Presente.

Jake Williams compra siempre en el mismo supermercado.
Le queda cerca y es barato. A veces, cuando le da hambre a la noche decide ir. Sale de su casa abrigado, porque Jake Williams odia el frío y camina las cuatro cuadras hasta el supermercado.

Hoy hace frío y Jake Williams no está de buen humor. Tuvo un mal día y tiene sueño.

Jake Williams duerme solo tres horas cada noche.

Camina hasta la zona donde están las comidas para calentar en el microondas. Va a cenar eso. Su gato también se quedó sin comida. Pero le da igual, porque ni siquiera es su gato. Solo viene a su casa algunas veces. Es un gato callejero que se dedica a robar comida y cariño de todos los departamentos de la ciudad.

"Alguien más le va a dar comida, no puedo gastar dinero en ese bicho..." piensa Jake Williams, pero de todas formas agarra el paquete de comida para gatos.

Si lo ves de lejos, con su ropa y su aura parece un vagabundo. Lleva su buzo gris y por encima la campera verde. Tiene la muy sutil sombra de una barba castaña. A Jake Williams no le gusta la barba, pero a veces le da pereza afeitarse.

Las rodillas de los jeans están rotas y sus zapatos llenos de tierra.
En realidad, a Jake Williams no le importa su apariencia. El solo tiene tres remeras y cuando alguna se rompe se compra otra.

Juega con el carrito, moviéndose a las heladeras. Acomoda su bufanda, que le cubre parte del rostro. A Jake Williams no le gusta que lo vean. Siempre usa bufandas o gorras. Prefiere pasar desapercibido.

Llega a la góndola de lácteos, donde extrañamente hay otra persona. Sólo puede verle la espalda. Lleva un gorro, como el. Un gorro de lana rojo.

Jake Williams conoce ese sombrero.

Se acerca para agarrar la leche, y ve la mano del extraño. Pálida y con las uñas pintadas de negro.

Jake Williams conoce esas manos.

El hombre toma un yogurt y lo guarda en su carrito. Entonces voltea la cabeza, acercándose a la leche. Se miran.

Sus ojos son rasgados y negros, muy negros.

Jake Williams conoce esos ojos.

Y su pelo es igual de oscuro. Le llega a los hombros y cae en mechones a su rostro.

Jake Williams conoce ese pelo.

El extraño parece confundido y lo mira, sin decir nada.

Jake Williams también conoce esa mirada. Conoce ese rostro.

—¿Jake...?

Entonces Jake Williams se da cuenta. La conoce porque es la de Moon.

Y por más años que pasen, Jake Williams jamás va a olvidar esa voz.

—¿Moon?

¡HOLA! ¡QUE EMOCIOOON!

Bueno, JKSJAKSJ, me calmo me calmo.

Esta historia esta escrita desde 2021, y estoy corrigiendo y ordenando todo para publicarla. Si, y ademas estoy publicando Notas mentales y NHSCM, pocos proyectos me pongo por suerte JSKAJK.

PERO ES Q QUE EMOCIOOOOOOOONNN, QUIERO QUE LEAN QUE COMENTEN QUE ME CUENTENN, esta historia tiene tantas cosas, tantas emociones, siento que van a amarla.

Como saben esta historia va a ser contada a base de recuerdos que van a construir la historia de estos dos...

Moony y Jake, mis niños...