Esta historia comienza un día cualquiera - Recuerda Santiago -, estaba disfrutando del receso con unos amigos, preparándonos para una prueba que nos iba a hacer el profesor de la clase de castellano. La prueba consistía en realizar un cuento, un tanto breve, pero que tuviera todos los elementos propios de una buena historia, inicio desarrollo y conclusión, personajes principales y secundarios, etc., pero sobre todo, se nos pidió que tuviera una buena trama.

Cuando estábamos a mitad del receso me encontré con Oscar, un chico muy imaginativo y divertido, lo conocía desde que comenzamos la secundaria, era bastante retraído, pero después de un tiempo conversando nos volvimos buenos amigos, y llegamos a confiar el uno en el otro. Ese día lo iba a invitar a jugar con un balón que había llevado, pero lo notaba algo agitado, distraído más bien, así que fui a hablar con él para animarlo...

"Hola Oscar, ¿Te pasa algo?"

"¿Algo como qué?" - Me respondió, aunque dudo que supiera realmente que estaba ahí, pues lo veía como nervioso y perdido en sus pensamientos...

"No lo sé, solo que te noto como preocupado" - Tan pronto como le dije eso, volteó a verme y parecía volver en sí mismo

"Tienes razón - Fue lo que me dijo con una mirada baja -, estoy algo nervioso por la prueba de hoy"

"Pero ¿Por qué? - Le dije algo desconcertado - Tú ya hiciste una historia muy buena, solo tienes que, ampliarla para ponerla en la prueba"

"No, ¿Cómo se te ocurre? - Respondió de una forma nerviosa - Es demasiado infantil y... emocional, tú sabes que la tenemos que leer ante la clase y, si lo hago, se van a burlar de mí" - Dijo eso de una forma depresiva.

"No creo que sea para tanto, es muy buena tu historia, solo..."

"Solo que tú no eres el que va a pasar vergüenza ante todos, sino que voy a ser yo" - Me dijo de una forma exasperada, como nunca me había hablado

"¿Sabes qué? - Le dije algo apenado y decaído - Tienes razón, así que no te voy a obligar a que lo hagas, nos vemos luego de clase"

En ese momento me dispuse a irme, algo molesto por su forma de actuar ya que solo buscaba ayudarlo, así que comencé a caminar por el liceo, pensando en cómo iba a realizar mi historia, pero solo llegaba a mi mente la conversación que había tenido con Oscar, y recordé como era él cuando nos conocimos, no me quería mostrar la historia que había escrito (la misma que fuimos desarrollando con el paso de los años) por temor a que me burlara de él, pero tras mucha conversación, y algunas promesas un tanto rotas, me la mostró, realmente me encantó, era divertida y un tanto emocionante, aunque bastante infantil, pero eso solo me atrajo más debido a algunos gustos infantiles que he conservado. Al recordar eso solo me molestaba una cosa, la forma en que había actuado con él, ya que solo lo hizo por temor, y yo lo estaba empujando a hacerlo, así que me decidí a pedirle disculpas, y cual fue mi sorpresa cuando me enteré que había pensado en lo mismo que yo así que estuvimos hablando en lo que quedaba del receso...

"Santiago, discúlpame por como actué - Me dijo cabizbajo -, solo querías ayudarme y yo, actué mal"

"No, discúlpame tú - Le dije estando avergonzado -, tienes razón, te estaba obligando a hacerlo y, si tú crees que vas a pasar vergüenza..."

"A decir verdad, creo que sí la pasaría" - Me respondió

"Entonces hazla sobre otro tema - Fue lo que le dije -, uno que te guste, tal vez, ¿Animales? O ¿Sobre tu familia?"

"Podría ser - Contestó -, pero ¿Cómo la haría?"

"Déjame pensar..."

Y tras hacerle algunas preguntas, particularmente de gusto personal, desarrollamos una breve idea para su historia, solo le faltaría ampliarla. Pero por mi cuenta decidí hacer una historia con la que le podría demostrar que, usando elementos emocionales e infantiles en su justa medida, sería de gusto general...

Apenas terminó el receso fuimos a clase, presentamos nuestra prueba, y me alegró ver que él desarrollaba su historia con gran emoción e inspiración, tanta que, una vez la terminó, le dibujó a los personajes, mientras que por mi cuenta estaba desarrollando mi historia, aunque estaba algo dudoso sobre el resultado final, razón por la que me apuré en hacerla para tener tiempo de revisarla y asegurarme de no exagerar.

Una vez finalizado el tiempo pautado, nos tocó leerla, primero le tocó a Oscar, tenía una gran sonrisa en su rostro, estaba complacido con el resultado, comenzó a leerla y fue algo indescriptible, la forma en la que plasmó y transmitió su imaginación fue fascinante, me sentí dentro de la historia, como si estuviera viendo una película, y tras un momento de silencio, se escuchó un estruendoso aplauso, y solo le pude dar una mirada con la cual le di a entender lo increíble que fue todo, pero de la nada sentí todo derrumbarse por culpa de mis nervios, ya que el profesor me llamó, así que con todo y mi tembladera me levanté y leí mi historia, no faltó quien se quisiera burlar, pero me sorprendió ver como incluso algunos compañeros y amigos los mandaban callar...

Resumiendo todo, les gustó mi historia, y cuando íbamos a salir de clase el profesor llamó a Oscar, así que quedamos en que lo iba a esperar en la entrada del liceo. Después de un rato salió de una forma tan acelerada y enérgica que me sorprendió...

"¿Qué pasó?" - Fue lo único que le pude decir

"¡Que al profesor le encantó mi historia!" - Me respondió saltando de emoción, cual niño chiquito

"Te dije que no tenías que temer - Le dije -, sabía que podías"

"Gracias, gracias, gracias" - Repetía una y otra vez

"Ya, ya, no me tienes que agradecer"

"Es que si no me hubieras dado la idea no hubiera podido, eres un buen amigo - Me decía -, y ¿Qué hacías?"

"Nada, diseñar una pista en este juego" - Le dije

"Vaya - Respondió -, te resultan fácil las historias, diseñas en juegos, ¿Cuál es tu secreto?"

"¿Mi secreto? - Dije algo intrigado - Bueno, mi secreto es que he desarrollado un gran poder, el de la imaginación"

"¿La imaginación? ¿Un poder? Ja, eso sí que es ingenioso" - Me respondió con una mirada incrédula

"Sí, ese es mi secreto, el mayor poder de todos - Dije con total convicción - ¿Acaso creías que los únicos poderes son los de los superhéroes?"

Simplemente se quedó viéndome sin decir una palabra, así que me dispuse a convencerlo de que era verdad...

"Ya me dijiste todo, te voy a demostrar que es cierto"

"Ah ¿Sí? Eso quiero verlo" - Me dijo

"Acepto el reto - Respondí - ¿Comenzamos?"

"De acuerdo"

Santiago (MJDSM2004): Y así comienza nuestra historia... No olviden dejar su voto y comentario...