Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo veintisiete: El Loco y la Luna ya no son niños.

Hace muchos, muchos años.

Moon Hikari

Tuve la muerte cerca muchas veces.

Algunas veces con Iza, con vecinos que fallecieron e incluso con mis abuelos. La muerte era como un fantasma que estaba todo el tiempo. Las vecinas ancianas hablaban sobre ella en todas las situaciones. De enfermedades. De gente que no está más. De bebés que no aguantan el primer día. De adolescentes que desaparecen.

La muerte estuvo siempre.

Pero la primera vez que la muerte estuvo tan cerca que me susurro al oído fue cuando el mejor amigo de Jake murió. O mejor dicho, lo mataron.

Solo Jake Williams puede hablar de la muerte como si no importara, solía pensar, basado en la simple idea de que a Jake nada le afectaba. Tenía golpes, pero no parecía triste por eso. Se enojaba, pero casi nunca su ira se descontrolaba. Y pensé sobre él demasiado tiempo. Que nada le importaba. Que nada le afectaba. Que nada lo hería. Que nada sentía. Que nada quería.

La primera vez que lo vi mostrar algo fue esa tarde. La primera vez que lo vi llorar. Y una de las pocas. Porque vi a Jake llorar como tres veces en cuatro años.

Y él me vio llorar muchas veces. Muchas.

Con el tiempo, cuando pasaron años de ese último día juntos, al madurar, me di cuenta de que Jake siempre sintió mucho. Siempre le afectaron mucho las cosas, siempre le hirieron mucho las cosas y que siempre quiso mucho las cosas. Pero me di cuenta de eso demasiado tarde, ya con veinte largos años, una noche cuando recordé lo que me había dicho.

Me duele el pecho de sentir tanto. 


Hay tantas cosas que me di cuenta tarde. Pero así funciona la vida, supongo, dándonos cuenta de cosas tarde.

Porque es recién tarde cuando uno puede pensar con la cabeza y no con el corazón.

Es recién tarde cuando vi a Jake con otros ojos. Esos ojos que miraron de forma distinta, pero que sintieron lo mismo. Esos ojos que crecieron, pero tampoco olvidaron.

Porque jamás podría odiar a Jake. Odiar.

Esa tarde nos encontramos en el lago como era costumbre y él llegó más gris. La mayoría de las veces era como un rojo intenso. Fuerte. Cálido de cierta forma. Porque Jake siempre se sintió como un lugar ardiendo. Una fogata o una casa en llamas.

A veces era más fogata y otras más una casa en llamas, pero siempre se sentía cálido. Él se sentó junto a mí.

—Mataron a Toto —dijo.

No supe qué contestar. No sabía exactamente quién era Toto y además no esperaba para nada algo que involucre una muerte. Fueron varios segundos de silencio hasta que me atreví a hablar.

—¿Qué fue lo qué pasó? —le pregunté.

Jake llevaba una campera de tela gris, y de su cuello colgaba un collar que nunca antes había visto. Era una cruz plateada. No sabía que Jake creía en Dios o algo así. Lo ignoré.

—Lo mataron.

Cuando lo dijo, mil ideas llegaron a mi mente. La primera fue que Toto había hecho algo. Que se había metido en algún problema. Pero por suerte llegó la segunda idea. Recordé a Tami y su historia sobre el adolescente y la policía.

—Lo lamento muchísimo... —no sabía qué otra cosa decir.

—Tú no lo mataste, no te lamentes. Lamentarse no tiene sentido.

Jake agarró una piedrecita y la lanzó al lago. Hizo saltitos en el agua hasta hundirse. Cuando se hundió volví a hablar.

—¿Qué fue lo que pasó?

Jake me miró de reojo. Su expresión estaba seria. Sus cejas, mucho más oscuras que su cabello, fruncidas y su labio en una línea recta.

—La policía. No sé bien cómo fue todo, pero Toto estaba en el medio. Quiero decir, justo en ese momento. Justo ahí, en esa calle. En el mismo momento que los idiotas a los que estaban buscando. Y en el mismo momento en el que las patrullas lo seguían.

Sentí un escalofrío y mi piel se erizó. Jake bajó su voz, en un susurro grave.

—Los vecinos dijeron que hubo gritos. Nadie entendía nada y Toto salió corriendo. Para escapar, supongo. Menudo idiota —murmuró, casi como un regaño—. ¿Quién le da la espalda a la policía? Nadie.

Jake no me miraba. Solo observaba el agua. Oscura por la noche. Las pequeñas ventanas iluminadas de las construcciones de ladrillo y muy pero muy lejos los edificios altos y enormes de la ciudad. En el horizonte, casi ocultos por la distancia.

—Le dispararon. Dos veces y por la espalda —Jake tomó aire por la nariz—, ¿Quién mierda hace eso, Moon? ¿Quién te dispara dos veces por la espalda? —su voz se rompió al final, pero lo supo disimular.

Levanté mi mano y con cuidado la coloqué sobre su hombro. Apreté solo un poco.

—Dime algo, Moon ¿Quién hace eso? ¿Quién le dispara a una persona por la espalda? ¿Quién le vuelve a disparar cuando ve que ya está en el suelo?

Su pregunta fue agresiva. Enojada. Pero no hacia mí.

—Los cobardes —respondí, bajito.

—Y los tipos malos —añadió.

Yo asentí, dándole la razón. Los tipos malos.

—¿Tú crees que el tipo que le disparó se siente culpable? —su pregunta no fue agresiva, esta vez, fue triste y me hizo recordar a la pregunta de Iza sobre el perro—. Cuando volvió a su casa y se dio una ducha y se fue a dormir ¿Crees que al menos haya pensado en lo que pasó?

Sus ojos poco a poco se enrojecieron. Se mordió el labio con tanta fuerza que creí que iba a romperlo.

—¿Crees que si hubieran sabido que Toto era un tipo bueno lo hubieran hecho igual? ¿Crees que si lo supieran se sentirían culpables? —su voz perdió fuerza y soltó un suspiro.

—No lo sé —contesté, acariciándole el hombro.

—Él era un buen tipo —juntó aire para seguir hablando y me dio una punzada en el pecho—. Mejor que yo. Mejor que muchos. Estaba muy enamorado, ¿sabes? Y no era mal novio, ni mal hermano, ni mal nieto. No era un tipo malo....

Su labio tembló y apreté con más fuerza su hombro.

—¿Y sabes que es lo que más me molesta? Que ellos no saben. Que no tienen ni puta idea que mataron a un tipo bueno y les da igual. Les da igual. Mierda. Me enoja tanto ver a Milo y a Eloísa y a sus abuelos y yo sé que no van a poder vivir igual que antes. No van a poder. Y yo tampoco —cerró los ojos y todo su rostro se frunció—. Pero el hijo de puta que le disparó dos veces sí. Es injusto. No quiero que sea así, Moon. No quiero. No quiero...

Y entonces se rompió. Soltó un sollozo en voz baja e inclinó su cuerpo hacia adelante. Se escondió entre sus rodillas. Lo escuché llorar y lo vi llorar. Las lágrimas caían por su rostro.

—Jake... —murmuré, despacio.

Lo tomé de los hombros sin pensarlo y lo acerqué hacia mí.

Él se dejó mover. Entonces lo abracé y me sorprendió cuando él me abrazó de vuelta. Escondió su rostro y me manchó la remera de lágrimas y mocos. Sus manos agarraron mi espalda e hicieron que me acercara. Le acaricié muy despacio la nuca. Tenía el cabello corto y raspaba los dedos.

—Me siento raro... —dijo, y me costó distinguir su voz entre el llanto.

Soltó otro sollozo y un sonido como de frustración. Le acaricié la espalda.

—¿Cómo? ¿Raro cómo?

—Me duele aquí —se tocó el pecho, pero no se separó—. Pero no me pegaron. Es raro. No me gusta.

—Estás triste, Jake y a veces se siente así. Sientes que te duele el cuerpo y no puedes respirar. Y por un momento crees que no hay forma de solucionarlo.

Que tu vida se arruinó para siempre. Que no hay forma de volver el tiempo atrás. Quien jamás vas a tener suerte en el amor. Porque tu amor no está bien.

Lo miré y admito que me dieron ganas de llorar. Estaba sonrojado, con las mejillas mojadas y los ojos rojos. Rojos. Le acaricié la espalda.

—¿Pero sabes una forma para pasar la tristeza? —susurré.

—No sé... —contestó él, intentando juntar aire.

—Con un abrazo —sonreí un poquito.

Jake volvió a fruncir el ceño. Se limpió los mocos de la nariz, apoyó su cabeza sobre mi pecho y cerró ambos ojos. Le acaricié la cabeza, como un mimo. Una caricia.

—Me sigue doliendo —dijo, hundiendo su rostro en mi pecho.

—A veces tarda más en irse...

—Pero quiero que se vaya ahora —volvió a sollozar.

La cercanía se sentía rara. Su respiración contra mi pecho, sus manos apretadas en mi espalda. Jake levantó la mirada y yo, al no saber qué otra cosa hacer, le di un beso. Un toque de labios y nada más. Cortito.

Quizás hoy no haría hecho lo mismo, porque se podría malinterpretar. Pero en ese momento no pensaba en las interpretaciones. Solo fue lo que creí que tenía que hacer. Porque no sabía qué palabras usar para intentar hacerlo sentir mejor.

Porque no me gustaba verlo así.

Él cerró sus ojos otra vez y se acercó. Me dio otro beso. Igual de corto y volvió a llorar. Lo abracé como antes y esta vez Jake no lo hizo. Solo se dejó abrazar.

—Jake... no sé si te sirve —comencé a hablar, con vergüenza—, pero yo estoy aquí.

Yo estoy aquí.

Él asintió en vez de soltar algún insulto o una burla. Solo dijo que sí con la cabeza y se acercó más. Tuve que separar mis piernas, así él se podía sentar en el medio. Su llanto se calmó y yo solté aire por la nariz, más relajado.

—¿Estás mejor? —pregunté.

Jake no contestó, solo hizo un puchero y observó el horizonte. Le acaricié la espalda y él cerró los ojos. En ese momento deseé que eso durara para siempre. No la tristeza de Jake, pero sí esa caricia. Y ese abrazo. Lo deseé tanto.

—¿Qué es todo esto, Moon? —susurró tan bajito que casi no lo escuché.

—¿Cómo?

—Nada, no importa.

¿Qué era todo eso? No lo sé. No voy a saberlo nunca.

—Duerme conmigo hoy.

—¿Tus padres no están en tu casa? —pregunté, confundido.

—Durmamos aquí —pidió.

—No le dije a mi tío, se va a preocupar —los ojos de Jake volvieron a enrojecer—. Está bien, me puedo quedar.

Jake se levantó y tomó mi brazo para que yo hiciera lo mismo. Caminó hasta dentro de los árboles. Lejos de la reja y de la calle donde pasaban algunas personas. La oscuridad no me dejaba ver nada. Él me guiaba, corriendo los arbustos.

—Aquí —dijo, señalando un lugar sin plantas.

Se sentó y yo lo imité. Ambos nos miramos, pero con la oscuridad no pude distinguir su rostro. La luz de la luna se reflejaba en sus ojos. Me acosté observando el cielo y puse ambas manos debajo de mi cabeza, simulando una almohada. Jake hizo lo mismo.

—Buenas noches —susurró y sin avisar apoyó su cabeza a mi lado, su respiración golpeaba en mi cuello.

Le di un golpecito en el hombro, a modo de saludo. Jake cerró los ojos.

—¿Sabes qué otra cosa sirve para la tristeza? —murmuré, girando mi rostro.

Una muy pequeñita sonrisa se le escapó, como si supiera lo que estaba por decir.

—¿Qué cosa?

—Un beso.

Pegó su frente a la mía. Nos besamos. Pero fue un beso extraño. Como toda la situación. No fue un beso triste, pero tampoco fue uno feliz. Solo fue un beso.

Al final él se separó y se acomodó boca arriba. Yo hice lo mismo. Tuve un pensamiento antes de hacerlo, viendo las estrellas y a Jake a mi lado. La idea rápida y fugaz de que algo había cambiado.

Como si me avisara que ya nada iba a ser igual.

Porque no lloré, aunque me entristeció la reacción de Jake. Porque cuando acaricié su cabeza, cuando él ya estaba dormido, sentí que en él algo también había cambiado. Porque pensé en Toto. Toto.

Yo sé que no van a poder vivir igual que antes.

Y yo tampoco.

De alguna manera sentí que algo había terminado.

Y no sabía si eso era bueno o era malo.


Hola gente hermosaaaa!

Como estannnn? 💗😭

Yo tengo que darles dos grandes noticias...

- La primera: TERMINAMOS EL PRIMER ACTOOOOO  🥳🥳

- La segunda: PASAMOS LAS 70 MIL PALABRAS AAAAAAAA Q EMOCION

Ahora me pongo cursi JAJAJAJJAJA

Muchisimas gracias por seguir esta novela hasta aqui. La verdad es que es una historia que vengo pensando desde hace años y unos personajes que me acompañaron mucho y en momentos especiales, asi que me alegra saber que a ustedes les esta gustando 🌷💗, tenia bastante miedo al principio, pero me pone feliz que los recibieran bien 😭💕

¿Qué significa que termine el primer acto?
Con esto cerramos una parte de la novela, tal y como dice Moon, ya nada va a ser lo mismo. A partir del siguiente capitulo comienza el segundo acto. Seguro me tomé unas semanitas para de paso ir avanzando con mis otras novelas, pero no se preocupen que no voy a tardar más de unas semanas en volver a actualizar JAJAJAJ 😼💫

Ahora aprovechando el cierre de este primer acto, van MUUUCHAS preguntas 🌼💗

Si quieren pueden contar su opinión sobre esta primer parte. Lo que quieran contar o decir, si tienen pensamientos, emociones, cosas que les hicieron enojar, reír, lo que quieran JAJAJAJAJ --->

💕 Y aqui pueden preguntarme lo que sea, ya sea sobre los personajes, la historia lo que quierannn -->

¿Cuál es su momento o capitulo favorito del primer acto? 🌙💗

¿ESTAN LISTOS/LISTAS PARA VER CRECER A ESTOS CHICOS? 😭💫 Yo no :D

¿Hay alguna escena o momento específico que les haya impactado? ¿Alguna qué recuerden? 🌼💗

¿Qué les gustaría leer sobre estos personajes? ¿Algun personaje que extrañen? <33

¿Si tuvieran que describir el primer acto con una frase o palabra cual seria? 🌟

¿Como describirían la relacion de Moon y Jake? 🩹💗

¿Les intrigó lo suficiente como para seguir leyendo? 🤫🦋 (espero que si)

¿Notaron algún simbolismo o metáfora que les llamara la atencion?
Hay varias a lo largo de la novela 🎇

¿Qué creen que vaya a pasar a partir de ahora? ✍🏻

💫Y les dejo tmb un dibujito que me hizo una amiga lectora del peque Moon todo lindo <3

Su Instagram es /sparkle.lex  por si quieren seguirla <3

Con esto me despido!! Voy a ir a seguir escribiendo y ademas a SEGUIR CON NHSCM PORQUE LA POBRE QUEDO ABANDONADA JAAJJAJA, gente que lee esa novela no se preocupen en realidad ya esta todo planeado solo no me senté a escribir JAJAJAJ

Asi que nada, nos leemos prontito!




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro