Ola

Tras el dolor sufrido y las lágrimas agotadas, el omega despierta en la casa ajena que ha invadido esta última semana para no encontrarse con el alfa que aunque no haya caído en la tentación, le hizo mucho daño. Obviamente, la relación que tuvieron jamás fue exactamente "sana", siempre tuvieron sus complicaciones, las inseguridades y poca confianza cómo para contar al contrario exactamente lo que pasaba por su cabeza. Aunque, el omega por su parte esperaba que eso cambiara tras la propuesta de matrimonio de parte del otro, siempre lo esperaba.. Pero al final esa era una creencia que lo acompañaba hasta ahora.

Duxo se embriaga de la única prenda que tiene y aún conserva un poco del olor de su alfa. Adolorido, piensa y da un vistazo más a su pasado, aún con el corazón afligido: Su cabeza no puede estar más llena de recuerdos felices y memorables que guardaba con amor y alegría. Cosa que al girar nuevamente a su realidad vuelve a ser brutalmente caído como agua fría en la cabeza de Duxo, cosa que solo hace aferrarse más a la polera con el olor de su alfa. Podrán pasar un montón de cosas, pero era suyo.

Sabía que con la marca de pertenencia no se jugaba, y si esto no volvía a funcionar prácticamente debía considerarse muerto. Pocos omegas ha conocido que han sabido sobrellevar su vida para sobrevivir sin su alfa tras un enlace roto, tampoco es como si se considerará capaz de hacerlo, en cierta parte había estado tirando la toalla por la manera en la cómo le había tocado vivir, oh cómo había decidido vivir, pues pensó que sería lo mejor y la mejor opción para vivir, junto a quien consideraba el amor de su vida, con quien viviría toda esta simple vida.

Parpadeo intentando que alguna lagrima brotara de sus ojos y recaiga sobre sus húmedas mejillas, pero por más que intentara, más le ardían los ojos y no parecía haber rastro de algún líquido en sus párpados. Sus ojos estaban tan desgastados que había dejado de lagrimear y por lo tanto, llorar. Era horrible, la sensación de querer y no poder llorar solo le trajo más dolor, ahora hasta eso se le estaba negando el avaricioso mundo de sus desgracias. Quería volver a su casa, besar a ese imbecil de Aquino y volver a como era todo antes; no va admitirlo.

Soarinng ingresa a la desolada habitación de invitados, con el omega, una vez más, echado en cama; pareciendo un muerto en el. Soarinng mira con tristeza a cuyo amigo nunca le había visto alguna mueca de sufrimiento, pues era un chico muy alegre, no podías caracterizar a Duxo por verse triste, eso era nuevo y al mismo tiempo inquietante, pues Soarinng al no conocerlo de esta manera no tenía ni idea de cómo actuar o qué decir y que no debería de mencionar. Sin duda, ahora mismo se encontraba en un aprieto enorme, en lo cual podía o no salir quemado.

Soarinng: Duxo...?

Duxo eleva el rostro y ve a Soarinng justo al frente suyo con un plato de comida aún reposando en sus manos temblorosas. Soarinng luce algo asustado con lo que ve que le esta pasando a su amigo y Duxo lo ha notado, pero no podía hacer nada, de alguna manera se encerró en el circulo vicioso de querer sentirse miserable a cada momento simplemente por lo que estaba pasando. Ha aprendido a depender emocionalmente notablemente de Aquino, eso para Soarinng ha quedado más que claro desde que llegó a su casa.

Si así era el caso, ahora mismo no sabía si era lo mejor tenerlo aquí.. Toma con cuidado a Duxo y lo mira a los ojos con pena y desaliento, un tipo de agonía, que recorre el pecho en busca de alguna alegría.

Soarinng: Tienes que comer, Duxo..

Levantó un poco la mirada para ver que tenía el chico en el plato, para fijarse si de alguna manera esa comida lo llenaría, y más no solo de su hambre, sino de su angustia, que lo libere de las cadenas que el mismo había decidido formar por no haber pensado con claridad antes.

Apenas vio el plato el olor de la comida llegó a sus fosas nasales y lo endulzo. Quizás, eso Le haría sentirse mínimo un poco mejor de cómo es que se encontraba. Soarinng extendió el plato hacia el alcance de Duxo y esperó a que este lo tomara con una ligera inquietud.

Duxo: Gracias...

Agradeció y extendió sus manos para sostener el plato.
Sostuvo un momento el tenedor y rápidamente llevó un bocado a su boca con comida. Era realmente feliz comiendo, le quitaba las penas al menos por un momento, era como un sitio pequeño de confort que tenía con comida.

Soarinng: Y... ¿Cómo te sientes?

Vaya pregunta.

Duxo: Bien.. Supongo.

Menos mal no se lo tomó a mal y respondió.

Soaring: ¿Estabas llorando..?

... Mejor cállate, Soarinng.

Duxo: ...

Duxo miró a Soarinng con los ojos dolidos.

Soarinng: Tienes los ojos rojos, te fumaste algo o qué?

Qué ganas de meterle un puñetazo.

Duxo volteo los ojos y siguió comiendo, controlando la agonía que sentía al menos por un memento. Tomó el tenedor y siguió comiendo el contenido del plato.

Soaring se sentó en el borde de la cama y puso una mano en su hombro en señal de consuelo. Para algunos quizás no era mucho pero era exactamente lo que Duxo necesitaba en esos momentos. Quizás no tenga el control de muchas cosas en este momento, pero al menos debería dejar de vivirlo como si fuera el último momento.

Aprende poco a poco de cómo debe llegar su dolor y acepta el consuelo de Soairnng posando una mano encima de la de Soarinng que Le daba consuelo. Al final, quizás debería aprender a sobrellevarlo, tratar de arreglarlo y quizás, sólo quizás, pueda por fin aprender a vivir en paz. Dándose cuenta el ligero cambio en él con sólo una vista más.

1000 palabras
Hasta nuevo aviso!