Capítulo 21.
Capítulo 21.
Habían pasado dos semanas desde lo de la fiesta. La mayoría de los días me había quedado con Cami en su casa, ya que volver a casa no era una idea que me encantaba. Mi relación con Tom había empeorado desde aquel día, no nos hablábamos y cada vez que entraba en una habitación, Tom se iba a otra. Así que le metía la excusa a Harrison de que tenía un trabajo muy importante y me quedaba en la casa de Cami casi todas las noches.
¿Lucas? Le he enviado varios mensajes desde la fiesta, para que podamos hablar, pero ninguna respuesta. Después de unos días, no le mande más ya que me había quedado claro que no quería hablar.
Por parte me sentía culpable, ya que un corazón roto no es algo lindo, obviamente. Pero por otra parte, más por comentarios de Cami para hacerme sentir bien, yo no tenía idea de sus sentimientos hacia mi, y no tengo ninguna obligación en perseguirlo. Así que no me tendría que preocupar.
Pero mi malditos pensamientos me dicen constantemente que es todo mi culpa (como siempre), por no darme cuenta del enamoramiento de Lucas, por casi besarme con Tom y por engancharme con él... ¡esperen! ¡No estoy enganchada!
Ya lo dijiste.
Pero... no...
Tarde.
Cállate conciencia.
No soy tu conciencia.
¿Y entonces...?
Soy tu corazón, y deberías escucharme de vez en cuando.
Demasiado cliché.
- Jenn, tierra llamando a Jenn - mi mente volvió a la clase y Cami sacudía su mando en frente de mi rostro.
- ¿que pasa?
- ¿te quieres poner con migo para el proyecto?
- claro... ¿que proyecto?
- Ay, a veces me pregunto como haces para aprobar los exámenes si tu cabeza siempre está por las nubes - suspiro y rió - pero no te culpo - tomo sus cosas y se dirigió afuera para ir a la cafetería.
- ¿por que? - dije una vez que la alcancé.
- Por todo lo que te está pasando - se giro hacia la señorita de la cafetería - Una café por favor - se giro hacia mi - ¿quieres algo? - pero yo negué con la cabeza - y nada más - le sonrió a la chica y le pago.
- no puedo dejar de pensar en todo eso. - dije una vez que nos sentamos en unos de los bancos del patio.
- ya te dije, por Lucas, no te preocupes. Cuando deje de actuar como un nene y madure, te va a hablar y te va a entender. Vos, no lo sabías y tienes el derecho de estar con quien quieras si él no te gusta. Así es lo doloroso del amor. Y con Tom, no sabría qué decirte si se evitan, pero deberían hablar.
- ése es el tema, si lo hablamos, se van a empeorar las cosas.
- ¿que sabes? Por ahí son para bien.
- no lo se, tal vez tienes razón - suspire - tal vez...
- Por ahí las cosas se arreglan, o tal ve no, pero hablar con Tom, lo tienes que hacer. Si no, vas a explotar amiga mía.
Reí y tire mi cabeza hacia atrás - está bien, hoy hablo con él. Y que Diosesito esté con migo, por favor - volví a reír ante mi exageración y con Cami volvimos hacia la clase.
___
Izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha.
Caminaba de acá para allá, tratando de saber que hacer.
¿Hablarle a Tom o no hablarle?
Me sentía tan nerviosa como cuando tenía que dar lección oral con mi profesora exigente de historia.
No tenía que hablar ahora ahorita con él, pero si no lo hacía ahora, se que no lo voy a hacer nunca.
Pero... ¿que le digo?
"Tom, ¿tenemos que hablar?"
Otra vez vos, no.
Lo siento, pero siempre estaré con vos molestándote. Es mi trabajo.
Si, muchas gracias.
El sarcasmo no te va a sacar de ésta situación, querida.
¡Entonces ayúdame!
¡Está bien, mujer! ¡No hay necesidad de gritar! Deberías solo decirle lo que sientes.
Pero si no tengo ni la más mínima idea de cómo me siento.
Deja de mentirte, Jennifer Osterfield.
En serio...
Y yo también te hablo en serio, Jenn, sabes perfectamente lo que te pasa con Tom pero no lo quieres admitir por miedo a que Harrison se enoje con Tom y que pierdan su amistad por culpa tuya.
Ok... puede ser...
No, no puede ser, es así.
Mejor lárgate, no me estas ayudando.
Siempre la misma respuesta.
____
- ¿Tom? ¿Podemos hablar? - éste se giro hacia mi y asintió no muy decidido.
- ¿pasó algo? - se acercó a mi pero sin dirigirme la mirada.
- no, no... va, en realidad si - suspire y baje mi mirada hacia el suelo - quería hablar sobre la fiesta.
Tom me miró y puso sus manos en sus bolsillos traseros - ¿sobre la fiesta? ¿Que hay con la fiesta? - se encogió de hombros.
- ¿como que hay con la fiesta? - pregunte confundida. ¿Que le picó?
- no se de que me hablas - se volvió a encoger de hombros y se dirigió hacia la puerta.
- ¡Tom! - grite sin pensar y di gracias al cielo de que mi hermano no esté en la casa - no te hagas el estúpido y ¡hablemos del tema!
- no hay nada que hablar - se hizo el indiferente y volvió a encogerse hombros.
¡Juro que si vuelve a mover esos hombros lo voy a golpear tan fuerte como nunca he golpeado a La Bolsa de boxeo!
- eres un idiota - suspiro y sentí como una daga adentro mío - pensé que eras lo suficientemente inteligente como para querer arreglar este lío en el cual nos metimos ¡porque si no lo sabías no puedo dejar de pensar en eso! ¡Y no me importa que sale de esto pero aunque sea hablamos y eso es lo que importa!
- ¿quieres saber que es lo que me pasa? - Tom suspiro y note como se acercaba a mi.
- ¡si!
- ¡me gustas Jenn! ¡Y no pasó un minuto de mi día sintiéndome culpable!
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