Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

35. Solo es cuestión de tiempo

AL DÍA SIGUIENTE

Hace más de una hora que llegué a casa de mi madre. Ella no estaba, Rita me dijo que había salido con Francisco en la mañana y no han regresado aún. Todo este tiempo he estado con Sara, se puso muy feliz cuando me vio llegar, de hecho, no me había dejado salir de su habitación.

Ahora voy bajando las escaleras hacia la cocina a buscarle algo de comer.

Al llegar no veo a Rita por ningún lado. Frunzo el ceño y salgo por la puerta al patio trasero, entonces la veo agachada dándole atención a unas plantas. Me dirijo hacia ella y cuando estoy a un metro de distancia, se da cuenta de mi presencia y voltea.

—Hey Santi.

—Hola Rita, ¿necesitas ayuda con eso?

—No, ya casi termino, ¿tú necesitas algo?

—Sara tiene hambre, bajé haber si podías prepararle algo, pero veo que estás ocupada. ¿De verdad no quieres ayuda?

—No tranquilo —dice con una sonrisa. —En la nevera hay pastel de chocolate, corta una rebanada para Sara y si quieres una para ti también —sonrío.

—Está bien —doy la vuelta para volver a la casa.

—Santi —su vos me detiene y volteo a verla —más tarde quiero hablar contigo — dice seria haciéndome fruncir el ceño.

—¿Pasó algo?

—Luego hablamos —responde y vuelve a lo suyo.

—Ok —susurro extrañado y sigo mi camino hasta la cocina.

Cuando entro, voy directo a la nevera y como dijo Rita saco el pastel. Corto dos rebanadas, porque la verdad se ve demasiado bien y el chocolate es mi debilidad, a parte de una chica de ojos grises. Sonrío al recordarla y guardo nuevamente lo que queda de la torta.

Tomo los dos platos y vuelvo a la habitación de Sara.

Un buen rato después, escucho llegar un auto. Me asomo a la ventana y veo que es mi madre y Fran. Sara está entretenida viendo dibujos animados en la tele. Me acerco a ella y dejo un beso en su cabeza.

—Princesa voy a bajar —con mis palabras gira su cabeza rápidamente hacia mí.

—¿Ya te vas? —pregunta y niego.

—No, voy a ver a mamá, antes de irme paso por aquí contigo.

—Está bien —sonríe y beso su frente.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras. Cuando estoy al final de estas, veo a Francisco y a mi madre entrando al salón, esta se percata de mi presencia.

—Santi.

—Hola mamá —corta la distancia entre nosotros y cuando está junto a mí, rodea sus brazos a mi alrededor apretándome fuerte.

—Mi niño, ya te extrañaba.

—Y yo a ti.

—¿Cómo vas Santi? —Pregunta Fran sirviéndose un trago.

—Bien —me encojo de hombros. Mi madre se separa de mí y toma mi rostro entre sus manos.

—¿Estás bien? —asiento —¿Te has estado alimentando como se debe?

—Si..

—¿Seguro?

—Que si mamá —reitero con una sonrisa.

—No hostigues al muchacho Clara —Comenta Fran divertido tomando asiento en el sofá.

—Solo quería asegurarme.

—Estoy bien, no te preocupes.

—Bueno, déjame llevar esto a la habitación y ver a la niña. Ahora vuelvo que quiero hablar de todo contigo. —Dice tomando su bolsa y subiendo las escaleras.

Yo termino de llegar al salón y tomo asiento en uno de los sillones frente a Francisco.

—¿No han habido más problemas con los planos en la obra? —pregunto y niega.

—Por suerte no, hoy pasé temprano con tu madre y el jefe de brigada me dijo que todo iba bien por el momento.

—Que bien.

—Si, no me gustan los problemas de ese tipo.

Veo a mi madre bajar las escaleras, y como toma dirección a la cocina, pero unos minutos después se une a nosotros. Toma asiento al lado de Francisco y este pone su brazo sobre los hombros de mi madre. Y a partir de ahí, empieza un interrogatorio completo por su parte, queriendo saber como he estado estos últimos días.

Francisco trata de frenarla de vez en cuando, pero ella lo ignoraba y yo divertido con el tema respondo todas sus preguntas.

—Santi, sé que estás aburrido del tema, pero seguiré preguntando.

—¿Qué tema? —pregunto imaginando su respuesta.

—Sobre tu regreso a la casa.

—Clara...

—Silencio Francisco —lo interrumpe y este levanta las manos en señal de rendición. Sonrío y niego.

—Mamá ya hemos hablado de eso muchas veces.

—Lo sé, pero... —guarda silencio por unos segundos y sonríe de pronto haciéndome fruncir el ceño. —Espera, acaso.. ¿acaso tienes novia? —pregunta y abro los ojos como platos.

—¿Qué?

—Si, porque para que no quieras volver... —sigue hablando y lo único que viene a mi cabeza es Manuela. —Santi —la miro —¿entonces?.

—Entonces ¿qué?.

—¿Tienes novia?

—Yo... —el sonido de algo al romperse interrumpe mis inexistentes palabras.

Todos giramos en la dirección del sonido y vemos a Rita agachada, recogiendo trozos de vidrio en el suelo.

—Disculpen, ando hoy un poco descuidada —dice desde el suelo. Yo me pongo de pie y voy hasta ella, agradeciendo en silencio por la divina interrupción.

—Descuida Rita. ¿No te hiciste daño? —pregunta Fran poniéndose de pie al igual que mi madre.

—No señor. —me agacho junto a ella.

—Déjame ayudarte —va a negar, pero es interrumpida cuando el sonido del timbre suena por todo el lugar. —Ve abrir, yo sigo recogiendo este desastre.

Se pone de pie y camina hacia la puerta abriéndola.

(…)<<<<

POV: MANU

Hoy en la mañana cuando Santi se fue, me puse hacer unos trabajos de la universidad, puesto que ya los tenía atrasados. Ahora voy camino a casa de mi padre, de hecho, ya estoy en la reja de la entrada.

—Buenos días Luis —digo cuando este abre la reja.

—Buenos días Manuela —sonrío y entro hasta estacionarme fuera de la casa.

Bajo del coche y veo la moto de Santi a una distancia de mi auto. Tomo dirección hacia la puerta y toco el timbre en el momento que que suena mi teléfono anunciando un nuevo mensaje. Lo saco del bolsillo de mi pantalón y veo que es de Marina. Cuando voy a leer lo que está escrito, la puerta se abre mostrándome a Rita.

—Oh Manu —sonrío y guardo el teléfono nuevamente en el bolsillo, <después leo el mensaje>.

—Hola Rita, ¿cómo has estado? —pregunto abrazándola.

—Bien mi niña, pasa.

Cierra la puerta y camino hasta el salón. Veo a mi padre y a Clara de pie delante del sofá mirando hacia algún lugar del salón. Al mirar en esa dirección, veo a Santiago agachado recogiendo algo roto en el suelo.

—¿Qué pasó aquí? —pregunto llamando así la atención de todos.

—Cariño —dice mi padre, viene hasta mí y besa mi frente. —A Rita se le resbaló la bandeja de las manos y bueno.. ese fue el resultado.

—¿Pero nadie salió herido? —miro en dirección de Santi y me encuentro con su mirada, me sonríe y sigue en lo suyo cuando llega Rita con un recogedor.

—No tranquila.

—Menos mal.

—Si, por suerte fue más ruido que otra cosa —dice Clara y voy hasta ella. —¿Qué tal querida?.

—Todo bien.

Unos minutos después, todo el suelo estaba libre de algún vidrio y Rita nos sirvió jugo de fruta a todos. Mientras, la conversación se centraba en la construcción de la tienda y temas de mínima importancia.

Sara bajó al rato y al verme se lanzó a mis brazos. Me arrastró hacia su habitación, me mostró todos sus juguetes nuevos y me pidió que la ayudara a preparar el regalo para el próximo cumpleaños de su hermano.

Dijo que faltaban algunos días, pero que no importaba porque necesitaría mi ayuda. No me negué, después de todo me dió un dato importante, la fecha del cumpleaños de mi novio.

Cuando Sara me deja libre, salgo de su habitación y voy hasta la mía. Entro y camino hacia la cama cuando recuerdo el mensaje de Marina. Saco el teléfono sentándome en la cama, pero no me da tiempo ni encenderlo porque la puerta de mi cuarto es abierta.

Centro mi mirada en esta y veo Santi entrar por esta.

—Oye, ¿qué haces aquí?, ¿estás loco? —se encoge de hombros y pone el seguro.

—Tenía ganas de verte —sonrío y me pongo de pie. Corta la distancia entre nosotros y rodea mi cintura con sus manos.

—Nuestros padres están abajo, además, nos vimos hace unos minutos.

—No es lo mismo —susurra y lleva su rostro a mi cuello rozándolo con su nariz.

—Lo sé, pero no quiero que nos atrapen. —Y como si alguien nos estuviera escuchando, tocan la puerta haciéndome saltar.

