CAPÍTULO XIX
CAPITULO XIX
Al llegar fueron recibidos por los guardias y Carmel, en cuanto Luna se separó llamó a su acompañante.
—Carmel prepara la habitación continua para Luna y que se instale allí —la miró
—Como ordene —sonrió ampliamente
—Y ... —dudó —durante los próximos días quiero que absolutamente todos abandonen el palacio después del mediodía hasta que ordene lo contrario
—Como diga —asintió —luego de llevar a la señorita daré el aviso y quedará el palacio vacio
Se retiró y pensó si lo que hacia era demasiado. Negó ante aquello, sólo era consciente de que su deseo cada vez iba en aumento y no quería ser interrumpido. Por la noche pudo concretar su objetivo pero no fue suficiente, por varios días fue lo mismo. Su deseo era insaciable.
Solo pudo controlarse un poco cuando llegaron las novias de su hermano para hacer lo pedido, Luna pasaba mucho tiempo con ellas y parecía ser de su agrado, podía hablar diversas cosas con aquellas chicas. Aunque sus celos eran notables.
—Muy bien señoritas, pueden retirarse esta misma noche por su protección —dijo luego de que Luna se fuera molesta
—Como ordene el Duque —respondió la más sensata
Las acompañó hasta la entrada donde llegaba un guardia con una nota.
—Señor, el conde se lo envía con urgencia —se lo entregó
—Puedes irte y acompaña a las señoritas a su territorio —lo miró
—Con su permiso
Se fueron y pudo leer dicha nota
«Hermano, me han informado que los príncipes se preparan para invadir tu territorio. Debemos ingresar al suyo para impedir las consecuencias. Nos encontramos en el camino»
Corrió al establo para tomar su caballo y salir con prisa, no pudo decir nada a nadie.
Al cruzar el bosque se encontró con Alexandre para cruzar las barreras que daban acceso a los demás territorios, más precisamente al territorio del Norte donde se llevaba a cabo el festejo del príncipe.
No tenían permitido entrar sin permiso pero los guardias no podían detenerlos por temor, llegaron hasta las puertas donde esperaron ser recibidos y ser lo más educados posible.
—¿Que trae a los demonios nocturnos por aquí? —preguntó uno del príncipes con una apariencia adulta
—¿Molesto por no poder mantener la juventud? —cuestionó V inevitablemente
—Calla bestia —se molestó otro
—Estamos aquí para hablar de manera civilizada y podríamos empezar por la cortesía de los anfitriones —intervino Alexandre
—Bien, ya que están aquí nos ahorran el viaje a sus tierras malditas —aceptó el tercero
Ingresaron a una enorme sala donde todos a su paso reverenciaban a ambos jóvenes, cosa que disgustó a los mayores.
Tomaron asiento en un lugar solitario, solo los cinco hermanos que se miraban entre sí.
—¿Puedo saber porque invadirían mi territorio? —comenzó V
—No preguntes algo obvio, tienes a una humana allí y...
—Hacen caso a la cazadora, a alguien que también desprecian —interrumpió con seriedad
—Si algo se puede destacar de ti es tu honestidad, así que no intentes mentir porque es notable. No es sólo por la cazadora, con esa humana las barreras se han debilitado, tanto bestias como humanos ingresaran pronto y no podemos permitirlo
—Yo protejo y gobierno el quinto territorio como así también las barreras, los humanos y bestias quedaran en su lugar. Ese es mi deber
—¿Y como explicas lo de la humana? Sin mencionar el hecho de que se han alimentado en los senderos oscuros, senderos que debías controlar
—Fue consecuencia de los humanos, V no tiene que ver con ello. Como tu mismo dijiste lo hicieron en los senderos oscuros no tienen dueño, aquellos son limítrofes con los cinco territorios pero no pueden cruzar las barreras y aunque lo hicieron no podrían con nosotros —respondió Alexandre
—Lo minimo que pueden hacer es su trabajo, para eso fueron creados pero aquí aún no se responde una pregunta, ¿que haces tanto con una humana? —alzó la voz
—Eso no es de tu incumbencia —frunció el ceño
—Lo es, a todos de hecho. Ya tuvimos problemas y mucha muerte por tu capricho con un espíritu, puede ocurrir de nuevo. Elige, la destierras o la asesinas. Caso contrario nos veremos obligados a intervenir
—¿Tendran el valor de enfrentarme? —sonrió levemente levantando una mano convirtiéndola en pata de lobo —en una guerra así ¿quien ganaría?
