CAPÍTULO XII

Almorzaban juntos, Luna perdida en sus pensamientos. Se cuestionaba sobre cuanto tiempo llevaba ahí, su esperanza de vida no superaba los 6 meses pero tenía la impresión de que llevaba mucho tiempo allí.

—¿Cuanto? —murmuró sin pensar

—¿Cuanto tiempo? —la sacó de sus pensamientos

—¿Que? —lo miró

—¿Te preguntas acerca del tiempo? —hizo a un lado el plato

—¿Como es que... —negó —si, tengo curiosidad

—Llevas dos meses, ¿te parece una eternidad?

—Tenía una impresión pero por el tiempo de vida. Solo eso —sonrió levemente

—Bien, ¿quieres ir al festejo de Alexandre? Será en dos días

—¿Debería? No pertenezco a este mundo

—Serás mi compañera, ¿a quien le importa? —sonrió levemente

—Siendo así, será buena idea cambiar un poco de aires —asintió

—¿Te desagrada este clima?

—No, pero debido a mi condición no puedo disfrutarlo mucho. Me gusta, es perfecto para el florecer y crecimiento de la vegetación —terminó de comer

—El territorio de Alexandre es un poco frío. No hay nieve este tiempo pero si es frío

—Al igual que él, es un...

—Vampiro —interrumpió

Quedó pensando en ello, ¿lo vampiros eran como lo describían los libros y películas? ¿un demonio de la noche como lo decían las leyendas?
Alexandre parecía alguien divertido, educado y muy atractivo. Supo que no era humano al momento en que la saludó, su mano helada no era habitual en nadie.

Caminaba por el jardín, perdida en sus pensamientos y sin darse cuenta sus pies las llevaron cerca del establo donde escuchó unos guardias alterados.

—¡Dejalo! Es imposible, está inquieto. El único que puedo tranquilizarlo es el Duque.

Asomó la cabeza para ver un caballo negro tan oscuro como la noche, su pelaje y color se asemejaba al del Duque transformado. Suspiró retrocediendo pero chocó con el pecho de alguien.

—Ay —levantó la mirada

—¿Que haces aquí? —la miró directamente

—Solo caminaba, ¿es tu caballo? —señaló

—Si —se acercó al establo —pueden irse todos —ordenó

Todos se retiraron y Luna pensaba hacer lo mismo.

—Luna... —la llamó

—¿Si?

—Ven

Se acercó con recelo al animal que había clavado su mirada en ella.

—¿No te gustan los animales o solo los caballos?  —preguntó acariciando al animal

—Me gustan pero tengo un mal recuerdo con los caballos

—¿A que se debe?

—De niña mi padre me llevaba un fin de semana a una casa de campo, había muchos animales. Los caballos me encantaban y podía montarlos pero un día, no recuerdo porqué pero uno se asustó y me tiró. Desperté en urgencias —sonrió levemente

—¿Que edad tenías? —frunció el ceño

—Creo que 9 años, ¿siempre es así? —se refirió a la inquietud

—No, solo no sabe tratar con desconocidos. Y quiere dar un paseo —sonrió acariciándolo —¿te gustaría acompañarme? —lo montó

—¿Yo? —se sorprendió —no

—Los guardias siempre me acompañan y Carmel también, mis paseos a caballo son largos

—El cumpleaños de tu hermano es en dos días

—Volveré a tiempo, vamos —le extendió la mano

—No creo que...

—¿Quieres estar sola en este enorme palacio? —interrumpió

Suspiró pensando, claro que no quería estar sola pero no estaba segura que querer ir en el mismo caballo. Observó su mano y la tomó cerrando levemente los ojos. Fue ayudada y se acomodó detrás de V lo mejor que pudo.

—Utilizar vestido es incómodo —susurró

—Podemos arreglarlo luego, agarrate bien

—¿Que? Espera...

No pudo decir más ya que había comenzado a cabalgar saliendo por las puertas principales ante la mirada de los guardias. Se aferró a él sin tener otra opción, solo hasta que llegaron al bosque donde detuvo el paso a uno más tranquilo.

—¿No dijiste que siempre te acompañaban? —frunció el ceño molesta

—Tu me acompañas, considerate afortunada

—Eres una bestia— sonrió

Observó con atención la belleza de aquel lugar, el intenso verde y los animales correteando con libertad eran fascinantes.

—Ver estas cosas no tiene precio, los animales están seguros y sin temor —se detuvieron y V bajó

—Estan seguro pero también tienen temor —extendió sus brazos para ayudarla

—¿Porqué? —lo miró de cerca

—Soy uno de los cazadores más peligrosos de mundo, su instinto lo sabe —respondió en tono bajo

—No creo que seas malo, de lo contrario este lugar estaría vacío ¿me equivoco?

—Vamos, te encantará los lugares que veremos —la tomó del brazo con cuidado

—El lugar por donde llegué, ¿está alejado?

—Lo suficiente pero no te diré donde

—No huiré, tranquilo —sonrió —esas criaturas aladas...

—No pueden entrar aquí ni ninguno de los Territorios, solo circulan por senderos sin dueños —interrumpió

—Muy bien, eso me tranquiliza

Caminaron un poco visitando varios lugares totalmente fascinantes. Un bosque debería ser un tanto oscuro y tenebroso, más aún cuando tienes de compañía a un hombre lobo pero solo disfrutaba del paseo.
Observó los animales a una cierta distancia y se sentó en una roca.

—¿Estas cansada? —se detuvo a su lado

—No, solo miraba a esos conejos —señaló —que ya se fueron —rió divertida al hacerlo mirar

—Te haré una pregunta indiscreta —se arrodilló a su altura

—¿Pedirás mi mano? —bromeó

—Cuando dices cosas así, es porque en realidad lo deseas ¿lo sabias? —sonrió por su expresión

—¿Que quieres saber? —desvió la mirada nerviosa

—Bien... ¿como es que estas tan enferma? ¿surgió así como así?

—No, el lupus es una de las enfermedades más difíciles de detectar y la mayoría de las veces lleva años —pensó un momento —conmigo fue un tanto diferente y la doctora me lo dijo, solo porque nunca había prestado la suficiente atención a los síntomas

—¿Porque? —frunció el ceño

—Mi madre murió cuando nací y solo tuve a mi padre, lo perdí a los 19 años y desde entonces tuve que hacerme cargo de mi misma. Conseguí empleo y estudié periodismo, en ese momento pensaba que lo que me sucedía era por tanto estrés, presión y cansancio pero 5 meses atrás me vi obligada a ir a un especialista... —negó

—Quiero saber, continúa

—Me dijeron que podría ser cáncer o lupus, me sentí un tanto aliviada al confirmarse lo segundo pero no era normal la rapidez con la que se había detectado. En dos meses y fue porque la enfermedad comenzó a tomar parte de mis órganos, una reacción en cadena —frunció el ceño por el recuerdo —asimilé lo que tenía y la verdadera intensidad del malestar, me recetaron medicamentos pero era inútil algo un tanto más agresivo. Solo me harían sufrir más y me dieron el diagnóstico de casi un año en ese entonces, luego todo mi sistema colapsaría. Y esa es mi historia —encogió los hombros con una leve sonrisa

—Está bien —le acarició la mejilla sorprendiéndola

—Eres el primero que lo sabe, no tuve el valor de decírselo a mi ex ni a nadie

—¿Eso me hace importante?

—Eres el primero que lo sabe y el último que al que veré, además que eres muy atractivo. No puedo quejarme de esta vida —desvió la mirada levantándose

—No respondes mi pregunta —la tomó del brazo

—Supongo que si —dijo en tono bajo evitando su mirada

—Todo estará bien —le levantó el mentón

—Estoy bien —notó que el atardecer estaba en su momento y pronto anochecería

Regresaron a paso tranquilo en aquel caballo, las cosas entre ambos parecían mejorar mucho más rápido. Ambos lo sabían, sentían comodidad en su compañía, ¿era real o algún efecto de ser de mundos diferentes? Ninguno lo sabia y tampoco querían saberlo, solo estaban conscientes de un sentimiento cálido que comenzaban sentir como sol de primavera.

Doble capitulo por los días anteriores ಥ⌣ಥ