17
Aunque no quería hacerlo, Cassian se marchó dos días después del incidente. Aster le había insistido, a su manera, que tenía que preocuparse más por su boda, que estaba a la vuelta de la esquina. Él se recuperaba rápidamente, sin embargo, su mente seguía siendo un revoltijo.3 Le estaba costando armar el cuadro de su vida, pues parecía que cada momento de distracción traía un nuevo recuerdo de vuelta.
Ahora pensar en Jude era realmente complicado. No sabía que creer, no sabía cómo digerir la idea de ese nuevo Jude que estaba oculto en su cabeza. De hecho, también tenía problemas para percibirse a sí mismo, los recuerdos de su pasado lo hicieron encontrarse con un Aster completamente diferente a su yo actual. Era raro pensarse como un chico talentoso y brillante.
Ya que estaba un poco mejor físicamente, se dio cuenta de todas las cosas extrañas de su vida que asumió como reales sólo porque su padre lo había convencido de que lo eran. Después de todo no tenía sentido, por ejemplo, que fuera un gran fracaso, Aster era el hijo mayor de un gran mago, provenía de una estirpe antigua y poderosa, su falta de habilidades mágicas era extraña. Sin embargo, con todo el dinero que su padre había invertido en profesores, con toda la educación que tenía ¿No era suficiente como para transformarse en un mago lo bastante apto? Incluso aunque no fuera un genio como sus hermanos, era ridículo que no pudiera categorizarse ni siquiera como un mago promedio.
No sufría de ningún tipo de afección que limitara su magia, tenía todos los beneficios para desarrollarse en la materia, su núcleo parecía bastante competente. Lo tenía todo, simplemente no se había dado cuenta.
Un poco confundido pensó en Jude y en todas las veces que se encontraron en las caballerizas. La cara se le puso roja, su yo de quince años era realmente descarado, no le importaba nada más que meterse en los pantalones de Jude. Mortificado se llevó una mano a la frente negando con la cabeza.
Entonces se dio cuenta de algo: ahora estaban casados.
"Lo hiciste" pensó, notando como sus nuevas memorias cambiaban todo "Aunque no me prometiste nada, todavía te casaste conmigo".
Su corazón se llenó de anhelo, ahora más que nunca detestaba que Jude se hubiera marchado ¿Por qué lo había hecho? Necesitaba hablar con él, pero aún faltaba mucho tiempo para el próximo descanso del hombre.
Por primera vez, sintió que el tiempo era su peor enemigo.
Jude volvió al fuerte cubierto de sangre, llevaba a Lorraine a sus espaldas y estaba arrastrando un saco de tela raída. Cuando la gente lo vio llegar se armó un alboroto enorme, los soldados los rodearon sin saber exactamente qué hacer. Todos sabían lo venenosa que era la sangre de Pesadilla, pero ambos se veían tan heridos que no auxiliarlos habría sido una negligencia. Finalmente llamaron al equipo médico, quienes organizaron todo para trasladarlos a la enfermería.
Lorraine tenía una mordida en la pierna y otra en el brazo, además estaba completamente agotada. Debido a su resistencia al veneno de las pesadillas logró mantenerse entera por un tiempo, pero necesitaba una intervención urgente. Jude estaba destrozado, a él lo mordieron en el torso, pero se las arregló para salir de la cueva con el botín y la chica a cuestas. De inmediato la llevaron a la pequeña sala de operaciones del fuerte, pues sus heridas tenían prioridad por encima de las de Jude. Afuera se quedó otro grupo que le dio primeros auxilios, pronto tendrían que coserlo también y necesitaban que el doctor lo revisara.
Mientras lo atendían pudo notar la expresión de terror con la que lo miraban las enfermeras. No se imaginaba que clase de imagen daba al exterior, pero suponía que se trataba de un cuadro terrible. La chica que le limpió las heridas, lo hizo con profesionalidad y entereza, pero cuando preparaba los utensilios vio que le temblaban las manos. Ya que el doctor no saldría hasta dentro de un par de horas de la sala de operaciones, procedieron a coserle el vientre, que tenía una fea herida a punto de infectarse.
Jude resistió en silencio, emitiendo apenas pequeños gruñidos cuando la aguja caliente lo atravesó y relajando el rostro cada vez que la magia de las enfermeras le ayudaba a superar el dolor. Al terminar lo tumbaron en una camilla, donde se quedó despierto hasta que colocaron a Lorraine a su lado.
Enseguida el médico lo examinó, parecía exhausto, pero todavía se apresuró a atenderlo.
—¿Va estar bien? —preguntó Jude, echando un vistazo a Lorraine. La chica estaba inconsciente, pero podía ver el sudor frío y la expresión de dolor en su rostro.
—Preocúpate por ti —espetó el hombre—. Tienes que descansar.
Jude resopló.
—Sólo dígame.
El hombre guardó silencio unos segundos, en los que parecía que estaba dispuesto a no decir nada. Sin embargo, ante la insistente mirada de Jude, soltó un suspiro y se rindió.
—Está bien, pero lo más seguro es que tengamos que darla de baja temporal, ha recibido mucho daño y aunque aún no sabemos si es permanente, no es buena idea seguir sometiendo su núcleo a tanta presión —el hombre fue completamente sincero. Después de todo al final Lorraine estaba bajo el mando de Jude y tarde o temprano tendría que enterarse de su condición.
—Oh...—Jude no agregó nada más, sólo frunció el ceño y clavó la vista en el hombre, como si estuviera juzgándolo por todos los pecados de su vida.
El doctor tuvo que fingir que le daba igual, aunque internamente estaba repasando la cirugía en busca de cualquier cosa que se le pudo haber pasado. Confiaba en su trabajo, pero ni en sueños deseaba ver a Jude enojado con él.
Cuando terminaron de atenderlos, los ubicaron en camas contiguas en la enfermería. Dos enfermeros se quedaron a monitorearlos, no había mucho personal en la frontera, pero si bastantes heridos, así que todo el mundo parecía siempre cansado.
Suspiró.
Al lado de la cama todavía estaba el saco con su botín, nadie se había atrevido a tocarlo porque estaba cubierto de sangre de Pesadilla y, además, era suyo.
Él se quedó despierto hasta que se hizo de noche y luego de madrugada. A las siete de la mañana Lorraine se despertó.
—Jefe —dijo, evidentemente cansada y adolorida—. Parece que estoy viva.
Solo entonces Jude pudo relajarse.
—Si —respondió—. Lo estás.
Lorraine se quedó dormida unos minutos después, pero Jude permaneció en vela y sólo durmió cuando ya estaba muy cansado, lo hizo durante tres horas antes de despertar una vez más. Ya estaba acostumbrado, su día duraba más tiempo de lo normal porque parecía que su mente no se podía estar quieta. Sus pensamientos corrían desbocados, haciendo planes y creando escenarios catastróficos, tenía que obligarse a ser positivo.
Pronto volvería a casa por un tiempo más prolongado y entonces podría arreglar todos sus asuntos. Suspirando se giró hacia el saco al lado de su cama, esperaba que fuera suficiente para pagar el precio del novio. Si no, estaba dispuesto a volver a las cuevas las veces que fuera necesario.
Hoy hay un capítulo cortito para avisarles lo siguiente: No habrá un día oficial de actualización, básicamente porque acabo de conseguir un trabajo y es tipo de todo el día, seis días a la semana. :-: y pues nada, espero que lo disfruten, nos leemos pronto. <3
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