El mensaje era de ese imbecil yo mejor lo bloquee de mensajes y de llamada, luego bajé a buscar algo de comer y subí nuevamente a mi habitación y me acosté con Abigail.

Me estaba quedando dormida cuando me entra una llamada, algo adormilada contesto sin ver quien era.

*Llamada*

—Diga —dije adormilada.

—Te desperté? Lo siento —dijo apenado.

—No tranquilo —me estire sin despertar a mi hija —que paso —me volví a acostar.

—Dónde están —pregunto.

—En la casa de mi papá, porque? —empecé a jugar con sus manitas.

—Que paso —sentí que se puso serio.

—Lo encontré en una posición personal con la chava del parque pero ya mañana firmamos los papeles del divorcio —resumi todo.

—Imbecil —suspiro pesado.

—Tranquilo lo que importa es que nosotras estamos bien —dije con media sonrisa.

—Pero el es el padre, no? —volvió a sacar ese tema.

—Te hablo mañana —me sentí mal.

—Nena si fue por lo que dije perdón —dijo apenado.

—No, tranquilo es que Abigail se despertó —mentí —hasta mañana —no deje que el hablará y colgué.

*Fin de la Llamada*

Me sentía muy mal por que Michael no es el papá, y eso lo se perfectamente. Pero mejor me puse a jugar con mi hija, al rato entra Jessie.

—Hola —dijo feliz.

—Hola —dije con una sonrisa.

—Él ya sabe la verdad —dijo directa.

—No —me senté en la cama —siento que aún no es el momento —la miré.

—Está bien y me contaron que Michael te engaño —dijo seria.

Le conté toda la verdad sin guardar algo, ella quedo sorprendida completamente.

—Mañana a las 9 tienes que ir a firmar —se sentó en la cama.

—Está bien —seguimos hablando de cualquier cosa.

—Volverás con el —dijo antes de irse.

—Tengo miedo —la miré.

—Si el te ama de verdad no la hará de nuevo —dijo para después irse.

Así que mejor me puse pijama y a cepillarme los dientes, cuándo ya estaba lista; cambié a Abigail para luego irnos a dormir.

(...)

—Lista —mi padre estaba tocando mi puerta.

—Si —dije terminando de cambiar a Abigail para después abrir la puerta.

—Yo la cuido mientras ustedes van —Jessie la agarró entre sus brazos.

—Está bien —dije nerviosa pero no lo hacia notar.

Más tarde estábamos con el juez a mi lado tenía a Michael, después de discutir todo aceptaron el divorcio. Cuándo salimos Michael me detuvo.

—Lo siento mucho tuve que decírtelo —dijo apenado.

—No te preocupes —dije seria.

—Esto es por nuestra hija —me dio un cheque —ya que eso se habló también y no tengo derecho a acercarme —suspiro —adiós —me dio media sonrisa.

Dijo para después irse y no lo volví a ver más, de camino a casa me quede pensando en lo que dijo que no me di cuenta cuando llegamos. Pero no habíamos llegado a la casa de mi papá sino que estábamos en otra, extrañada lo voltee a ver.

—Entremos y te explico —nos bajamos.

Luego el saco unas llaves y entramos a la casa, era muy espaciosa prácticamente cómo la de el.

—Vas a necesitar espacio personal con mi nieta —me miró.

—No se cómo agradecerte todo lo que haces por mi —lo abracé.

—Siempre te mereces lo mejor —aceptó mi abrazo.

—Y cuando me mudo —le pregunté seprandome.

—En la tarde van a traer los muebles —dijo acordándose.

—Esta bien —salimos de la casa.

Y hoy si nos fuimos a su casa cuando entramos Jessie estaba en la sala, creo que ella ya sabia lo que le iba a preguntar.

—Hace 5 minutos se durmió —dijo viéndome.

—Ok —fui a verla por si acaso.

Y efectivamente si estaba durmiendo así que me puse a hacer las maletas, nuevamente. Cuando ya había terminado las fui a dejar abajo cerca de la puerta, Daniel se me acerco.

—Mira quien se despertó —lo voltee a ver.

(...)

Ya habían traído todos los muebles así que estaba guardando todo, Daniel estaba jugando con Abigail cuando a mi me entra una llamada. Así que me fui al patio a contestar por que era Juan.

*Llamada*

—Dime —dije cuando conteste.

—En dónde estan ahora —dijo —cómo están —dijo preocupado.

—Estamos bien y en casa, porque? —dije curiosa.

—Puedo hablar contigo en persona —dijo nervioso.

—No es el momento Juan tal vez otro dia —no se por que no me sentía bien.

—Entiendo, entonces nos vemos otro día —colgó.

*Fin de la Llamada*

Quería llorar mejor me fui hacia dentro en la sala me encontré a Daniel.

—Esta dormida —se levantó cuándo me vió —y me tengo que ir —se me acercó.

—Está bien —dije viéndolo.

—Estás bien —dijo antes de irse.

—Si lo estoy y gracias por ayudarme —lo abracé.

—Cualquier cosa me llamas —dijo para después irse.

Yo terminé de guardar todo para luego meterme a bañar, cuando salí de bañarme y de cambiar escuche que tocaron la puerta así que fui a ver. Por que de verdad no esperaba a nadie, y era Juan.

—Que haces aquí —dije viéndolo.

—Pasaba por aquí y vi a Daniel salir y pues me dio curiosidad —dijo tranquilo pero nervioso.

—Y de que querías hablar —lo dejé pasar.

—Quiero que me digas quien es el padre —volvió a sacar el mismo tema.

—Ya te dije —dije nerviosa y cansada de lo mismo.

—Tn no me mientas ya por favor —insistió.

—Por que quieres saber —lo enfrente.

—Por que me importa Abigail y tú —dije viéndome.

—Tienes que irte —quería llorar.

—Tn —agarró mi rostro entre sus manos —dime la verdad —me miró directo a los ojos.

—Juan —agarré sus manos —no hagas esto más difícil —para luego soltarlas.

—Por que no me quieres decir —dijo triste.

—Por que tú eres el padre —dije la verdad.

El iba a hablar pero Abigail empezó a llorar, así que yo fui corriendo a verla. La agarré entre mis brazos y me seque las lagrimas.

—Por que no me lo dijiste —dijo en el marco de la puerta.

—Por que no sabia cómo ibas a reaccionar o pensé que te ibas a alejar —dormí a mi hija para luego dejarla en la cuna.

—Yo —dijo nervioso —me tengo que ir —se fue.

No pude evitar llorar por eso no se lo quería decir, escucho que cierran la puerta así que yo mejor me fui a dormir por que ya me estaba doliendo la cabeza.

(...)

*Meses Despues*

—Tn en donde pongo el pastel —dijo viéndome.

—En la isla de la cocina —dije mientras amarraba un globo.

Abigail cumplía 5 años y con Daniel estábamos decorando, ella estaba dormida así que no se daba cuenta de nada. Con Daniel terminamos de decorar.

—Entonces me voy para irme a arreglar —dijo cuando terminamos.

—Ok  y gracias por ayudarme —le sonreí.

—No hay de que —me sonrió para después irse.

Así que yo fui a bañarme y cambiarme para luego ir a despertarla, cuando ya estaba lista fui.

—Despierta —dije moviendola despacio.

—Buenos días mami —dijo adormilada.

—Buenos días princesa feliz cumpleaños —le di un beso en la mejilla.

—Gracias —se sentó en la cama.

—Ahora vamos a bañarte y cambiarte —me levanté —por que ya van a venir los invitados —dije viéndola.

—Sii —dijo emocionada.

Más tarde cuando ya estaba lista bajamos a desayunar, pero note que ella estaba triste.

—Que tienes mi amor —le pregunté.

—Va a venir papi? —dijo triste.

Me tense mucho por que no sabia que responderle, lleva 2 años preguntandome lo mismo. Tratando de no llorar le dije.

—No va a poder —dije triste —pero si van a venir tus abuelos —mejor cambie de tema.

—Siii —rápido cambio su expresión.

Iba a hablar pero el timbre sono así que con Abigail fuimos a ver, eran los invitados.

—Feliz cumpleaños mi princesa —mi padre la agarró entre sus brazos.

—Gracias abuelito —lo abrazó.

—Ten —Jessie le dio su regalo.

Mi papá la bajó y ella se fue corriendo a dejarlo para después ir a jugar con unos niños.

—Estas bien —dijo cuando Jessie fue a traer bebidas.

—Si —dije con media sonrisa.

La fiesta había empezado los padres estaban en la sala hablando mientras que sus hijos estaban jugando en el suelo, luego escucho que suena el timbre así que voy a ver.

—Hola —dijo nervioso.

Note que venia con alguien más y para no ser descortés los deje pasar.

—Hola querida yo soy la mamá de Juan —me miró —me llamo Melanie —dijo con una sonrisa.

—Me llamo Tn —dije sin entender pero le sonreí.

—Dónde esta la cumpleañera —dijo enseñando 5 bolsas de cumpleaños.

Con la mirada le enseñe donde estaba y ella se fue donde ella, mientras que yo me quede sola con Juan.

—Cómo han estado —lo deje pasar.

—Te alejaste 5 años —me fui a la cocina.

—El miedo me gano —me siguió.

Yo no le respondí solo fui a hacer lo que faltaba de comida, cuándo terminé el me ayudo a servir la mesa.

—Perdón nena —puso sus manos en mi cintura.

—Hay niños aquí —quite sus manos.

—Me perdonas —dijo apunto de besarme.

Pero una voz pequeña nos hizo separar rápido, creo que fue del susto.

(...)

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