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CAPITULO 14

      Cuando era niña solo le tenía miedo a dos cosas la obscuridad y a Rita. Ahora que lo pienso en realidad mi miedo a la obscuridad se debía a Rita; ella era la encargada de cuidarme cuando mi mamá estuvo en prisión, y no es que Rita fuera la mejor opción solo que era la única.                      

  Recuerdo muy bien que a ella no le gustaban los niños y todos los días me lo recordaba y me castigaba si llegaba a olvidarlo. Un día hice algo que para ella era imperdonable y como tal me lleve el castigo correspondiente; mis días consistían básicamente en despertar, desayunar, jugar con Betsy (mi muñeca) en mi cuarto y cenar para dormir. A Rita le molestaba que hiciera ruido, para ella era mejor pensar que no estaba a cargo de la molesta hija de su prima así que para pasar el tiempo y no extrañar tanto a mi mamá jugaba a que era un fantasma por la casa, el juego básicamente consistía en que pareciera que no existía y me llevaba puntos extra por no hacer ruido, podrá sonar raro; pero para una niña que vivía con su molesta tía era el mejor juego de el mundo. Así que de esta manera era mi vida a los 5 años simplemente sin existir y en realidad así era, para nadie existía no tenía amigos, familia, nadie a quién le importara verdaderamente, nadie que supiera que ahí estaba, que necesitaba seguridad, atención, amor, un hogar, una madre, un padre. Ahora que soy grande me doy cuenta de lo increíblemente espantoso que era el que me faltaran los complementos más básicos de cualquier ser humano y más aún de cualquier niño.

       Rita tenía una colección de muñecas enorme y yo soñaba con jugar con ellas pero Rita me lo tenía prohibido así que en ocasiones solo en ocasiones me permita existir para admirar a esas hermosas muñecas y su extenso guardarropa que siempre imaginaba que se hacía de mi tamaño para poder usar esas increíbles prendas y me preguntaba porque tenia ese extenso guardarropa si no lo usaba porque no bajaba esas muñecas de su estante, así que un día que supe que Rita no estaría en casa hice lo imperdonable; agarre las muñecas para jugar con ellas. Estaba eufórica debido a que siempre había tenido la misma muñeca y era increíble jugar con las hermosas monas de la tía Rita hasta que...

_Niña se puede saber dónde... _las palabras quedaron atoradas en su garganta cuando vio lo que hacía.

_Cuantas veces te dije que no las tocaras, no sé ni para que me molesto solo a mi prima se le pudo ocurrir dejarme a su idiota hija.

      Me tomó del brazo y me llevó a un cuarto que tenía en el sótano ahí me dejó dos días sin comer, la habitación era obscura y olía mal no recuerdo nunca haber sentido tanto miedo en mi vida como aquellos días. Dos días para algunos en su vida no es mucho pero para mi bastaron para que le tuviera un miedo atroz a la obscuridad y a Rita. Después de eso prefería jugar con Betsy en el jardín de enfrente debido a que no quería molestar a mi ya molesta tía y así es como conocí a mi vecino Zedd; era un niño de mi edad, tenía el pelo castaño y unos ojos cafés pero lo que más me gustaba de el era su sonrisa, tenía una manera de confortarte solo con su sonrisa y eso hizo que se convirtiera en mi mejor y único amigo. Ya no jugaba sola sino con mi amigo en su casa, ni jugaba a ser un fantasma ya que era más divertido existir porque estaba todo el día con su familia donde era más que bien recibida incluso su mamá llegó a comprarme unos vestidos tan hermosos como los que nunca había tenido y me quedé con los viejos juguetes de Zedd, me sentía más que afortunada los 5 meses que siguieron.

No fue hasta que cumplí 6 años que supe de la ausencia de mi padre; no es que antes no me hubiera dado cuenta que no tenia uno sino que hasta esa edad supe lo que era y lo agregué a la lista de cosas que me faltaban. Comencé a ir a la escuela con mi amigo, éramos el y yo contra el mundo, no había personas más unidas y cuando alguien me molestaba que ocurría muy seguido Zedd me defendía; el era mi campo de protección, lo único de lo que no podía protegerme era de la tristeza al extrañar a mamá y al anhelar un padre, cuando veía en mis compañeros el amor que los suyos le ofrecían pero, creo que era algo normal sentirse así, en palabras de Sigmund Freud: "No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante en la infancia de una persona que la necesidad de sentirse protegido por un padre."

_No los necesitamos Grace nos tenemos a nosotros y con eso basta. _me decía siempre Zedd ya que el tampoco conoció nunca a su padre.

