Capítulo 3 : El Regalo del Hielo

El sol se estaba poniendo sobre Pueblo Paleta, bañando la aldea en tonos dorados y naranjas. Ash, entusiasmado por su tiempo con Lorelei, se encontraba frente a la puerta del laboratorio del Profesor Oak, esperando su llegada. Había estado pensando en todo lo que había aprendido, desde las estrategias de combate hasta el respeto por los Pokémon de tipo Hielo. Esa tarde, algo especial estaba en el aire.

Lorelei apareció, con su Glaceon a su lado, mientras un ligero viento helado parecía seguirla. Su mirada era seria, pero había un brillo de emoción en sus ojos. Ash sintió que su corazón latía más rápido; algo le decía que ese día sería memorable.

—Hola, Ash —saludó Lorelei con una sonrisa—. Hoy tengo algo muy especial para ti.

Ash se quedó boquiabierto, preguntándose qué podría ser. Lorelei se acercó a una de las cajas que había traído consigo y la abrió lentamente, revelando un pequeño Pokémon con un hermoso pelaje azul y blanco, con ojos brillantes y una expresión curiosa.

—Este es un Snorunt —dijo Lorelei—. Es un Pokémon de tipo Hielo, y creo que se adaptará perfectamente a ti.

El joven entrenador se acercó, maravillado por la criatura. Snorunt parecía juguetón, moviéndose de un lado a otro con energía. Ash sintió una conexión instantánea con él.

—¡Es increíble! —exclamó, dejando escapar una risa de alegría—. ¿De verdad es mío?

—Sí —respondió Lorelei—. Quiero que lo cuides y lo entrenes. Snorunt tiene un gran potencial, y con tu dedicación, estoy segura de que se convertirá en un gran Pokémon.

Ash miró a Snorunt, y este le devolvió la mirada con una chispa de complicidad. Era el comienzo de una nueva amistad. Con el corazón lleno de gratitud, Ash se volvió hacia Lorelei.

—Gracias, Lorelei. No sé qué decir... ¡Esto significa mucho para mí!

—No tienes que agradecerme —dijo Lorelei, su tono se volvió más serio—. Lo que realmente importa es que ambos aprendan el uno del otro. Snorunt tiene mucho que enseñarte sobre el poder del hielo, y tú, a su vez, debes aprender a confiar en él.

El entrenamiento con Snorunt comenzó casi de inmediato. Ash recordó las lecciones de Lorelei mientras enseñaba a su nuevo compañero algunos movimientos básicos. Con cada intento, Snorunt mostraba su habilidad y determinación, y Ash se daba cuenta de que estaban formando un vínculo especial.

Mientras el día se desvanecía, el joven entrenador se sentía más decidido que nunca. Su sueño de convertirse en Maestro del Hielo estaba más cerca, y con Lorelei y Snorunt a su lado, sabía que estaba en el camino correcto.

Al final de la tarde, mientras el cielo se oscurecía y las estrellas comenzaban a brillar, Ash miró a Snorunt y sonrió.

—Vamos a entrenar juntos, amigo. ¡Te prometo que no te decepcionaré!

Con un nuevo sentido de propósito, Ash Ketchum, ahora acompañado por su Snorunt, estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino hacia la grandeza. Su viaje apenas comenzaba, pero con la influencia de Lorelei y la lealtad de su nuevo compañero, el futuro parecía más brillante que nunca.