Hubo una vez una niña llamada Sofía, su sueño era ser cocinera, y hoy en día lo hará realidad.

 Ya han pasado diez años y tiene 16 y está apunto de ir a un casting para un trabajo.

Eran las 8 de la mañana y Sofía se estaba levantando para ir a su casting, al principio no quería levantarse pero al final lo consiguió, se tomó un buen desayuno con estas todas y un cola-cao, se vistió te lavó los dientes y salió de su casa toda lista para la entrevista.

Ya en el casting se dio cuenta de que había un montón de gente con grandes niveles de cocina y le entró el miedo. persona por persona fueron llamando a todas menos a ella, que quedó última y  creía que nunca la llamarían y que ya tenían a alguien escogido pero…  no fue así la llamaron y aún no tenía ni idea de a quién escoger para el trabajo.

 Lo primero que le preguntaron fue para qué servía cada cubierto cada cacerola y cada sartén, lo segundo ordenar todos los productos de cocina por verduras, frutas, hortalizas, legumbres... Lo tercero fue saber qué tipo de platos le gusta cocinar y se le daban bien y qué tipo de ingredientes son el que utilizar y qué técnica utiliza.

La cuarta y última pregunta fue la más importante pues eran la que más se fijarían los que la entrevistaron, Entonces dijeron:  por qué empezaste a cocinar. En este momento Sofía se quedó mucho más tranquila porque, aunque no hubiera enseñado esa pregunta y las otras si sabía que tenía que expresar sus sentimientos y entonces dijo:  yo empecé a cocinar con 4 años, siempre me habría gustado tener mi propio restaurante así que le pedí a mis papás que me ayudarán a cocinar, con 10 años me apunté a clases, con 12 ya está el grado superior, al año siguiente me gradué, en ese momento supe que mi verdadera pasión era la cocina por eso nada más que me enteré de este casting quise venir para poder demostrar que soy buena de verdad y que este trabajo está hecho para mí.  

En ese momento los que entrevistaron supieron que Sofía valía para esto dijeron que se esperará antes de ir a su casa en la sala de espera un rato para tener la seguridad de que ella era la perfecta para este trabajo.

Pasaron los minutos y las horas y Sofía seguía en la sala de espera, ya estaba a punto de irse cuando la llamaron,  los de la entrevistaron les dio la noticia con mucha alegría, le decían que era la más indicada para este trabajo.  En ese momento Sofía se puso súper contenta y pegó saltos de alegría por fin había conseguido cumplir su sueño después de tantos, tantos, tantos, tantos años Sofía lo consiguió, entonces le anunciaron que mañana empezaría a trabajar.