"Din dan, din dan, ya es hora de dormir, cierra ya tus ojos que yo, velaré tus sueños... Na, na, na, na, na."

"Las estrellas brillando, iluminan el cielo, bajo el agua el resplandor, que la luna nos lo dio..."

"Ya cachorro, es hora de dormir, cierra tus ojitos que mami aguarda, siempre a tu lado, siendo tu guardián, mañana un nuevo día será."

"La, la la la la la, la, lalalalala, ummmummunmun..."

Cuando JiMin abrió sus hermosos ojos de oxidiana, todo a su alrededor estaba silencioso y sumido en la oscuridad, no había calidez en su cuerpo, sólo la frialdad del océano.

Cuando las sirenas duermen, los hacen por largos lapsos cuando son cachorros, el más largo es de diez a quince años, sin embargo, JiMin durmió por cien años.

Cuando dejo su cama de conchas, todo su entorno había cambiado, inclusive él había cambiado, su cuerpo creció, inclusive su cola se volvió mas hermosa, mas fuerte.

No recuerda quien es la persona que cantaba en sus sueños, es sólo que, su cantó siempre lo hace dormir, desde que despertó hace un año, cada que es hora de dormir, su cerebro automáticamente reproduce dicha melodía y, es sólo cuestión de segundos antes de caer dormido.

Le gusta el lugar donde vive, no hay humanos cerca y hay muchos peces en las aguas, también es el único lugar donde puede ver las estrellas en el cielo y la luna.

Su aleta se movió rápidamente y nado en cierta dirección, a lo lejos ya podía ver el banco de peces nadando en conjunto. Parece que hoy también tendría una abundante cena.

YoonGi se bajó el auto, las luces se apagaron junto con el motor, el reloj inteligente en su muñeca sonó, la alarma dio su primer aviso.

Las esquinas de sus ojos ya estában teñidas de locura maniática, siempre era así.

Antes, en su infancia su trastorno de feromonas no era tan fuerte, pero con el tiempo fue empeorando cada vez más. Y luego, comenzó a perder el conocimiento cada que tenía ataques y no había recuerdos de lo que hizo, mientras tuvo un ataque de feromonas.

Por eso se aisla, lejos de la civilización humana, por ello compró está isla en ciudad S, una ciudad dividida que está dividida en pequeñas islas privadas.

Había mandado a construir una casa con altos muros, para evitarse salir y aparecer en lugares desconocidos. Apago su reloj y caminó hacia la casa que podía ver a lo lejos.

Estaba seguro que su 'hermana' estaría llamándole dentro de poco, y para evitar el dolor de cabeza, apago también su comunicador.

Sus pasos de detuvieron en la entrada del gran portón de negro, dando un paso hacia adentro, las puertas se cerrarían y entraría en proceso el protocolo 'aislamiento'.

El viento sopló fuertemente, su cabello se meció con el, YoonGi pensó que ya era de tener un corte de cabello, estaba un poco grande ya.

Suspirar.

— Vamos, es sólo está noche.

Aunque se dijo eso así mismo, sus pies no se movieron, su cuerpo simplemente estaba congelado allí, negándose a avanzar un paso más.

— Vamos a la playa primero. —Murmuro, dándose vuelta para caminar en dirección de la playa.

El sonido de las olas, el olor salino del mar, la textura de sus pies al caminar sobre la arena. Tan pacífico.

Podría vivir siempre en un lugar así.

"En la oscuridad~"

Sus pasos se detuvieron en seco al escuchar aquella voz, el punzante dolor de cabeza mermo.

"Donde no hay luz~ yace un simple pez, nadando sin rumbó~"

"Luna dime quién, es la persona que, siempre veo en mis sueños... Más nunca lo recuerdo..."

Esta era su isla privada. ¿De dónde venía aquella voz?

"A quien buscó? A quién anheló ver? En esta soledad, yo quiero calidez..."

¡Badum, Badum, Badum!

"La, la, la, la, la~ larala, lara...la~ Umm, Umm, Umm, nanana, nana, na~"

JiMin tarareó, su aleta chapoteo en el agua, la luz de la luna cubría la mitad de su cuerpo, sentado en aquella roca canto en la soledad.

— ¿Quién es? —JiMin sintió un aroma distinto a su espalda.

— A quién le cantas? —Cuando YoonGi hablo, sus ojos estaban fijos en la mitad inferior del ser frente él.

Dijeron que la última sirena murió hace cien años, pero si es así... ¿Cómo es posible que este viendo a una sirena ahora?

— Quien sabe, ¿a la luna quizás? —JiMin no se inmutó, sus ojos fijos en el humano a sus espaldas.

— ¿Por qué no cantas para mi? —El Alfa no pudo evitar preguntar.

El dolor de cabeza que había estado sufriendo desde que llevo a la isla, se había detenido desde hace mucho tiempo.

— ¿Por qué debería? —JiMin bufo, los humanos seguían siendo engreídos y orgullosos, exigiendo cosas.

YoonGi acortó la distancia que los separaba, sus ojos nunca dejaron de ver al ser frente él. Cómo podría siquiera dejar ir a la cura de su enfermedad.

— Porque te encontré, y no pienso soltarte. —Aseguro él. Sus feromonas descontrolándose.

La sirena sonrió con altanería. —No soy un objeto humano, no sueñes despierto.

Luego de soltar aquellas palabras, JiMin salto y se sumergió en las aguas, dejando al Alfa a mitad de su perorata. YoonGi no pudo evitar boquear y luego soltar una fuerte carcajada.

Bien, ya tendría tiempo. Parece que sus vacaciones de un día, se alargarían indefinidamente.

Hey, para donde vas sin dejarme tu voto y comentario eh???

Bueno, os gustó el capítulo¿?

Bien, me inspiré y escribí este capítulo en una hora y media creo¿? No he revisado si hay errores😗 así que sorry.

Gracias por el apoyo, espero seguir contando con el para todas mis demás historias!!♥️

Las quiero un chingo💕

Edit: Trastorno de Feromonas: una enfermedad que descontrola las feromonas de los alfas, lentamente los hace perder la conciencia, hasta volverse completamente maniáticos. No saben lo que hacen mientras están en ese ciclo.

MinMin💜