Vida en la realeza de los Diablos
El palacio de la Casa Staria se encontraba tranquilo. Los sirvientes y guardias mantenían sus turnos mientras mantenían la edificación.
En una sala aparte, se encontraba los baños de la familia real.
Allí, bajo la vigilancia de Guardias Infernales se encontraban los baños de las mujeres del rey y sus familiares.
Las reinas Noelle y Nebra se encontraban junto a su madre y suegra, además de sus hijas bañándose luego de una ronda de trabajo importante.
-Saben. Me extraña que Asta no hubiera visitado a Yuno hace dos meses-. Comento Acier disfrutando del agua caliente.
-Yuno se halla arreglando una transferencia con el Pacto. Asta le suministro varios allegados de confianza para ello-. Respondió Nebra.
-La verdad es que desde que ambos se volvieron a ver ha sido extraña su relación-. Murmuro Noelia, quien estaba siendo peinada por su madre.
-Noelia, tu padre y tu tío son muy diferentes ahora-. Le dijo su madre.
-Entiendo a mi hermana. Por cierto ¿Cuando dará a luz la tía Charmy? hace tiempo que nos avisaron que ya estaba entrando a labores de parto-. Pregunto Nayla.
-Eso fue mentira-. Respondió Lichita. -Resulta que cierto niño y su dragoncito hicieron una broma.
Roth estaba en una esquina aterrado y desnudo. No quería entrar a la piscina porque su abuela le daría un buen pellizco de orejas por haberse metido con los mensajes que eran enviados a su padre.
Mellisa quien estaba nadando vio a su hermano y con un mirada de malicia movió su mano. Al instante, el agua salió y rodeo al joven Roth tirándolo a la piscina. Ello causo que Roth se aterrara, pues al instante, su abuela paterna estaba en su espalda.
-Por favor abuela Lichita-. Suplico con ojos de cachorro. -Juro no volverlo hacer y ninguna otra broma más.
-Me lo juras. Si llega a ser mentira te vas a terminar casando con Mellisa-. Dijo en broma.
-COMO QUE CASARME CON MI SALVAJE HERMANO- Grito Mellisa.
-Seguro sera una buena advertencia para evitar que lo haga-. Rieron las gemelas a la vez.
-Lo juro-. Respondió.
-Bien. Ahora ven a lavarte-. Le dijo su abuela Acier.
Roth asintió y comenzó a nadar a su abuela. En un momento, una pequeña bruma se formo encima suyo y en ese instante, Raegar salió y se había formado totalmente. El cual traía en sus manos un bote de pegamento medio abierto con parte de su contenido botando sobre el agua.
-Príncipe Roth. Ya termine de pegar los cuadernos de sus hermanas a los techos ahora podremos ir a jugar a los festivales-. Hablo con una voz chillona.
Roth se hizo piedra. Estaba muerto.
-¿Eh?- Raegar miro a Roth a los ojos. Miro a Lichita al frente tragando saliva. -Juro que fue su idea-. Le apunto al príncipe buscando salvarse del castigo.
Lichita solo miro de forma sombría a los dos de forma tranquila. En unos segundos ambos, niño y diablo terminaron con las mejillas enrojecidas y llorando levemente por los pellizcos de su abuela.
-Lo siento-. Decia llorando mientras su abuela le bañaba.
-Roth. Sabes que debes estudiar, algún día serás Rey como tu padre y deberás gobernar-. Le dijo mientras lavaba su pelo.
-Lo se-. Dijo aguantándose las lagrimas. -Pero solo debo tener poder para gobernar y ya.
Las mujeres soltaron un risa.
-¿En serio?- Hablo Acier. -Roth, el poder puede dártelo todo, pero si no sabes manejarlo solo es una energía poderosa sin medios o uso que pueda tener.
El cerebro de Roth hizo vapor. Las palabras de su abuela se le hacían muy complejas para su cerebro.
-Como siempre de tonto-. Soltó Mellisa con la frente alta.
