Taehyung

Ahí estaba yo, solo, sin ayuda alguna, en una fría noche de invierno pensando en que carajos hice. Bueno, si pasaba todo el día en mi habitación encerrado, sin estar con mi familia, esto era lo último que pensé que sucedería. ¿Qué pasó? Les contaré...

Cómo dije antes estaba encerrado en mi habitación: Jugando videojuegos, escuchando música, leyendo, tomando y tomándome fotografías. En fin, solo, hasta que una noche después de comer algo para merendar de lo que tenía en la pequeña alacena que tenía en mi habitación, bajé a mi living por más comida porque sí, me había acabado toda la comida que había. Me encontré a mi madre la cuál me saludo gustosa regalándome una de sus grandes sonrisas y me invitó a ver alguna película con ella para pasar tiempo en familia pero como siempre me negué ante tal pedido retrocediendo camino a mi habitación para encerrarme nuevamente sin la comida que fui a buscar hasta que escuché un grito... Su grito..

— ¡Largo de MI casa entonces! -dijo resaltando el 'mí', la miré sorprendido y ella me miró firme.

— Bien — musité sin expresión alguna dirigiéndome al corredor que llevaba a mi habitación a la cual entré cuando llegué tomando una mochila para guardar algunas cosas importantes: Celular, audífonos, cargador portátil, dinero, algún abrigo y mi cámara. Bajé dispuesto a irme cuando sentí que mi madre me detuvo sujetando mi brazo pegándome hacia ella.

-No te vallas por favor, lo dije sin pensar, Tae. -ganándose una respuesta fría y completamente seria de mi parte-

— Está hecho, me voy. -Me solté de su agarré comenzando a caminar hasta llegar a la puerta la cual abrí saliendo sin despedirme de mi madre o mi maldito padrastro.

Caminaba por las oscuras, frías y solas calles de Daegu sin rumbo alguno, pasaron varios minutos cuando ya cansado por caminar durante varias horas me senté en una banca del parque en el que me encontraba utilizando la mochila en la que tenía mis cosas de almohada para dormirme un rato y olvidar lo que minutos antes pasó con mi madre. Un tiempo después de haberme dormido sentí como alguien me cargaba y me llevaba lejos de la banca en la que me encontraba y en su hombro tenía mi pequeña mochila a lo que rápidamente opté por gritar siendo callado a los segundos por unos dulces, suaves y cálidos labios en un tierno beso que minutos después terminó cuando quién me cargaba comenzó a caminar lejos, de reojo pude ver unos tipos golpeados en el suelo, llegando un rato después a un automóvil y subirme ahí, él rodeo el auto y subió al asiento del piloto para luego él comience a conducir a algún lugar firme.

Sin pensarlo o dudarlo me dormí en ese auto de nuevo, profundamente encantado por esos labios que minutos antes chocaron con los míos, sintiéndome seguro estando con el hombre que estaba en el asiento delante del mío.

———————————

No sé cuanto tiempo me dormí, quizás varias horas o unos simples minutos, pero cuando me desperté estaba siendo cargado por los brazos del dueño de esos magníficos labios, éstos estaban muy bien formados y quien me estaba cargando caminaba por la entrada de una casa que en su lugar parecía una mansión. Adentrándose a dicha casa quedé sorprendido por lo grande y lujosa que era, para mi suerte el dueño de dicha casa no notó que estaba despierto cuando fue caminando a un living, luego a un sofá donde con mucho cuidado me recostó para luego él ir hacia una cocina cerca y volvió con un vaso con agua en las manos.

Me levanté tallando mis ojos con las mangas de mi gran polera con él cerca en otro asiento para una persona, sonriendo terminó su agua hablándome casi al instante.

— Porqué estabas en esa banca? -Me asusté por la grave voz que usó para hablarme haciendo que baje la mirada- Responde -lo miré-

— Estaba durmiendo, caminé por un largo rato porque me echaron de casa.

— Motivo?

— No me gustaba estar con mi familia, me la pasaba encerrado. Por eso mi madre me echó de casa.

— De acuerdo, haz comido algo en las últimas horas?

— No..

— Acompáñame para que comas algo. Debes nutrirte.

Fue lo último que me dijo antes de levantarse de su asiento comenzando a caminar. 

— Vamos — Asentí siguiéndolo hacia un comedor con una gran mesa donde se sentó indicándome un lugar junto a él donde me senté observándolo llamar a alguien. Unos minutos después un chico vino. — Soobin. —

— Dígame señor Jeon -aparentemente contestó el tal Soobin-

— Prepara algo para el invitado.

— Ahora mismo. Le diré al cocinero que prepare la cena, señor Jeon.

— Bien, no tardes.

— Puedo retirarme

— Claro

El chico se fue hacia el mismo lugar donde minutos antes el 'Señor Jeon' había estado. Minutos después el mismo chico vino con una bandeja donde habían dos platos de comida, los sirvió y luego de algunos minutos ambos empezamos a comer haciendo que quede sorprendido por lo deliciosa que estaba la comida, metiendo varias cucharas a mi boca terminé de comer y bebí un poco de la bebida que tiempo antes Soobin, como ahora sabía que se llamaba el chico, me había dado junto a la comida.

El señor Jeon, así lo llamaba ahora, sonrió y volvió a poner su mirada en mi a lo que la bajé comenzando a jugar con mis dedos diciendo un 'gracias' casi inaudible, se levanto de su asiento y caminó hasta otro lado para unos minutos después él se quede mirándome desde una esquina se acercó a mí poniéndome nervioso y algo sonrojado. Levantó mi mentón haciendo que lo mire y observó todo mi rostro detenidamente acariciando mi mejilla con su pulgar.

— Te quedarás a dormir aquí hoy. Es tarde y te puede pasar algo lindura, eso si que no me lo perdonaría.

— N-No se moleste..

— Nada de eso, acompáñame a mi recámara.

— Bi-bien...

Se alejó de mí dejándome levantarme yendo al sofá donde antes estaba para recoger mi mochila y cuando fue hacia las escaleras lo seguí al segundo piso adentrándonos a una habitación enorme que aparentemente era su recámara.

— Aquí es donde dormirás por ahora y conmigo, deja tus cosas en ese sillón. -me miró- Tienes algo que ponerte para dormir?

— Tengo otra polera grande, señor. Jeon.

— Usarás algo mío entonces, te quedará grande pero estará bien y nada de 'Señor Jeon' dime solamente Jeon o Jungkook, ese es mi nombre.

— De acuerdo, se-Jeon. Yo soy Kim Taehyung...

— Bien, Kim, necesito saber tu información básica para saber que no he 'secuestrado' a un menor..

— ¿Qué desea saber, Jeon?

— Edad, cumpleaños, nombre de tus padres...

— Tengo 19, mi cumpleaños es el 30 de diciembre, el nombre de mi madre es Kim Bora y el de mi padrastro es Jo Byung-gyu

— Bien, trataré de comunicarme con ellos

— N-no hace falta 

— Tendré que hacerlo igual, lo siento.

— Está bien...

Luego de un incómodo silencio, habló indicándome que lo siguiera con un movimiento de mano. Me levanté y lo seguí hasta la segunda planta ingresando nuevamente a su habitación.

— Escoge lo que quieras del armario para dormir, iré a ducharme y luego ingresarás tú.

— Bi-bien...

— De acuerdo — Lo vi dirigirse a la puerta del baño mientras se quitaba la camisa para luego ingresar. 

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Unos minutos después ingresé silenciosamente al baño, sólo por curiosidad, y lo vi duchándose, me moví un poco más y logré ver su, para nada pequeño, miembro. Miré a su rostro y vi que me estaba mirando por lo que opté por salirme rápidamente de ahí totalmente sonrojado. Fui hacia el armario y jalé lo primero que me encontré, una camisa y unos segundos más tarde escuché la puerta ser abierta así que tomé la camisa y empujándolo entré al baño azotando la puerta. Dejé la camisa a un lado y despojándome de mi ropa, entré a la ducha prendiendo el agua caliente y moderándola con el agua fría. Cuando por fin terminé de ducharme noté que no había jalado ninguna toalla así que me sacudí un poco y...

— Señor Jeon!

