Capítulo 2.3

— ¡Scourge!, ¡Volviste  dejar la puerta de la calle abierta y hay dos perros destrozando bolsas de basura en el patio!

— ¡Te tocaba a ti limpiar en frente y dejaste la basura fuera del bote!, ¡No es mi culpa! —gritó desde la segunda planta—

— ¡Carajo, Scourge!

Refunfuñó molesto mientras tomaba la escoba para espantar a los caninos en su patio delantero, estaba molesto con lo desordenado que podía llegar a ser su chico verdoso.
Después de limpiar fue a echarse al sillón a descansar sus pies, pues ya había limpiado el desastre dentro de casa horas antes. Encendió la consola de videojuegos dispuesto a jugar un rato y distraerse.

Diez minutos después, Scourge fue a la sala de estar donde encontró a su Medy jugando con su ropa corta de siempre, consistía en una camisa de él y un short con calcetines. Scourge se sentó a un lado de el menor viéndole jugar, se acercó un poco más, recargando su cabeza en las piernas suavecitas del chico.

El otro sintió sus movimientos, pero por el enojo y el hecho de estar jugando, no le prestó atención hasta minutos después, cuando escuchó un leve suspiró bastante ligero. Scourge se había dormido. Acarició la cabellera verdosa y procedió jugando.

— "Será un desastre, pero así lo quiero". —pensó—