Los Rapitorii
El rey de las tinieblas estaba esperando a sus compañeros en la guarida de la hermandad, pasaba su mano repetidamte por el agujero recién conocido de su traje, su piel aún ardía por el impacto de bala que le dio su hermano.
Semanas habían pasado de aquello, no se había visto con nadie, se le había pasado el tiempo en cama esperando la completa curación de sus heridas.
A pesar del encuentro con su hermano oscuro, no estaba nervioso, era su hermano después de todo. Después de la misión seguro que hablaran y explorarán algo para desahogar sus sentimientos.
Cada miembro de la hermandad fue llamado por los rapitorii, poseían una misión que sólo pudiese ejercer la obscuridad.
Willy observaba fijamente al joven miembro de ese grupo intruso, este estaba recargado en una pared del bar en espera de los demás miembros, se había negado ha hablar con el líder del bando contrario sobre la misión que les esperaba hasta que todos los miembros estuviesen presentes.
Empezó a preguntarse cómo carajos la alimaña se había colado dentro de la guarida, le preocupaba un poco el saber, ya que si uno lo había hecho otros individuos no deseados también podrían entrar.
La puerta se abrió de golpe, dejando pasar a un reluciente ser de traje completamente negro a excepción de su máscara, la cual tenía una gran sonrisa de dientes blancos y ojos carmín.
- Al fin llegas - dice el líder de la hermandad denotando que ese miembro siempre llega tarde.
- pues como veo, esta ves no soy el que más se retraso - defendió con la ausencia del de traje gris. - ¿que te dijo? - apuntó al intruso.
- Nada, aún nada, quiere que estemos todos para hablar - chasqueo la lengua el líder.
El más joven camino y se sento en uno de los bancos cerca de su líder.
- que molestia - soltó una ves sentado.
El silencio se hizo presente, pero no era un silencio tenso, era uno bastante cómodo, una comodidad que solo la hermandad podría poseer ante aquella situación.
Rubius era el miembro más joven, willy le dejó entrar en la hermandad tiempo atrás, cuando se dio cuenta que su amado no fue correspondido por el de cabellos claros se relajo con el de nuevo, al final el chico tenía una chispa explosiva que era muy útil para la secta.
Un leve rumor surgió entre el pueblo, uno que el albino no quería creer, el rumor de que rubius y vegetta salían, su hermano más pequeño y su antiguo amor, tenía que buscar la forma de preguntarle pero no habia encontrado el momento, y ahora era ese momento.
- ¿Alguien sabe tu identidad Rubius? - quiso preparar un poco al chico antes que el golpe de la pregunta le diera por sorpresa.
Un leve silencio volvió, pero esta ves era por el pensar del más joven, este lavanto la cabeza mirando el techo en búsqueda de su respuesta, recapitulando todas las veces que se coloco el traje.
- No que yo sepa - siguió pensando - fuera de Mangel, claro -
- Eh cierto, falta Mangel - dijo sorprendido por la ausencia de su hermano más temerario.
- Mangel fue expulsado de la hermandad - dijo sin remordimiento en su voz.
- ¿cuando pensaban decirme eso? - le disgustada, le disgustada demasiado que sus hermanos tomacen decisiones importantes sin consultarle antes, ¿de qué servía entonces ser el líder?.
- Fue todo muy rápido, aparte el se salió, nosotros no le sacamos, dijo que no era lo suficientemente malvado para los trabajos que implicaba -
Willy se quejo un poco, guardando ligero silencio - bueno... ¿y como va tu relación con vegetta? - soltó como si de pescar hablase.
- ¿ a que te ref- el sonido de la puerta le impidió continuar.
La figura gris entró en escena, Rubius no quiso admitirlo pero el aura tan profunda con la que apareció le hizo estremecer hasta los simientos. Generalmente era su líder el que le hacía tener miedo, pero había algo ese dia en su otro hermano que le hacía lucir como una bestia.
Esta ves el hermano del traje gris sabia algo sobre los rapitorii que los demás desconocían. Y no dudaría en hacérselo saber a sus compañeros.
- ya están todos - dijo willy demandando a la zorra intrusa la información.
- Vamos habla, rata asquerosa - dijo Fargan fingiendo un tono de voz divertido.
La recién mencionada rata se quejo por el apodo impuesto - Bien, "hermandad oscura" - lo último haciendo comillas con sus dedos, molestando a los mencionados con ese simple gesto - cada vez mis propios hermanos y yo vamos ganando más terreno gracias a sus recientes servicios, por ello pronto no necesitemos de ustedes, pero ocupamos que hagan una última cosa en grupo - remarco la última palabra con voz demandante. El único que sabía el porqué el cambio de tono era el hermano de traje platino - requerimos de una nueva base, la casa flotante del caballero más poderoso nos vendría bastante bien, vallan y destruyan todas las torretas y de paso maten al propietario - la misión sonaba a vil locura - nosotros lo haríamos gustosos, pero me temo que ustedes saben mejor las defensas de dicho lugar, ya se han colado un par de veces según nuestros informantes - miro de reojo al único de máscara blanca - veremos si tan solo logran acercarse -
Y así tan ancho se quedo la rata de los rapittori.
El líder se quedó callado unos momentos, aun procesando la locura de misión que tenían delante.
- ¿ustedes que dicen? ¿Quieren atacar a vegetta? - esperaba que ese par se negaran a la idea, le arderá atacar a su examor.
- ¿¡QUÉ DICES! ? ¡CLARO QUE NO! ES UNA LOCURA - exclamó el menor presente.
- de no acatar nuestras ordenes sufrirán un gran castigo - intento imponerse la escoria.
- parece ser que nuestro invitado no está de humor - bromeó willy a lo que Rubén rio, pero Fargan no soltó el más mínimo ruido.
- Yo digo que ya estuvo bueno de órdenes, ustedes los "Rapitorii" se creen mejores que la hermandad, cuando estarían perdidos sin nosotros, por lo que, no, no seguiremos su estúpida misión - Willy y Rubius nunca habían escuchado hablar esa forma sería al mayor.
- No tienen idea a lo que se enfrentan- gruño el animal de alcantarilla.
- ¡no! Ustedes no saben a lo que se enfrentan, creen que nos hisieron sus títeres,- fargan empezó un andar amenazante en dirección al forastero- pero la verdad es que seguíamos sus ordenes por conveniencia, no por miedo, y esa es la gran diferencia entre nosotros - con cada paso el aire se volvía negro advirtiendo el desenlace del encuentro, fargan no parecía ser el mismo era, como si todo el tiempo pesadas cadenas le impedían soltar su verdadera naturaleza - ustedes son simples niñas jugando ajedrez, - cada paso, sonaba más fuerte e imponente, cada paso... la muerte se acercaba - nosotros somos imparables, nosotros somos las piezas y el judador en el tablero sin reyes ni reinas, nosotros somos miedo, destrucción y plegarias a donde vamos, somos y siempre seremos oscuros, somos la hermandad oscura - cada paso... cada paso... paso... el diablo se soltó de las cadenas.
Fargan tomó su espada y atravesó el estómago del rapittori abrazandole para que mordiera por completo las entrañas y todo el metal saboreara la sangre.
-... trai.. dor... - susurro adolorido,el contrincante se había movido tan rápido que no le dio tiempo de reacción.
-no dejaré que le toquen un pelo - susurro al oído moribundo. Ambos últimos susurros, tanto el de la carne viviente y el hermano, fueron tan suaves que resultaron imperseptibles a los otros dos presentes.
Se dio vuelta con todo y el cuerpo aún vivo del nuevo juguete.
Rubius fue el primero en reaccionar, sacó su hacha de leyenda y grito.
- ¡MUERE MALDITO RAPITORII ! - le clavo el hacha en toda la espalda.
El saco de carne y sangre grito y gimio de dolor, respiros rápidos y agitados inundaron la habitación.
Fargan quería matarle, pero era importante que sus hermanos participancen en el ritual, así que por esta ves dejo que rubius se llevase la vida de ese ser, después de todo, si willy accedía, no sería su única muerte del día.
Rubius volvió a gritar.
- ¡muere! ¡RATA! - sacó el hacha clavada.
- Muerte a los Rapitorii - gruño el más alto de los tres.
- mata a la rata - ordenó el líder del lugar.
Rubius sonrió detrás de la mascara, una cosa era matar en nombre de la hermandad y otra que su líder se lo ordenase. Un movimiento rápido del hacha hiso sonar la carne y los huesos separarse, un gran troso cayo al suelo y rodó dando giros grotescos por el suelo.
Fargan saco su espada que aún tarazaba el estómago del inerte cuerpo. El sonido se la carne azotando contra el suelo fue simple y sin gracia.
- Tenemos que acabar con ellos, Willy- miro a su lider para asegurarse que le prestaba atención - acabemos con ellos y quedémonos con su guarida -
- que gran idea, esa podría ser nuestro nuevo escondite de la hermandad - se emociono rubius.
¿Qué clase de líder sería si negara tal petición ?
- muerte a los Rapitorii - ordenó.
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