—¿En serio? —pregunta en voz baja y le señalo el baño. Deja un pico en mis labios y se dirige hacia donde le señalé.

Vuelven a tocar.

—Voy —veo que Santi cierra la puerta del baño y entonces abro la de la habitación. —Oh Rita..

—¿Puedo pasar Manu?

—Eh... Si pasa —cuando entra, cierro los ojos y maldigo a mis adentros. Cierro la puerta y volteo viéndola sentarse en mi cama. —¿Pasa algo?

—Ven —palmea la cama a su lado —quiero hablar contigo. —Extrañada camino hacia ella, pero antes de llegar, sus palabras me detienen. —Y dile a Santi que también quiero hablar con él.

—Santi... —asiente y trago saliva —eh.. bueno entonces.. iré a buscarlo a su habitación —digo sabiendo perfectamente que está en mi cuarto de baño.

—Él no está en su cuarto, lo sabes —dice cuando voy llegando a la puerta y volteo. —Santi, ¿puedes salir por favor?, necesito hablar con ustedes. —Cierro los ojos y ya no digo nada más.

Unos segundos después, siento la puerta abrirce y miro en esa dirección. Santi sale y su mirada choca con la mía. Me hace un seña con la cabeza y me acerco un poco a él. Escuchamos a Rita carraspear y mi vista se centra en ella, quien se puso de pie y nos mira con los brazos cruzados.

—Rita... —comienza a decir Santi pero ella lo interrumpe.

—Estoy muy decepcionada chicos.

—Rita nosotros...

—Y más de ti Manu —muerdo mi labio inferior y bajo la mirada —podías haber confiado en mí —vuelvo a centrar mi mirada en ella y me ve con la cabeza ladeada.

Miro a Santi que me observa con la misma cara de interrogación que yo a él y vuelvo mi atención a Rita.

—¿No.. no estás enojada? —suelta el aire y niega. —¿Desde cuándo lo sabes? —pregunto.

Vuelve a sentarse en la cama y nos hace señas para que hagamos lo mismo.

—Desde hace un tiempo lo vengo sospechando.

—¿Cómo te diste cuenta? —pregunta esta vez Santi tomando mi mano sobre la cama.

—Digamos que ustedes no me la pusieron muy difícil. Es suficiente con prestarles la atención necesaria cuando están juntos.

—¿Se nota tanto? —bajo la mirada a nuestras manos y aprieto el agarre.

—¿Crees qué nuestros padres...? —pregunta Santi.

—No se chicos, para saberlo están muy tranquilos, y si no lo saben, solo es cuestión de tiempo. Solo les diré, si no quieren que su relación salga a la luz aún, no hay problema, su secreto estará seguro conmigo.

—Gracias Rita —le doy una sonrisa de boca cerrada.

—Pero tienen que tener cuidado cuando estén en la casa, y más si sus padres están presentes. Esa puerta la pudo haber tocado cualquier otra persona.

—Lo sé, pero tendremos más cuidado, gracias de nuevo —me acerco a ella y la abrazo. —Te quiero.

—Y yo a ti mi niña —nos separamos y se pone de pie. —Después de todo, hacen una hermosa pareja.

—Gracias Rita —dice Santi y sonrío.

—Hasta luego chicos —sale de la habitación y cuando cierra la puerta apoyo mi cabeza en el pecho de Santi soltando el aire.

—Que susto pasé —susurro y pasa una de sus manos por mi cabello. —Los pelos se me pusieron de punta, te lo juro —escucho una risita de su parte y busco su mirada —no te rías.

—Lo siento —toma mi rostro entre sus manos y junta nuestras frentes  rozando su nariz con la mía.

—Tenemos que tener más cuidado.

—Si, pero como dijo Rita, es solo cuestión de tiempo para que esto salga a la luz —cierro los ojos y respiro.

—Lo sé —susurro. Siento sus dedos acariciar mi mejilla y a los segundos junta nuestros labios en un tierno beso.

(…)

Salgo de la casa y me encamino hacia mi auto. Decidí irme gracias al mensaje de Marina. Cuando Santi salió de mi habitación, revisé por fin el móvil y leí el mensaje. En este ponía que necesitaba hablar conmigo. Le escribí a Santi diciéndole lo que haría y me despedí de la familia.

Monto en el coche, enciendo el mismo y sin esperar más, salgo de ahí con dirección a casa de mi amiga.



****************************

Hola pequeñeces, espero que estén muy bien.

Se que estuve algo desaparecida, pero aquí les traje nuevo cap, espero les haya gustado.

Hasta el próximo capítulo. ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro