Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo

Willy caminaba despreocupado por entre las calles de su amada karmaland, el olor de la madera quemándose, el cielo nocturno enrojecido por la luz que emanaba aquella casa que el mismo acaba de incinerar le daba una paz interna que es complicada de explicar.

Giro su cuerpo para apreciar por última ves su obra, asombrandose por su pintura expuesta, los hilos de fuego abrazaban a un árbol cercano, permitiendo así el pasobdel siniestro al bosque.

Una sonrisa torcida se formó tras la máscara negra, la misma que le dictaminaba a los testigos de aquella ilegalidad que era hecha por un miembro de la temida y traviesa hermandad oscura.

Su expectación no duró mucho, a lo lejos divisó al agente Alexby corriendo desesperado en su dirección, y detrás del mismo un segundo oficial le seguia, Un uniformado que conocía desde pequeño, Fargan.

No dudo ni un segundo en darse la vuelta y correr, no permitiría que le atrapasen, le descubrirán y la propia hermandad estaría en juego.

- ¡ALTO POLICÍA! - grito a todo pulmón el oficial de menor estatura.

Corrió, pero no en línea recta, se metía entre las casas, entre pasillos. saltando vallas y muros, pisando cultivos recientes y añejos por igual. El que le seguía no solo era oficial, también se trataba de uno de los héroes del pueblo, el más rápido entre ellos. Sabía perfectamente que en una justa carrera nunca le ganaría, hacerle pasar obstáculos es su mejor opción.

Se agobio al ver que la última casa del poblado la había pasado y aún no perdía el rastro al pequeño héroe. Corrió un último trecho con todas sus fuerzas y freno de golpe, girando su cuerpo. Quedando completamente erguido, asemejandoze al rey negro de un gran tablero.

El oficial freno también al ver la inminente amenaza del piromano. No podía sacar su arma si el contrario estaba desarmado, pero este es un miembro de la temida hermandad oscura. Sus piernas temblaron un poco, el oficial no sabía como actuar frente a tal adversario.

Como perro que huele el miedo del comandante, no pudo evitar soltar una risotada, su ventaja era clara, fargan los había perdido de vista, formándose un duelo en donde el antes sería perdedor a uno donde claramente es el vencedor.

Alexby se alarmó mas con la risa macabra del de traje negro, pero había algo en su risa que le sonaba bastante, ya le había escuchado antes.

No pudo más, sacó su arma y amenazó al líder de la hermandad oscura.

-¡LEVANTA LAS MANOS! - grito.

El héroe estaba aterrado, no sabía si se debía a la risa, la máscara o el hecho que la fría noche le daban un aspecto puramente de una bestia salida del mismo averno.

Levantó más manos a modo de burla, y las fue hechando lentamente hacia atrás.

- ¡NO TE MUEVAS! - grito con desespero.

Pero no le hizo caso, el leve tintinar de la pistola siendo sacudida levemente por los nervios del oficial eran un deleite para el albino.

El sonido de un relámpago les alertó que una enorme tormenta se les venía enzima.

El oficial se dio cuenta de algo, el miembro oscuro si estaba armado, poseía una espada escondida detrás del gran escudo de su espalda. Era lo que intentaba tomar.

Sin dudar un segundo el agente disparo justo en el centro del símbolo del corazón.

Un movimiento rápido en tomar el escudo y colocarlo enfrente le salvo la vida. Rio mucho más fuerte para hacer notar al oficial de su tiro fallido.

Un calor interno de pura adrenalina sacudió al uniformado, disparo una segunda ves, el sonido agudo de la bala rebotando y las risas le hicieron enfurecer. Y al mismo tiempo ese estruendo distinguible de la pólvora alertó al segundo oficial, permitiéndole seguir el rastro perdido.

Alexby no pudo contenerse más, disparo tras disparo hacían sentir como una parte de él salía a flote. Una parte de él quería muerto a ese ser, lo mataba o esa cosa le mataría. Un instinto primitivo, un instinto propio de las presas cuando están frente a frente con un depredador. Mata o muere.

Willy sostuvo con fuerza el escudo cubriendo lo mayor posible de las mortales municiones, con cada golpe que su defensa resibia el daba un paso al frente, se sentía como un enorme león siendo amenazado por una pequeña gacela que le mostraba sus cuernos en amenaza. Y cual enorme depredador no cesaría hasta sentir la carne fresca de su tierna presa entre sus enormes dientes.

Cada paso por pequeño que fuese le hacía fantasear con el pequeño oficial, cuál sería el movimiento que le daría la victoria, por dónde sería rasgado el uniforme y cuándo llegaría el momento en que el oficial diera la más mínima baja que le provocaria su perdición, fantaseaba en cómo seria el cadáver entre sus manos.

Salivaba con sólo la idea de arrancarle la vida a un héroe de karmaland.

Cuando se ponía el traje negro sus más oscuros instintos salían a flote, y él no ponía reprimenda en dejarlos salir.

Entre sus fantasías un sonido le hiso salir del trance, un sonido que inundo de rojo y negro su corazón. Alexby se había quedado sin munición. Y el agudo sonido del arma vacía le hizo darse cuenta que su única ventaja se le había agotado.

Apenas y logró desenvainar su espada cuando la bestia de negro se le abalanzó enzima, soltando su arma para sostener firme con ambas manos su ahora única arma.

Estaba muy claro que el miembro de la hermandad era mucho más fuerte, sus espadas estaban siendo presionadas con fuerza entre sí, el más pequeño de los héroes estaba siendo empujado levemente hacia tras. Ancló sus pies para evitar aquello, y justo en ese momento las pequeñas gotas de lluvia calleron ante ellos.

Era como si la madre naturaleza llorara por el obvio desenlace que tendría aquel encuentro.

Un fuerte empujón le hizo mover la espada, el más alto la alzó y el más bajo puso la punta a nivel del suelo, aprovechando su baja estatura atacó los pies.

No tardo mucho en darse cuenta de su error. El metal chillo contra el enorme escudo, dejándole expuesto. Sería tan fácil cortarle el cuello en esos momentos.

Pero el golpe mortal nunca vino, en cambio un fuerte empujón de parte del escudo le hizo caer de espaldas, soltó su espada y su predador la patio lejos de su alcanze. Willy quería materle, pero cortarle la cabeza no le parecía divertido, quería antes ver la cara de horror del héroe tras esa horrenda más máscara blanca.

En un movimiento rápido con su espada le arranco el casco, y por fin pudo ver el rostro de ese pequeño ser. Se emociono más de lo debido, era el primero en apreciar esos tenues ojos azules, el color negro perfecto en el cabello de su presa y esos suaves labios rojizos producto del calor de la pelea le hisieron sentir fascinado, era un chico hermoso, de no ser una pelea a muerte sería el tipo de chico que se llevaría a la cama, agradeció infinitamente que ese fuese el rostro del héroe el cual se llevaría su vida.

Alzo la espada gustoso, calculando bien su trayectoria, no quería dañar aquella joya recién descubierta. Imagino tener aquel cuerpo a solas, alistandole para su funeral, era el sepulturero del pueblo después de todo.

La espada bajo junto al sonido de un rayo que iluminó todo a su paso. Pero este no sólo fue un rayo. Algo le había detenido, algo impidió su golpe de gracia.

Una gran espada le impedía el paso, y aquel que la portaba no era más que su hermano oscuro, Fargan impidió que mataze a su presa ya caída. Le sostenía la espada con una mano, y con la otra tenía una pistola pequeña, la cual está humeante por su reciente descarga.

Su propio hermano le había disparado, fue el sonido del rayo el que impidió escuchar el estruendo del arma.

- él no - dijo susurrante y amenazando a su lider. El odio en su mirar y su actitud protectora destrozó a willy por dentro. Había visto esa mirada antes y conocía que un gran dolor le causaría a futuro.

Entendió el mensaje y hecho hacia atrás, corrió en dirección al bosque. Sabía que Fargan no le seguiría, y no por ser su hermano, no le seguiría porque primero tenía que asegurarse que el oficial caído estuviese en buen estado, no dejaría que algo le pasase a su amado.

Entre el bosque zigzagueante el joven líder se estaba haciendo pedazos, sería la segunda ves que perdería aquel que su corazón eligia. Se recargo en el tronco de un gran árbol. Un dolor en su pecho le impedía seguir, apretó con su mano el área y siguió su camino a pasos apresurados.

Llegó al fin a su enorme casa que llacia dentro de un gran árbol ancestral, al tomar la perilla de la puerta se dio cuenta que sus manos estaban completamente rojas, empapadas por un líquido carmín.

Entró y corrió al lugar donde guardaba sus más preciadas posiones, toma la más fuerte de curación que su colección poseía.

Se quito el traje, y corrió a su cama, se sentó y bebio la mitad del contenido del recipiente de vidrio, limpio sus labios con su brazo y recostó su cuerpo en el suave colchón de lana, dejando caer el líquido sobre su herida abierta, sintiendo una sensación de quemadura. Su pecho oila a sangre y pólvora, el hedor provenía de la herida misma que le había provocado su hermano, traición.

El dolor físico que sentía no era nada comparado con el dolor de su mente, sus sentimientos se sentían traicionados. Desde su ruptura con su antiguo ser amado no podía imaginarse que otro corazon roto llegara a dolerle tanto. Se equivoco.

Fargan, su hermano oscuro, aquel que tanto anhelaba de forma romántica le había traicionado en defensa de aquel que el emplumado amaba. No lo sabía, de saberlo nunca le hubiera puesto un dedo enzima al enmascarado policía. No quería hacerle daño, no a su amado.

Dejaría que volviera a ocurrir, perderlo todo nuevamente. Caería de nuevo en un terrible dolor silencioso. A menos que el hisiera algo, y ya tenía algo en mente.

Una jugada muy sucia aún para un ser tan despreciable.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro