- entonces...-

- ¡Es que no lo entiendo shoko! Porque simplemente no cede ante mis encantos? Acaso soy fea? ¡Ni siquiera me contestes porque sabes que eso es imposible!- exclamó Satomi la cual estaba haciendo un berrinche por la situación en la que estaba.-

Y es que la peli-blanca no podía creer que Itadori prefirió quedarse en la enfermería antes que quedarse en su cuarto.

Algo totalmente inaceptable.

- bueno, en primer lugar eso no es bueno? Es decir, sería raro que el te hiciera caso a la primera insinuación.-

- pues me molesta, sabes cuántos chicos han coqueteado conmigo y se van tristes porque los rechazo? Ahora imagínate él que tiene toda mi atención y me ignora...debería de clavarle un púrpura para ver si recapacita.-

- venga hombre, para empezar porque te molesta tanto? Que no era solo un juego para ti?-

- me molesta porque lastima mi orgullo como mujer...y no, no es un juego, o tal vez si lo era en un principio pero ahora ya no lo es, me estresa y me enoja que te haya preferido a ti antes que a mí.-

- es que yo soy buena vibra Satomi, además de que yo no estoy tratando de acostarme con él...hmm, me invitas a otro café?-

Dicho eso, Satomi de mala gana le compró otro café a su amiga la cual le agradeció regalandole un cigarro de chocolate.

- aún así me es indignante...tal vez debería de presionarlo más?-

- eso sin duda es mala idea. en primera porque Itadori es un chico bastante joven y sin experiencia. Presionarlo de esa forma solo hará que se ponga nervioso.-

- entonces que debo de hacer para que si quiera de un paso adelante?-

- solo se buena con él, así como yo, que le caigo bien a todo mundo.-

- estás insinuando que yo soy insufrible?-

- pues si...aunque me caes bien ya que me sacas de mi trabajo, pero por lo demás, eres alguien bastante irritante, pedante, narcisista, ególatra y pesada.-

- no puede ser, no puedo caer tan mal...¡Soy Satomi Gojo! Una mujer hermosa y fuerte, con una riqueza excepcional y bastante bondadosa.-

- pero también eres muy ruidosa, es por eso que a Utahime-san le irritas bastante.-

- bueno, lo que piense esa debilucha me da igual...aún así no puede ser que tenga actitudes y rasgos tan feos.-

- pues si los tienes...tal vez si fueras como yo entonces las cosas te irían mejor.-

- ya deja de destacarte, no es de ti de quien estamos hablando, es de mi y de Itadori.-

- bueno, bueno, que tal si haces esto. Porque no tratas la manera de ser un poco más sutil con él?-

- sutil? Y como hago eso?-

- bueno, trata la manera de darle halagos no tan directos o se un poco mas suave con él...me contó una noche que tú le sugeriste ir a un motel a pasar el rato.-

- eso fue por el calor del momento, no tenía nada de malo ir ahí. Además , cualquier otro en su lugar hubiera aceptado sin dudar.-

- y ahí es donde está el problema. Itadori no es como cualquier otro chico de la actualidad, él es alguien sensible y mucho más conservador, es amable y atento, así que trata la manera de ser de igual forma, o al menos ya no seas tan directa y ten un poco de pudor...se más como yo.-

-hmph, pues por primera vez en mi vida le tomaré la palabra a alguien tan inferior como yo, pero sino funciona te juro que te voy a teletransportar a una parte random del mundo.-

- por mi estaría bien, ya no tendría que hacer ese trabajo aburrido.- dijo shoko la cual terminó de beber su café y luego volteó a ver a su amiga.-

- invítame a otro café...-

En otra parte, Itadori estaba con fushiguro y Nobara desayunando tranquilamente.

Aunque la plática de ellos radicaba principalmente en la situación actual del peli-rosa quien con pesadez, estaba contando lo pasaba entre él y su maestra.