-Pues así soy debes acostumbrarte porque sere el futuro Rey-. Le dijo con orgullo.
-Si es así, el reino de nuestro padre desaparecerá-. Replico con disgusto.
-Mellisa. ¿Que te he dicho de esos comentarios?- Nebra le dio una mirada severa a su hija.
-Lo siento-. Se disculpo.
-Es igual. Por cierto Asta dijo que las demás vendrían dentro de poco ¿Mis nietas cuando vendrán?- Pregunto Lichita.
-Pues por lo que se, las demás están en varios lugares-. Intervino Noelle. -Nero esta en Guldor arreglando varios temas con las elites del país. Lily y sus hijas estan en Reyhard en sus viajes de intercambio y estudio. Rebecca se encuentra junto a Recca ayudando a refugiados en el norte. Con Vanessa ahora esta visitando a Stefi, el cumpleaños de Roth vendrán todas.
Roth salto de la alegria, su cumpleaños siempre era una fecha donde podia comer junto a Raegar hasta hartarse. Lo que le gustaba ya que sus padres le negaban comer dulces de forma continua, y su abuela le había confiscado todos sus escondites de dulces.
-Bien. Entonces podre ver a mis nietas-. Dijo Lichita con felicidad.
-Creo que estamos listos-. Dijo Nebra mientras sacaba a Mellisa para secarla.
Todos salieron del baño, mientras que los niños fueron escoltados por sus guardias después de ser vestidos a la sala de estudio para su educación.
Roth era el que menos le gustaba la tarea. La consideraba una condena como cualquier niño de su edad, al contrario que todas sus hermanas quienes les gustaba los estudios hasta por gusto. Roth era todo menos un adepto a esto y claramente, no deseaba que lo considerasen un tonto príncipe, pero su prodigioso cerebro le costaba absorber la información que le era impartida.
"Raegar. Nuestro plan salió mal-. Dijo a su diablo".
"Lo se príncipe, además que dolió-. Respondió aun adolorido".
Los cuatro niños entraron a una sala donde se encontraba 12 bancos donde estaban lápices, cuadernos y todo tipo de útiles para estudiar, eran cosas traídas junto a las técnicas de estudio de los otros continentes. Además, de que eran bancos para las hijas de Asta quienes se encontraban fuera junto a sus madres.
-Princesas y Principe-. Saludo un hombre a espaldas de los niños.
-Maestro Matel-. Saludaron los cuatro a la vez.
Jordan Matel era el maestro de confianza de la familia. Era de aspecto atractivo y tenía de mascota a su serpiente, Hydra.
La cual era del agrado de las niñas, más era el terror de Roth.
-Espero estén preparados para su estudio-. Dijo con una sonrisa.
Las niñas asintieron con mucha felicidad. Mientras que Roth suspiro con desgano.
Las clases de hoy trataban de Historia, Matematica y Quimica, las niñas se volvieron hábiles en las mismas, comprendiendo con una rapidez tan asombrosa la información que Matel y sus ayudantes les daban.
Roth era el caso contrario, el chico tenia su cerebro ardiendo como volcan en erupción, ni siquiera Raegar podia entender todo aquello, Roth agradeció que las clases terminaran rápido. Tenia intención de ir al mercado para jugar con algunos amigos que hizo fuera del palacio.
Ser el futuro heredero, era por mucho un limitante para hacer amistades. Sus hermanas por mucho, le hacían poca falta, pasaban la mayor parte del tiempo con sus madres y abuelas, aunque no estaban muy felices con la actitud tan libre de su abuela Lichita, aunque su abuela Acier también compartía tales visiones.
La clase termino tras dos horas continuas de estudios, Roth estaba feliz pero sabia que pronto su padre volvería y por consiguiente; volver a entrenar. Estaba algo inquieto, la realidad es que debido a su edad, la curiosidad le mataba.
Por lo que al momento, salió disparado del salon para irse seguido de sus guardias escolta al mercado.
