Un fuerte dolor en todo el cuerpo le hacía temblar, pero algo le gritaba que tenía que seguir su camino, de no hacerlo su sufrimiento sería en vano.

Siguió agitando sus enormes alas para alcanzar el límite de su reino. Pasando por múltiples aros de fuego que cada uno le hacía tener mayor dificultad de batir esas extremidades que le hacían ascender.

En un último intento aguito con fuerza sus alas blanquecinas las cuales estaban a punto de romperse, cubrió todo su cuerpo con estas generando un efecto de flecha para romper el último aro.

Cubrió sus ojos verdes de la intensa luz que emanaba de arriba. Hasta que sintió un abrazo cálido, no del tipo del que estaba acostumbrado, este comenzó a quemarle al instante. Abrió las alas y dejó su vista posarse sobre lo que tenía enfrente.

Un pequeño poblado se posó frente a él, había llegado al mundo terrenal, vio una última ves ese sol incandescente antes de disolverse y convertirse en energía pura.

...

Despertó de golpe, tenía la respiración agitada, todo le dolia, la pesadilla fue de lo más extraña, este tipo de sueños se habían vuelto un hábito desde pequeño.

Giro su vista y vio el causante de su dolor, se había dejado la ventana con la cortina abierta provocando que la luz radiente le pegara directamente.

Tenía pequeñas quemaduras menores en sus manos y un lado de una de sus mejillas, por no decir que la piel enrojecida e irritada. El albinismo y varios problemas con alergias le jugaban malas pasadas con el sol.

Por suerte su cuerpo siembre fue de rápida curación, un par de cremas y posiones curativas menores ya estaría como siempre en un par de horas.

Una vez tratadas sus heridas se dispuso a deambular pensante entre los pisos de su elaborada casa.

Tenía que buscar la forma de apartar al joven policía de su camino, tenía un par de ideas de cómo hacerlo una más cruel que la anterior, pero sólo una sonaba perfecta en su torcida mente. Ya había intentado con una idea torcida pero esta fue frustrada por conplacer a su amado en eliminar al clan extranjero de los rapitorii.

Tendría que desviar la atención del comandante, era obvio que recibía coqueteos ocasionales por parte del emplumado heroe. Si el joven héroe se enamoraba de otro Fargan desistiria y quedaría de nuevo con el guión en blanco, sería donde entrará él.

Tenía que encontrar a alguien, lo suficientemente imbecil para dejarse engañar y lo bastante listo para alejar al agente.

De no intentarlo naufragaria en el mar de ideas sin apenas empezar siquiera.

El sonido de un tigre le hizo salir de sus pensamientos, un ente sonoro urgo entre sus tripas y removió bruscamente el líquido intestinal de su estómago. Aveces solía olvidar lo delicado que era en ese estúpido cuerpo humano. ¿Porque no nació siendo un animal más resistente?. Pero bueno eso ya no importaba, necesitaba comer o su ruidoso ser se consumirá a sí mismo.

Respiro ondo, no se le ocurría nadie, subió al piso donde se encontraba su cocina, abrió uno de los refrigeradores, este tenía en su interior cadáveres de animales pequeños y medianos, sacó lo que antes era un gran conejo gordo, el animal estaba completamente tieso, incluyendo los más delgados pelos.

Arrojó la rígida materia sobre una mesita que tenía por ahí. Y desde otro de esos aparatos de refrigeración para comida saco un par de huevos y un jamón que para su comodidad ya estaba revanado desde mercado. Amo por sus adentros que la gente fuese tan vaga que le permita comprarse ese tipo de cosas y ahorras segundos valiosos en cortar la carne para poder hacer el desayuno.

Entre sonidos agudos, graves, quebradizos y metálicos se prepara el desayuno con los ingredientes antes elegidos, menos el animal del monte, como es obvio decir, este era para otra creatura hambrienta que habitaba en su arbol.

Una ves terminada su tarea terrenal de saciar su apetito y nutrir su cuerpo tomo ambas patas del ya no gélido cuerpo peludo y volvió a su modesto ascensor.

Llegando a su habitación, el siseo retumbante del lugar le hizo darse cuenta que talves debió meter al animal en el microondas en lugar de esperar a que se descongelara, pero ya era tarde, su compañera estaba furiosa y sobre todo hambrienta.

El hombre adulto del otro día no le sentó muy bien, quizás debió hacer que se quitase partes de la ropa antes de dejar que fuese consumido. Su compañera estuvo con un humor insoportable durante semanas. Y ahora con nuevo apetito obviamente está furiosa.

- pero que humor te cargas - dijo mientras arrojaba el cadaver peludo en dirección al sonido.

Un fuerte sonido de lluvia infernal retumbó girando por toda la casa, antes que el inerte animal tocara el suelo una enorme cabeza de serpiente blanca emergió de entre la oscuridad trajandose al animal de un bocado.

La cabeza del reptil venenoso era poco más grande que un balón de football, pero su cuerpo era casi el doble de grueso demostrando ser una bestia de pura fuerza bruta. En apariencia física se asemejaba a una enorme pitón, pero con la cabeza y escamas poseia características de especies venenosas.