— ¿Qué he dicho de llamarme así? - lo vi ingresando al baño con una toalla en mano — Noté que la olvidaste, toma — se acercó a mi y me la entregó — De nada — sonrió al verme sonrojado — 

— S-si, lo siento y gracias Jeon

— Bien, vístete y sal

— Sip -sonreí-

Sonrío igual y salió cerrando la puerta dejándome sonrojado. Me sequé y puse la camisa dejando la toalla a un lado, salí. Lo vi parado a un lado de la cama con un pantalón de chandál gris y una camiseta del mismo color aparentemente en una llamada. Terminó su llamada y me miró.

— Mi camisa no te queda nada mal —sonrió lamiendo sus labios — Pe-pero, ven, acuéstate y hay que dormir.

— S-si — fui con él y me acosté a un lado de la cama y él al otro. — ¿Está bien aquí?

— Claro, donde te sea cómodo —sonrió y me quedé encantado con su sonrisa. ¡Parecía un lindo conejito! 

— Bien, ha dormir. — apagó las luces con dos palmadas

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Vi la hora en mi celular, que había sacado previamente, y noté que eran las 4:16 a.m. Me levanté de la cama, salí de la habitación y bajé a la primera planta vagabundeando un rato pude encontrar la cocina y, con la linterna de mi celular, fui hacia la refrigeradora de donde saqué una caja de leche y tomé un poco directamente del pico sin cuidado alguno... en unos pocos segundos escuché un ruido venir de una de las ventanas, me acerqué y un tipo entró así que empecé a correr huyendo. Él, al verme, corrió hacia mi atrapándome rápidamente y cubriendo mi boca y nariz con un trapo dejándome inconsciente.

Desperté en una camioneta yendo a algún lugar, me levanté del asiento  con las manos atadas y la boca cubierta, vi al frente y encontré a un tipo estacionando su auto. Vio por el espejo retrovisor y sonrió.

— Vaya, príncipe, despertaste. Acabamos de llegar, tranquilo — y volvió a sonreír bajando del auto y abriendo la puerta de la parte trasera sacándome de un jalón.

— Mmmgh!

— Calla, gritarás al saber lo que te espera allí dentro — me llevó hacia la puerta y me empujó a una habitación — Bye, encanto

Cuando cerró la puerta sentí unas manos tocar las mías así que traté nuevamente de gritar y lo único que obtuve fue un golpe en la mano.

— Deja que te desate, tranquilo — dijo una dulce voz para a los segundos desatarme. — listo, soy Jimin. Park Jimin 

— Gra-gracias Jimin... Por cierto... ¿dónde estamos?

— Ouh... — escuché a otra voz — En una especie de... ¿venta? Por cierto, soy Baekhyun

— ¿Qué vendemos? 

— Que venden... Nos venden a nosotros — dijo con su voz de omega, muy lindo —

— ¿A-a nosotros? ¿Có-cómo es eso?

— Piensan que por ser omegas sólo servimos para engendrar niños y satisfacer alfas

— Estúpido estereotipos — grito Jimin

— Ésta es mi última subasta, si no me venden ahora, me enviarán a un burdel

— Baek, tranquilo, eres alguien maravilloso. En esta subasta vendrán los 'mejores' alfas, alguien te comprará ya lo verás — volvió a hablar Jimin — Además, tenemos un nuevo compañero, debemos ser positivos.

— Pensemos — interrumpió Baekhyun — Muchos querrán comprar a Tae, algunos a ti es tu segunda subasta. Hay muchos chicos talentosos que los querrán, no quedarán muchos candidatos para mí.

— Okay Baekhyun, eres muy lindo, te querrán y si no lo hacen y alguien me compra, le diré que te compre. Es mi único requisito — Sonreí —

— Gracias, Tae, fue muy lindo lo que dijiste

— No hay de qué, por cierto... ¿Cuándo es la subasta?

— En una hora — respondió Jimin — Si, pronto... pero —dijo alargando la 'e'— debemos arreglarnos, menos charla más acción. Vamos

— Sip, vamos — dijo Baekhyun —

Nos levantamos del suelo y fuimos a otro cuarto donde habían más chicos.

