Elecciones
El día de elegir a quien seria su futuro alcalde había llegado, los héroes estaban emocionados por ser conocedores de quien los gobernaría.
Aún era de su conocimiento que las elecciones ya estaban predispuestas, era obvio que su amigo de cabellos marrones ganaría frente al pelirrojo, aún esa leve duda casi improbable de que las cosas se tuersan a último momento le demacranba ansiedad en su estómago.
Realmente quería que Luzu ganace, sabría que para el eso era importante, sabía que de no hacerlo el chico se sentiría terrible, cómo pensaba conquistar los cielos si no podía ni gobernar un simple poblado terrenal.
Parado frente al atril expandía su magnífico ser de luz vibrante estirando que entre todas las creaciones el era la más bella y la única digna de poseer el título de ángel.
Pero ese día las plumas blancas se marchitarian dejando un negro espeso espandido en los mares claros de aquellos que portan su vuelo.
Cierto que el evento fue un asco, solo se escuchaban bulliciosa gritos de estupidez y media dicha entre saliva viscosa y tóxica.
Quizás si el chico albino hubiera puesto más atención a su amigo y su rostro de súplica hubiera intervenido para calmar a los alocados héroes y ciudadanos. Pero estaba tan atareado por el propio caos que no puso esmero en ver lo que tenía frente a sus propias narices.
La aparición inesperada de un tercer rival dejó a todos perplejos y rápidos fueron las alabanzas a ese nuevo individuo. Se dejó llevar un poco mientras sin saberlo que chico de las alas negras que se postulaba ese día les veía con deserción oculta tras una sonrisa.
Al votar fijo su voto al que le era fiel. Son y serán compañeros, amigos y hermanos perdidos hasta el fin de los tiempos, de entre todos los confines del mundo el cielo e infierno es el único ser al que nunca le traicionaria sangre fria, a pesar de las travesuras y jugarreta que se jugaban mutuos sabía en ese muerto corazón que se seguirían hasta el confín de los tiempos.
Y por eso cuando el ganador fue el sádico de esmeraldas no suplico ni intentó sacarlo de casa como los demás lo hacían, conocía bien al individuo y sabía que lo mejor era dejarlo un tiempo a solas para después intentar levantarle o por lo menos meterse el mismo en el abismo para unirse nuevamente y servirle de soporte.
Ese puerta no se abriría por dentro y ni un huracan haria que se levantase, de ser necesario doblegaria al mundo hasta que quedase más bajo que esas mechas pardas.
Un abatido pajaro blanco se había enjaulado entre grandes murallas de lava y largas noches de lluvia salada para no salir hasta poder reparar ese corazón trozado con bordes tan afilados tal cuchillos.
...
-¿Luzu ? - preguntó mientras se acercaba con cautela a la cama donde el cuerpo molido de dolor interno reposaba.
- ¿como entraste? - ni siquiera lo volteo a ver.
- eso es lo de menos - se sentó en el colchón quedando junto al amante de los cerdos - son unos idiotas - dijo mientras se metía bajo las sábanas para abrazar el triste ser.
El chico había pasado tantas noches desiñiendo su ser entre sábanas que su cuerpo mundano no resistio más soltando aquellas alas negras que en un tiempo pasado fueron de un tono tan puro que provocaba la envidia en el propio cielo.
- me traicionaron - chilló mientras se acurrucaba en el pecho de la víbora.
-lo se - dejó que su mano acaricara el cabello marron - yo sigo aquí -
- Auron me traicionó -
- ¿Quieres que me encargue de él? - el chico le contesto tallando su nariz lado a lado en la camisa amarilla negándole. - sabes que no necesito tu aprobación -
- no le hagas nada, por favor, a pesar de eso aun le amo - apretó el abrazo al pequeño ángel guerrero.
- tssss, esta bien, pero si una serpiente le muerde el trasero mientras se ducha no es mi problema -
-Willy, por favor - apretó entro sus dedos la vestimenta verde y amarilla diciéndole al ofidio que hablaba muy enserio.
- bueno ¿pero haras algo? ¿No? - Luzu movió sus piernas en búsqueda de calmar la ansiedad que volvía e instaba controlar todo su cuerpo. - no quiero que te quedes de brazos cruzados, tu no eres de esa naturaleza - y con eso la serpiente empezó a soltar su glorioso veneno en el ángel.
- si lo haré, ya pensaré que hacerle - paso sus manos a la espalda del héroe de verde uniéndose más a el en un abrazo cálido. - yo me escargare de él ¿esta bien? -
- esta bien - acaricio la espalda emplumada - ten cuidado con eso -
Se conocían, hubo un tiempo donde intentaron algo, pero no funcionó, pero su unión pasaba las barreras del tiempo que aún seguían juntos, el diablo le propina eterna protección y fidelidad al ángel y este juraba al cielo cortar las puertas celestiales a nombre de la bestia.
Fue de esa forma que propinaron la más grande de las guerras, no era ni de cerca parecida a la guerra terrenal. En ella plumas, pelaje negro, grandes luces y poderosas sombras se perdieron en el limbo. Pero su unión no fue suficiente para acabar con el gran ejército blanco, terminaron derrotados jurando volver, aunque fuese mentira y el creador lo sabía.
Y así fue como el diablo acompaño al ángel en los abismos del diluvio mental impidiendo que este se ahogara en su propia agonía.
Pero no impidió el nacimiento del ser que había encadenado tiempo atrás, permitió que el odio y la venganza se alimentarán rompiendo sus cadenas nuevamente para que la luz más brillante se convierta en el gran gobernante del inframundo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro