Cuando ese día mi madre me dice indirectamente que tengo que ir a mi vieja ciudad para el funeral de Rita yo me opongo rotundamente y no solo porque no me interesa despedirme de una persona que lo único que trajo a mi vida fue dolor, y traumas que hasta el día de hoy me persiguen, sino porque regresar a esa ciudad donde viví tantas cosas sinceramente es demasiado para mí aunque mi madre no parece darse cuenta.

_Ella solo está preocupada por dejarte sola. _dice Christian un rato después cuando subió a mi habitación a ver cómo me encontraba.

_Bueno podrías quedarte conmigo.

_Sabes que debo ir con ella no puedo dejarla sola.

_Solo es demasiado, volver es demasiado. _digo con un hilo de voz suplicante.

Espero a que me diga lo mismo que mi madre, que intente persuadirme de que los acompañe, pero en lugar de eso y para mí sorpresa él me dice.

_Lo sé y yo tampoco creo que sea buena idea que vuelvas, al menos no por ahora, pero, no encuentro una solución que nos sirva a todos, pensaré que puedo hacer y si a ti se te ocurre algo no dudes en decírmelo.

Me guiña un ojo y sale de mi habitación.

Al día siguiente me encuentro en la casa de Emma, primero me rehúse a ir porque desde el día de mi crisis no había visto a sus padres y no sabía cuál era su nueva opinión sobre mí, por lo cual pueden imaginar mi sorpresa cuando no mencionaron nada del tema y en lugar de eso me trataron como si nada hubiera pasado lo cual agradecí mucho.