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Aster usó en la boda un traje con la tela que le había regalado Mr. Lovelance unos meses atrás, junto con una camisa de algodón de mangas vaporosas cuyos puños terminaban en holanes. Probablemente había miles de trajes más caros en aquella celebración, pero sin duda estaba a la altura del evento.
Y que evento.
A pesar de que se quería lo suficiente como para intentar no pensar en ello, se dio cuenta enseguida que su propia boda no fue ni un octavo que la de Cassian, cuya recepción se estaba celebrando en el salón principal de eventos de la mansión Winchester. Dentro había aproximadamente cien personas del estrato social más alto del país, en comparación con él, resultaba obvio que sólo había sido invitado porque era el hermano del novio.
Jude le había acompañado, sosteniéndolo del brazo en todo momento, estaba muy guapo con el traje de tres piezas que se había mandado a hacer para la ocasión, también muy intimidante porque la gente no se acercó a saludarlos en ningún momento, la mayoría de se limitó a sonreír y dedicarles reverencias a lo lejos. En otro momento eso habría desmoralizado a Aster, pero actualmente estaba seguro de que temor de la sociedad hacia ambos volvía la vida más conveniente.
Jude Brummell era ahora un hombre muy respetado, que trabajaba directamente con la reina y despachaba a los aduladores con una mirada. Además, parecía tener una afrenta personal con el príncipe Glorian, quien había parecido por ahí a saludar, Aster estaba seguro de que la razón por la que aquel hombre actuaba como lo hacía no era por él, sino porque disfrutaba hacer rabiar a su marido.
Ese rompe hogares pasó cada segundo que estuvo en la fiesta observando a Jude como si quisiera comérselo con la mirada. Su táctica era aplicar la psicología inversa, ponerlo de tan mal humor que se la pasara mirándolo, Aster sabía de esas cosas y no le gustaba para nada. Al final tuvo que derramar vino en el traje azul bebé del príncipe y aunque este le miró con rostro de sospecha, no dijo nada al respecto.
Después de que Glorian salió de escena, aparecieron Alexander y North, quienes como siempre parecían pegados por la cadera, peleándose, pero contando con el apoyo del otro para sobrellevar la situación. De los cuatro hermanos, Magnus era el único que no estaba presente, Aster no tenía idea de porque se perdería la boda de Cassian, pero supuso que los asuntos en la isla lo tenían muy ocupado,
Como sea Alexander y North eran los únicos familiares que se atrevieron a saludar, este último parecía un poco borracho, pues arrastraba las palabras al hablar.
—Es una linda boda ¿Cierto? —dijo, levantando la copa hacia los novios, que estaban saludando a los invitados.
—Está llorando porque Eleanor se casó y perdió su oportunidad con ella —le contó Alexander con una sonrisa enorme en los labios. North le dio una patada.
—Cállate, tú también estabas llorando por ella hasta ayer en la noche —espetó, ofendido por el tono de su amigo. Las mejillas de Alexander se pusieron rojas.
—Por lo menos me aseguré de desahogarme para tener buena cara en la boda, idiota —el chico hizo un amago de arrojarle el vino encima, pero se arrepintió de último minuto.
Aster los observó a ambos, North estaba vestido con uno de los trajes de gala de su familia, era una tela gruesa de color rojo y toques dorados. Levantó una ceja, ese era un traje de novio, un detalle que probablemente nadie en Hexi notaría, pues era ropa típica de Golden Land, la isla independiente más grande de ese lado del mar y la más poblada también.
—Que poco sutil eres North ¿No piensas que venir con esa ropa es una falta de respeto a Cassian? —preguntó levantando la ceja. North era conocido por ser muy descarado.
—¿Qué dices? ¡Si se río en mi cara cuando lo vio! —espetó el chico, chocando la copa con Alexander, quien asintió de forma enérgica ante el comentario.
Aster suspiró, Cassian no se preocupaba por nada, tenía un pensamiento muy ligero con respecto a todo, si fuera él habría echado a North de la boda o al menos le habría tirado el vino al igual que como hizo con el príncipe Glorian.
