Capítulo XI: Propuesta De Pelea
El día de Tsuna había iniciado como en los últimos días, poco tranquilo y muy fuera de lo común, se había levantado más temprano de lo normal pues su pequeña hermana se había adentrado en su cuarto huyendo de Reborn que al parecer había ido a darle una "amistosa" visita a su habitación por lo que Tsuna había perdido el sueño mientras la consolaba. Luego de ello Reborn había aparecido molesto porque la pequeña vaquita estuviera en su habitación y porque la castaña ya estuviera despierta por lo que terminó echándola de su habitación para hacerla correr por todo Namimori antes de entrar a clases.
Cuando la joven regresó a su casa se encontró a Bianchi en su cocina preparando algo de comer y a Gokudera acostado en su sofá sufriendo de dolores de estómago, a simple vista no encontró ni al asesino ni a la pequeña azabache, sin embargo lo dejo pasar, no quería seguir sufriendo la ira de Reborn por meterse donde no la llamaban. Sin probar bocado salió de su casa llevando arrastrado al peliplata que tardaría en recuperarse por aquel encuentro con su hermana, pero por suerte suya un muy amable azabache se cruzó en su camino y ofreció ayudarla con el joven medio muerto, por lo que al final Tsuna llevaba los maletines de los tres mientras que Yamamoto llevaba cargado de manera nupcial al de ojos esmeralda.
Al llegar a la escuela todo parecía estar tranquilo, claro que ese sentimiento desapareció del cuerpo de Tsuna cuando notó que el demonio de Namimori no dejaba de observarla con diversión marcada en sus ojos, aun cuando su rostro notaba molestia y seriedad, la de ojos chocolate comprendió al instante que el mayor quería hablar con ella, por lo que no hizo más que suspirar y asentir ligeramente para que el chico supiera que había entendido.
Mientras ella y Yamamoto caminaban hacia la enfermería para dejar ahí al peliplata un chico de cabello blanco apareció frente a ellos con una sonrisa, aunque parecía que la sonrisa iba dirigida solo a la chica, antes de que alguno de los de primero pudiera decir algo este tomó la palabra.
-¡Buenos días al extremo! - El chico sonrió aún más mientras saludaba al par de chicos que tenía frente a sí.
-Buenos días - La joven contesto por ambos mientras que el azabache solo asentía ligeramente - Disculpa pero ¿Quién eres?
-Soy Ryohei Sasagawa ¡Un gusto al extremo! - Ambos chicos junto con muchos a su alrededor cerraron sus ojos debido al impacto auditivo que habían sufrido debido al grito del chico
-Ya veo - Tsuna asintió ligeramente aun tratando de calmar el dolor en su oído cuando su mente conecto las palabras recién escuchadas - ¡Espera! Tu eres el hermano de Kyoko ¿Cierto?
-Así es - La voz que contesto aquella suposición fue una diferente a la del peliblanco, por lo que fijaron sus miradas en la dirección donde venía aquella voz, mostrando a una pelinaranja - Hermano, haz vuelto a olvidar tu comida
-¡Estoy extremadamente apenado! ¡Gracias por traerla Kyoko! - El peliblanco volvió a gritar dejando nuevamente con un dolor de oídos muy grande a todos los que le rodeaban
-No es nada - La joven ídolo sonrió con calma debido a que estaba acostumbrada a los gritos de su hermano, sin embargo algo la confundió - Pero hermano... ¿Por qué has detenido a Tsuna-kun y a Yamamoto?
-Hoy he visto correr a Sawada y me he emocionado con su velocidad - El mayor sonrió como niño pequeño mientras miraba de reojo a la castaña - ¡Era extremadamente rápida! Por eso quiero que se una a mi club de boxeo
-Claro, de no serlo Reborn me mata - Tsuna murmuro con algo de ironía aquello antes de aclararse la garganta para hablarle directamente al chico - Supongo que gracias por la oferta Senpai, pero debo negarme
-¿Por qué? - Ryohei frunció el ceño extrañado, pues aunque entendía que no a todos les gustaba el boxeo su mente no captaba alguna razón para que una chica como la que tenía frente a él pareciera triste al rechazar su oferta
-Primero porque no me gusta el boxeo ni nada que relacione la violencia y segundo porque soy una chica - La Vongola se encogió de hombros como si aquellas dos frases fueran las más obvias del mundo
-¿Y qué importa eso? - El peliblanco reacciono ante lo dicho finalmente por la chica, ignorando su primer motivo - ¡Lo que importa es que te guste algo con extrema pasión! Así como yo, que no me rendiré hasta que aceptes estar en el club ¡Al extremo!
-¡Pero yo no quiero! - La voz de la menor se hizo escuchar con seriedad y un poco de molestia, pues aunque era muy pacifica detestaba cuando ignoraban lo que decía
-¿Qué tal si hacen un trato? - Una voz conocida para un par de personas se hizo presente haciendo estremecer a una de ellas - Un enfrentamiento, si Ryohei gana Dame-Tsuna se une al club, pero si ella gana tu no le vuelves a tratar de convencer
-¡Eso es extremadamente genial! - El de piel morena sonrió mostrando su emoción de enfrentarse a la chica - Nos veremos en el descanso
-¡No! - Tsuna dio un pequeño grito haciendo que los presentes la observaran curiosos - Digo, mejor después de clases, para evitar retrasarnos o algo con las clases normales
-De acuerdo, ¡Estoy extremadamente emocionado! - El mayor tomo sus cosas de las manos de su hermana y comenzó a alejarse mientras se despedía - ¡Nos vemos luego Sawada!
En cuanto el mayor se fue dejando solamente a los de primero y al asesino todo se quedó en silencio por unos segundos hasta que la chica de cabellos castaños se volteó a ver al bebe que tenía como tutor con una mezcla de miedo y molestia marcadas en su rostro.
-¡Reborn! ¿¡Por qué has hecho eso!? - La joven frunció el ceño aún más con molestia - Sabes que no me gustan las peleas sin sentido
-Pero esta no lo es - El pequeño de traje vio con diversión a su alumna - Con esta pelea demostraras tus habilidades como líder y defender el honor de la familia
-Vamos Tsuna, solo será una pelea - El joven beisbolista le sonrió a la chica a su lado con la calma que siempre suele mostrar - Te ira bien, es imposible que falles
-Si mi hermano quiere pelear contigo es porque realmente lo has sorprendido Tsuna - La pelinaranja le sonrió a su compañera con amabilidad y confianza - Confía en ti misma
-Bien - La de ojos chocolate cerro sus ojos mientras suspiraba ante lo recién escuchado - Por ahora lo mejor será concentrarnos en ir a dejar a Gokudera-kun a la enfermería
Yamamoto y Tsuna se despidieron de Kyoko y caminaron hacia la enfermería en un cómodo silencio, ambos iban metidos en sus pensamientos y en los pocos segundos donde no lo hacían tampoco se atrevían a interrumpir los del otro, por lo que al llegar a su destino solo dejaron al de ojos esmeralda en la camilla y salieron del lugar para ir a su salón.
Durante la clase la joven Vongola mantuvo su mirada en la ventana mientras su mente vagaba en ideas y recuerdos que parecían no querer desaparecer por más que ella quisiera olvidarlos, tan metida estaba en ellos que no noto cuando su muy adorado profesor de matemáticas le llamo para resolver un ejercicio.
-¡Sawada! - La castaña salto en su lugar y volteo a ver a su profesor notando que la mayoría sus compañeros la veían con ganas de reírse -¡Ven a resolver este ejercicio!
La de ojos chocolate se quedó en su lugar mientras revisaba el ejercicio, sonrió internamente al ver que era uno de los temas que Reborn había decidido enseñarle a base de explosiones hasta que se le quedará totalmente cómo hacerlos bien, aun así su mente se debatía entre responderlo correctamente o seguir con su actitud de tonta y fingir que no sabía nada. Al final no tuvo tiempo de decidir pues la campaña que anunciaba el inicio del descanso por lo que el maestro salió murmurando alguna cosa mientras todos se comenzaban a juntar en grupos.
Yamamoto y Tsuna estaban hablando de visitar a Gokudera por lo que se levantaron de su lugar con calma, sin embargo la castaña desvío su mirada hacia la puerta notando la presencia del demonio del lugar, aun cuando él había seguido su camino la chica comprendió que quería verla de inmediato, por lo que se despidió de Yamamoto diciéndole que tenía algo que hacer y que lo vería en la clase a lo cual el chico no se negó y se fue felizmente hacia la enfermería para visitar al italiano.
Una vez estuvo sola la chica camino directamente hacia el salón de reuniones del Comité de Disciplina, trataba de estar tranquila pero su cuerpo no paraba de temblar al recordar el castigo que le había dado la última vez el de ojos de plata, la joven no sabía que esperar así que solo rogo que el chico no quisiera pasar aquel límite con ella solo por un castigo, aunque realmente no sabía que esperar del perfecto.
Al llegar al salón toco con suavidad y espero por el permiso para entrar, aun así este no fue dado, por lo que abrió lentamente la puerta, rogando que no fueran a matarla por el atrevimiento, sin embargo se sorprendió al notar que no había ni una sola alma en aquel lugar, por lo que decidió irse y buscar luego al azabache.
Con el tiempo libre que le quedaba la futura mafiosa decidió visitar a su amigo que estaba en la enfermería, era mejor eso que pensar en Hibari o en la pelea que tendría por culpa de su tutor, camino mientras tarareaba una canción tratando de distraerse, claro que su intento fue interrumpido cuando noto que frente a la aquel salón médico se encontraba el chico al que había ido a buscar minutos atrás.
-¿Hibari-san? - La de ojos chocolate se quedó como una estatua en cuanto el mayor poso su mirada en su cuerpo - ¿Qué hace usted aquí?
-Herbívora te dije que hablaríamos de tu castigo ¿O es que lo has olvidado? - La mirada de plata recorrió a la menor mientras su dueño se acomodaba en la pared en la que estaba recostado
-No lo hice Hibari-san, de hecho fui a buscarle al salón de disciplina para hablar de ese tema - Tsuna no hizo más que respirar tratando de calmar todas las sensaciones que el mayor le generaba con solo su presencia - Pero usted estaba aquí en lugar de estar allá
-Supuse que vendrías a ver al herbívoro peliplata, por eso preferí venir aquí a hablar, para que no pudieras escapar - El prefecto se mantuvo tranquilo hablando como si nada aunque estaba algo estresado por la cantidad de ruido que había a su alrededor
-No escaparía por ningún motivo Hibari-san, acorde con usted algo y debo cumplirlo - La chica frunció el ceño algo molesta de que el otro hubiese desconfiado de su palabra
-... - Hibari se mantuvo el silencio analizando aquellas palabras antes de volver a hablar - El herbívoro del club de boxeo no deja de hablar de la pelea que tendrán después de clases
-¿Que tiene que ver eso con mi castigo? - La joven de ojos chocolate observo de lo más confundida al chico pues no entendía que tenía que ver un tema con otro
-¿Realmente lo preguntas? - El prefecto se levantó de la pared y se acercó a la chica peligrosamente haciendo que esta temblara inconscientemente - Bien, te lo diré
Las clases habían acabado finalmente y con ello la tortura de Tsuna de soportar a sus compañeros y maestros, además las cosas se habían puesto mucho más incomodas cuando Gokudera despertó y Yamamoto le comento sobre su pelea contra Ryohei, pues el italiano no paraba de maldecir al líder del equipo de boxeo por haber retado así a su jefa.
Aun así, la castaña parecía no enterarse de nada pues su mente solo estaba enfocada en lo que había hablado unas cuantas horas atrás con el prefecto de la disciplina, cosa que no le había comentado a ninguno de sus acompañantes y que esperaba Reborn tampoco se hubiese enterado.
Cuando la chica llego al club de boxeo seguida con sus amigos suspiro tratando de relajarse, sabía lo que debía hacer aun si se ponía en contra de los deseos y órdenes de su adorado y gentil tutor por lo que tomando aire abrió la puerta del lugar solo para quedar de piedra.
-¿Qué demonios? - Los Vongola se quedaron helados al ver a Reborn en aquel sitio vistiendo un disfraz para "ocultar" quien era
-Él es el maestro Pao-Pao, ha venido desde Tailandia para verte pelear Sawada - El de pelo blanco se acercó a la chica presentándole al supuesto experto en peleas
-Yo... lo lamento Ryohei pero debo negarme a pelear - La de ojos achocolatados hizo una reverencia mientras se disculpaba con el otro
-¿Por qué? - El mayor frunció el ceño suponiendo que tenía que ver con el mismo motivo que había mencionado en la mañana, lo cual le hizo molestar ligeramente
-Pero juudaime, su honor y el de la familia - Gokudera se acercó a su jefa viéndole con sorpresa, pues esperaba que peleara o algo similar para mostrar la fuerza de la familia a la que pertenecían
-Lo es y lo lamento pero... - Tsuna se levantó de la reverencia y observo con pena a los presentes - Hace años le prometí a alguien que no pelearía si no tenía un motivo de peso que no me dejara otra alternativa más que pelear, por ello me disculpo contigo Ryohei, al final no puedo cumplir el reto de pelear contra ti
-No te preocupes, ¡Entiendo extremadamente bien tu posición! - El de pelo blanco sonrió con calma al darse cuenta que la chica no estaba acomplejada con su género como el supuso antes - Si yo hubiera prometido algo así también me hubiera negado
-Gracias por entender... - La chica sonrió antes de ver a su alrededor y fruncir el ceño con desconcierto - Por cierto, ¿Kyoko no estaba aquí hace un momento?
-Ahora que lo dices Tsuna, ella dijo hace un rato que saldría a comprar unas bebidas, pero no volvió - Yamamoto vio a la puerta con duda mientras sonreía ligeramente para aligerar un poco el ambiente
La castaña sintió un escalofrió recorrer su espalda por lo que entendió inmediatamente lo que sucedía, aun así espero un poco antes de hablar pues sabía que tendría que tener la cabeza fría en el próximo momento.
-Deberíamos ir a buscarla - Justo cuando la castaña termino de decir aquello la puerta fue abierta con fuerza - ¿Qué?
-Venimos a retar a Ryohei Sasagawa - Un grupo de chicos, que todos los Vongola catalogaron como de un año superior, apareció frente a ellos viéndoles de manera superior y molesta
-¿Qué quieren? - El mayor vio con seriedad a los chicos que acaban de entrar, normalmente no tendría problemas con los de su clase pero las miradas de estos lo molestaban de gran manera
-Tu adorada hermana ha mencionado varias veces que no podía ser la manager de nuestro club porque debía pasar tiempo contigo - El que parecía el líder del grupo comenzó a explicarse con un tono de voz molesto, pues parecía estar haciendo burla a la presencia del mayor - Es por eso que te retamos para que Kyoko se vuelva nuestra manager
-¿Qué no ven que es una excusa? - La chica comento aquello lo suficientemente fuerte como para que los recién llegados le miraran con molestia - Simplemente dijo eso para librarse de ustedes
-Calla Dame-Tsuna - De nuevo el chico volvió a hablar pero con un tono despectivo a la chica - Con lo idiotas que son las mujeres deberían mejor quedarse solo como unas rameras que abren las piernas sin oponerse
-¿Qué acabas de decir? - La mirada chocolate de la chica comenzó a mostrar un tono anaranjado para la sorpresa de su tutor y de algunos presentes - Retráctate ahora mismo
-¿O qué? Lloraras hasta que alguien te... - El chico no pudo ni siquiera terminar su oración cuando una patada lo mando contra la pared sacándole todo el aire que tenía en sus pulmones
-Detesto a los bastardos como tú - La joven mafiosa se acercó molesta al chico que antes la había insultado no solo a ella sino que a todas las del género femenino - Creen que porque nacimos como mujeres automáticamente somos débiles, que solo sabemos dar a luz a los hijos y que solo debemos cuidarlos - La voz de la chica era un tono más bajo y frio de lo normal lo que había hecho que todos los presentes temblaran al escucharle - Pero dime ¿Qué se siente que sea una mujer la que acaba de dejar tu estúpido orgullo y masculinidad en el suelo?
-Tu maldita... ¡Ah! - De nueva cuenta el chico fue golpeado pero esta vez por alguien que no era la chica que lo veía como si quisiera incinerarlo en ese mismo instante
-Por alterar la paz de la escuela e insultar a las presentes los morderé hasta la muerte - El azabache que acababa de llegar observo con molestia a los chicos de su grado
-¡Corran! Es Hibari - Uno de los conscientes gritó alertando a todos para que salieran corriendo por sus vidas, aunque sabían que ya era inútil pues todo el comité disciplinario estaba afuera
-Muchas gracias Hibari-san, de no ser por usted las cosas hubieran acabado peor - La castaña le hizo una reverencia de agradecimiento al mayor mientras caminaba a revisar el estado de su compañera
-Hm - Sin decir más el chico salió dispuesto a darle una lección a todos aquellos que creían que podían ir actuando a su gusto por las instalaciones del lugar
-Vaya Sawada, no mentías con lo de que solo peleas ciertas batallas - Ryohei sonrió al notar la preocupación que la menor tenía con su hermana, pues ahora trataba de ayudarla a sentarse para que no se mareara por culpa de un mal movimiento
-Bueno, un líder siempre sabe que batallas pelear y cuales evadir - Tsuna sonrió ante lo recién dicho antes de voltearse y murmurar solo para si - Aunque algunas son imposibles de eludir
-Veo que realmente vives tu vida al máximo Sawada, me agradas ¡Al extremo! - El mayor sonrió con orgullo mientras abrazaba por los hombros a la chica
-Tú también me agradas Senpai - La menor sonrió ignorando los gritos que su mano derecha hacía por la cercanía del otro con ella
-Por lo mismo deberías unirte a la familia - Aquella voz hizo que todos dieran un pequeño brinco de la sorpresa al escuchar esa voz tan tranquila
-¿¡REBORN!? - La Vongola observo con terror a su tutor pues sabía que planeaba y aquel plan no le gustaba nada
-¿Sera extremo? - El moreno observo con duda al bebe que acababa de aparecer de la nada, aun así ignoro aquello y sonrió
-Absolutamente - Reborn asintió notando las diferentes emociones de los presentes en aquella sala, desde desconcierto hasta molestia
-Entonces si quiero formar parte ¡Al extremo! - El joven hizo unos cuantos movimientos de boxeo hacia el aire mostrando la emoción que sentía en aquel momento
-Oh dioses - La joven líder murmuro aquello mientras tenía una cara de derrota total ante el plan de Reborn - ¿Qué hice para merecer esto?
Aunque la chica había puesto sus manos en su cara simulando su descontento la verdad es que no podía evitar estar feliz, como si poco a poco su vida comenzara a acomodarse para convertirse en lo que debía ser realmente.
Y aunque no lo aceptara sabía que todo se lo debía a la necedad de Reborn de reunir a los futuros guardianes de la décima generación, eso era algo que siempre iba a agradecerle a su tutor.
------------------------------------------------
Hola
Primero quiero dedicarle este capítulo a @YueChan083 porque si (Había dicho que actualizaría después de su actualización del día del terremoto y no lo hice así que, esta es mi disculpa por haber tardado tanto)
Segundo, si algo no tiene sentido entre el dialogo y sus acciones me disculpo, pero no dormi nada y se suponía que una hora despues de escribir esto debía levantarme para ir a clases.
¿Qué creen que pasara ahora? ¿Qué fue lo que le dijo Hibari a Tsuna? ¿La aparición de Mukuro o el castigo de Hibari?
Como sea, cualquier idea que quieran aportar a la historia es bienvenida
Nos leemos pronto ^^
PD: Se supone el capítulo había sido subido hace 8 horas, pero al parecer el cansancio jugó conmigo y no lo publiqué antes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro