25
La noche anterior el príncipe Glorian se encontraba cabalgando en los terrenos del palacio junto a sus hermanos. La reina tuvo cinco hijos, de los cuales, para su profunda tristeza, ninguno fue una niña, por lo que decidió que se ceñiría a la antigua tradición en la que el heredero a la corona sería su primogénito. No tener una heredera le pesaba muchísimo a la reina, pero era una mujer mayor y ya no podía tener más hijos, pensar en ello sólo le traería pesares.
Aún así, su profundo deseo quedó plasmado en los nombres de sus hijos: Glorian era el príncipe heredero, después de él seguían Justice, Honor, Valiant y Eden. Cada uno tenía una brecha generacional de entre año y medio y dos años, de modo que Eden tenía dieciséis y Glorian estaba por cumplir los veinticinco.
Como a la reina le preocupaba que su hijo mayor no se hubiera casado aún y el resto tampoco estuviera cerca de darle una posible heredera, decidió usar su buena relación con Valiant para que reuniera a sus hermanos en una charla casual e intentaran convencer a Glorian de escoger una esposa.
Este, sin embargo, no se encontraba muy a gusto con la situación y se lo hizo saber a su hermano de la manera más directa posible.
—No me pienso casar y no pienso tener hijos en, por lo menos, la próxima década —sentenció, mientras trotaba tranquilamente en su caballo. Sus hermanos los seguían de cerca, todos muy interesados en la conversación.
—¿Sabes que si no te casas ninguno podrá hacerlo? No puedo seguir postergando mi compromiso con Lady Rosalind sólo porque te niegas a cumplir con tu deber —exclamó Valiant, con gesto amargado.
Por tradición y para reducir los dramas en la corona, a los hermanos menores se les había prohibido casarse y tener herederos antes que el príncipe Glorian. Esta también era una forma de que los demás le metieran presión al conocidamente terco heredero al trono.
La estrategia no estaba dando sus frutos.
—Lady Rosalind puede esperar unos años, apenas tienes dieciocho ¿Cuál es la prisa? —insistió Glorian, encogiéndose de hombros. Las preocupaciones de su hermano eran una tontería, nadie iba a renunciar a un compromiso con un príncipe, incluso si no era un heredero.
—Queremos tener hijos pronto, ya hablamos de ellos, Rosalind quiere ser una mamá joven y hermosa —explicó, con una sonrisa soñadora. Lady Rosalind Bradford era el diamante de la temporada, hija de un duque y una de las solteras más hermosas del país.
—Una mujer vanidosa no te traerá nada bueno —aseguró Glorian, soltando una carcajada.
—¿Que tiene de malo ser vanidoso? ¡Nada en absoluto! —exclamó Valiant en tono furiosos, luego se giró al resto de sus hermanos—. ¿Ustedes no dicen nada? Esto también les afecta —había un tono ligeramente resentido ante la falta de apoyo del resto de sus hermanos.
—A mi me da igual —Justice se encogió de hombros, el chico, muy parecido a Glorian, observó al horizonte con gesto desinteresado. Su cabello platinado danzaba con el viento y sus ojos azules, siempre distantes, se negaron a posarse en su hermano. De todos, Justice era quien siempre se negaba a participar en las discusiones del resto.
—Yo tampoco tengo prisa, mis planes van mucho más allá de casarme y tener hijos —el siempre soñador Honor se beneficiaba más de la terquedad de Glorian que el resto, su carita de muñeco podía ser engañosa, pues esa apariencia de belleza hueca escondía un profundo interés por los viajes y la aventura.
—Yo ni siquiera estoy en edad de casarme —agregó Eden alegremente, era el más pequeño, pero en apariencias parecía mayor, con grandes proporciones corporales y rostro aniñado, parecía más hijo de un leñador que de una reina. Mucha gente decía que era un niño fuera del matrimonio, pero sus ojos del color del océano y la marca con forma de luna menguante en su espalda no dejaban lugar a réplicas.
Además, era idéntico al primo del rey, un Lord que se retiró del palacio para criar caballos en las montañas.
—Son todos unos traidores, siempre apoyan a Glorian en sus tonterías —espetó Valiant, furioso, los hermanos avanzaron por el prado, discutiendo entre ellos, estaban tan enfrascados en aquel intercambio, que cuando Glorian se detuvo, cortándoles el paso, los demás se quedaron quietos.