Jude, por su parte ladeo el rostro, observando la interacción entre aquellos tres y cuando cruzó la mirada con Alexander, este le sacó la lengua.
—¡Alexander! —Lo regañó Aster, el chico sonrió y le pasó su copa a North.
—Bailemos hermano —dijo, tomando a Aster de la mano y metiéndolo a la pista. Aster protestó, pero se dejó llevar, frunciendo el ceño al notar que, de todos los hermanos, él era el único que se había quedado pequeño.
Jude se quedó frente a frente con North, quien se encogió de hombros, comenzando a beber de las dos copas, primero una y luego la otra.
—Es una bonita boda —dijo, observando los alrededores con atención.
—Lo es —respondió y no dijeron nada más hasta que el silencio se volvió denso. Ambos se quedaron muy quietos durante dos canciones seguidas, hasta que el ruido de la multitud llamó la atención de todos los asistentes.
Jude vio cómo Eleanor tomó la mano de Cassian, ambos compartieron una sonrisa cómplice y comenzaron a correr, riéndose a carcajadas, la pareja pasó delante de ellos, dejando un rastro de mariposas azules y amarillas y al llegar a la puerta desaparecieron en una bella explosión de luces doradas. Los asistentes se quedaron atónitos, Alexander y Aster salieron de la pista tomados de la mano, observando la escena boquiabiertos.
El jefe de ceremonias anunció con una nota clara de algarabía en su voz, que los novios se habían fugado. Jude no conocía muy bien a aquellos dos, pero escuchó los rumores sobre la clase de pareja despreocupada que eran, así que no se sorprendió por el giro que dio la fiesta.
Las risas inundaron la sala, mientras que el duque de Winchester luchaba por mantener el rostro tranquilo.
—Deberíamos marcharnos ahora mismo —dijo Alexander, quien negaba con la cabeza, pero mantenía una sonrisa en los labios—. No creo que al Duque le dure el buen humor después de esto.
Ambos hermanos sólo habían asistido porque Cassian le había puesto ojitos de borrego a medio morir a su padre y se las arregló para enviarles la invitación, aunque el hombre claramente no los quería presentes.
—Tienes razón ¿Vienes? —dijo dirigiéndose a North, este se encogió de hombros.
—Supongo que yo tampoco tengo nada que hacer aquí —se quejó, y luego señaló una de las puertas laterales, por donde podrían salir discretamente de la fiesta.
Jude le extendió el brazo a su marido, quien lo aceptó de buena gana. Estaba alejándose tranquila mente de la pista de baile cuando un estruendo llamó su atención, un grupo de soldados armados irrumpieron en el salón, abriéndose paso entre la multitud.
Aster se giró, los cuatro se detuvieron observando la escena, los soldados tenían un edicto en la mano y revisaban los rostros de los invitados, estaban buscando a alguien. Jude frunció el ceño cuando uno de los hombres los miró, había reconocimiento en su expresión. Inmediatamente les hizo señas a sus compañeros, quienes se reorganizaron, dirigiéndose hacia ellos.
En un movimiento instintivo Jude se colocó frente a su marido, adoptando una expresión que sólo podría ser descrita como "feroz". North y Alexander se miraron entre sí, sin saber qué hacer, obviamente los soldados estaban caminando hacia el matrimonio.
—Aster Winchester —dijo el líder de aquel pequeño pelotón.
—¿Si? —el chico se asomó por la espalda de Jude, pero permaneció oculto tras él, abriendo los ojos de par en par, sorprendido por la repentina llegada de la guardia.
Parecía que todo el aire fue succionado de la habitación, los asistentes observaban la escena atónitos. La música había muerto, el baile se detuvo mientras todo aquello sucedía.
—Soy el capitán de guardia real y estoy aquí para ponerlo bajo arresto por la sospecha de su participación en el asesino de al menos tres de los cinco miembros de la familia Baker en la isla tortuga. Además del encubrimiento del principal perpetrador, Magnus Winchester. Por favor, coloque las manos al frente y no se resista.
Continuará
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