Capítulo 11.
Capítulo 11.
- ¡Harrisooooon! - dije entrando por la puerta del departamento.
- ¿queeeeeee? - Haz bajo por las escaleras.
- necesito ayuda para algo ésta semana.
- ¿en qué hermanita?
- necesito dos modelos, vos podes ser uno, ¿conoces a alguien que pueda ayudarme?
- ¿no puede ser Tom? - abri mis ojos y abri mi boca levemente.
- si... claro - rasque mi nuca - puede ponerse con mi amiga Camila.
- ¡Tom!
De inmediato se escucharon unos pasos en la escalera y Tom apareció en la sala.
- ¿que pasa amigo?
Harrison me miró a mí esperando que yo hable y sonreí nerviosa.
¿Que carajos me pasa?
- ¿estás libre éste sábado?
Tom me miró raro y luego lo miro a Harrison - creo que si, ¿por?
- necesito ayuda en un trabajo, necesito dos modelos, para mi amiga y para mi. ¿Puedes?
Tom asintió sonriendo - si, claro.
- genial - sonreí - ¡gracias!
Sin esperar respuesta subí las escaleras hacia mi habitación. ¿Por qué mierda me ponía nerviosa?
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"¡Genial! ¿El sábado entonces?" Leí el mensaje de Camila en mi celular.
"Si, los dos dijeron que si. Vos vestís a Tom"
"¿Por qué no lo vestís vos? 😏"
"Me caes mal 🖕🏼"
"Me amas, mentirosa"
"🖕🏼🖕🏼🖕🏼🖕🏼🖕🏼🖕🏼"
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- ¿vos decís que éste lugar funciona? - dije mirando la pared pintada de la calle.
Cami asintió - tiene un lindo fondo, y le viene bien la luz.
- bueno, lo anoto.
El día viernes había llegado y estábamos con Cami caminando por las calles de Los Angeles, tratando de encontrar fondos para nuestra sesión de fotos.
- creo que hay otro fondo así en unas cuadras - dije mirando el mapa en mi celular.
Narra Tom.
- ... ¿Tom? ¿Tom me estás escuchando? ¡Tom! - Victoria sacudió su mano enfrente de mi cara y la mire.
- perdón, es que estaba pensando el algo.
- ¡soy tu novia me tendrías que escuchar!
- te dije que estaba pensando en algo serio.
- ¿ahora lo que te digo yo no es algo serio? - rodé mis ojos en mi cabeza y suspire.
- ya te dije perdón, dime lo que me estabas contando - apoye mi brazo en el respaldo del sillón al rededor de Victoria.
Empezó a hablar pero mi mente se fue de tema inmediatamente, era como si me cabeza se negara escucharla. Siempre hablaba de lo mismo y de ella, todo el tiempo.
Y se preguntarán, ¿por qué ando con ella?
¿La verdad? No tengo idea.
- ¡Tom! ¡No me estás escuchando! ¡Te acabo de preguntar algo! ¿Sabes que? Me voy. Se nota que no tenes tiempo para mi ahora - se paró del sillón agarrando su cartera y se dirigió a la puerta.
- ¡espera! - me levanté enseguida y agarre su brazo pero ella se zafó
- ¡no! Llámame cuando lo único que tengas en tu cabeza sea yo - dijo y salió por la puerta.
A los dos segundos entro Jenn mirando por donde se había ido Victoria - ¿todo bien? Parecía muy enojada - me miró tirando su mochila en el piso.
- ¿la verdad? No. Acabamos de pelear. Pero vengo mal desde antes.
- ¿que pasa?
- no tengo idea - suspiré y la mire a Jenn - ¿te gustaría ir a tomar un helado?
Jenn tomo por sorpresa mi propuesta, pero luego de dos segundos sonrió - claro, ¿sabes que me puedes contar lo que sea, no?
Asentí y sonreí. Agarre las llaves del departamento y salí con Jenn por la puerta.
Narra Jenn.
La invitación de Tom para tomar un helado me había tomado por sorpresa, ya que hacia dos segundo, se había peleado con su novia. Supuse que necesitaba despejarse y quería salir.
Después de pedir unos helados, nos sentamos en un banco del parque.
- ¿y? ¿Como van las clases? - Tom pregunte y lo miré.
- bien, por suerte. ¿Y tu trabajo?
- bien... - lo miré y le sonreí.
Una pelota llego a mis pies, me agaché para levantarla y un chico de unos 10 años apareció enfrente de nosotros. Se la di éste me sonrió.
- gracias - se sonrojó - eres muy bonita.
Sonreí y baje mi mirada - gracias, que lindo de tu parte - lo miré y reí.
- tenes mucha suerte - lo miró a Tom y sin esperar una respuesta salió corriendo hacia donde estaban sus amigos.
Lo miré a Tom y reí - que tierno.
- y tiene razón... - lo miré y pude sentí como mis mejillas se tornaban de un color rosa - digo... el que sea tu novio va a tener mucha suerte.
Reí y baje mi mirada nerviosa - gracias - subí mi mirada y subí mis labios levemente en una sonrisa - ¿que era lo que te tenía tan mal?
- no lo sé, solo estaba... mal.
- ¿tal vez por Victoria? Digo, por la pelea.
Tom negó con la cabeza - no, no lo sé, es como si dentro de mi cabeza este todo mezclado y no entiendo lo que es.
Reí - eh estado ahí.
Tom rió y bajo su mirada - gracias - susurró y me miró.
- ¿por qué? - lo miré confundida.
- por estar cuando lo necesito. Gracias.
- no tienes que decir gracias, Tom. Ademas, mañana vas a ser nuestro modelo así que te debía algo - Tom rió y no separó su mirada de la mía - creo... creo que es hora de que volvamos, se esta haciendo tarde y mañana me tengo que levantar temprano para terminar de arreglar algunas cosas.
Tom asintió y se paró del banco, lo imité y nos dirigimos hacia el departamento.
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