Estábamos tan cerca.

Sonó el teléfono y por el miedo nos separamos de golpe sonrojados.
Astrid se acercó al teléfono y contestó la llamada.

Narra Astrid

Maldito teléfono si no hubiera sonado ahora estaría besando a Hipo, pero que molesto.

Contesté la llamada, solo era para preguntar si abría mañana.

Cuando termine la llamada, mire a Hipo.

- creo que ya debería ir me

- ¿Tan pronto? Digo, si claro - dije algo nerviosa

- nos vemos después

- si

Hipo salió del lugar.
Solté un gran suspiro y volví a lo mío.

Más tarde...

Las cosas en el taller estaban saliendo a la perfección.

- bien se comenzará con los arreglos de electricidad

- estoy de acuerdo

- ¿Señorita Astrid?

- oh si, perdón estaba distraída

- entiendo, no se preocupe

Y sí que lo estaba, estaba pensando en el taller, ya quiero abrir lo ante el mundo. Quiero que mi abuela este orgullosa de mi.

- bien - dijo el señor Díaz - ahora hablaré con los empleados para quedar de acuerdo

- si

- con su permiso

- propio - dijo Hipo

El señor Díaz se fue, dejando nos a mi y a Hipo solos

- Astrid... Yo pensaba ir a la ciudad la siguiente semana

- ¿No te quedarás a ver los avances? - pregunté algo triste

- bueno es que mis amigos me extrañan

- entiendo

- así que solo iré a ver los un rato y después regresaré para ver los avances contigo

- que bueno

Me alegra que sea eso, no quiero quedar me sola con este asunto.

- ¿Pero solo te quedarías un rato en la ciudad verdad?

- si, no me quedaré mucho tiempo

Eso me hacía muy feliz

- está bien, solo... ¿Podrías avisar me?, Es que así podría tomar lo en cuenta... Por su necesito tu ayuda y no te encuentre así no me preocuparía

- claro Astrid te avisaré

Hipo me dedico una sonrisa.

Después de un rato salimos del taller junto con los trabajadores

- vendré mañana para continuar con el trabajo

- si

- buenas noches

- buenas noches

- bien ya debo ir me

- si yo también - dije

- nos vemos mañana

- adiós Hipo

Nos fuimos cada quien por su lado.

En un lugar apartado

- volvieron a estar juntos - dijo una voz femenina

- si, pero no recuerdan la promesa - dijo una voz masculina

- tranquilos, con el paso de los días se acordarán... Y tendrán que cumplir la

Narra Astrid

Llegue a mi casa y me tiré en el sofá

- hola Astrid

- hola - dije sin ánimos

- oye...

- ¿Que?

- ¿Sabías que ahora tendrás que ser mi esclava? - pregunto Heather con una sonrisa diabólica

- ¿De que hablas? - pregunté

- bueno, que ahora tendrás que hacer lo que yo quiera - dijo muy feliz

Me pare del sofá

- claro como no, con gusto - dije riendo - y ¿Se puede saber porque? - mencioné y fui a la cocina

- bueno porque yo tengo algo que no te gustaría que se lo muestre a tus padres

Tome un vaso y lo llené de agua

- ¿Así? Y ¿Que cosa tienes que no quiero mostrar le a mis padres? - pregunté mientras tomaba mi agua

- bueno... Unas fotos de ti con Hipo - dijo mostrando unas fotos donde estábamos Hipo y yo muy cerca uno del otro

Al ver los escupí el agua

- Astrid, no creas que me trague el cuento de qué Hipo se llamaba Hiro - dijo con un tono triunfante - a decir verdad hacen una linda pareja

- calla te - dije mientras me limpiaba

- Astrid tiene novio

- no es mi novio

- ¿Entonces porque se iban a besar?

- no, nos íbamos a besar

- a pero si te hubiera gustado

- claro que no

- nunca te has dejado con ningún hombre y ahora aparece Hipo y te dejas como si nada

- ya deja me en paz

- oye solo quiero ayudar te a estar con el

- no es necesario, el ya tiene a otra

Al decir eso Heather se me quedó viendo confundida, después soltó un suspiro algo triste

- ¿Como que tiene a otra?

Solo de escuchar esa pregunta me acordé de las veces que Hipo me platicaba de esa tal Rapunzel.

- esta... Esta.... Enamorado de otra chica

- deja me adivinar... Esa chica es de la ciudad ¿Verdad?

- si

- que eso no te desanime, tu eres mejor que ella

- ¿Como puedes decir eso si no siquiera la conoces?

Heather ya no me dijo nada, sabía que tenía razón

- bueno, tranquila...

La mire algo triste

- no le diré nada a tus padres

- gracias

- de nada - dijo con una sonrisa - creo que te gustaría quedar te con estas fotos - dijo y me dió las fotos

Me quedé boquiabierta, no lo pensé 2 veces y tome las fotos

- bueno te dejo iré a dormir

- adiós

Heather se fue y me dejó sola en la cocina.
Debo admitir que no me veía nada mal en las fotos. Las guardaré en un lugar donde nadie pueda ver las y no le diré nada a Hipo no quiero que piense mal de mi.

Narra Hipo

Como siempre las noches se me hacían pesadas, aunque debo admitir que me alegra ya no estar de mesero como antes.
En el departamento que rente estaba todo tranquilo, con esfuerzo pude comprar unos muebles sencillos.

Me estaba dando una ducha.

Solo de pensar en que iría de nuevo a la ciudad me ponía incómodo y nervioso. ¿Cómo estarán?
Extrañaba a mis amigos. Necesitaba ver los y platicar les todo lo que me a pasado en estos días.

Me cambié, me puse una playera y un short para dormir.
Chimuelo se acostó en la cama a mis pies. Me alegra tener lo cerca, me hace sentir que no estoy solo.
Chimuelo es mi mejor amigo.

Me acomode en el colchón tratando de no pensar más en ir a la ciudad o en el taller, quería estar tranquilo, todo esto me estrezaba, pero debo acostumbrar me y ver le el lado positivo a todo esto.
Cerré mis ojos y lo primero que vino a la mente fue Astrid... Astrid.
Luego llegó a mi mente Rapunzel, ambas estaban en mi cabeza.

Cada momento que viví con ellas. Cuando conocí a Astrid, cuando baile con Rapunzel, cuando iba a besar a Astrid y cuando tuve una cita con Rapunzel.

Todos esos recuerdos llegaron a mi cabeza, sin duda esos recuerdos lograron sacar de mi una sonrisa