Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Él

Un grito lejano, que no supo distinguir, le despertó, sonaba agudo pero no podía distinguir género, edad o siquiera distancia y empezó a tratar de enfocar la vista, al principio todo oscuro, quiso moverse y no pudo, se dio cuenta entonces que estaba amarrado, sus pies y sus manos detrás de la espalda eran fuertemente sujetados con una tira plástica, quiso gritar pero una voz al fondo de la habitación interrumpió su intención.

— ¡¿Quée rayos?! Dónde est... ¿Quién eres tú?

Su voz era profunda pero agudizada al gritar quizá por el temor, no podía verle muy claramente por la oscuridad de la habitación pero parecía como de su edad o quizá un par de años máximo mayor, delgado, parecía como de su estatura y su piel era clara.

— M-me llamó Jimin, no sé donde estamos también desperté aquí, ¿tú quien eres?

— Yoongi, soy Yoongi, un momento ¿Jimin? Tú nombre me suena, ¿eres el hermano de Tae?

— ¿Cómo sabes ? ¿Dónde está mi hermano? — la preocupación lo carcomia, esa tarde se supone que Tae estaba en casa de Kookie.

— Soy primo de Jungkook, ¿Kookie? Mm y no sé donde están, lo último que recuerdo es que estábamos en el parque, una camioneta de helados se detuvo, cuando Kookie la vio me dijo que el tipo lo jaloneó días antes y fui a confrontarlo, ellos no querían y Tae gritaba y me trataba de soltar la mano, un tipo raro salió de la camioneta y sentí un golpe, ya no recuerdo más.

Un chillido se escapó de Jimin, — ¡Ay no! ¿Es ese tipo? ¿Él nos tiene aquí? ¡¿Tiene a los niños?!

— ¡OYE! ¡calmate! ¿a que te refieres con ese tipo? ¿Lo conoces?

— Sí, el muy idiota es un pervertido, una tarde trato de jalar a Kookie y a Tae, y después se la pasaba siguiendome y acosandome.

— ¡Arg! ¡Ese idiota!

Un grito lejano hizo que ambos callaran.
Jimin empezó a temblar temiendo lo peor

— Tenemos que salir de aquí, tenemos que rescatar a los niños — sentenció el rubio.

— ¿Y como planeas hacer eso genio?

— Aits, no sé, busquemos algo para soltarnos, busca

La puerta se abre lento con un crujido, el tipo aparece frente a ellos, — uh bonito bonito — El tipo se dirigía a Jimin y Yoongi le gritó

— ¡Hey idiota más te vale no tocarles un pelo o te mato! ¿Me oíste? —.

El hombre ni siquiera se inmuta, sigue mirando con insistencia a Jimin y esa misma mueca que vio en la ventana aquel día va apareciendo en su rostro, el rubio tiembla en su lugar y cierra sus ojos temiendo el toque del hombre, Yoongi sigue gritando hasta que alguna de las ofensas que grita hace que el tipo se de vuelta y lo golpee varias veces dejándolo inconciente y salga bufando molesto.

Jimin se acercó con dificultad al cuerpo delgado y maltratado del chico, tenía varios golpes y algunas heridas, le estuvo llamando y luego de un rato desistió, la respiración del chico era acompasada así que quiso creer que sólo estaba inconciente, busco alrededor y no encontraba nada para cortar sus amarres, vio entonces un llavero en el pantalón de Yoongi, una cuña, como las que usan de adorno pero parecía filosa, se acomodo con dificultad y quedó lo más cerca que pudo de su pantalón buscando cortar con la figura cromada la sujeción de sus manos.

Le estaba costando bastante lograr que este se mantuviera en su lugar para lograr la fricción necesaria y conseguir cortar el plástico.

— Oye, eres lindo y quizá no me moleste que seas hombre pero ¿no crees que no es momento para estarnos frotando?

Jimin se quedó inmóvil en su lugar un momento, bufo y luego siguió

— Tonto, quiero romper el plástico con el dije de tu llavero.

Una sonrisa ladina apareció en el chico pálido que veía entretenido el trasero redondo del rubio frotarse contra su pantalón sólo logrando que el dije se moviera de un lado a otro sobre el amarre del plástico sin siquiera rozarlo.

— Te aseguro pequeño que ese vaivén que estas haciendo jamás deshará tu amarre pero definitivamente me hará verte de modo diferente de hoy en adelante— paseó la lengua por las comisuras de sus labios olvidándose por un momento del lugar y la situación en la que estaban, y pensó < si salimos de esta definitivamente invitaré a salir a este niño bonito >,
Jimin se quedó inmóvil totalmente sonrojado ante las palabras de Yoongi.

— Al menos estoy intentando algo, no como tú.

— Y ¿qué es lo que intentas exactamente? ¿Seducirme?

— ¡Arg!  Ponte serio y ayúdame tú Y...

— Yoongi cariño, pero tú puedes llamarme mi amor.

Jimin estaba totalmente sonrojado por el tono del comentario y el apodo, ahora que se detuvo y que el mayor lo distrajo podía sentir perfectamente su entrepierna a media erección contra su trasero.

— Y-Yoongi...

— ¿Si cariño? — respondió con malicia el chico pálido, paseando sus mirada de los ojos del rubio a sus labios.

— No es momento para pensar en esto, ¿no crees? — Apretando ambos labios entre ellos como tratando de esconder su nerviosismo.

— ¿Y de quien es la culpa? Uno aquí todo inocente golpeado hasta inconciente por defenderte y tu luego luego abusando de uno — menciona haciendo una mueca dramática y a leguas denotaba que aguantaba su risa — ¿dónde esta tu respeto a mi integridad? Acaso no puedes aguantar verme tirado todo hermoso, ¿tienes que ser un pequeño pervertido que se aprovecha de los guapos inconcientes que te defienden? ¿Así me pagas mi preocupación sincera por tu bienestar, Jiminie?

El rubio se revolcaba de la risa y le daba golpesitos con la palma en el abdomen y el brazo, olvidando por un momento toda la situación y la vergüenza y la preocupación abrumadora por los niños, por él mismo y por este chico de humor singular, a Yoongi le pareció muy bonita la risa del rubio, casi melódica y enternecedora, y realmente le agradaba que tuviera un sentido del humor que entendiera el suyo, muchas veces la reacción de las personas no era favorecedora porque solía hacer bromas en los peores momentos, era su modo de romper la tensión, de lidiar con el estrés pero muy frecuentemente era malinterpretado y juzgado como insensible.

— Ya, ya, je, dejame ayudarte pequeño, es un buen plan, déjame ayudarte con la ejecución. — le guiñe un ojo y alcanza entre sus manos el llavero para sostenerlo y empezar a cortar las tiras de plástico que lo sujetaban.

Tardaron un rato cortando, intercambiaban algunos comentarios que el mayor siempre aprovechaba para tornarlos de doble sentido, faltaba poco para trozar la sujeción, Jimin secretamente agradecía los comentarios subidos de tono y las bromas del mayor, de no ser por eso no podría ni pensar con la preocupación de su hermano y su amigo, entonces un grito lejano volvió a sacarlos de la pequeña burbuja de confianza que habían construido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro