Capitulo once: La Luna cumple años.
Hace muchos, muchos años:
Moon Hikari:
Cada vez que cumplo años llueve.
Mi tío dice que nací durante una tormenta y por eso cada vez que cumplo años hay lluvia. Y mi cumpleaños numero catorce no fue la excepción. Hubo una enorme tormenta que destruyo muchas casas de la zona. Yo ayude a mi tío a reparar el techo cuando vimos el día gris, siendo precavidos.
—Mañana es tu cumpleaños —dijo, sonriente— ¿Viste? va a llover.
Recuerdo que desperte en la mitad de la noche por el ruido. Me daba miedo que el techo saliera volando en cualquier momento. Fui al baño pero no prendí la luz porque no queria despertar a mi tío o a mi hermano. Me lave las manos y cuando estaba por salir vi una silueta oscura.
—¿Izari?
Mi hermano, que en ese momento tenia cinco años, estaba paradito, con las manos tapando su ropa interior. Me agache frente a el y vi que estaba haciendo un puchero, avergonzando.
—Me hice pis...
Sonreí un poquito, despeinándole el pelo castaño. El no es para nada parecido a mi. De ojos marrones y pelo castaño. Sus rasgos asiáticos son muchos notorios que los míos. Mi tío dice que heredo el rostro de mamá.
—No pasa nada Iza, ven.
Lo tome de la mano y volvi al cuarto. El armario estaba abierto, no tenia puertas, por lo cual solamente tome un cabio de ropa para Izari, mientras el esperaba sentadito sobre la cama. Despues saque la sábana, dejándola en una esquina.
—¿Te dio miedo el ruido? —le pregunte y el solo se encogió de hombros.
—¿Qué pasa si cae un rayo a la casa?
Yo me reí bajito, acercándome a el otra vez. Lo tome de la mano y el me apretó con fuerza los dedos.
—Eso no puede pasar.
—¿Por que? —Izari ladeo la cabeza, frunciendo el ceño.
—Porque los rayos no caen en casas.
No tenia claro tampoco si podía pasar. Pero no lo pense mucho. No me gustaba la idea de morir por un rayo. Fuimos hasta el baño y lo ayude a cambiarse. Izari salio corriendo al cuarto y yo moje su ropa sucia.
La deje secándose en la ducha. Mañana iba a lavarla bien, tenia que acordarme. Mi tío salía muy temprano a trabajar y yo tenia que cuidar a Iza hasta irme a la escuela. Entonces lo dejaba en la parada de autobús, asi podía ir al jardín junto a sus compañeritos. Siempre alguna mamá lo vigilaba, asi llegaba bien.
A veces mi tío trabaja de noche, asi que no estaba en casa en todo el día. Entonces yo preparaba la cena y comía con Iza. El me contaba sus historias y los juegos nuevos que habia inventado. El siempre fue muy inteligente.
Volvi al cuarto y cerré la cortina que separaba nuestro cuarto de la sala. Izari estaba acostado en mi cama, con una sonrisita, mostrando todos sus dientes. Se habia tapado con la sabana hasta el cuello.
Yo me acosté junto a el. El era pequeñito, por lo cual ambos podíamos entrar bien en la cama. Me miro y abrió los ojos en grande.
—¡Ya es tu cumpleaños! —me susurro, con emocion.
Mire el reloj que habia sobre la mesita. Ya eran las tres y media, asi que técnicamente era el día siguiente, mi cumpleaños. Izari me tomo de las mejillas y me las tiro, riendo.
—¡Feliz cumpleaños!
—Gracias Iza...
Le di un besito en la frente y el se acerco más a mi, subiendo ambas piernas sobre mi torso para abrazarme, como un koala. Yo solo cerré los ojos, acariciando su cabello.
Cuando me desperte Izari ya no estaba. Eran las seis y media. No habia nadie en casa, lo que llamo mi atención. Fui hasta la sala y abrí las ventanas, asi entraba un poco de aire. La luz del día iluminaba la casa.
Despues lave la sábana y la ropa de Izari. Agarre de la cocina un pedazo de pan y me hice una tostada. Mi cumpleaños era como un día cualquiera. Cuando era más pequeñito si me hacían ilusión. Siendo más grande aprendi que me ponía más triste ver el esfuerzo que hacia mi tío en conseguir algun regalo que simplemente no recibir nada.
Escuche la puerta abrirse y vi a mi tío entrar, con Izari junto a el. El tenia una sonrisa picara, como quien planea una gran sorpresa. Sobre la mesa habia una bolsa verde, que parecía tener una caja dentro.
—Feliz cumpleaños, Moon —me saludo mi tío, sonriendo.
Me acerque a los dos y mi tío me abrazo con fuerza. Yo apoye mi cabeza contra su pecho, sonriendo. El no era tan bueno en demostrar su cariño, pero intentaba siempre ser un poquito mejor. Al fin de cuentas el tambien era un adolescente cuando tuvo que hacerse cargo de nosotros.
—Catorce. Todo un hombre, eh...—murmuro, emocionado.
Yo solo sonreí un poco, avergonzado. Izari corrió hacia mi y me agarro de la pierna, riendo.
—¡Un hombre! —se carcajeo copiando a mi tío.
—A ver si creces un poco más o te quedas asi de enano.
A Izari le dio risa el chiste y volvió a reírse. Yo sonreí y entonces mi tío agarro la bolsa y me la extendió. Yo negué despacito.
—No hacia falta..
—Vamos, no seas tonto y ábrelo.
