Capítulo 2.
Capítulo 2.
- ¡¿que paso?! ¡¿que paso?! - Harrison apareció en la cocina con un almohadón en la mano.
Puse mi mano en mi pecho por el susto y suspire, miré con quien me había chocado y mi mirada bajo rápidamente a su pecho desnudo.
¡Madre mía! ¿Que viven en el gimnasio o algo?
- ¿Jenn?
Mi mirada subió a su cara y pude sentir como mis mejillas tomaban un color rosa, se dio cuenta que lo estaba viendo. ¿Yo disimulada? ¿Cuando?
- Tom... ¿Tom? - ¡claro! ¿Tom Holland? ¿Donde quedo el chico flaquito con sus rulos? Mire a mi hermano y baje mi mirada a lo que tenía en su mano - ¿en serio Harrison? ¿Una almohada?
Bajo su mirada y se encogió de hombros - era lo que tenía a mi alcance, pensé que había pasado algo.
- me asuste, estaba todo oscuro.
- no creo que puedas ganar una pelea con una almohada, Harrison - comentó Tom riendo.
Me uní a su risa y lo miré.
- que gusto verte devuelta, Jenn - se acercó a mí me abrazo. ¡Que brazos maldita sea! Creo que me voy a derretir acá mismo - así que, me comentó Haz que viniste acá para empezar el proceso de convertirte en una diseñadora - dijo mientras servía agua en un vaso y me lo alcanzó.
- gracias - sonreí - si, estudie dos años allá en Londres pero decidí mudarme acá porque me aceptaron en una escuela super famosa entre diseñadores.
- que bueno - Tom sonrió y se me quedó mirando.
- bueeeeno, si no pasó nada, voy a volver a mi camita que estaba bien cómoda - mi hermano se acercó a mí y beso mi frente - buenas noches, hermanita. Hay comida que sobro en la heladera si quieres cenar, no te desperté porque estabas durmiendo como una morsa.
- gracias Haz, tan lindo - dije sarcásticamente y sonreí.
Después de que Harrison suba a las habitaciones, me dirigí a la heladera y saque un pedazo de pizza, y me senté en la mesa con mi celular en mano.
Note como Tom se sentó en el sillón prendiendo la televisión y se recostó más una vez que encontró algo para ver.
Todavía no lo puedo creer, ¿es el mismo Tom Holland de hace dos años? ¿El flaquito chiquitito de mi altura? Con él yo siempre me había llevado bien, era como mi otro hermano mayor. Siempre se la pasaba en mi casa por Harrison, merendábamos juntos, y de vez en cuando jugábamos juntos. Pero nunca pasó más allá de ser el mejor amigo de mi hermano, y ahora no cambia nada ¿no?
Sacudí me cabeza imaginariamente para pensar en otra cosa y terminar mi pizza.
(Nota: Tom en ésta historia no es famoso.)
Mire por segunda vez donde se encontraba Tom y la corrí rápidamente. ¿Y ahora qué hago? Definitivamente no tengo sueño como para irme a dormir, así que ¿me siento con el mejor amigo de mi hermano que está súper bueno o... me voy a terminar de acomodar mi ropa?
Creo que por el hecho de que estoy hablando del mejor amigo de mi hermano, él súper protector, voy a acomodar mi ropa antes de que me termine babeando.
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Me desperté por el sonido de mi alarma, eran las 10:15 de la mañana. Me estire en mi cama, ya con sabana y todo, y me levanté.
Después de arreglarme un poco y sacarme mi pijama, baje para poder servirme algo de desayuno.
Hoy había decidido buscar algún trabajo para poder juntar un poco de plata, y algún día poder tener mi propio departamento y no vivir siempre con mi hermano mientras estudio.
Agarre el diario para ver los anuncios y me senté después de haber preparado un café.
Fui marcando los anuncios que me interesaban con un resaltador, corte el pedazo de papel y lo doble en dos para poder llevármelo con migo.
- buenos días hermanita - Harrison apareció en mi vista.
- buenos días - me acerqué para darle un beso en la mejilla.
- ¿que haces?
- estoy buscando trabajos, hoy voy a ir a cada uno para dejar mi currículum.
- genial hermanita ¿igual sabes que no tienes que conseguir ya, no? No te apures, yo te mantengo hasta cuando necesites - puso su brazo al rededor mío.
- gracias Haz, lo sé. Pero quiero tener uno, aunque sea chico. Pero algo es algo.
Haz asintió y sonreí. Me dirigí a mi habitación para cambiarme y salir en busca de trabajo. Después de hacerle un colita alta en mi pelo, baje nuevamente.
- ¿donde es el primer trabajo?
- acá a unas 10 cuadras.
- Tom tiene que ir por ahí - se giró para ver a Tom quien estaba tomando un vaso de agua - ¿la puedes dejar?
Tom asintió pero yo negué rápidamente con mi cabeza - no hace falta, son solo 10 cuadras.
- si, dale, no tengo problema. Vamos, Jenn.
Al ver que no podía competir contra Haz y Tom, me rendí y seguí a Tom por la puerta para salir.
Nos dirigimos al garaje, me subí de copiloto y Tom arrancó el auto. El viaje era silencioso, excepto por la música y que sonaba de fondo. Ninguno de los dos hablaba, me estaba por morir de ansias.
- y... ¿algún pretendiente que dejaste en Londres? - Tom rompió el silencio y me miró por dos segundos.
Yo reí y negué con mi cabeza - no, he estado tan ocupada con estudiar que ni he pensado en relaciones.
- ¿que hiciste desde que te graduaste?
- a penas termine el colegio, me uní a unas clases de costura, otras de dibujo y otras de diseño. Allá no hay muchas universidades buenas de diseñadores, por eso decidí anotarme en una de acá y venirme a vivir con Harrison hasta que consiga un departamento.
- igual sabes que estás bienvenida a quedarte lo que necesites - quito la mirada de carretera por unos segundos para mírame.
Maldita mirada. ¿Quiere derretirme o que?
- gracias, Tom - sonreí y volví mi mirada a la ventada de mi costado - ¿y vos? ¿Alguna damisela?
Tom rió y negó - termine con alguien hace poco y todavía siento que es muy temprano para empezar algo.
- todos hemos pasado por eso, es horrible.
- ¿vos pasaste por eso?
Asentí - fue hace unos años ya, pero fue difícil. Era joven y tonta, pero ya pasó - sonreí al mirarlo y éste me miró y me devolvió la sonrisa - gracias por alcanzarme Tom - sonreí al bajarme del auto.
- de nada ¡y suerte!
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