El gesto tomó al resto por sorpresa, quienes observaron a lo lejos una fila de criaturas parecidas a reptiles que permanecían de pie, acechando. La escolta de diez hombres que los seguía a una distancia prudencial, se apresuró a ponerse al frente.
Eran pesadillas, por lo menos una docena de ellas, todas enormes y de apariencia feroz. Glorian apretó los labios y se colocó frente a sus hermanos.
—Dense la vuelta —dijo—. A mi señal, corren.
La noticia de que el príncipe Glorian había sido herido de gravedad corrió cómo pólvora por todo Hexi, se decía que estaba herido de muerte y que quizás no pasaría la noche, pero que la reina estaba llamando a médicos de todo el país para mantenerlo con vida. Sin embargo, aunque habían logrado mantenerlo estable era una posibilidad que el príncipe heredero muriera en menos de veinticuatro horas.
En la casa del matrimonio Brummell la noticia llegó a través de Octavia, quien escuchó todo de sus amigas en la panadería. Esa mañana también recibieron una carta que llegó por medios oficiales, contándoles que Aster se estaba en la frontera con su marido y se hallaba en perfectas condiciones.
Como técnicamente estaban sin supervisión se pusieron de acuerdo para juntarse en la tarde a merendar y discutir los recientes acontecimientos. El asunto del príncipe fue el que menos les llamó la atención, pues la vida del palacio era demasiado lejana para ellos. Sin embargo, esa misma tarde se enteraron de otra cosa a través de el ama de llaves de la vecina.
Habían encontrado al culpable del intento de asesinato del príncipe. Resultó que uno de los tíos del mismo creo un plan para inculpar al país vecino y así llevar a las dos naciones a la guerra. Durante años Hexi y Nexus estuvieron enfrentados, las tensiones entre los dos países eran constantes y la única razón por la que la situación estaba relativamente controlada era por los problemas que suponía atravesar la frontera entre ambos territorios. A nadie le convenía que se desatara una guerra propiamente dicha, Hexi ya gastaba demasiado en luchar contra las pesadillas como para solventar una guerra, aunque ciertamente Nexus estaba ansioso por invadirlos.
De todas formas, este intento de asesinato era bastante escandaloso, pues la reina tenía quince hermanos y hermanas, así que una batalla por el trono sería igual de desfavorable para el país que una guerra externa. Si el príncipe moría, la estabilidad de Hexi llegaría a su fin.
A la mañana siguiente el doctor Frampton fue convocado en el Palacio, sólo para encontrarse con la desoladora escena en la que los médicos de la corte estaban poniendo todo su esfuerzo para ayudar al príncipe, pero estos solamente sirvieron para mantenerlo vivo, sin posibilidades de recuperación.
Al príncipe Glorian lo alcanzó una pesadilla mientras intentaba ayudar a su hermano Valiant, que se había caído del caballo. Durante el ataque perdió el brazo y su herida se infectó con el veneno de las pesadillas, los médicos estaban protegiendo su núcleo, pero poco a poco este se abría paso en sus venas espirituales. Pronto su cuerpo cedería y tendrían guerrillas en el reino.
—La reina piensa que cuantos más médicos vengan al palacio, mayores posibilidades tendrá el príncipe —dijo uno de los hombres que ingresaba con él—. Sólo aumentará el número de cabezas que rodarán cuando el heredero muera —agregó, con una mezcla de miedo y resignación. A todos les cortarían la cabeza cuando el corazón de Glorian se detuviera.
Las heridas del príncipe eran graves y el veneno no le permitía curarse como era debido, su cuerpo estaba comenzado a rechazar la magia de luz.
—Nadie puede salvarlo.
Entonces el doctor Frampton recordó a ese paciente milagroso en casa de los Brummell, el doctor lo atendió, pero en ese momento el joven ya había recibido primeros auxilios con un método muy inusual. Inmediatamente solicitó una audiencia con la reina, puede que aún tuvieran un poco de esperanza.
Pobre Glorian, nada más sale y está a nada de quedar tieso XD.
Espero que disfrutaran la lectura y nos leemos mañana <3
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