Está era una fiel compañera desde que fue pequeño, como una amiga o talves una hermana, aunque este enorme animal le recordaba siempre aquel día que fue elegido y nombrado el destructor del bien. Ese día cuando todo mundo dejó de amarlo para temerle, el día que fue apodado como el Rey de las serpientes por el gran jurado.

Una sutil sonrisa salió de su labios al recordar a el gran jurado del pueblo, no por que fuesen gente carismática, o por ser los antiguos protectores o sus profecías acertadas, sonreía por recordar sus rostros cuando se les presentó con espada en mano. La única pista que dejó sobre el asesino fue un rastro de sangre que conducía al río donde había dejado los cuerpos.

-ya Molly - se dirigió a la serpiente mientras esta regresaba a sus anillas para volver a dormir - después te traigo algo más grande y esta vez haré que se quite la armadura -

...

Sembraba un par de cosas en su huerto que se encontraba al descubierto en la parte frontal de su casa cuando una voz bien conocida le habló a su espalda.

- Willy - le hablaba el más joven de los héroes.

- ¿Alexby? - giro para comprobar quién era aquel que le hablaba, cosa que era muy obvia.

El chico estaba parado frente a las primeras plantas de su sembradillo.

- ¿que haces? ¿Estas ocupado? - pregunta algo curioso.

-bueno, solo plantaba algunas cosas, pero ya he terminado ¿ocupas algo? -

- es que Fargan, Luzu y yo vamos a iniciar un pequeña competencia de mineito y quería saber si tu quisieras unirte ¿quieres venir? El perdedor tendrá que hacer lagartijas - le termino de explicar y espero atento la respuesta del albino. La mirada del más bajo callo sobre algunas flores del huerto.

- creo que estaría bien - a pesar del casco del contrario pudo observar como el amante de las estrellas veía hipnotizado alguna de sus rosas, al ser criado con los más cordes modales casi por inercia paso las filosas tijeras por el gureso tallo de su rosa con mayor tono y reflejos rojizos que por el reciente cuidado de riego aun poseia pétalos lagrimiantes cerrando las tijeras y separando el tallo con el pequeño tronco de la planta.

Tomo con tres dedos el tallo espinoso y en rápidos pero cuidadosos movimientos saco algunas de esas afiladas espinas para facilitar el agarre de la misma, como niño pequeño entregando sin interés alguno extendió su brazo indicando al menor que tomará el delicado cultivo.

- ¿pero? Pero Willy - exclamó al darse cuenta que el mayor había separado del frondoso arbusto la rosa más grande y hermosa.

- Ya la he cortado, ahora la tomas... De todos modos en un par de días hiba a secarse - eso último era mentira, lo decía para que el chico aceptará la rama con el brote carmín.

-... vale - susurro en un casi inperceptible volumen - ¿gracias? - dudo un poco.

- no hay de que - dijo saliendo del huerto - vamos con los chicos. -

Si no fuera por el extraño casco blanco el albino se hubiese dado cuenta que el chico estaba sonrojado y apenado por el regalo improvisado.

...

Mientas caminaban rumbo a donde se encontraban sus amigos el mayor observaba de reojo como su compañía acariciaba disimuladamente los pétalos de la flor remojado levemente las yemas de sus dedos.

Al ver esta sutil acción supo que de hecho el chico no era difícil de enamorar, tendrías que ser un imbecil para no lograrlo.

Sabía que necesitaba a alguien para distraer a Alex y de esa forma alejarde del héroe emplumado, pero sus opciones eran muy limitadas.

Luzu es un ser muy amable y incrédulo para ser su conejillo de indias.

Auron es demaciado borde y sólo piensa en meterla donde pueda, podría llegar a funcionar pero el chico a su lado era demasiado delicado y se nota a leguas que alguien tan borde como el antiguamente chico lava no sería su tipo.

Lolito podría ser una mejor opción, pero este no dejaba de lloriquear por el héroe de ropas grices y negras que amaba dejar a todos oliendo a humo de tabaco, es un idiota que se deja enamorar pero no sabe enamorar, en otras palabras.

Mangel esta más muerto que muertin. O perdido, según lo que Lolo dice.

Vegetta tiene la cabeza metida bajo un río de estupideces y legalidades. Por no decir que esos ojos amatistas ya perdieron su brillo.

Rubius es su único posible candidato pero el chico es tan torpe por no decir estúpido que naufraga en el mar del amor antes de tomar siquiera el timon.

Estaba rodeado de tontos.

Solo alguien como él podría llegar a llamar la atención del más bajo.

Era un idea perfecta, buscaría la forma de que este le amara y después de alguna forma u otra le humillaria o le solitaria alguna cosa que le obligaría a querer largarse de ese pueblo.

- ¿Willy? - preguntó el más bajo al darse cuenta que su amigo poseia una sonrisa torcida y mirada de forma amenazante el camino de tierra.

Talves estar rodeado tanto tiempo de tontos empeoró sus facultades mentales.