- lo único bueno de todo eso es que ya están reconstruyendo mi cuarto, incluso le mandé a hacer algunas mejoras.-

- pues es lo mínimo que podías sacar, aunque es impresionante de que hayan destruido tu cuarto únicamente utilizando su fuerza.-

- eso es cierto, aunque me extraña que te estés quedando en la enfermería. Shoko-sensei me lo comentó cuando la fui a visitar.-

- bueno, esa era mi única opción, o al menos la más fiable, fushiguro no me permitió quedarme en su cuarto y tampoco tenía interés en compartir cuarto con satomi-sensei.-

- y porque no fuiste a mi cuarto a ver si te daba alojo?-

- no seas payasa, es evidente que no le hubieras dejado a Itadori quedarse en tu cuarto.-

- fushiguro tiene razón, era una idea tonta, así que mejor fui a la enfermería y la señorita shoko me dejó quedarme ahí...y no está mal, solo que en ocasiones llega gente por heridas y veo como ella los trata de manera cruel...y las cobijas huelen a medicina.-

- oye, pero yo si te hubiera dejado quedarte en mi cuarto, solo tenías que obedecer una serie de reglas claro está.- dijo Nobara con clara indignación, cosa que solo incrementó al ver cómo Itadori y fushiguro sonreían en señal de burla y credulidad, por lo que siguieron comiendo.-

- ¡Hablo en serio!-

- como sea, creo que lo importante aquí es que al menos satomi-sensei no te a molestado en estos días.-

- de hecho es todo lo contrario, se ha vuelto más pesada, en especial porque me recrimina la razón por la cual no me quiero quedar con ella.-

- vaya que en verdad le interesas, es raro cuánto menos.-

- y que debería de hacer? Ya hice lo que ustedes dos me aconsejaron pero no funciona.-

- eso es cierto...aunque si le hechamos la culpa a alguien sería a Nobara-san.-

- que? Y a mí porque?-

- como que porque? Tu eres mujer, tu deberías de saber que hacer para ayudar a itadori.-

- ¡no me jodas¡ ¡no es mi culpa que ustedes como hombres no sepan cómo tratar a una mujer!-

- excusas de una payasa...mejor vámonos Itadori, más ayuda quien no estorba.- dijo fushiguro con clara molestia por el comentario anterior de Nobara, así que se levantó de su asiento junto con Itadori para irse de ahí.-

Aunque no llegó muy lejos ya que sintió un fuerte golpe en su rodilla buena, por lo que cayó al piso totalmente adolorido.

Y es que Nobara había sacado su martillo y con todas sus fuerzas le pegó a fushiguro por la clara ofensa a su persona en su diálogo anterior.

- ¡¿Es que acaso estás demente?!-

- no, estoy ofendida, nunca trates a una dama como yo de esa forma tan grosera, y tú no le sigas el la corriente a este tonto.-

- pero si yo terminé de desayunar, solo iba a ir a lavar mis platos...-

- ¡Agh! Maldita sea, ¡llévame con shoko-san!-

- no seas payaso, ella no se encuentra ahora, salió con satomi-sensei, así que eso nos da tiempo para planear el próximo movimiento de Itadori.-

¡Me está doliendo la rodilla, ¡así que llévame a la enfermería o has algo!-

- si quieres te puedo pegar en tu otra rodilla para que el dolor se divida y así lo puedas aguantar.-

- ¡maldita sea, eres una lunática!-

- tks, pero que grosero, si sigues así nunca tendrás novia. Y tú, ven conmigo, vamos a planear lo que vas a hacer después con satomi-sensei.-

Y dicho eso, Nobara se llevó a Itadori del comedor, dejando a fushiguro tirado en el piso y con su rodilla mala.

Aunque poco o nada le importó a Nobara quien al estar ya lejos de ahí, se sentó en el césped junto con Itadori y despues lo vio directamente a los ojos y de forma molesta.

