3.-El Comienzo de Dos Historias
Ya en la mañana Nunivat iba a salir temprano con gran prisa y emoción, pero al ver a su hermano caminando por la casa recordó lo que le había dicho la noche anterior, así que fue a hablar con Dakota para pedirle su ayuda, pero esta rechazó inmediatamente el distraerlo porque no toleraría estar cerca de alguien tan paranoico. Inmediatamente Nunivat pensó en otra forma de escaparse, así que se despidió de su familia, pero cuando ya lo iba a lograr...
-Kodiak: Mamá, ¿Qué te parece si voy con Nunivat para así ir conociendo el lugar?
-Sabaka: Me gusta esa idea, Nunivat lleva contigo a tu hermano para que se familiarice con nuestro nuevo hogar.
-Nunivat: (Con temor) No...
-Kodiak: (Con mirada y voz sarcástica) ¿Por qué no hermana, tienes miedo de algo?
-Nunivat: No es eso, es que...
-Dakota: (Hablando entre dientes, alterada y algo incomoda) Es que voy a salir a patrullar por mi papá hoy y, no me gustaría ir sola.
-Sabaka: Así cambian las cosas, mejor acompaña a Dakota Kodi.
-Kodiak: (Molesto y hablando entre dientes) Está bien...
-Dakota: (Entre dientes) Que bueno –"Me debes una Nunivat", pensó-.
Con eso Nunivat se fue corriendo antes de que cambiaran de opinión, mientras que Dakota salía a patrullar con Kodiak, pensando que iba a ser un largo día. En poco tiempo Nunivat llegó al prado en el que había conversado con Dingo el día anterior y se dispuso a esperarlo. A los minutos llegó Dingo con un paso muy silencioso, quedando sorprendido al ver a Nunivat ahí tan pronto y tan temprano, "Madrugó, creo que le interesa averiguar algo sobre mí" -pensó-, así que se le acercó por la espalda, y estando como a un metro de distancia le dijo con voz amable...
-Dingo: No pensé verte aquí tan pronto.
Al escucharlo volteó emocionada, pero trató de disimularlo, lo cual le costó bastante porque enserio estaba interesada en conocerlo más, así que, buscando hacerse la interesante, le contesto:
-Nunivat: Es que quería continuar nuestra conversación de ayer.
-Dingo: Está bien, supongo, ¿En dónde habíamos quedado?
Al instante recordó lo incomodo que se había puesto Dingo al preguntarle la causa de su soledad, así que buscó continuar la conversación tratando otros temas.
-Nunivat: Recuerdo que habíamos hablado de que no se puede vencer a un tigre con fuerza bruta, lo cual mi papá aprendió a las malas, pero ¿Tú como lo aprendiste?
-Dingo: Es una historia algo larga.
-Nunivat: Tengo todo el día (buscando demostrar su interés para animarlo).
-Dingo: Está bien, fue hace algún tiempo...
Comienzan a llegar algunos recuerdos, bloqueando todos los posibles acerca de sus padres para así no deprimirse, concentrándose solo con los directamente relacionados.
-Dingo: Yo tenía solo 2 años, conocía bien lo que era ser parte de una manada, pero me había quedado solo, así que tuve que valerme por mí solo, se me hizo muy complicado cazar sin apoyo alguno, pero lo fui dominando con el paso de los días, en los cuales me mantenía con frutos que conseguía. Me volví bastante bueno, aunque esté mal que lo diga yo. Al pasar las semanas vi a algunos animales algo pequeños que eran nuevos por aquí, y que nunca había visto, me dieron algo de curiosidad así que decidí seguirlos para ver qué hacían y cómo se comportaban, de la nada apareció un lince, y trató de agarrar a uno de ellos, pero por ser más pequeño le pasaba entre las patas y lo esquivaba por su ingenio, y ahí lo comprendí, estaba solo pero, si me lo proponía podía ser más ágil y astuto que mis adversarios, así que practiqué, analicé a los otros animales y comprendí mi ventaja, pero no debía usarla mal, de hacerlo no sería más que los que cazan por placer, así que lo empecé a usar para ayudar a los que lo necesitaban. Así fue como lo aprendí, y me propuse ayudar a todo el que pudiera.
-Nunivat: Que impresionante, y ¿Qué mas ocurrió?
-Dingo: A decir verdad, nunca me ha gustado hablar mucho sobre mí mismo, así que ¿Qué me puedes decir de ti?
-Nunivat: Bueno, verás mi vida ha sido...
Mientras que Dingo y Nunivat hablaban de algunas cosas de su pasado, Dakota contaba los segundos para terminar el patrullaje y así poderse alejar de Kodiak. Existía un ambiente de tensión muy fuerte, podría decirse que podía cortarse con un cuchillo, así que Dakota trató de comenzar una conversación...
-Dakota: Y ¿Qué te ha parecido el lugar?
-Kodiak: Supongo está bien.
-Dakota: (A la defensiva) ¿A qué te refieres con "supongo"?
-Kodiak: Quiero decir que aunque nos mudamos no es precisamente mi hogar y me es algo extraño este lugar, no me da buena espina.
-Dakota: Pues resulta que este lugar es mi hogar desde que nací, y creo que eso de que te da mala espina es porque eres un desconfiado e inadaptado engreído.
-Kodiak: (Molesto) ¡¿Cómo dices?!
-Dakota: Como lo escuchaste.
-Kodiak: Pues resulta, que si este lugar me agrada o no, no es de tu incumbencia, al igual que si soy o no un desconfiado e inadaptado engreído, pues realmente no sabes nada de mí como para que me juzgues.