     Yo le creía a mi amigo, mientras estuviéramos juntos que mal nos podía ocurrir, algo tonto de pensar porque podían ocurrir muchas cosas malas pero para una niña no había mal que su amistad no destruyera. Cuando mi mamá salió por fin de prisión me sentí triste como nunca pensé por ya no vivir con Rita pues Zedd ya no viviría a mí lado y seria mas difícil verlo pero mamá prometió que no nos iríamos tan lejos y cumplió porque nos mudamos solo a una cuadra de distancia, así que todo seguía casi igual pero ya no me sentía sola, tenía a mi mamá y ella me dio todo el amor que no pudo durante 6 meses; recuerdo cómo lloro cuando me vio, no me soltó durante casi media hora, claro que a mí no me molestó.

       Mama trabajaba toda la noche, no se como lo hacia pero en el día tenia fuerza para cuidarme y jugar conmigo, las secuelas que me dejo vivir con mi tía, seguían acechándome aunque, ya no tan vorazmente porque mama se encargaba de que poco a poco esos recuerdos quedaran  atrás. Recuerdo bien un día en el que estaba jugando en la casa de Zedd hasta muy tarde, fue un día muy divertido como todos los que pasaba con mi amigo, el problema fue  que hubo un apagón en toda la cuadra y yo corrí a refugiarme de la obscuridad; no me acuerdo de todo exactamente pero me han dicho que estuvieron buscándome por horas hasta que Zedd me encontró en una biblioteca abandonada que estaba a tres cuadras.

_Me encontraste. _dije aliviada.

_Siempre te encuentro Grace. _me recordó

      Y era cierto, después de Rita cada que algo me preocupaba o me asustaba me escondía  en un lugar diferente y Zedd siempre era él único en encontrarme; nos gustaba decir que estábamos conectados, esa fue la razón por la que nuestra amistad fue tan fuerte durante tantos año. 

     Estoy tan absorta en mis recuerdos que no me doy cuenta que están golpeando a la puerta; cuando abro me encuentro con una cara muy conocida y de inmediato el pánico me embarga, no puede ser cierto, no entiendo cómo me encontró pero ahí está con esa sonrisa que un día adoré; me sonríe y es como si viviera todo otra vez, siento que mi pecho arde y a mi respiración entre cortada, no logro pronunciar ninguna palabra porque siento mi garganta seca, no puedo creer el pánico que siento ahora mismo y el está tan relajado como siempre sonriendo como si estuviera viendo a una vieja amiga aunque en realidad así es.

_Que..que...que haces aquí , ¿Cómo...cómo.. com...cómo diste conmigo?. _tartamudeo pero consigo preguntar.

_Siempre te encuentro Grace ¿Recuerdas?. _dice Zedd con una voz grave y su sonrisa torcida que me eriza la piel.

     Despierto agitada llena de sudor; fue solo un sueño me digo pero no puedo evitar sentir miedo aunque sé que el ya no puede hacerme daño aquí, pero por alguna razón no me lo puedo creer. Me levanto y me lavo la cara; Zedd se ha ido digo a mi misma.

      Cuando llega el lunes ya estoy lista para una nueva semana, aún tengo el recuerdo de el rostro de mi amigo en la mente pero me obligo a olvidarlo y al llegar a mi primera clase me encuentro una escena muy particular. Es el aula que está vacía, compruebo mi horario y observo que está es mi siguiente clase; me quedo ahí observando hasta que una voz fastidiosa comienza a hablar a mis espaldas.

_ No hay nadie gatita.

_ Eso ya lo noté genio y no me digas gatita. _ lo fulmino con la mirada.

_ No tienes que ser borde. _entrecierra los ojos. _A la profesora le dio algo así como un ataque de nervios y no se presentó hoy así que nos han dado la hora libre. En lo personal creo que es algo bobo que eso le pase a todas las mujeres digo, supérenlo y ya está; más bien opino que solo quieren llamar la atención... 

Se queda sin hablar cuando de da cuenta de lo que dijo o más bien a quien se lo dijo.

       Por supuesto que recuerda el ataque que tuve en su casa y en sus ojos se nota que lamenta haber echo esa burla pero ya es demasiado tarde ya lo escuché y no puedo evitar enfurecerme. ¿Acaso cree que es algo fácil de llevar? ¿De lo cuál se deba de burlar?; Lo veo mal y me doy la vuelta para alejarme de él.

_ Espera Grace lo siento no era mi intención. _me sigue

_ Nunca lo es, pero igual lastima cuando la gente como tú se burla y no eres el primero así que lo sé bien.

_¿La gente como yo?. _pregunta afectado.

_  Déjalo Tyler. _espeto.