—No tenemos que ganar o enfrentarte, te daré una tercera opción. Si no haces lo pedido, destruiremos los bosques y con él todas las criaturas que proteges
—¿Como pueden decir eso? —levantó la voz Alexandre —deben ser consciente que al declararle la guerra a mi hermano también lo hacen conmigo
—Dijimos lo que debíamos, tienes 5 días para decidir. Caso contrario te quemarás con todo tu territorio, hermano —dijo lo último con desprecio
—Vamos Alexandre
Regresaban por el bosque a paso tranquilo y en silencio.
—Si así lo quieres lo enfrentaremos —habló el vampiro después de un momento
—No, no quiero causar más muertes. Después de todo somos familia
—Vaya forma de tratar a tu familia, siempre fue así y continuará siendolo
—¿Notaste algo extraño? —se detuvo para mirarlo
—Hablaron mucho sobre la barrera y destrucción, es algo poco habitual en ellos luego de la última guerra y el temor que nos tenían
—Exacto, hay algo extraño con esto. Incluso desde que Luna llegó sentí algo diferente, algo cambió
—Aquí el tiempo no corre pero he notado algunas anomalías en la humana que tengo y apenas nos damos cuenta —suspiró
—Haré algo al respecto, hay que estar seguros del traídor aunque tengo mis sospechas —frunció el ceño
—Independientemente de lo que decidas quiero darte algo —sacó una cajita de su bolsillo —de los dos es mejor que lo entregues a tu compañera
—El anillo de nuestra madre, ¿porque? Deberías dárselo a tu futura compañera, eres el mayor
—Soy el mayor y debido a mi condición creo que pasarán muchos años hasta encontrar a mi compañera. Y no hay cosa más gratificante que verte tan predispuesto para alguien, mi hermano. Eras un lobo solitario pero la escogiste. Después de tanta soledad te lo mereces —asintió
—¿Desde cuando eres tan sentimental? —sonrió
—Solo tomalo, sabrás cuando dárselo
—Te lo agradezco
—Nos vemos, cualquier cosa aulla e iré —se despidió y cruzó a su territorio
V quedó mirando el anillo, aquel que le perteneció a su madre. Era un color celeste único, tomado de los pétalos del cerezo azulado. Aquello tenía un significado enorme.
Lo guardó y regresó a su territorio, observó dormir a Luna mientras meditaba su decisión.
—Carmel —la llamó al amanecer
—Digame
—Cuando Luna despierte asegurate de que se alimente bien, la estaré esperando en la entrada
—¿Puedo saber el porque?
—Se irá de aquí pero no se lo digas —salió del palacio
Espero con paciencia aunque en el fondo no quería verla salir por esas puertas y mientras pensaba eso se acercó con una sonrisa
—Hola
—Hola —evadió su mirada —iremos a un lugar —subió al caballo
—¿A donde? —lo imitó
No respondió solo cabalgaron a paso lento, no quería hacerlo pero debía.
—¿Que hiciste anoche? No dormiste conmigo —susurró muy cerca que lo estremeció
—Tenía cosas que atender
—Te extrañé, hacia frío —lo abrazó con un poco de fuerza y algo en su interior se encogió
—No siempre puedo ser una manta —intentó sonar frío
La llevó hasta la cascada donde la encontró, allí donde estaba la entrada de la barrera.
—¿Que hacemos aquí? —preguntó con temor
La miró con cierta tristeza, no podía evitarlo. Tomó una capa con capucha negra y acarició el caballo.
—Esperame aquí —susurró al animal —vamos —la tomó del brazo para que caminara
—No iré a ningún lado hasta que me digas que sucede —se detuvo
—Sucede que jamás debí dejarte vivir —soltó con seriedad y no volvió a oponerse hasta cruzar la barrera
—¿Porque me haces esto? —preguntó con dificultad
—Eres humana, debes regresar a tu mundo. No perteneces aquí
—¿Que pasó con lo que dijiste? Dijiste que no estaba sola
—¿Eso? Solo lo dije porque te quería en mi cama, lo conseguí y ya no me satisfaces —la miró con seriedad soltándola
—¡Ahí está! —gritó alguien
—¿Rachel? —la miró y luego a él pero no hizo nada
—¡Atrapenla!
Vió como se la llevaron sin que lo notaran, no debía hacer nada si quería descubrir al traidor o quien sea que estaba jugando con el poder. En todo momento los siguió y observó lo que hacían incluso como la abofetearon, tuvo que contenerse enormemente para no destrozarlos en ese momento.
¿Que sucederá? No quiero ver
(T⌓T)
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