"la luz necesita de la sombra para existir, la sombra existe por la usencia de la luz"

El gran héroe de karmaland, aquel que era único en su ser, alzaba su poderosa espada gritando el discurso de aliento a los karmalienses, recibiendo fuertes gritos y aplausos de aprobación.

Y detrás de él se encontraba ahí, el héroe albino, cegado por el brillo de la imponente figura que exhalaba ese discurso sabor esperanza.

Sin darse cuenta ese brillante héroe no sólo estaba levantando a los habitantes de aquel pueblo de leyendas, aplastaba de forma inconsciente a aquel que fue su mejor amigo desde infancia.

El héroe más fuerte, el más experimentado, el más hábil, aquel que posea el estandarte en alto en cada batalla, no se dio cuenta que dejó a su amigo atrás, no se dio cuenta de cuando su poder superó al del héroe albino, sin saberlo, de ser un par de tontos con espadas el se volvió la luz y el otro su sombra.

Willy apretó los dientes, sus discursos eran siempre así, llenos de energía y sabiduría, cada que el tomaba la palabra el poblado lo sentía hasta los huesos. Pero cuando él lo hacía la gente prestaba atención por mero respeto. Era el segundo héroe, el que podría protegerlos, si, pero no sin ayuda de su amigo.

Odiaba profundamente el momento en que sus fuerzas cambiaron tanto, odiaba el momento en donde el pueblo los eligio como héroes, un día de alegría ahora era un recuerdo amargo.

El habla de Vegetta le partía el alma, sabia que detrás de esa cara eufórica se escondía una realidad agria, el discurso era aquel que anunciaba nuevos integrantes del grupo de los  héroes.

La decisión de ello no se tomó de la noche a la mañana, las amenazas y los monstruos estaban invadiendo el poblado, y se les era imposible a los cuatro héroes mantener todo a raya, la pérdida de uno de sus integrantes por una oleada misteriosa de monstruos les hizo tomar la decisión definitiva, si antes con cuatro les dejaba molidos ahora con sólo tres serían arrasados.

Willy miro a luzu, este estaba a su lado izquierdo, se veía abatido y cansado, por ello decido no dar el discurso el mismo, generalmente así era.
Al ver que el peli blanco le observaba luzu le regalo la sonrisa más sincera que su ser le puso ofrecer. El castaño era el tercer héroe más poderoso, le sorprendió cuando le conocieron, llegó a sospechar un tiempo del pobre chico, pero no tardo demasiado en darse cuenta que su poder se debía a su pasado, pero este no le afecta ahora, o eso es lo que dice.

Pobre chico, no sabe lo que el futuro con los nuevos héroes le esperaba.

Le devolvió media sonrisa, no por querer, más bien por cortesía. Los nombres de los nuevos héroes empezaron a salir de la voz de vegetta, cada uno de los mismos fueron elegidos por luzu y el parlante, el armiño decidió no intervenir, su sentido de elección no era del todo bueno.

- el primero, aquel que con años de duro entrenamiento logró estar en forma, y poder alcanzar a viejos amigos, el mayor de los presentes héroes ¡Fargan! - la emoción de la gente surgió de nuevo renaciendo cual fénix.

El nombrado se levantó de la silla de madera, arrogante con una sonrisa la cual forzaba a ser sincera y no de pesadilla como normalmente le hacia ver, su amigo de infancia, aparte de Vegetta, le conocía desde pequeño.

Pasó por delante de luzu para recibir la armadura característica de los héroes y despues por delante de willy para recibir su primera espada de héroe.

Seguro que la rompe el primer día por hacer el gilipollas intentando impresionar a unas chicas.

- Por segundo, tenemos a un temerario, un chico que no solo superó a los demás candidatos que no fueron seleccionados, si no que logró superarse a sí mismo ¡Mangel! - y de nuevo el bullicio de la gente.

Malgel fue más respetuoso, solo se levantó tomo lo que debía, agradeció y se volvió a sentar.

- Tercero, aquel con corazón de fuego y pies de hierro, demostró su gran destreza en las innumerables pruebas y batallas que se le presentaron, y aún desarmado nunca dejó de pelear por la verdad ¡Lolito! -

Este volvió a hacer escándalo, alzando los brazos y hechado gritos de victoria, corrió en dirección de luzu por su armadura y arrebato la espada a la sombra. Quién diría que un antiguo mercenario sería un héroe, sin duda estaban en crisis.

No tardo ni un segundo en desenfundar el metal del cuero y admirar su filo, camino hipnotizado por el brillo del metal al sol.

- ¡cuarto héroe! Un ser que viene de tierras lejanas, cruzando los grandes mares y misterios, el chico que se ganó el apodo "el de la nieve" por su rara procedencia ¡Rubius! - el público grito como nunca, el extrañó guerrero que posia los cabellos blancos al igual que él era el favorito entre las aldeanas, y cómo no serlo, su extraña belleza extranjera le gritaba al mundo que lo volteasen a ver.

El nombre de sus más profundas desgracias, el dueño de aquello que tanto anhelaba. De haberlo sabido, el albino le hubiese matado el día que desenbarco en aquel maldito muelle.

Su caminata arrogante y segura, destilada simpatía pura, willy le entrego gustoso y orgulloso la espada, de entre los guerreros que el conocía era el que tuvo que esforzarse más para poder llegar a ese lugar.

- Y por último y no menos importante, el más joven estre guerreros y ahora también entre héroes, insistió demaciado en llegar a este puesto, y a pesar de la clara desventaja frente a sus oponentes logró superar cada obstáculo, el joven de la máscara eterna ¡Alexby! -

Ese día lleno de ignorancia, información desconocida, Willy escucho por primera ves aquel nombre, conocería al autor de un dolor profundo. Vio por primera vez aquella máscara blanca, el mismo que en el futuro provocaria las últimas grietas en uno de los tres pilares más fuertes de karmaland. Grietas que provocarían el colapso de la albina columna y con el caería todo a su alrededor.
El último héroe.