El rostro de mi tío delataba su emocion por el regalo. Izari salto varias veces, sonriente. Yo abrí la bolsa y saque una caja de cartón. Confundido deje ambas cosas sobre la mesa. La caja era blanca y tenia el logo de una zapatería.
—¡Ábrelo! —exclamo Iza, dando saltitos.
Abrí la caja y me encontré con un par de zapatos deportivos. De color azul, con detalles en naranja. De ese modelo de "basquetbolista", medios botita. Eran de imitación, pero de todas formas jamás hubiera imaginado un regalo asi. Le debió haber costado muchisimo más dinero del que debería haber gastado en un regalo.
Yo negué, devolviéndole la caja. El me susurro en lo bajo un "no molestes" en japones, soltando una risa.
—No, no. Devuélvelo a la tienda. No los necesito, yo no...
Mi tío empujo la caja hacia mi, con cariño. Estaba sonriendo.
—De verdad, no. No hace falta, tío. —susurre, mirándolo a los ojos.
—Tu papá decía que a los catorce te convertías oficialmente un adolescente, es una edad importante. Ademas nunca pides nada Moon. Solo tómalo, en serio.
Yo mire los zapatos. Nuevos, limpios y con el logo a un costado. Le sonreí, conteniendo mis ganas de llorar. El en broma me decía llorón, porque siempre fui muy sensible.
—Pruébatelos. Estoy seguro que son de tu talle.
Me senté en la silla y me saque las chancletas que tenia puestas. Los zapatos me quedaban perfectos. Justos. Eran extremadamente cómodos y hermosos. Le jugué una carrera a Izari por toda la casa y el se molesto porque perdió todas.
Fui a la escuela sintiéndome extraño. No queria ensuciar los zapatos de ninguna manera. Tenia miedo de pisar barro o tierra. Eran como una reliquia a la cual proteger.
Las clases fueron normales. Vi a Jake, quien nunca anotaba nada. El solo susurraba con sus amigos y cuando alguno hacia un chiste desubicado se reía. Su cuaderno estaba vacío y si alguien le decía algo el mostraba el dedo de en medio y se reía más fuerte. Nadie tenia control en ese aula.
En el recreo Jake no vino. Seguro se fue a jugar con sus amigos o algo asi. A mi no me molesto, porque sabia que íbamos a vernos en la tarde.
Tambien estaba contento porque iba a decirle que era mi cumpleaños. En mi escuela nadie sabia, por eso no me felicitaron. Pero el iba a saber.
Sonreí para mi al pensarlo. Me sonroje cuando a mi mente llegaron los recuerdos anteriores del lago. Los besos. Solté una risa y me tape el rostro, aunque nadie pudiera verme.
Jake besaba bien.
Aunque bueno, tampoco tenia demasiada experiencia en esa área. Solo sabia que me gustaba besar a Jake y daba por hecho que lo hacia bien. Seguro el habia tenido muchas novias.
Me entristeció un poco pensarlo.
Pero era mi cumpleaños y no queria arruinarme el día pensando en cosas tristes. Acomode mi gorro rojo y volvi a entrar a la escuela.
Invente una excusa y le dije a mi tío que iba a ver a un amigo a su casa. Me dijo que no volviera tarde. La ultima vez se habia molestado mucho y eso que el casi nunca se molestaba. Le prometí que iba a llegar a tiempo y me dejo ir.
Corrí el camino hasta el lago. Tenia miedo de ensuciar mis zapatos asi que di saltos intentando no pisar la tierra más húmeda. Salte la reja rota y pase al otro lado, donde estaba el bosquecito. Tras caminar unos minutos en linea recta la vista se despejo y tuve frente a mi al enorme lago.
Y a Jake, sentado en el suelo.
Le sonreí en grande y el me miro en silencio. Se acerco caminando con tranquilidad. Nos paramos uno frente al otro, sin decirnos nada.
El me beso y yo simplemente cerré los ojos. Me tomo de los hombros y dimos un par de pasos hacia atras. Y me beso otra vez.
Yo queria hablarle. Despues podíamos besarnos.
—Jake... —murmure, pero el me ignoro.
Apoye ambas manos en su pecho, separándolo un poquito. El me miro, confundido.
—¿Qué te pasa?
—Hoy es mi cumpleaños.
El abrió la boca sorprendido y asintió con la cabeza. Se genero otro silencio.
—Ah...
Yo sonreí, bajando mis manos hasta que dejaron de tocar su cuerpo. Tras unos segundos el hablo susurrando. No era un tono cariñoso ni cortante, solo neutro.
—Feliz cumpleaños.
Entonces fui yo quien lo besó.
¡HOLA!
Aclaro, ellos se llevan unos meses, por eso Moon cumplió 14 y Jake ya tenia 14. Tendrían 14 ambos hasta q Jake cumpla 15. Pero no se llevan un año entero, aviso JSKAJS
IZARI, MI BEBÉEE, lo queremos mucho 🤧🌟
¿Qué andan sintiendo? Todo muy soft...
Siempre hago las mismas preguntas pero quiero saber si les esta gustando o ya les aburre 😭, es q no quiero tirar todo de una.
Jake el más expresivo emocional sentimental y tierno obvio 😍😭🥰😘
Ah...
Feliz cumpleaños.
Ustedes cuando Jake actúa 000.5% heterosexual:
JSKAJSK JSKAJS
Otra pregunta. Le pregunte a una AI asi me creaba nombres para esta pareja y estos son los q me dijo JSKAJS.
Moonk.
Jakeson.
Jakoon.
Mondake.
JASKJAKSJA cual es mejor? asi puedo elegir uno >:)
O tiren ideas aca si ninguno les gusta --->
LES QUIERO. 👩❤️💋👩💏
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