— ¡Damas y caballeros! — alzó la voz Jimin — El día de hoy llegó un nuevo compañero — me señaló — Kim Taehyung. Trátenlo bien, porque si no, se meteran con nosotros. ¡Es todo! Pongámonos divinos —sonrió— 

Luego de mucho tiempo, todos estuvimos listos, con trajes diminutos y maquillaje. Nos vinieron a recoger y nos hicieron quedarnos juntos en una fila, esperamos un par de minutos hasta que por fin escuchamos algo...

— ¡Queridos alfas! El día de hoy tenemos muchos omegas, algunos mejores que otros pero omegas muy buenos. Me presento, soy Park Ji-hyo y seré la presentadora de esta subasta. Primero que todo existen 3 reglas básicas y son muy simples: 1. Quien apueste mayor cantidad de dinero, gana al omega; 2. Sólo pueden comprar a dos omegas; 3. No se permiten tocamientos ni acercamientos antes de comprar. Aclarado eso... ¡Comencemos!...

Fuimos entrando uno por uno mientras esa voz, una voz femenina,  decía los nombres de los otros omegas y lo que sabían hacer ¿Qué se supone que diría de mí? No se hacer nada y en este lugar, eso no es nada  bueno. Estaba muy nervioso, demasiado a ser verdad y más cuando llegó el turno de Jimin, le deseaba mucha suerte.

— Él es Park Jimin, tiene 17 años y es de Geomjeong-gu, Busan. Estudio baile en la Universidad de Artes de Daegu. Baila increíble y aprende fácil. Aún es virgen pero tiene experiencia. Fantástico cuerpo y habla, un joven maravilloso. ¡Apuesten por él!

Un viejito de cómo 70 años dio la suma de 1 millón y medio de dólares por Jimin, pobre de él, le deseaba lo mejor. Estaba tan distraído que no noté que me estaban llamando, así que rápidamente entré a la segundo llamada por el apretón de hombros de Baek, fue ahí cuando me empezaron a describir.

— ¡Él es Kim Taehyung! Viene de Geochang-gun y tiene 19 años. Sabe tomar muy buenas fotografías, dibujar y hacer cosas del hogar. Tiene un muy buen cuerpo y ¡Es virgen! Antes estudiaba en la Universidad de Artes de Daegu, ¿interesados? ¡Que inicien las ofertas!

— ¡50 mil dólares!

— ¡150 mil dólares!

— ¡200 mil dólares!

— ¡350 mil dólares!

— ¡Medio millón de dólares! 

— ¡2 millones de dólares! — escuché a alguien gritar al fondo, traté de identificarlo, pero tenía un antifaz que cubría parte de su rostro—

— ¡Vendido al caballero del fondo! Un agente lo acompañará a una habitación donde estará su premio, disfrute y vuelva pronto... ¡Sigamos con la subasta! 

Me llevaron a jalones a la misma habitación donde estaba antes, me hicieron cambiar de ropa a la que tenía puesta cuando me trajeron y, nuevamente, me llevaron a jalones a una habitación a oscuras donde dijeron que esperaría a mi comprador. A lo lejos pude escuchar el resto de la subasta, estaban vendiendo a Baekhyun...

— ¡És es otro gran chico! Su nombre en Byun Baekhyun, tiene 21 años. Es graduado en actuación y canto en la Universidad de Artes de Daegu. A pesar de no ser virgen está muy bien conservado y abierto a cualquier fantasía sexual. Sabe hacer cosas del hogar, bailar y actuar. ¡Apuesten!

Llegaban varias cantidades, muchísimas, pero la cantidad ganadora dejó a más de uno con la boca abierta, estoy seguro. ¡Darían 1 millón de dólares por Baekhyun! Me entretuve demasiado escuchando la subasta que no noté cuando alguien entró a la habitación dónde estaba hasta que prendió la luz.

— Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquÍ? — me giré de inmediato y lo miré directo a los ojos pues ya no tenía máscara.

— ¿Tú? ... ¿Qué hace aquí, Señor Jeon?

 Jungkook

Me levanté a las 5 a.m cómo era de costumbre, pero no sentí el cuerpo de Taehyung a mi lado, quizás estaba abajo. Me duche y puse un terno como siempre, bajé y Taehyung no estaba, lo busqué por todos lados y no había rastro de él. Llamé a Jackson.

— ¿Dónde putas está Taehyung?

— Señor, las empleadas encontraron un vidrio roto y un tarro de leche tirado en el piso de la cocina cuando vinieron a trabajar a las 4:30 a.m, ayer sufrimos un atentado. Aparentemente Jihyo se enteró del joven que tenía y se lo llevó a una de sus subastas. Es a las afueras de Daegu, ya tenemos un puesto asegurado, sólo debemos ir si usted así lo quiere.

— ¡Claro que lo quiero Jackson! Se llevaron algo que me pertenecía, lo recuperaré a como de lugar. Vamos

Jackson habló por el comunicador y en cuestión de minutos ya habíamos llegado al lugar de subastas, el mismo de siempre. Había venido un par de veces antes, pero nada había llamado mi atención. Hasta ahora...

— Aquí es Sr. Jeon, usted estará como anónimo, le otorgaran un antifaz antes de entrar. El joven Taehyung no sabrá que es usted.

— Bien, espera aquí, si no vuelvo en 2 horas, llama a refuerzos y entra. Mata a todos menos a los omegas, sabes las reglas.

— Si señor, suerte.

— No la necesito — y con eso, salí del auto entrando al local. Jihyo me las pagaría muy caro. 

Sólo bastaron unos minutos para que presentaran a Tae, había muchos interesados pero logré ganar, lo compré. Me dieron indicaciones y luego de unos minutos fui a verlo, estaba distraído escuchando la subasta así que no notó mi presencia hasta que encendí la luz de la habitación.

— Vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí? — dije en tono burlón y algo serio.

— ¿Tú? —hizo una breve pausa— ¿qué hace aquí señor Jeon?

— Hablemos en otro lado. Acompáñame — sonreí y señalé su ropa—¿es todo lo que tienes?

— Así es, señor

— Ben, vámonos, no pienso perder más tiempo. Vamos a casa, omega. — usé mi voz de mando levemente— Lo siento, vámonos.

Salimos juntos, rodeé su cintura con mi brazo y sonreí. Caminábamos a la salida hasta que la voz de Jihyo se escuchó. Esa maldita perra me pagaría muy caro haber robado algo mío.

— Señor Jeon, alto ahí. — sonrió — me informan que conoce al omega, no se lo puede llevar.

— Ya pagué, era mío desde un comienzo hasta que lo secuestraste de mi casa. Si no quieres que le diga a la policía de esto, déjame ir.

— Lo lamento mucho, pero no. —hizo una breve pausa — Ahora.

Sentí como se llevaban a Taehyung de mi lado, de nuevo, lo escuché gritar y luego nada. Volteé a verlo, lo habían golpeado y estaba inconsciente en el suelo, un idiota lo agarró, lo puso en su hombro y sonrió dándole una nalgada. Pobre de él. Tenía preparada mi pistola en el bolsillo, no me iría sin Tae.

— ¡Hijo de puta! — Fui contra él agarrando a Tae de la misma manera, tomé mi pistola y le disparé en la pierna. Vi a Jackson acercarse, le di una señal de que se quedará allí. — Ahora, Jihyo, si no quieres una puta bala en la cabeza, me dejarás ir con Tae. Quédate el dinero, no me importa.

— ¡Malnacido! — Y escuchándola gritar fui a mi auto, Jackson abrió la puerta trasera y recosté a Tae ahí. Fui al asiento del copiloto y esperé a Jackson quien subió al auto y empezó a manejar a casa.

Taehyung

Desperté de nuevo en un auto en movimiento, ¿dónde estaba? sólo recuerdo estar en una ''subasta'' luego alguien me compró y... ¡Alguien me compró! ¿Y si estaba en el auto de un degenerado? ¿Un viejo? Por favor Dios que no sea un degenerado pervertido, sé que no creo mucho en ti y si me ayudas prometo ... el auto paró, me levanté de golpe y lo vi, era el señor Jeon ¡Él me había comprado! Prometo seguir sin creer en ti, en verdad pensé que este sería mi fin.

— Veo que despertaste — Lo escuché

— S-si, ¿donde estamos?

— De nuevo en casa, esta vez nadie te alejará de mi lado. Baja, debes tener hambre. Comerás y luego subirás nuevamente a mi habitación.

Jackson abrió la puerta al lado mío, bajé y prácticamente corrí al baño, vomité. No iba a ensuciar el auto del señor Jeon, no quería que se enoje. Ya en el baño él llegó corriendo también y se agachó al lado mío.

— ¿Qué pasó?

— Creo que fueron muchas emociones por hoy.

— Hay cepillos nuevos en el estante, toma uno, cepíllate y ve a mi habitación.

Asentí, me levanté del piso, hice lo que me dijo y caminé a su habitación. Que mierda de día, espero poder dormir y- ¡Santa mierda! El señor Jeon está como para- 

Taehyung contrólate...

Miré su espalda, él se estaba cambiando, tenía algunos tatuajes ahí y en su brazo tenía muchos más, prácticamente tenía todo el brazo tatuado, sus manos no eran nada pequeñas a comparación con las mías que son delgadas. Tiene el abdomen marcado y algunos tatuajes más ahí, su cintura era pequeña y su-

— ¿Taehyung?

Reaccioné, me había descubierto viéndolo, sólo levante un poco la vista y observé su sonrisa, nada santa. Detallando su cara recién noto que tiene un piercing en la ceja y otro en la lengua, lo vi cuando la pasó por sus labios, su piel es pálida y sus ojos muy bonitos.

— ¿Me estabas espiando cuando me cambiaba?

— ¿Qué? ¡No! Só-sólo estaba viendo... viendo...

— Viéndome, admítelo, no me gustan los chicos mentirosos — se acercó a mi— ¿me veías?

— S-sí

— ¿Con qué propósito?

— No lo sé.. sólo estaba llegando y lo vi, lo siento

— Tranquilo, puedes ver y tocar lo que quieres. — Retrocedió con los brazos abiertos— Adelante, ven.

Me acerqué a él y mi mano viajó directamente a su abdomen, lo tenía muy marcado, sus tatuajes eran increíbles y casi todos eran sólo blanco y negro. Toqué su brazo viendo más tatuajes, luego el otro.

— Hey, calma, no me iré de aquí. — se sentó en el borde de la cama — Listo, así estoy más cómodo — me guiñó—

— Ujum — me acerqué y nuevamente toqué su abdomen, era increíble. Tal cual me gustaban. ¡No, Taehyung, contrólate! Está bien que esté bueno y caliente pero no podemos ceder, no tan fácil. Alejé mi mano y fui donde mi mochila para sacar mi celular, sonreí sin que me viera y le escribí a Hobi Hyung, después de todo, darle un poco de celos no es tan malo ¿verdad? Claro, si funciona. A los segundos contestó y me llamó.

— Hola Hyung ¿Qué tal? ¡No grite! Estoy, teóricamente, bien. Con un amigo, Jeon, ¡No le diré más! — reí — ¡Por favor caballero, venga a rescatar a su príncipe! — reí nuevamente, Hobi Hyung está loquito. — Lo quiero aquí, conmigo. ¡No haré esas cosas aquí! Porque no es mi casa, honey. Sí, luego iré a verte y te daré muchos besitos en el rostro y donde quieras. ¡No diga esas cosas, pervertido! Mmm, no lo sé, quizás en unos días, pero me iré de aquí. Peleé con mamá, y me echó de casa. No, no fue por una de nuestras llamaditas nocturnas, ni siquiera sabe que las hacemos o lo que hacemos — Reí— Si, volveremos a- — ¿Qué carajos? Me di la vuelta y el señor Jeon tenía mi celular, no lucía para nada feliz. — Le cortó a Hobi hyung ¡Es un tonto! ¿qué cree que hace? Devuélvamelo, es mío.

— ¿Si? ¿Qué mierda haces con ese tal Hobi? Dime — usó su voz de mando, bajé un poco la cabeza y contesté —

— A-a veces me llama en la noche y-y nosotros... él me enseña-

— No quiero saber más, a mi cama, ahora.

— Pe-pero..

— Dije ahora 

— Ash — Fui rodando los ojos a la cama, me senté y crucé mis piernas, ¿qué se creía? ¿sólo por rescatarme pensaba que tendría poder sobre mí? aunque es guapo. Quizás mañana deba ir donde Hobi y quedarme con él, así podría- ¡Carajo! Jeon se está quitando el pantalón. ¡Código 31! Hombre guapo y caliente.

— Bien, ahora me dirás que carajos haces con ese infeliz.

—  Se llama Jung Hoseok y no tengo porqué darle explicaciones. —  dije totalmente serio y conforme.

—  Si no me lo quieres decir, recibirás un castigo —  se acercó a mí y me obligó a arrodillarme en el suelo. — Si no me la chupas bien, te castigaré. Ahora empieza.

Bajó un poco su bóxer dejando notar y ver su enorme polla, esa cosa era gigantesca. ¿eso, si quiera, entraría en mi garganta? Podría ahogarme con eso y morir, quizás mida 23 centímetros o más. Debe realmente cansarle cargar eso. Dios, ¿realmente haría esto?

— Te estás demorando mucho. 

—  Ya voy — tragué saliva, no pierdo nada intentando. Tomé su miembro con mi mano derecha y empecé a masturbarlo, de arriba hacia abajo, pude oírlo gemir ronco así que me acerqué lentamente a su miembro, lamí su punta y tomé un poco de líquido pre-seminal en mi lengua para esparcirlo por todo su miembro lamiendo el mismo. Delineé sus venas y metí sólo su punta en mi boca, con mi lengua rodeé la misma y fui metiendo más en mi boca, definitivamente no me entraría todo, pero al menos gran parte. Mientras se la mamaba, sentí su mano tomar mi cabello y obligarme a meterme más de su miembro en mi boca. Algunas lágrimas caían por mis ojos pero terminé acostumbrándome, sentí como su polla se agrandaba y luego como mi garganta era llenada por su semen y él gemía nuevamente.

— Trágatelo — hice lo que me indico mientras desocupaba mi boca, lo miré desde el suelo y tenía la cabeza echada hacia atrás. Me levanté y fui a la cama. — Lo hiciste muy bien, pero aún quiero saber quién es ese Hoseok.

— Es un amigo, lo conozco desde hace mucho, prácticamente desde niños. Tiene 21 años y es alfa.

— ¿Alfa? — gruño y se acercó nuevamente a mi, me recostó y se puso encima mío. —  ¿Tú amigo es un alfa?

— S-sí, pe-pero estoy seguro que no le gusto. A él le van las mu-mujeres.

— Bien — Me besó y no tardé en responder, enrollé mis brazos en su cuello mientras él acariciaba mi cintura. Fue bajando sus besos por mí cuello y quitándome el hoddie que me había puesto cuando estábamos en el auto. Me vió y sonrió.

— El traje no es mío, nos lo pusimos en los camerinos antes de la subasta. Así que puede romperlo si gusta.

—  No lo romperé, espero volver a verte con este y muchos más. —  besó más mi cuello y clavículas desabotonando el traje que llevaba puesto, cuando finalmente lo quitó, empezó a chupar y jugar con mis pezones, gemí bajo mientras arqueaba mi espalda para tener más contacto con él.  

Cuando por fin terminó, gemí alto, terminó de quitarse el bóxer y se acercó hacía la mesa de noche que tenía al lado de donde sacó una botella de lubricante y unos condones. Abrió la botella y embarró dos de sus dedos, los acercó a mi entrada y poco a poco fue ingresando primero uno metiéndolo y sacándolo rápido para luego meter el otro rápidamente, sus embestidas eran precisas y satisfactorias, pero quería algo más. Lo quería a él. Ingresó otro dedo y tocó mi próstata, gemí bastante alto.

— Je-Jeon, ponla ya. 

—  Te estoy preparando amor,  no quiero hacerte daño a la hora de meterme en ti y hacerte mío.