-Siempre de salvaje-. Soltó Mellisa, odiaba esa actitud de su hermano. -Desearía que no fuese así de loco.
-¿Sera que lo amas en secreto?- Bromeo Noelia, esa broma dicha por sus abuelas siempre le eran de juego para molestar a la mayor de sus hermanas.
-¡CALLATE!- Grito molesta. Reprendiendo a su hermana pequeña. -Jamas lo haría y dejen de decir que me casare con el. No soy tan tonta para dejarme enamorar del salvaje de mi hermano. Ustedes también deberían de ir pensando que hombre se casara con ustedes.
-Yo creo que escogería a Roth. Es igual que nuestro padre y nuestras madres dijeron que seria bueno conservar la pureza de nuestra sangre-. Dijo Nayla sin cuidado.
-Las princesas son muy jóvenes-. Intervino Matel. Las niñas le cruzaron miradas al hombre. Melissa sin querer dejo de mirar al maestro con algo de vergüenza. -Deben de crecer para así escoger de forma acertada a quien escogerán por el resto de su vida.
-Cierto maestro-. Dijo temblorosa Mellisa. -Nuestro deber como princesas es continuar con el linaje de nuestro padre y madres. No podemos entregarnos a cualquier pelagatos de segunda.
Las gemelas rieron por las palabras de su hermana.
-¿De que se ríen ahora?- Les dio una mirada reprendida. -Saben que yo las supero a ustedes en la magia, ¡Así que ténganme respeto!
-Solo respetamos a Roth-. Dijeron al mismo tiempo. -Es el heredero de la antimagia y nadie lo podrá superar en el futuro, por lo que solo el sera merecedora de desposarnos-. Dieron su respuesta a la vez.
-Solo piensa en nuestro hermano. Ustedes son tan locas, siempre me pregunto ¿Porque tengo a hermanas tan locas?- Soltó cerrando sus ojos de forma autoritaria. -Siempre sere mejor que nuestro salvaje hermano, el solo nació con la antimagia. No merece tantos halagos.
Matel suspiro con una sonrisa. La actitud de Mellisa siempre se le hizo algo graciosa. Era la típica princesa mimada y caprichosa de cualquier reino. Debido a eso, tratar con ella, siempre era algo dificil, pero al contrario, el se le daba muy fácil.
-Bueno, la clase termino. Pueden irse, mañana seguiremos-. Les señalo la salida.
Las niñas se retiraron siguiendo su pelea a otro lado, mientras Matel y sus ayudantes se retiraban a sus hogares.
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Roth corría por su vida. La razón: Se había escapado sin permiso de sus abuelas.
-¡Roth Staria Vermillion, venga para recibir su castigo por desobedecer a sus abuelas!- Dijo el capitán de la Guardia Infernal, Garrus Hasarn. Un leal servidor del Rey y que ahora daba su trabajo al cuidado de la familia imperial.
-¡NUNCA ME ATRAPARAN CON VIDA!- Respondió corriendo tan rápido como sus pies se lo permitían.
Garrus ya estaba acostumbrado a este tipo de rutinas. Roth era un príncipe muy problemático que se la pasaba causando desastres a donde quiera que fuera. Aunque no era todo su culpa, el vivir tan cargado de responsabilidades para un niño de su edad, sumado al hecho de vivir una vida tan arreglada.
Era un ingrediente perfecto para que un niño de la actitud de Roth, tan parecido a su padre de pequeño.
El joven príncipe corría como loco junto a diablo dragon por todo el palacio, mientras Lichita conversaba con Acier, la ultima estaba bastante feliz de haber vuelto a la vida y ver como su familia había crecido. Por sobre todo, volver a ver a sus hijos.
Aunque extrañaba en gran medida a Solid, sabia por palabras de Asta que era imposible revivirlo.
-Asta quiere tener otro hijo-. Dijo Lichita bebiendo algo de te. -Roth es muy activo, pero seguro descuidara el reino.