- entonces...-

- entonces que?-

- porque no me pediste quedarte en mi cuarto?-

- uhm? No seas boba, porque haría eso?-

- ¡habló en serio! Si me hubieras pedido alojamiento yo con gusto te lo hubiera dado.-

- aja...mejor hablemos de lo que en verdad importa.-

- tks, te juro que cuando en verdad necesites mi ayuda, te voy a mandar a joder a otro lado.-

- si, claro... Entonces que tienes en mente para alejar a satomi-sensei?-

- hmph...Bueno, lo estuve pensando y si te soy honesta, no veo forma de que ella se aleje de tí.-

- eso es muy malo... entonces para que me trajiste aquí?-

- porque tal vez hay que cambiar la fórmula por completo para que ella cambien la idea que tiene contigo y así se aleje por voluntad.-

- bueno, suena bien pero que pretendes que haga?-

- pues si lo analizas, en todo este tiempo ella ha sido muy directa contigo y tú has sido bastante sumiso. Que tal si le damos la vuelta?-

- espera, no pretendes que yo...-

- así es, porque mejor no empiezas a ser directo con ella? Trata la manera de ser sumamente empalagoso con tus tratos, después de todo a nosotras las mujeres no nos gustan los chicos así de intensos.-

- p-pero eso...y que tal si no funciona?-

- creeme, si funcionará, como te digo, tratala de la forma más cariñosa posible y no te despegues de ella, eso solo hará que se canse de tu insistencia y terminará por alejarse de ti, y cuando eso suceda, vuelves a tu estado base.-

- b-bueno, suena prometedor, pero tengo miedo de que eso solo avive más el interés de ella por mi.-

- venga, tu ya me dijiste que ella te parece bonita y que posiblemente te guste, así que tal vez en una de esas ustedes dos se terminen por complementar.-

- no puedo ser tan optimista como tú en este tipo de caso pero daré mi mayor esfuerzo.-

- excelente, entonces como primer paso, deberías de comprarle algo dulce y luego BAAAM, la pegas hacia una pared y tratas de cortejarla.-

- ¿Que? Acaso estás demente? Yo no podría hacer algo como eso.-

- claro que puedes, ya tienes las fuerza para someterla...al menos si ella no intenta algo primero, pero la cuestión aquí es que tú debes de atacar primero y no al revés, sino todo seguirá igual.-

Tras decir eso último, Itadori lo pensó detenidamente hasta que finalmente se decantó por seguir el plan de Nobara, dando un suspiro como respuesta.

Después de todo, no sabía que más hacer, aparte de que tampoco era una mala idea.

Al menos no tanto.

Por lo que se levantó del césped junto con su amiga y luego fueron a buscar varios dulces para poder entregárselos a Satomi.

Tienen la esperanza de que su plan funcione.

Llegada la tarde.

Satomi había regresado a la escuela de manera tranquila, esperanzada de ver a Itadori, Nobara y fushiguro.

Después de todo, más allá de el interés que tenía por uno de ellos, también era divertido pasar tiempo juntos y hacer locuras de vez en cuando.

O casi siempre que salian los cuatro.

Así que decidió buscarlos por los pasillos de la escuela hasta que para su deleite se encontró a Itadori caminando solo.

Eso la motivo para empezar a poner en práctica el consejo que le dió shoko, por lo que lo saludaría de una forma simple y luego se iría o bien, platicaria con él.

Pero en el momento en el que ambos conectaron miradas, Satomi se detuvo al ver cómo Itadori venía decidido hacia ella.

Y es que ella sin hacer ningún tipo de movimiento, se dejó acorralar por el peli-rosa el cual, en su mano traía un chocolate, por lo que con delicadeza lo metió en la boca de su maestra y luego acercó su rostro a su oreja.

- la estaba extrañando...sensei-

Dicho eso, Itadori le dió unas pequeñas caricias en el cabello a su maestra y luego se fue de ahí.

Dejando a Satomi sumamente consternada y con sus mejillas enrojecidas puesto que Itadori la agarró con la guardia baja.

Cosa que la excitó de sobre manera ya que ese dominio que ejerció sobre ella solo hizo despertar su lado competitivo.

Cosa que al final la hizo reir.

- así que quieres empezar a jugar rudo eh? Pues veremos cuánto dura el consejo que me dió shoko, porque si sigues así.-

- ya no podrás salvarte de mi.-

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Hasta acá el cap de hoy.

Espero que te haya gustado, nos vemos en la próxima.^^