-Dakota: Sé lo suficiente de ti como para saber que no me agradas.
-Kodiak: ¿Y qué es lo que "sabes"? Si se puede saber.
-Dakota: Pues, además de lo que ya dije, sé que eres un controlador y manipulador, testarudo, extremista y entrépito que busca satisfacer su ego.
-Kodiak: Vaya que no sabes nada de mí. Sí, soy controlador y testarudo, pero no es para satisfacer mi ego, lo hago porque busco proteger a mi familia. Me dirás que soy entrépito, pero no hay peor enemigo que un secreto oscuro, y trato de evitarles problemas por guardar un secreto que no debían guardar. Y si soy controlador y desconfiado es porque sé que hay mucha maldad alrededor, y no quiero que les pase nada.
Al terminar de hablar, Kodiak aumentó su paso, dejando a Dakota pensativa y un poco atrás. Dakota notó el cambio en la conducta y comportamiento de Kodiak, lo notó alterado y desanimado por ser juzgado con tanta rigidez, dándose cuenta de la sinceridad de sus palabras, arrepintiéndose de juzgarlo sin una razón real. Al cabo de un rato se detuvieron a descansar, Dakota se echó bajo unos pinos, mientras que Kodiak, todavía resentido, se alejó, sentándose cerca de un risco, observando el entorno para relajarse. Dakota se levantó y se acercó a él...
-Dakota: (Con voz suave) ¿Qué haces Kodiak?
-Kodiak: ¿No es obvio? Veo el paisaje.
-Dakota: Sí, muy bonito ¿No?
Kodiak no respondió ni volteó a verla...
-Dakota: Respecto a lo de hace rato, yo... Lo siento, no debí juzgarte así sin conocerte, me dejé llevar por la primera impresión y me equivoqué.
-Kodiak: Ciertamente que sí, yo solo busco ayudar a mi familia, es la única causa de que yo actúe tan a la defensiva a pesar de ser el menor, me preocupan, he visto lo que hacen los secretos y como muchos se han traicionado sin importarles los sentimientos de los demás, y eso es lo que quiero evitarle a mi familia, esas decepciones.
-Dakota: Te entiendo, yo también busco proteger a mi familia, pero a veces debes bajar la guardia y ver lo mejor de los demás, te sorprendería lo que conocerías.
-Kodiak: Tal vez tienes razón, voy a intentarlo.
-Dakota: Es bueno escucharlo, y ¿Me perdonas Kodiak?
-Kodiak: Descuida, yo tambien te juzgué mal, y dime Kodi.
-Dakota: Está bien, Kodi, gracias.
-Kodiak: Para eso son los amigos, se está haciendo algo tarde, ¿Qué te parece si nos vamos?
-Dakota: Me parece bien.
Mientras Kodi y Dakota caminaban de nuevo a casa, notaron el surgimiento de su amistad, y pudieron disfrutar de su compañía por primera vez desde que se conocieron. Mientras tanto, con Dingo y Nunivat, iba culminando su conversación del día dada la hora, pero antes de despedirse...
-Dingo: Vaya, no me imaginé eso de tu pasado, ha sido más complejo y sorprendente de lo que imaginé.
-Nunivat: Gracias, no pensé que te interesara tanto.
-Dingo: Por supuesto, siempre me interesa conocer la historia de mis amigos.
-Nunivat: Así que ¿Somos amigos?
-Dingo: Por supuesto que sí.
-Nunivat: Que bueno, creo que ya debería irme, antes de que se preocupen.
-Dingo: Me parece bien.
-Nunivat: Antes de irme, ¿Cu...?
-Dingo: ¿Cuándo podemos seguir hablando?
-Nunivat: Sí, ¿Cómo lo...?
-Dingo: ¿Sabía? Soy algo intuitivo, y como te dije, nunca estoy lejos, cuando quieras vienes y seguimos.
-Nunivat: Hay tanto que me gustaría saber de ti, ¿Podría ser mañana?
-Dingo: Me parece bien, entonces hasta mañana Nunivat.
-Nunivat: Nos vemos.
Con eso, Dingo y Nunivat se fueron, cada uno por su camino. Luego Nunivat se consiguió con Dakota en la casa y empezaron a hablar.
-Nunivat: Hola Dakota, te debo una por lo de esta mañana, ha sido el mejor día.
-Dakota: Ni lo menciones, fue muy agradable este día.
-Nunivat: Te noto algo distinta, ¿Te pasa algo?
-Dakota: No, simplemente me ha parecido un grato recuerdo.
-Nunivat: Si te ha parecido tan agradable estando con ya sabes quien, eso implica que te cae bien.
-Dakota: ¿Quién, Kodi?
-Nunivat: ¿Y tú de cuándo acá le dices Kodi?
-Dakota: Desde hoy, pude conversar con él y tenías razón, me agrada mucho, y creo que también le agrado, me dijo que somos amigos.
-Nunivat: Ah ¿Sí? Entonces no te importará distraerlo mañana, ¿Verdad?
-Dakota: Para nada.
-Nunivat: (Con la boca abierta) De acuerdo.
-Dakota: ¿A qué hora vas a salir, um?
-Nunivat: Yo, eh... En la mañana.
-Dakota: Está bien, lo voy a llevar a conocer algunos sitios de por aquí.
-Nunivat: Gracias, gracias, gracias.
-Dakota: Ya, ya, vete a dormir, lo necesitarás.
-Nunivat: Está bien, que pases buenas noches.
-Dakota: Descansa.
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