Pasaron los días y Connie y yo convertimos esa horrible cueva en una acogedora casa para los 2. hay podíamos hacer lo que quisiéramos, desde tener relaciones sexuales sin interrupciones hasta adoptar un conejo. Extrañaba mucho a Bunbom, el conejo que dio su vida por mi, este segundo conejo le pusimos Carlos y eso que es mujer, en fin, estando en esa cueva tan grande, me sentía solo aunque vivía con mi novia, extrañaba a mis 3 hermanas, extrañaba que me hablaran para cosas tontas como pintarme mis garras ( creo que vivir tanto tiempo rodeado de mujeres me hizo mal) o hablar con ellas cada mañana. 

No se si esta sensación se me iría a quitar pero créanme al extrañarlas a las 3 extrañaba TODO DE ELLAS ( hasta sus quejidos por los cólicos menstruales) aunque se siente bien pararte solo y ser independiente, el no verlas me daba esa sensación de ser inútil y querer llorar, pero al estar con Connie esa sensación se me quitaba, al estar junto a ella me sentía un líder de una manada grande y poderosa.

La verdad, extraño un poco mi vieja vida, extraño el territorio lobo, pero la verdad, si estoy aun lado de mi zorra, el dolor se va, creo que después de todo si necesitaba algo de amor en mi vida....

-Hey¡- Llamo mi atención Connie- Que te parecería esto¡ Una boda en pleno verano¡

- Aun somos muy jóvenes amiga mía.

- Bueno, en un par de años tal vez ¿Que dices?

- Suena maravilloso y mas si tu estas conmigo¡

Tome su carita y la bese por completo, ella me siguió el ritmo, la mire apasionadamente, ella se acostó en mis piernas y se quedo dormidita como una linda zorrita....

 Creo que me tendré que acostumbrar a estar solo, aunque por otro lado al anochecer escuchaba los aullidos de mis 3 hermanas, ¿Como se que son ellas y no otro lobo? por que al aullar no lo hacen como si estuvieras aullando, mas bien suena como una canción, la cual no podía evitar unirme a ella, en especial cuando era luna llena, ese sentimiento era magnifico, era como si tuviera millones de estrellas brillando en mi corazón, era como estar junto a ellas, aullando, esa sensación me provocaba una enorme satisfacción, al pasar los días ella y yo estuvimos mas que felices, la sensación de extrañar a nuestra familia era casi nula, solo importaba que los 2 estuviéramos juntos, para poder ser felices, eso es todo lo que necesita un lobo y una zorra para vivir no, o no seriamos: 

" El lobo y la zorra".