las ramas. Pero fue solo para impresionar a un chico.

- ¿para impresionar a un chico? - Tom rió - ¿en serio?

- si, ¡no te rías! Era bastante lindo - note como Tom bajo la mirada y se aclaró la garganta. Punto para Jenn - bueno, él era compañero mío de la secundaria y era la primera vez que estábamos en una fiesta juntos, pensé que tomando me veía genial así que seguí y seguí, hasta que no pude controlarme a mi misma - negué con la cabeza recordando y no pude evitar soltar una risa.

- ¿que hiciste? - Tom se unió a mi risa.

- empecé a bailar en una mesa... - dije rápido.

- ¿que hiciste que? - Tom abrió su boca en forme de sorpresa.

- ya lo dije - levante mis manos - y después mi mejor amiga en ese momento lo llamo a Harrison con la excusa de que me había olvidado las llaves, cuando en realidad era que no daba más - reí - bueno, ahora es tu turno.

- Te dije que te iba a decir una historia mía, pero no te dije cuando.

- ¡no vale!

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- muchas gracias, que tenga una buena noche - Tom se despidió del hombre y yo le sonreí una vez que salimos del restaurante.

- estos tacos me están matando - dije caminando para el auto.

- veni - se coloque enfrente mío y estiró su manos para atrás - Te cargo.

- ¿que?

- que te cargo hasta el auto.

- Tom, no soy un bebé, me los puedo aguantar.

- no tienes por qué - se agacho un poco más - dale.

- no seas idiota. Me cargas y lo único que falta es que empiece a llover, y es alta escena de película.

- si que no eres diversión - Tom se rió y puso su brazo en mi cintura.

Ay mamá.

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- a ver, lo que me estás diciendo es que ¿te pusiste tan borracho que no te acuerdas nada de nada?

- nada de nada - Tom negó con su cabeza.

- pero debiste de estar más que borracho para no acordarte ni ahora...

- exacto.

- ¿Tom Holland? ¿Tan borracho que ni se acuerda de que paso? ¿Que le pasó al chico tranquilo que yo conocía?

- bebé, no conocías al Tom de la noche.

Yo rodé los ojos y solté una pequeña risa, para tratar de disimular el hecho de que Tom me acaba de llamar BEBÉ.

Él prendió la música del auto ya que habíamos decidido hablar en éste ya que en la casa si Harrison nos escuchaba, era momento perdido.

Después de hablar por horas, ya se hizo tarde así que Tom prendió el auto y nos dirigimos hacia el departamento.

- ahora, sube y yo espero unos 20 minutos y entro - Tom me dijo y yo asentí.

- Gracias por hoy, en verdad, la pase genial.

- Gracias a vos, Jenn, disfrute mucho de tu compañía. Deberíamos hacerlo de vuelta.

- ¿esa es tu manera de decirme que quieres otra cita? - Tom rió - En veinte subí, no esperes mucho que es tarde.

Tom asintió y yo me baje del auto, camine hasta la puerta principal y la abrí. Subí por el ascensor y entre al departamento.

Vi a Harrison durmiendo en el sillón con la televisión prendida. Rodé mis ojos y sonreí. Hermano paranoico que me tiene que esperar.

Apague la tele y lo bese en la frente, no lo pude evitar, se ve tan tiento cuando está callado y durmiendo.

- ¿Jenn?

- ya volví.

- ¿como te fue?

- bien.

Perfecto diría yo. "Disfrute mucho de tu compañía"

Cállate conciencia.

- bueno, ya me puedo ir a dormir tranquilo. - se levantó con todas las Sabas que tenía en cima y se dirigió a su habitación. Solté una pequeña risa al ver como se veía con miles de sabanas encima de él y al caminar.

Tome un vaso de agua y me dirigía hacia arriba para mi habitación, me desvestí, me puse el pijama y me metí en mi cama.

Disfrute mucho de tu compañía.

Esa frase rondaba por mi cabeza una y otra vez, ¿lo dirá en serio? ¿O solo me lo dijo como "amigos"?

¿Querrá ser algo más? ¿O solo vamos a seguir siendo amigos que se besan, y salen a citas?

Y mientras todas esas preguntas corrían por mi cabeza, escuche la puerta de abajo abrirse.