— Só-Sólo métemela, no quiero tus estúpidos dedos, quiero tu polla. —  tomé un condón, bajé mi mano y lo masturbé un poco más poniéndole el condón luego, acerqué su polla a mi entrada y me empecé a meterla. Puso mis manos por encima de mi cabeza y terminó de meterla completa. Esperamos un rato y empezó a moverse, al principio era doloroso, pero luego empecé a sentir un gran placer. — ¡Muévete más, Jungkook! — lo sentí moverse más rápido, a este paso llegaría rápido. 

— De ahora en adelante, me dirás 'Papi' y más si te estoy jodiendo. ¿Entendiste?

—  ¡S-sí papi! Dame más, quiero más.

Acercó una de sus manos a mi pezón izquierdo ya que la otra estaba en mi cintura y comenzó a rodarlo y jugar con él. Yo estaba tan cerca y cada vez sentía como ingresaba más a mí. Sentí un cosquilleo en mi vientre y me vine en mi abdomen, aún sentía susu penetraciones, eran algo dolorosas pero aún así daban un placer increíble. Me avisó cuando se iba a venir y le dije que lo hiciera en mi cara. Sacó su miembro dejándome un gran vacío y acercó su polla a mi cara, saqué la lengua y lo masturbé otro poco para luego sentir el caliente semen cayendo en parte de mi cara y boca. Se acostó a mi lado mientras que yo con ayuda de mis dedos, tragaba el semen que había caído en mi cara.

— Eso fue increíble, Tae. ¿Quieres otra ronda?

—  Claro que si, pero esta vez. Te quiero montar, ¿Puedo papi?

—  Claro que si bebé — me sonrió y tomé otro condón poniéndoselo con ayuda de mi boca. Me subí a él, tomé su miembro entre mis manos y fui sentándome poco a poco. Se sentía diferente, sentía que llegaba hasta mi cuello y era putamente asombroso. Cuando por fin todo estuvo nuevamente dentro mío, coloqué ambas manos en su abdomen y salté un poco gimiendo. Salté y salté más rápido acostumbrándome  rápidamente a esta posición, era mi favorita definitivamente. Jungkook puso sus manos en mi cintura y me ayudó a saltar más ya que estaba algo cansado, luego de un rato me levantó de los glúteos y movió su cintura rápidamente penetrándome más.

— ¡Oh Dios! Si, papi, así... Mmgh! —  gemía — 

—  ¿Te.. gusta, bebé?

—  Claro que.. si, papi, s-se siente... ¡AH!.. i-increíble.

Me acosté en su pecho y lo besé mientras él seguía penetrándome, bastaron un par de minutos para que me viniera en su abdomen y luego otro poco de minutos para que él se viniera en el condón. Lo hizo un nudo y tiró por ahí. Aún acostado en su pecho, me fui durmiendo.

——————————————

— Buenos días, bebé — escuché su ronca voz, parecía recién levantado. Abrí poco a poco mis ojos y lo vi, despeinado y somnoliento, adorable. 

— Buenos días, papi, aunque ni tan buenos

— ¿Porqué, cariño?

— Me duele a cintura y el trasero como mierda. No me puedo ni mover. Eres increíble.

— Gracias, me lo han dicho.

— ¿Ah si? No eres el único que me ha dejado así.

Jungkook gruño un poco y su aroma se fue volviendo más amargo, ups,

— ¿enserio? Pues ahora, te castigaré, no me vuelvas a repetir que haz cogido con otros.

— ¡T-tú tampoco, idiota! — Me quitó las sábanas de encima y sin preparación ingresó en mí de a pocos. — ¡Papi!. E-espera — Gemí alto cerrando los ojos fuertemente, se sentía increíble, pero aún así dolía por no haberme preparado antes.

— Éste es tu castigo bebé, no lo vuelvas a hacer — y las penetraciones comenzaron. Al final, me gustó, un rapidín mañanero no le hace daño a nadie después de todo.

Hey, hey, hey, muy buenas a todos. Esta historia me tomó bastante a ser verdad, pero me encantó escribirla así como espero les guste leerla. Es un poco absurda, pero bueno. Voten y comenten si les gustó y s tengo algún error ortográfico. [5330 palabras escritas.]

With love, kimmie.