Camino con más fuerza pero el me sigue y me agarra de la muñeca obligándome a volverme verlo.

_ A ver explica cómo se supone que es la gente como yo. _exige saber  enarcando una ceja mientras sus penetrantes ojos verdes me observan.

_ Gente sin ninguna preocupación en la vida, gente que nunca a tenido necesidad de nada, que ve fácil burlarse de los problemas de los demás porque no cuenta con la empatía suficiente para ponerse en ese lugar, que no entiende que no hay problemas que no se solucionan solo dejándolo y ya y que son circunstancias que nunca se van siempre están ahí detrás de ti como una fea cicatriz; gente como tú. _lo reto.

_No sabes en absoluto como a sido mi vida Grace. _dice. _Para ser alguien que reprocha eso juzgas con demasiada ligereza niña. 

_ Tuché.

      Digo después de unos segundos de silencio. Y de pronto los dos comenzamos a reír sin razón aparente, me río tanto que lágrimas cubren mis mejillas y me siento tan tranquila, tan ligera, hace años que no me reía así con nadie de una tontería y ni siquiera se porqué me estoy riendo; ni siquiera con Emma.

_De verdad lo siento no era mi intención hacerte sentir mal ni burlarme mucho menos, solo quería hacerte reír y me q salido mal aparentemente. _dice.

_No hay problema. _ Y  sus ojos me observan por tanto tiempo que parecen dos horas.

_Bueno me voy a esperar la siguiente clase a otro lado. _digo para evadir la situación.

_ Espera ¿a dónde vas?. _pregunta

_A la biblioteca. 

_ Te acompaño es un buen lugar para esconderme de Emily.

_Y ¿Por qué quieres esconderte de tu novia?. 

_Ex novia y es complicado. _me dice.

_Bueno no creo que una biblioteca sea de tu estilo. _ me burlo.

_ Y tampoco es el estilo de Emily por eso es el lugar perfecto para que no me encuentre, además ¿Juzgando otra vez?. _dice Tyler enarcando una ceja.

_ Cierra la boca. Y le sonrió mientras caminamos hacia nuestro destino.

     Una vez en la biblioteca me sumerjo en las letras de mis autores favoritos y cuando estoy leyendo a Mario Benedetti Tyler se acerca.

_¿Que es lo que lees?.

_A Benedetti pero no creo que sepas quién es así que.....

_Tus manos son mi caricia

mis acordes cotidianos

te quiero porque tus manos

trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro

contra la mala jornada

te quiero por tu mirada

que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía

tu boca no se equivoca

tu boca que sabe gritar rebeldía .

_ ¿Quieres que siga?. _pregunta Tyler enarcando una ceja.

    Me quedo patidifusa porque no esperaba que supiera de memoria un fragmento tan largo de mi autor.

_¿Cómo?. _es todo lo que consigo decir.

_¿Cómo que? ¿Cómo se eso?. Pues resulta que yo también soy fan de la buena literatura, la clásica no las chorradas que hay hoy en día de las novelas juveniles.

_No te creo, además no menosprecies el poder de una buena novela juvenil, orgullo y prejuicio era una novela de romance de literatura juvenil en su tiempo y ahora es un clásica. _digo

_ Eso es debatible. Pero puedo probarte que si se de libros; juguemos, dame un autor y yo te digo una frase. _contesta.

_¿Elena poe?. _pregunto.

_Insistes en confundir mi

soledad con amargura, mi

Seriedad con enojo y mi

Silencio con apatía. Me

Sigues desconociendo.

Me sigo sorprendiendo pero vuelvo a preguntar. _¿Mark Twain?

_ Todo el mundo es como la luna, tiene un lado obscuro que no muestra a nadie. _dice_ Y podría seguir...

_Okey te creo. Es solo que no te veía como a un chico que disfruta de la lectura. _digo incrédula.

_ Soy un hombre de muchos intereses. _contesta burlón.

       sonrió y pienso que es probable que sea verdad y que juzgue con demasiada ligereza a la gente; que esté tan acostumbrada a que la gente me juzgue a mi demasiado rápido que es posible que sin pensarlo automáticamente yo haga lo mismo con los demás y me aterra esa suposición porque significa que me convertí en ellos de alguna manera y me digo a mi misma que no volveré a cometer el mismo error otra vez, así que decido que sin importar mi anterior opinión de Tyler le daré una oportunidad para que me sorprenda, para conocerlo realmente porque por más loco que suene, este Tyler bromista, juguetón y aficionado a la literatura merece la pena conocerlo, además comienzo a creer que necesito dejar entrar a mas personas en mi vida, pienso y me sorprendo por creer eso manera.


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