Capítulo XXIII: Entrenamiento Mortal
El prefecto le había mandado de vuelta a su casa con Kusakabe de acompañante. La joven no iba a admitirlo, pero agradecía que ninguno de ellos le hubiese dejado ver el cuerpo o tendría pesadillas por días. Además, tenía que aprovechar para hablar con el segundo al mando de Kyoya y así tener toda la información posible sobre el hecho.
Su tutor estaba acomodado en su cabeza y le daba ligeras caricias para calmarle. En cualquier otra situación ella no habría sido capaz de sentirlas, debido a que tendría su mente en cientos de cosas como para sentir la ligera muestra de preocupación que el bebé generaba. Pero en ese momento su mente estaba en blanco y su cuerpo estaba en piloto automático, así que no era difícil notar las caricias y palmadas que el de patillas le daba de manera extremadamente sutil.
En cuanto llegaron a la casa de los Sawada el arcobaleno bajó de la cabeza de su alumna y dejó a ambos adolescentes solos. En otro tipo de situaciones se quedaría y escucharía lo necesario para tener la información de primera mano. Sin embargo, él conocía a la muerta y había notado la mirada de ambos menores, lo que le hizo saber que esa era la mujer que había amenazado al Comité Disciplinario, así que debía llamar al Noveno prontamente para alertarlo.
-¿Qué le sucedió? - La castaña observó con seriedad al mayor. Su intuición no se había calmado durante el camino de vuelta, así que estaba preocupada.
-Aún intentamos saberlo - El varón suspiró y llevó una de sus manos a su cuello - La única pista que encontramos fue algo escrito en la piel de la mujer.
-¿Debo preocuparme? - Los ojos caramelo se entrecerraron debido a la preocupación de la muchacha ante la futura información.
-Tal vez - El azabache desvió su mirada mientras recitaba los kanjis que habían sido dejados como mensaje - En su piel estaba escrito "No queremos extranjeros metiendo sus narices donde no deben"
-¿Yakuzas? - La menor se cruzó de brazos tratando de encontrar posibles soluciones que no tuviesen que ver con la mafia, pero temía que fuese así.
-Fuimos con los más cercanos y nadie sabía nada - El joven de cabello retro suspiró sintiéndose derrotado - Por supuesto, Kyo-san hará otra revisión para asegurarse de ello.
-Una extranjera viene, nos investiga a Kyoya y a mí, luego es hallada muerta en el área de los yakuzas de manera misteriosa - La heredera Vongola cerró sus ojos y trató de respirar profundo para no entrar en pánico - Es demasiada casualidad el que nadie sepa nada.
-¿Cree que sea una advertencia para usted? - Los ojos azules brillaron con preocupación ante la idea. Esa mujer había amenazado la existencia de las personas más importantes de su vida y ahora estaba muerta. No quería pensar en qué podía significar eso para su familia.
-Me preocupa que lo sea - La castaña llevó su mano a sus ojos y los oprimió ligeramente - Aunque también hay posibilidad de que su jefe la matase después de darle lo que necesitaba.
-Sea cual sea el motivo de la muerte de la mujer. Usted tiene que estar preparada Tsuna-san - El vicepresidente del comité de disciplina le observó con la preocupación aún intacta en su rostro - Temo que las cosas vayan a tornarse peores pronto.
-No digas eso Tetsuya - La de mirada chocolate abrió sus ojos y le vio entre seria y preocupada - Tenemos la mala suerte de que parezcas vidente y lo que dices termina siendo realidad.
-Solo digo lo que creo Tsuna-san - El joven abrió la puerta de la casa de la chica y la empujó dentro con cuidado - Y lo que creo es que vendrán cosas peores.
-Ten un buen día Kusakabe - La menor suspiró y cerró la puerta luego de que el mayor hiciese una reverencia y se fuera.
Una vez que estuvo tranquila dentro de su residencia fue que trató de comenzar a atar los sucesos que habían ocurrido. Había algo que no le cuadraba en toda la situación y eso hacía que su intuición se alterase de mala manera. Algo que empeoró cuando vio a su tutor bajar al primer nivel con algo en su mano.
-Tendremos una conversación con tus guardianes sobre lo qué pasó con esa mujer - El bebé le observó seriamente, sin querer agregar más a su orden.
-Reborn, no es buena idea meterlos en esto - La Sawada negó rápidamente con las manos y rio nerviosamente - ¿Qué tal si no tiene que ver con nosotros?
-Carlotta Lepore era la hija del hombre que mató a Enrico, el primogénito de Nono - La voz del Hitman sonó tan cortante que hizo el ambiente más pesado de lo que estaba antes.
-¿Quieres decir que ella estaba buscando información nuestra para dársela a su familia? - La joven sintió su boca secarse por completo y volvió a respirar profundo para calmarse nuevamente.
-Los Lepore han tratado destruir a Vongola por años - El azabache trató de no fruncir el ceño al dar la información, pero la presencia de esa familia en Japón le daba mala espina - Es por ello que debemos hablar sobre lo sucedido con tus guardianes cuanto antes.
-Pero ¿Quién la mató Reborn? - La castaña observó a su tutor preocupada por la situación - Porque no creo que hayas sido tú o alguno de Vongola ¿Cierto?
-Hasta donde tengo conocimiento, Vongola no tuvo nada que ver con la muerte de la heredera Lepore - El de patillas suspiró mientras acariciaba a Leon para calmarse un poco - Pero la familia nos inculpará de ello, así que tenemos que entrenarte a ti y a tus guardianes aún más.
-Mátame ahora - La joven sintió un segundo después una pistola verde ser colocada frente a ella - ¡Era un decir! ¡Aleja a León de mi cabeza!
-No seas indecisa Dame-Tsuna - Reborn convirtió de vuelta a su camaleón y la observó con seriedad, aunque sus ojos brillaban de manera traviesa - Un líder no duda o bromea con sus decisiones.
-¡No me vengas con eso! - Los ojos chocolate brillaron molestos dejando en claro que sabía que su tutor solo jugaba con ella.
-Ve y llama a tus guardianes - El italiano movió su mano hacia las escaleras para que la chica se retirase de ahí - A los tres que pueden venir. He de suponer que tu adorada nube no estará disponible por varias horas.
-Kyoya no es mi adorada nube - Las mejillas de la menor mostraron un ligero tono rosado y se volteó rápidamente - Y ya te dije que no voy a incluir en esto a Yamamoto y a Oni-san.
-Ellos ya aceptaron, así que deja de quejarte y llámalos - El arcobaleno disparó una bala al lado de la chica haciéndole huir prontamente - Necesitaré algunos refuerzos si estos niños entrarán a una guerra.
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Un par de horas después el grupo de adolescentes estaba sentado en la sala de la Sawada a la espera de lo que quería hablarles el bebé. Reborn por su parte acababa de regresar a Leon a su forma animal luego de haberle usado como celular durante los últimos minutos. Tsuna no iba a decirlo en voz alta, pero su intuición le decía que algo buenamente malo iba a pasarle a todo el grupo.
-Una joven de una familia enemiga falleció hoy. Es casi seguro que vayan a culpar al heredero de Vongola por la situación - El de traje formal observó el rostro de todos los presentes para evaluar sus reacciones ante la noticia - Significa que los enemigos van a rastrear a Tsuna y tratarán de matarle.
-No dejaré que se acerquen a Juudaime - El italiano se puso de pie y sacó dinamitas de tamaños variados para prenderlas. Pero la dueña de la casa lo detuvo inmediatamente - Mataré a quien trate de acercársele a la Decima.
-Calma Gokudera-kun - La castaña sonrió nerviosa mientras volvía a sentar a su amigo - Ellos no están aquí ahora, así que no necesitas prender eso.
-No entiendo del todo, pero no dejaré que lastimen a Tsuna - Yamamoto sonrió tranquilo mientras pensaba en lo problemático que sería para la chica el pelear sin apoyo.
-Estoy extremadamente de acuerdo - El boxeador asintió de acuerdo con las palabras del menor. La niña era una buena amiga suya y de su hermana, por lo que no permitiría que la lastimasen.
-Lambo-sama no dejará que toquen a Tsuna-nee - La voz de la niña llamó la atención de todos los presentes. Nadie, excepto Reborn, le había notado ahí.
-¿Lambo? - La de orbes caramelo volteó de inmediato a ver a la niña que aparecía en el salón y pronto notó a los otros niños que venían detrás suya - Fuuta, I-Pin, ¿Qué hacen aquí?
-Es nuestro deber proteger a Tsuna-nee - El niño de cabellos castaños observó de manera decidida a su hermana mayor.
-I-Pin protegerá a Tsuna-niinee - La pequeña china se colocó inmediatamente en posición de ataque, pero fue detenida por el niño que estaba a su lado.
-Puede que ya no pueda hacer rankings, pero los que ya están hechos serán una gran ayuda - El italiano se puso de pie luego de detener a la niña y sonrió ligeramente para calmar el pánico que seguramente la japonesa estaba sintiendo - Además, Bianchi prometió enseñarme defensa personal para no ser una carga para ti, Tsuna-nii.
-Así es - La asesina apareció en la habitación desde un punto donde su hermano menor no pudiese verla y sonrió - Además Tsuna, tú y yo tenemos pendientes las clases sobre romance. No puedo dejar que mueras cuando todavía no hemos discutido algo tan hermoso como el amor.
-Chicos, basta - La castaña se puso de pie con las manos alzadas a la altura de los hombros y sonrió de manera nerviosa mientras veía a todos los presentes - Les agradezco de todo corazón. Pero no puedo dejar que hagan esto.
-Dame-Tsuna - El arcobaleno del sol posicionó a Leon en su mano para transformarlo y dispararle a su alumna cuando esta le vio fijamente.
-No, Reborn. Déjame terminar - La voz de la joven fue contundente esta vez. Sin dejar la probabilidad de que nadie le debatiese - Les agradezco de corazón que quieran hacerlo, pero no quiero que sus vidas corran riesgo por mi culpa. Quiero que todos aquí tengan vidas normales, que cumplan sus sueños y sean felices. Si deciden tomar ese entrenamiento es probable que deban dejar todo eso de lado y vivan una vida llena de peligros y la posibilidad de morir.
-Tsuna - El jugador de baseball observó con preocupación a su amiga. Podía entender que a quienes se refería principalmente era a él y al de cabello blanco, pues eran los que menos tenían que ver con aquel mundo al que ella estaba siendo sometida.
-Esto no es un juego y las personas que querrán mi cabeza no se detendrán solo porque seamos adolescentes y niños - La muchacha observó con seriedad a sus hermanos menores antes de centrarse en sus "guardianes" - No voy a arriesgar a mis amigos y a mi familia a cumplir un deber que no les corresponde. Quiero que vivan sus sueños y sean felices, no que se metan a la mafia y puedan llegar a perder su humanidad.
-Déjalos decidir por su cuenta herbívora - Una inconfundible voz se hizo presente en el lugar y pronto el prefecto apareció en la habitación.
-Hibari - La mirada de todos los presentes ahora estaba centrada en el adolescente que acababa de entrar a aquella casa como si fuese el dueño de la misma.
-Ellos ya te han escuchado y han escuchado las posibles consecuencias - El demonio de Namimori señaló a los presentes con un movimiento de mano, pero sus ojos jamás abandonaron los de la Sawada - Ahora es el turno de estos herbívoros de tomar su decisión. Solo ellos pueden aceptar o negar la propuesta.
-Pero... - La heredera Vongola trató de quejarse y negarse a esa petición, pero algo en la mirada del mayor le hizo callar.
-Ya lo dijiste. Ninguno está obligado a nada y pueden irse si quieren - El guardián de la nube cortó la objeción de la menor y la observó con seriedad antes de seguir hablando - Pero tú, herbívora, no puedes decidir por ellos. Estos herbívoros deben decidir por su cuenta sin que te quejes o lo juzgues por ello.
-Yo se lo dije el día que salvó mi vida - El joven de cabellos plateados se puso de pie nuevamente, pero esta vez para enfrentar a la castaña - Voy a ser la mejor mano derecha que pueda tener. Le serviré hasta el día de su muerte.
-Hayato tiene razón - Yamamoto también se levantó de su lugar con una sonrisa decidida pintada en el rostro - Somos amigos, no vamos a abandonarte. Además, tengo una deuda de vida contigo ¿No crees?
-Si es así, yo tengo una extrema deuda contigo por proteger a mi hermana - El de cabello blanco dio un salto para estar de pie igual que los otros - Por ende, te defenderé hasta la muerte Sawada.
-Nosotros también tenemos una deuda contigo Tsuna-nii - Fuuta sonrió mientras cargaba a I-Pin y a Lambo - No podemos permitir que lastimen a nuestra hermana mayor, la cual nos abrió las puertas de su casa tan amablemente y nos acogió en su familia como si nada.
-Yo no te déjate morir hasta que te haya instruido correctamente - La de cabello rosa no mencionó exactamente en qué eran sus clases debido a uno de los presentes. Eso fue algo que todos tuvieron en cuenta.
-Ya lo has visto Dame-Tsuna - El Hitman saltó directamente a la cabeza de la chica y le dio un par de golpes desde ahí - Ninguno de los presentes va a dejarte, porque todos aquí son parte de tu famiglia.
-... - La futura mafiosa observó a todos los presentes con cariño, aunque una parte de ella estaba arrepentida de que ellos tomasen esa decisión. Finalmente suspiró y sonrió con algo de miedo - De acuerdo. Reborn, quiero ese entrenamiento que tienes pensado.
-Por supuesto Dame-Tsuna - El bebé bajó su fedora para que nadie viese la mirada llena de maldad que tenía - Todos vamos a entrenar.
Nadie iba a admitirlo, pero todos sintieron una corriente eléctrica recorrer sus espaldas. El arcobaleno tenía planeado algo, y no iba a ser nada bueno para ninguno de los presentes. De eso, todos estaban seguros.
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El viernes había llegado sin ninguna novedad de parte de Reborn. Los entrenamientos de Tsuna seguían siendo los mismos hasta el momento, por lo que supuso que su tutor se tomaría la libertad de entrenarlos durante el fin de semana.
La castaña observó a Yamamoto y a Gokudera tomando la clase de deporte sin ningún problema. Ambos estaban siguiendo las indicaciones del profesor dentro de la piscina que tenía Nami-chuu. Nadie podía negar que ambos lo hacían ver como si fuese un juego de niños, pues estaban bastante relajados a pesar de haber hecho varias carreras.
La castaña, por su parte, estaba en el graderío animándolos a ambos de vez en cuando. Ella había sido excusada por esa vez, así que estaba dedicándose nada más a hacer algunas de las tareas que le habían dejado durante el día. Estaba segura de que no podría moverse ni un poco después del entrenamiento de Reborn, por lo que prefería aprovechar el momento libre que tenía.
Cuando acabó la clase todos fueron a los vestidores a cambiarse. Esa era la última clase del día, por lo que querían irse de ahí lo más pronto posible. La Sawada por su parte se había quedado charlando con su dúo de amigos, ignorando deliberadamente la vigilancia que tenía puesta sobre ella su tutor.
Unos segundos después un grito fue escuchado por toda el área mientras una joven trataba de reducir el dolor que sentía debido al golpe que el Hitman le había causado. Ella hubiese mantenido su mirada molesta por más tiempo, pero su boca se secó al notar que él traía acompañantes. Aquello solo podía significar que iban a iniciar con el entrenamiento en ese mismo instante.
-Espero que estén listos, porque no tendremos compasión con ninguno de ustedes - El arcobaleno del sol mantuvo una mirada neutral, pero sus ojos mostraban mucha diversión.
-¿No deberías presentarnos a tus invitados Reborn? - Los ojos chocolate brillaron preocupados mientras que la dueña de estos se arrodillaba para cargar en brazos a las pequeñas azabaches que acababan de llegar.
-Ellos tienen boca para presentarse por su cuenta - El bebé de fedora bajó esta para ocultar la diversión que estaba sintiendo en ese momento.
-Te estamos haciendo un favor... - La queja del bebé rubio fue interrumpida por otro menor de traje rojizo, pues este cubrió su boca de inmediato.
-Mi nombre es Fon, este de aquí es Colonnello - Señaló con la cabeza al bebé de ojos azules al que callaba - Y el que está detrás nuestra es Verde.
-¿Todos son amigos del bebé? - El jugador de baseball observó al trío de menores nuevos y sonrió ante el asentimiento del tal Fon - Tsuna, el bebé es realmente famoso si tiene tantos amigos.
-Sí, bastante - La fémina no había dejado de mirar fijamente al artista marcial. Ambos mantuvieron fija la mirada en el otro por unos segundos hasta que se aseguraron que ninguno diría nada.
-Tsuna-nee - La pequeña de cabellos rizados tomó el rostro de la mayor para hacer que la voltease a ver - Hoy vamos a nadar.
-¿Na... dar? - Los orbes cafés brillaron con duda y temor antes de que su dueña subiese su vida hacia la dirección en la que se encontraba su tutor.
-Así es Dame-Tsuna - El de patillas rizadas asintió suavemente con la cabeza mientras miraba al trío de adolescentes y al dúo de niñas que tendría bajo su cargo ese día - El entrenamiento de hoy será en el agua.
-¿No podemos hacerlo en tierra? - La Sawada observó al bebé con el que vivía tratando de que su rostro no reflejara en miedo que comenzaba a serpentear por su cuerpo - No puedo nadar.
-¿Estas en esos días del mes, kora? - El bebé con traje militar observó seriamente a la chica mientras mencionaba aquello. Esa era una excusa que había escuchado varías veces mientras entrenaba con Lal.
-No... - La adolescente desvió su mirada a su compañero moreno unos segundos y luego decidió calmarse bajando al suelo a ambas niñas - Pero realmente no puedo nadar.
-¿No sabe nadar Juudaime? - El joven de cabellos plateados notó la mirada de su amiga en el otro chico y frunció el ceño al no entender aquella acción.
-Sé nadar - La castaña trató de que su voz no mostrara lo alterada que estaba. Aunque sentía que era un esfuerzo en balde - No me gusta y no puedo nadar, es diferente.
-No hay queja que valga si sabes nadar - El rubio dio un brinco y empujó a la chica a la piscina sin querer escuchar más excusas - Comienza en entrenamiento, kora.
-¡Tsuna! - Yamamoto se movió lo más rápido que pudo, pero aun así no pudo detener la caída de su amiga.
Los ojos chocolate brillaron con terror al notar como su cuerpo tendría un choque inminente con el agua. Su respiración aumentó de manera exponencial ante el pánico que surgió en ella. Lo último que vio, antes de que su rostro se hundiese en el agua, fue a un niño de cabellos azabaches siendo golpeado brutalmente por unos adultos y a un grupo de adolescentes que le veían con diversión.
-Muere de una vez, Dame-Tsuna - Aquella voz que no le había abandonado desde aquel día sonó con fuerza en su mente. Haciéndole sentir de nuevo con 12 años.
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Hola, ¿Cómo están?
Parece que esta es la semana de actualización de historias. Lo cual es una ventaja para mí, porque significa que estoy avanzando bastante.
Finalmente nos acercamos a saber el tema tabú de Namimori. Créanme, si leen los comentarios, varios han pensado una opción más oscura de lo que realmente pasó. Lo que pasó ese día no fue tan dramático como ustedes creen.
De cualquier manera, gracias por leer.
Nos leemos pronto.
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