-Un heredero y otro de repuesto, es la norma en las monarquías-. Replico la Matriarca.
-Si-. Lichita suspiro, era doloroso como se había vuelto su hijo, todos los recuerdos que alguna pudo ver en sus memorias... de aquel joven enérgico y simpatico, hoy contrastaban con el monstruo despiadado y cruel del presente.
Cuanto deseaba que su hijo o hubiera tomado ese camino tan sangriento.
-¿Quien sera la madre?- Se pregunto Lichita.
-Nebra y Noelle desean serlo, pero Asta no creo que las arriesgue-. Explico Acier. Era cierto, el rey nunca haria que alguna de sus reinas estuviera en peligro. -Tal vez- puso su dedo en el mentón -Podría ser o Rebecca o Nero, pero esta ultima parece que ya esta embarazada.
-Dejaría Rebecca-. Concluyo la ceniza. -Rebecca me parece adecuada, además, Asta es muy cariñoso con ella.
-¿Crees que el dejaría tener a su hijo? Mimosa estuvo horrible al estar gestando a Roth-. Comento con algo de preocupación la Silva.
-Tal vez, pero Asta no dejaría que ello sucediera. Seguro que haría mucho por ayudarla-. Concluyo la mujer.
-Eso espero... aun sigo molesta por como el reino se porto con mi nuero-. Dijo con suma decepción.
No era para menos, Asta hubiera sido un excelente Rey Mago de haber logrado sus objetivos, pero ahora... Solo era un gobernante, que pese a su sed de sangre y poder, había conseguido crear un reino prospero para todos bajo la promesa de un futuro mejor bajo su reino.
Ambas mujeres siguieron conversando amenamente. Hasta que la puerta se abrió mientras Garrus tenía a Roth llorando junto a Raegar, mientras que este ultimo buscaba desaparecer de la escena, pero por desgracia era posible.
-Matriarcas, trajimos al príncipe-. Dijo Garrus con tranquilidad.
-Gracias Garrus-. Hablo Lichita, a lo que el guardia asintió. -Roth, no te voy jalar las orejas. Pero si te castigare con otra cosa.
-No. No por favor abuela. TODO MENOS ESO-. Suplico de rodillas el príncipe.
-Si. Iras con tu Madre Lily y tus hermanas Layana y Lucy a estudiar en Reyhard-. Dijo con cierto tono maligno.
Un fuerte grito de "NOOOOO" se oyó por todo el palacio. Para Roth, el ir a estudiar con sus hermanas gemelas en Reyhard era un infierno, envuelto en tareas y cursos para su edad. Si ya estando en el palacio se moría de aburrimiento en sus clases, en la nació que su padre gobernaba indirectamente, sera mil veces peor.
-Garrus, dile a Deson que prepare el equipaje del príncipe, la próxima semana después del intercambio de ejércitos ira a Reyhard a estudiar-. Ordeno Acier con severidad.
Roth termino llorando y suplicando por su vida a sus abuela, pero ninguna le hizo caso. El chico estaba condenado y no podia hacer nada para arreglarlo solo su padre lo podía hacer y estaba en el Bosque de las Brujas.
El resto de la noche, las cosas transcurrieron con tranquilidad. La cena se llevo a cabo y todos fueron a dormir bajo la protección de los guardias infernales.
Mientras pronto se acercaba el día en que las delegaciones militares de Guldor y Reyhard vendrían para un intercambio con el Reino de Espadas. Ese día, se debían Tambien de reunir todas las esposas e hijas del Rey Asta.
El evento sería muy importante, no solo para la realeza sino también. Para las fuerzas que ahora empezaban a conspirar contra el reino. Aunque solo el tiempo revelaría todo.
Continuará...
Bueno gente nuevo capitulo y para mejor estoy casi recuperado de la neumonía que tuve y pronto podre escribir con mas facilidad.
Comenten que les parece y dejen su voto que siempre viene bien.
Adiós...
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